Cuaderno Nº 126

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 21 de Diciembre de 1997CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 126
LA BELLA HISTORIA DE LA ACTIVIDAD TEATRAL EN GUALEGUAYCHÚ  II(Silvia Razzetto de Broggi)- Gualeguaychú hacia 1850- El Teatro 1º de Mayo- En los días del PRONUNCIAMIENTO- Juan Sin Pena- El baile en el Teatro- Tres salas teatrales en Entre Ríos
CONVERSACIÓN EN EL OBISPADO  (Marco Aurelio Rodríguez Otero)CUADERNOS PREGUNTA… EL PROFESOR ALMEIDA RESPONDE- Recordando una reflexión-
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Vivencias de antiguos detalles - El Fuste- (Aurelio Gómez Hernández)
LA BELLA HISTORIA DE LA ACTIVIDAD TEATRAL EN GUALEGUAYCHÚ  IISilvia Razzetto de Broggi

CUYAS Y SAMPERE PROMOVIÓ NUESTRO PRIMER TEATRO

La bella historia de la actividad Teatral en Gualeguaychú

PARTE II

Silvia Razzetto de Broggi

A mediados del siglo XIX la Villa de San José de Gualeguaychú contaba con una población aproximada de 3200 habitantes, sin incluir la campaña, enriquecida con la entrada en menos de un año, de seiscientos emigrados del Estado Oriental.

Frente del teatro 1º de Mayo, la sobria línea arquitectónica abre su puerta hacia la "Plaza Independencia" (hoy "San Martín)

GUALEGUAYCHÚ HACIA 1850

En ese tiempo se levantaban nuevas viviendas, se embellecían las antiguas. Hermosos edificios de azotea se construían en las calles principales, "cómodos, espaciosos, de arquitectura moderna, como los de los S. S. Méndez Casariego, Guianello, Chiquizola, Mad Duttel, Elizatte, Sforge, Peirano, Roca, Walls, (…)" (El Progreso de Entre Ríos, 173, nov 1850)

Lentamente desaparecían terrenos baldíos del centro fundacional y en los suburbios, un cinturón de chacras proveía diariamente los alimentos frescos a la población.

A finales de 1850 se inauguró el Cementerio del Oeste con su capilla de bóveda consagrada a San Justo y San Pastor; se edificaba la Capitanía del Puerto; finalizaba una construcción del Hospital Militar; el amplio edificio que ocupaba la Comandancia renovaba  revoques interiores y exteriores y sobre su puerta principal se colocaba una piedra de mármol labrada por el escultor Salvador Ximénez, dedicada por el gobierno del General Urquiza al pueblo de Gualeguaychú; detalle similar embellecía la Capilla del Cementerio y la Escuela de Primeras Letras. 

Los vecinos se preocupaban por el mantenimiento de veredas; se multaba severamente a quienes transitaban las calles al galope, dejaban animales sueltos o no encendían los faroles. Alrededor de cien establecimientos comerciales estaban obligados al pago de las patentes. 

Las celebraciones religiosas convocaban a la feligresía que exteriorizaba su Fe en Misas, Procesiones, Te Deum, Maitines, en el templo parroquial. 

En la Plaza Independencia la población se reunía para celebrar las fiestas patrias, el natalicio, el santo del gobernador, sus victorias  militares; adornada con arcos de palmas y flores ofrecía la ambientación adecuada para disputar carreras de sortija. La Banda de Música acompañaba con sus melodías la alegría y el entusiasmo de la concurrencia.

Los bailes más elegantes, los oficiales, se realizaban en los salones de la Comandancia. En esa ocasión se alfombraba el piso, se disponían colgaduras blancas y moños punzó, se colocaban espejos y cuadros de buen gusto con los retratos de  Justo José de Urquiza, Juan Manuel de Rosas y Manuel Oribe. Se disponían cómodos sofás, sillones, sillas, mesas de arrimo con quinqué y elegantes mecheros para iluminar el lugar. En un extremo se situaba el piano y la Banda de Música, orgullo del Comandante Rosendo Fraga, y se convocaba a las parejas a bailar el minuet  liso, el alegre federal, contradanzas, cuadrillas, valses y polkas.

En el TEATRO REPUBLICANO una nutrida concurrencia de espectadores, aplaudía cada presentación de la SOCIEDAD DRAMÁTICA. Esporádicamente, alguna Compañía de Equitación, con caballos amaestrados, equilibristas, malabaristas y prestidigitadores reclamaban la atención de los niños.

Es en este clima de fluida sociabilidad, donde comenzó a germinar la idea de dar a Gualeguaychú una amplia, cómoda, sala teatral.

Tomada desde la torre de la Policía, la visión del techo del Teatro 1º de Mayo refleja su tamaño

EL TEATRO 1º  DE MAYO 

Resulta interesante referir que fue el comerciante catalán y hombre de confianza de Urquiza, don Antonio Cuyás y Sampere (Cvadernos N° 24) quien advirtió esta necesidad y la sugirió al gobernador. 

Corría el año 1848 cuando al regresar de uno de sus viajes a Montevideo, pasó por el cuartel general ubicado sobre el río Gualeguaychú; allí lo encontró en el rancho de la isla, en compañía del Comandante Militar de Concepción del Uruguay, Ricardo López Jordán.

Cuyás ha referido este elocuente diálogo: 

- ¿Qué quiere usted Pedir? me contestó.

- Un teatro para la ciudad de Gualeguaychú. 

- ¿Cómo se ha de hacer este teatro?

- Me explicaré, señor Gobernador. Aquella población es en la actualidad la más rica y comercial, la más productiva para el tesoro de la Provincia. V. E ha fundado en ella un hospital que sostiene el Estado, y como es conveniente que esta clase de establecimientos tenga renta propia, para que no dependan totalmente del Gobierno, propongo que V. E encabece una suscripción por su cuenta, por la del Estado, o por ambas si lo tuviera a bien, suscripción que continuarán los vecinos más acomodados de aquella ciudad, y con su importe podrá adquirirse el terreno a nombre y como propiedad del Santo Hospital. Si no alcanzan los fondos para su conclusión, se arrendarán palcos y lunetas por el tiempo que convenga y se darán algunas funciones a su beneficio, hasta la terminación del establecimiento. 

- Estoy conforme -me contestó-, escríbale al comandante Fraga que por mi parte encabece la suscripción con seiscientos pesos y proceda a la ejecución inmediatamente.

Al separarse del General, el Comandante López Jordán me dio sentidas quejas por no haber incluido la ciudad del Uruguay en mi solicitud, fundándose en mis numerosas relaciones con ella y en el aprecio que hacían de mi persona en dicha población.

- Es que -le contesté- Uruguay no está a la altura de Gualeguaychú en cantidad de población, de comercio y de recursos, para sostener compañía dramática; y yo debía limitar mi solicitud para no exponerme a que fuese negada. Estoy seguro de que lo que importa es principiar en algún punto, que luego Paraná, ustedes mismos, Gualeguay y algunas más acudirán en súplica pidiendo apoyo del Estado para igualarse a Gualeguaychú, lo que se otorgará como medida general.

Así sucedió meses después. Sin embargo, López Jordán no se dio por bastante satisfecho con estas explicaciones y desde aquel día sufrió alguna declinación nuestra amistad; pero yo he conservado siempre el grato recuerdo de haber promovido en la Provincia la introducción de aquella institución humanitaria y civilizadora" (Cuyás y Sampere, 1888)

La idea ya estaba expresada. El 9 de enero de 1851, Antonio Cuyás y Sampere comunicó al gobernador que había persuadido al Comandante Fraga para realizar la suscripción. Confeccionó el borrador con la invitación para imprimir en los talleres de El Progreso de Entre Ríos.

Pues bien, la invitación recibió el apoyo esperado de comerciantes, empresarios y hacendados. 

En febrero de 1851 el Comandante envió al Gobernador esta información:

¡Viva la Confederación Argentina!!

¡Mueran los Salvajes Unitarios!!

Relación nominal de los S. S. Comerciantes y Vecinos que se han suscrito como accionistas de la empresa para la construcción de un Teatro en este Pueblo, en cuya relación figuran en primer lugar el nombre de S. E. el Sor Gobernador y Capitán General de la Provincia Brigadier D Justo José de Urquiza.

El Exmo. Sor. Gobernador y Capitán General Brigadier D. Justo José de Urquiza, 2. 200-D José Benítez se suscribió con una acción cediendo a favor del Hospital la Cantidad oblada y en favor del Teatro el derecho que le asiste para disponer de un palco, 1: 100,- D. Gervasio Méndez Casariego, 1; 100.- D. Benito Méndez Casariego y hermano, 1: 100.- Santiago Brian, 1, 100- D. Jacinto Giorquis y Ca., 1; 100.-, D. Manuel Gianello. 1: 100.- S. S. Silva y Ca., 1; 100.- Agustín Gianello, 1: 100.-, S. S. Palavecino y Ca., 1. 100.- S. S. Basavilbaso v Ca. 1. 100.-S. S Acosta y Chichizola, 1. 100.- D. Mateo Garcia de Zuñiga, 1: 100.- D. Juan G. Gómez y Ca.. 1: 100,- D Julián Echazarreta, 1, 100.- S. S. Grané y Ca., 1: 100.- S. S. Merelo y Ca., 1: 100-S. S. Macchin y Moon, 1; 100 -

Gualeguaychú, Febrero 17 de 1.851.

ROSENDO M. FRAGA 

Mientras tanto, el periódico de Isidoro de María en su edición del 29 de enero de 1851 informó:

"Proyecto de un nuevo Teatro.

Sabemos que se proyecta la construcción de un nuevo Teatro en esta Villa, cuyo plano hemos tenido ocasión de ver (...). Está calculado su local para dar cabida a más de 650 personas, debiendo tener sus correspondientes Palcos y Cazuela (...)  Se procura lo regular, lo mejor posible (...). Todo está en empezar, y en abrazar el pensamiento con empeño, con entusiasmo." 

El 9 de Abril de 1851 ingresó a Gualeguaychú JOSÉ QUIRCE. Este "pobre Andaluz cansado", como él mismo se definía, llegó con su familia y veintidós operarios contratados en Buenos Aires para comenzar la construcción del Teatro SAN JOSÉ. El terreno, situado frente a la Plaza Mayor, se encontraba sobre calle Urquiza entre Federación Entrerriana e Independencia - actuales 3 de Febrero y Mitre-. (Carta, Quirce a Urquiza, Gualeguaychú, 29-01-1851, Arch Urquiza T 49, AGNA)

JOSÉ QUIRCE, empresario teatral, director, actor y constructor fue convocado por el gobierno provincial para construir tres salas teatrales con sus correspondientes escenarios, plateas, palcos, cazuelas, lunetas, camarines, en Gualeguaychú, en Paraná y en Concepción del Uruguay.  

El Comandante Rosendo Fraga, según lo convenido con el gobernador, entregó en partes los 1900 pesos reunidos en suscripción. Se compraron materiales y se contrataron más obreros. Por eso, solicitó a Urquiza que remitiera el resto del presupuesto para cubrir los jornales semanales. (Carta, Quirce a Urquiza, Gualeguaychú, 12-04-1851, Arch Urquiza T 51 fs 86 AGNA)  

Apenas llegado, se iniciaron los trabajos. El 7 de mayo, José QUIRCE informó sobre la marcha de la obra: faltaba construir el último piso y ya tenía  personal desocupado que deseaba enviar a Paraná para limpiar el terreno y comenzar los cimientos. (Quirce a Urquiza, mayo 1851, Arch Urquiza, T 52 fs39 AGNA)

Teatro “San Justo” de Paraná, luego “3 de Febrero”, inaugurado el 8 de agosto de 1852

EN LOS DÍAS DEL PRONUNCIAMIENTO

El 1º de mayo de 1851  Entre Ríos reasumió el manejo de las relaciones exteriores delegadas, hasta ese momento, en el gobernador de la provincia de Buenos Aires Brigadier General don Juan Manuel de Rosas. 

El texto del documento, redactado por Juan Francisco Seguí con participación de don Manuel Leiva fue leído poco después del mediodía. La población de Concepción del Uruguay reunida en la Plaza Mayor, al pie de la pirámide levantada en memoria del general Francisco Ramírez, observó la presencia del gobernador Justo José de Urquiza con su Estado Mayor, la guarnición militar de Concepción del Uruguay, altos jefes militares de la provincia de Corrientes y del Estado Oriental.  

A la caída del sol comenzaron las serenatas y las demostraciones de entusiasmo.

La decisión tomada con el voto de la Legislatura fue recibida con regocijo y acusó notable impacto en el periodismo provincial.  

En Gualeguaychú, el Pronunciamiento  se solemnizó con actos populares en la Plaza Independencia y actividad dramática en el REPUBLICANO. El 14 de mayo, los asistentes reunidos en el teatro cantaron el Himno a Entre Ríos y luego disfrutaron de la tragedia patriótica "Pelayo".

La presencia del gobernador en la localidad se hizo frecuente; aquí se instaló para completar la elaboración de los planes de guerra que condujeron a Caseros. 

Entonces, mientras  JOSÉ QUIRCE terminaba la sala del TEATRO SAN JOSÉ y se preparaba para dirigir los trabajos en el SAN JUSTO de Paraná, en el REPUBLICANO de Gualeguaychú se presentaban en escena textos de acusado tono político.  

JUAN SIN PENA

Ahora bien, ¿como expresó sus sentimientos de lealtad a Rosas el pueblo de Buenos Aires, al conocer la decisión del gobierno de Entre Ríos?

El Pronunciamiento del 1° de Mayo de 1851 produjo en la ciudad-puerto,

 "una ola de indignación popular que, iniciada, dirigida y explotada por los elementos adictos al gobierno local hacia oír de continuo sus explosiones iracundas contra Urquiza." (RUIZ MORENO, L ) 

No solo el periodismo se hizo eco de esta indignación. El teatro como no podía ser de otra manera, también se sumó. El 5 de junio se estrenó en el Teatro Argentino, la alegoría dramática, "Juan Sin Pena" o "El Fin de Todo Traidor" del poeta García Fernández, dedicada a Manuelita Rosas.

Esa noche la sala estaba colmada de público: apenas se ubicó en el palco la hija del Restaurador, comenzaron los vítores oficiales y los mueras reglamentarios. 

El drama presentaba personajes simbólicos: la virtud (los federales Rosistas); Marte, la Gloria, la Fama, el Orgullo (los unitarios partidarios de Urquiza), la Discordia (Brasil), Patria (la Confederación de Quince Provincias incluído el Estado Oriental). 

El espectáculo terminó con la presentación del retrato de Rosas en el escenario, al grito de ¡Al gran Rosas!. 

Al finalizar la función, el público acompañó enfervorizado a Manuelita hasta su residencia. (MORALES, 1944)

En las calles y en las plazas se llegó a representar "Los Funerales del Loco Traidor Salvaje Unitario Urquiza". 

Un féretro grande, colocado sobre un carro adornado con telas celestes y tirado por un burro envuelto en la bandera de Brasil, paseó por las calles de Buenos Aires. Llegó a la Plaza de la Victoria, seguido por lloronas y plañideros y el griterío de la muchedumbre. 

En el fondo del ataúd un muñeco vestido de arlequín representaba a Urquiza sobre un colchón de cardos rodeados de tunas, cinacina y hortalizas. 

En el centro de la Plaza, frente a la Pirámide de Mayo quedó expuesto dos días, finalmente le prendieron fuego en medio de una batahola infernal. (TAULLARD, 1932).

Teatro 1º de Mayo, Gualeguaychú.

EL BAILE EN EL TEATRO

El 4 de noviembre de 1.851 Urquiza firmó un Decreto elevando a la Villa de San José de Gualeguaychú al rango de ciudad por la adhesión entusiasta a sus planes. 

Según El Eco del Litoral, Gualeguaychú ya tenía su sala teatral frente a la Plaza Independencia. El SAN JOSÉ, edificio amplio, de líneas simples, después del triunfo de Caseros se denominó 1º DE MAYO. 

En esos días de noviembre, en medio de los preparativos bélicos, se realizó en Gualeguaychú el  baile de fraque.

Domingo Faustino Sarmiento, presente en la localidad, describió esta experiencia, 

"(…) duraban aún a mi llegada los bailes públicos en casa de Gobierno (la Comandancia). El baile es la pasión favorita del general Urquiza y está en el Entre Ríos elevado a institución pública. Todas las tardes se trasmite la orden oficial a las familias y a los vecinos (…) Cuando el baile es de chinas, (…) los concurrentes deben asistir de poncho (…) en el baile de parada (…) el General se presentó con charreteras y banda (…) con asistencia al teatro, baile de fraque (…) 

(…) La Dolores (Costa Brizuela)  es una muchacha esbelta, una real moza, hija de un italiano, quien llevaba en la campaña del Ejército Grande seis carretas de vivandero. El General tuvo durante mi residencia, como la había tenido antes, su palco por temporada al costado y al oído de la niña (…) (SARMIENTO, 1997)

En "La novela de Urquiza" Daniel Larriqueta recreó la escena, 

"Era el teatro una gigante lucerna que inundaba la plaza con sus destellos. Desde lejos se oía la música. Y en un contorno de dos cuadras se tropezaba con los curiosos que aguantaban a los invitados y con las parejas que caminaban "tomando el fresco", lejos de la indiscreción colectiva. Niños y perros corrían entre los árboles y los arbustos gozando de la libertad de la noche con el amparo y el entretenimiento de la muchedumbre.

"El salón era lucentísimo. No había visto Dolores un salón y un baile tan hermosos como el de esta noche. Todos los asientos del teatro habían desaparecido y las parejas danzaban ya ocupando todo el centro. En los costados se sentaban las señoras en grupos que se desgranaban por los palcos. Por todas las ventanas y puertas que daban al exterior se veían docenas de cabezas curiosas casi estáticas. Lucían muy elegantes las señoras y los caballeros se estiraban dentro de sus fraques.

Los militares daban mucho color a las ruedas y a las danzas con los uniformes azules, rojos, blancos. Algunos caballeros vestían trajes muy bordados de hilos de oro.

En el escenario del teatro había un grupo de señores con un aire más solemne y algunas damas acompañadas por sus esclavas negras o sus sirvientas indias (...)

(...) Y enseguida, como si hubiera decidido que ya no tenia más invitados que esperar, el gobernador dio una orden a un secretario, saludó a los caballeros que le rodeaban y con los primeros acordes de la contradanza se dirigió hacia un palco cercano donde varias damas brillaban con los mejores esplendores del litoral." (LARRIQUETA, 1995)

Las tres salas teatrales en Entre Ríos


-1851: Teatro SAN JOSÉ, luego TEATRO PRIMERO DE MAYO, Gualeguaychú.

 Sala de segunda clase

  Constructor: José Quirce

  Capacidad: 700 personas. 

  Costo: 10.000 pesos.


- 1852: Teatro SAN JUSTO, Paraná. Inaugurado el 1º de Febrero. 

   Luego Teatro TRES DE FEBRERO

   Sala de primer orden

   Constructor: José Quirce 

   Capacidad: 2.000 personas.  

   Costo: 35.000 pesos.


- 1868: Teatro PRIMERO DE MAYO, Concepción del Uruguay. 

Colocación de la Piedra Fundamental: 21 de noviembre de 1867

Inauguración: 21 de noviembre de 1868  

Arquitecto: Juan Fosatti. 

Decoración de interiores y escenografía: Bernardo C. Victorica. 

Costo: 20.000 patacones.


(A casi un siglo de su construcción, las tres salas cayeron bajo el rigor de la piqueta.  Sobre cimientos primitivos se levantó en Paraná el actual TEATRO TRES DE FEBRERO) 

CONSULTADOS:

CUYAS Y SAMPERE, Antonio (1888) Apuntes Históricos sobre Entre Ríos en la República Argentina, Mataró.DE DIEGO, Jacobo A (1967)  Orígenes teatrales en Entre Ríos, Revista de Historia Entrerriana Nº 3, Paraná. EL ECO DEL LITORAL, Gualeguaychú, 12-11-1853. Hemeroteca Instituto Osvaldo Magnasco, Gualeguaychú. EL PROGRESO DE ENTRE RÍOS, Gualeguaychú, 1849- 1851. Hemeroteca Instituto Osvaldo Magnasco, Gualeguaychú /Hemeroteca Museo Mitre, Buenos Aires. LARRIQUETA, Daniel E (1995) La novela de Urquiza, Sudamericana, Buenos Aires. MORALES, Ernesto (1944) Historia del Teatro Argentino. Buenos Aires RUIZ MORENO, Leandro (1952) Centenarios del Pronunciamiento y de Monte Caseros T I Cap XVI, Nueva Impresora, Paraná.SARMIENTO, DOMINGO F (1995) Campaña en el Ejército Grande, Prólogo de Tulio Halperín Donghi, Universidad Nacional de Quilmes.TAULLARD A. (1932) Historia de nuestros viejos teatros. Buenos Aires.URQUIZA ALMANDOZ, Oscar (1981) El Teatro Primero de Mayo de Concepción del Uruguay. Revista SER Nº 22, Concepción del Uruguay 
 En Cvadernos Nº 131 La Bella Historia de la actividad teatral en Gualeguaychú  III Parte.

CONVERSACIÓN en el OBISPADO

Monseñor Luis Guillermo Eichhorn

- Sabe usted, Monseñor, que la naciente noche de su asunción obispal le dejó a nuestra Diócesis una canción inolvidable. Ese regocijo contagioso de su encuentro con sus familiares, especialmente con sus jóvenes sobrinos. ¿Qué sabor especial le dieron a su felicidad esas escenas?

- Verdaderamente, no dejo de dar gracias a Dios por la familia en que he nacido, por la familia que siempre me acompaña con afecto a lo largo de mi vida sacerdotal. Es para mí una bendición de Dios, y creo que para ellos también, no todos tienen la dicha de poder asistir sacerdotalmente a sus familiares. Casamiento de mis hermanos, bautismos, todo acontecimiento familiar fue siempre vivido en una real comunión y celebración que tuvo como marco la vida cristiana familiar. Dios me dio la gracia de poder tener la presencia de mi madre, con sus ochenta y siete años. Todo esto para mí tiene un sentido mayor. Ver lo que significa en el proyecto de Dios para el hombre la familia, la familia cristiana. Ver y experimentar cómo en su seno se da la primera experiencia del amor de Dios, cómo se transmite la fe, los valores, más aún, lo que significa en la vida de un hombre la vivencia profunda de una fe vivida y compartida comunitariamente. En mi familia todos los acontecimientos que fuimos viviendo lo hicimos desde una vivencia de fe, y esto es muy importante.

-A esta altura del año a los muchachos nos mandaban a los almacenes a retirar el almanaque "con taco" y pantallas. Como cosa de derecho propio recibíamos ambos útiles; en el ámbito tal relucían las expresiones de buena ventura navideña. ¿Se pueden hoy recrear esas remembranzas?

- Cada época tiene sus expresiones culturales propias, que dependen mucho de la idiosincrasia de la gente, de la vida familiar, de la profundidad de su fe, etc. Venimos de una sociedad que vivió una cultura hondamente arraigada en la fe cristiana, con indudables influencias migratorias que aportaron lo suyo también en este sentido. De ahí que la Navidad se expresara de maneras también familiares, esto no es cuestión de aceptarlo o no; fue así. Hoy la sociedad vive un profundo cambio. Un proceso de secularismo que va impregnado de cultura pagana lo invade todo; el materialismo, el hedonismo, el utilitarismo son como principios que se han implantado entre nosotros, y todos, de una u otra manera, los compartimos. La sociedad de consumo, propulsada por sistemas economicistas neoliberales agudiza el diagnóstico. Por eso es que hoy la Navidad, como festividad netamente religiosa ha quedado relegada a comunidades y familias cristianas determinadas. Hoy se ve como un desplazamiento; más que fiesta religiosa pasa a ser momento de encuentro social de la familia o de amigos. Se comercializó la Navidad con la oferta desmesurada de artículos para comer, beber, festejar, regalar, y para muchos todo queda en eso; algún adorno navideño -bastante desfigurado- recuerda más o menos la fiesta religiosa. Antes en cada casa había un pesebre, y competían en belleza y creatividad. El arbolito de navidad tenía su encanto. Hoy se ve un despliegue de técnica y ornamentación y otras cosas que no son precisamente expresión de religiosidad. 

Así y todo, creo que hemos ganado también en profundidad. La Navidad tiene un sentido más hondo, en el cual se aprende a compartir, a ser solidarios, a buscar la unidad y fraternidad. ¡Cuántas familias comparten su cena navideña con pobres y carenciados! La Navidad para nosotros cristianos tiene un sentido muy especial, que no debemos perder; es Jesús, el Salvador, quien nace, y ante El debemos postrarnos en adoración. Y esto significa aprender a amar y a ser solidarios con ese Jesús que es mi hermano, el pobre, el indigente.

- A su juicio, ¿está hoy la condición humana pronta a ser auténticamente generosa, caritativa?

El cambio social que estamos viviendo, impregnado por condiciones sociales y económicas neoliberales, la sociedad del postmodernismo, tiene una tendencia que es en el fondo perversa: lleva al hombre a ser cada día más individualista, y por ende, menos solidario y más egoísta. Creo que la sociedad actual es muy sensible a las manifestaciones de generosidad y de caridad, a las realizaciones concretas en favor del prójimo. Pero con tal de que no lo toquen a él. Todos admiramos y elogiamos a la Madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, pero a nuestro lado siguen desfilando hombres, mujeres y niños que tienen una idea muy por debajo de lo que requiere la dignidad humana: y las obras que están para atenderlos, religiosas o no, deben hacer esfuerzos enormes para juntar recursos para ayuda y promoción. Casi toda empresa en favor del prójimo se desgasta buscando recursos ¡y cuántas puertas se cierran! El mismo aparato gubernamental, da la espalda al necesitado: miremos lo que son los subsidios para hogares, guarderías, comedores y veremos que estamos muy bajos en esto. ¡Y pensar que no es algo optativo, que queda librado a la buena voluntad, sino un deber de justicia! Todo hombre merece tener una vida digna; es un derecho humano, que generalmente se desconoce.

Este es un verdadero desafío para las comunidades cristianas. Descubrir que no sólo está Cáritas para hacer el bien, sino que "toda la Iglesia es Cáritas" y que todos tenemos que poner manos a la obra en esto, es uno de los llamados y mensajes que nos deja Navidad.

- Monseñor, hay una especie de divisional de aguas, mundial, que en concreto desnuda dura pugna entre el poderoso accionar de la globalización "transgresora" y la melindrosa prosa de las "utopías". Ante semejante querella, ¿cómo deben comportarse los gobernantes, los líderes, los comunicadores sociales?

- No comparto mucho la terminología en que usted me expresa la pregunta, pero claro, pienso que la globalización es algo que está instalado en el mundo contemporáneo; son procesos en cierta forma, creo, irreversibles. Tiene su lado bueno y su lado malo. Como positivo podemos apuntar el hecho de que las fronteras dejan poco a poco de ser divisorias entre enemigos, para acercarnos e integrarnos como hermanos y como ciudadanos de una aldea global. Los problemas que afectan a los otros, son también míos, y lo son también sus logros y éxitos. El progreso, la tecnología, la oferta mayor y más variada de bienes, es una realidad no desechable. Pero tiene su lado negativo. Favorece el "canibalismo" comercial, el pobre y menos capacitado queda a merced de la voracidad de quien tiene poder y dinero, trayendo así una horrible discriminación social; el borrarse las fronteras favorece también un colonialismo cultural, que nos hace perder la identidad y junto con ella, los valores y tradiciones más caras. El hombre es fruto de un ambiente, de un suelo, de una raza, de una nación, de una religión, de una familia; es ésta nuestra riqueza cultural, que podemos perderlo talmente. Ante este atropello, surgen las utopías como ideales superadores de los problemas. Una utopía es por definición algo inalcanzable. Creo que deben servir como motivadoras, pero debemos poner siempre los pies en la tierra. Creo que la forma de superar esto, y que debería ser tenida en cuenta por los responsables de la comunidad, es: tener las ideas claras, fuerza en el deseo y eficacia en la acción. Las ideas claras significa haber buscado y encontrado la verdad objetivamente, como fuente de libertad y de seguridad, y es indudable que sólo en Dios, "fuente de toda razón y justicia" la encontraremos. No es lo que nosotros podemos pensar acerca del hombre, por ejemplo, sino lo que Dios pensó de él desde la eternidad, y lo que da sentido a todo el existir humano. Nuevamente aquí encontramos el mensaje navideño; la encarnación del Hijo de Dios, hace que Jesús, Dios y hombre perfecto sea Luz, sea Vida, sea Camino, sea Verdad para todo hombre. Para nosotros, que tenemos Fe en Cristo, en El encontramos la solución a todos los problemas del hombre, incluso la muerte misma.

Marco Aurelio Rodríguez Otero  

Jefe de Redacción

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

RECORDANDO UNA REFLEXIÓN

Llaman a tu puerta... 

Miremos al fondo de los siglos.

Un crepúsculo perfila la noche blanca de la Navidad primigenia, concreción divina de la promesa mesiánica.

Dos peregrinos llegan al portal de una posada, en busca de techo y abrigo para ellos y de cuna para una esperanza. Cuna para la esperanza de una humanidad irredenta. 

Y responde el infame posadero: "no hay lugar"... Y sí, hay lugar. Se repite el reclamo y se repite la negativa: - "no hay lugar".

Los peregrinos, desoídos, ignorados y postergados, van a albergar su angustia en un pesebre, para acunar un capullo divino en una cuna de paja. 

Transitemos a través de veinte siglos y veremos a un peregrino, al eterno Peregrino de la Verdad y del Amor que llama a la puerta de todos los hombres; y a su amoroso reclamo, le responden siempre: "no hay lugar".. y sin embargo, sí hay lugar. 

Este Peregrino del Amor y de la Esperanza llama a nuestra puerta. Sentimos ya su reclamo; nos pide techo, abrigo y cuna como en aquella Navidad de Belén. Techo, abrigo y cuna para una esperanza. Cuna para la esperanza de una humanidad que desespera por vivir la eterna Nochebuena de la Redención.

El llama a nuestra puerta y no vamos a responderle como aquel posadero de Belén: -¡no hay lugar, porque sí, hay lugar! Hay lugar para todo. Hay lugar para la diversión, para el fútbol, la revista, y la televisión, y el cine y la novela, para el paseo y la conversación banal. 

¿Cómo no ha de haber lugar para El que es nuestro amigo, nuestro Padre, nuestro Dios?. Para El, que llora sobre el dolor y la desesperanza de nuestros hermanos y sobre las muchedumbres sin Pastor: muchedumbres olvidadas, envueltas en la ignorancia, en el frío, en el descreimiento, hurgando en el vacío de los desposeídos de la Verdad. Sed de verdad que nos reclama, que nos incita a prodigar nos. La comunidad tiene sed, y a esa sed nosotros podemos mitigarla, saciarla, porque la verdad, que es Cristo mismo, es infinita, es eterna, es redentora. Darnos en la verdad, que es darnos en el amor El ejercicio del apostolado de la verdad como impulso del amor humano divinizado, es caridad cristiana.

¡Llaman a nuestra puerta!... Que las campanas de la Nochebuena despierten en nosotros nuevos e inolvidables ecos. Que la estrella de Belén nos envíe un rayo de luz venido de Cristo Niño para dejarnos una meditación y la inquietud del Cristo total, temporal y eterno.

¡Llaman a nuestra puerta!... Nochebuena; Que la noche de paz y de campanas, de caridad y esperanzas, noche de estrellas, noche cristiana, nos explique sin palabras, el misterio que ella guarda.

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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