Cuaderno Nº 89
Índice Temático
GUALEGUAYCHÚ, Domingo 2 de Junio de 1996CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 89
1965. LOS PARROQUIANOS DE “EL SABER NO OCUPA LUGAR” (Fabián Magnotta) - El Colegio Nacional- Participar en La Justa del Saber- Los colegiales con el Presidente Illia- En la final LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal – Los enfriadores de botellas- (Aurelio Gómez Hernández)
1965. LOS PARROQUIANOS DE “EL SABER NO OCUPA LUGAR”
Fabián Magnotta
Aquel 1965 fue un año histórico para el Colegio Nacional “Luis Clavarino”: medio siglo de vida, un premio en las carrozas y un reconocimiento a nivel nacional. En este último hecho se detiene CVADERNOS: la triunfal participación de diez alumnos del “Luis Clavarino” en el afamado programa televisivo "La Justa del Saber”. El propósito es, como siempre, rescatar fragmentos de la historia nuestra y subrayar valores como el esfuerzo, la dedicación, el estudio. Tal vez alcance con señalar que de aquella decena de destacados adolescentes surgirían un diputado nacional, un intendente, un médico, un sacerdote, un ingeniero, y varios comerciantes.
EL COLEGIO NACIONAL
En realidad, si uno los veía comprobaba que el saber nunca ocupa lugar. Eran diez muchachitos más bien delgados e inquietos, vestidos con sus primeros pantalones largos y peinados todavía con un dejo del retoque final de la mamá.
Aquel año 1965 fue realmente importante para el Colegio Nacional Luis Clavarino. El festejo del medio siglo de vida en la educación secundaria de Gualeguaychú, llegó con un par de alegrías: la participación en la "Justa del Saber" y el primer premio en el desfile de carrozas.
La fiesta del cincuentenario fue verdaderamente importante. Entre las distinguidas visitas asistieron: el Vicepresidente de la Nación, el entrerriano Carlos Perette, y el ministro de Educación, Carlos Alconada Aramburú.
El acto central se desarrolló el jueves 21 de octubre. El querido colegio dirigido por los profesores Raúl Campi y Rodolfo García, caminaba entonces por su propia primavera.
El sábado anterior se había desarrollado el desfile de carrozas. Las dos divisiones de Quinto año, participaron juntas en la Categoría Primaveral con "Su obra maestra" y el Jurado les otorgó el Primer Premio. Mas, eso no fue todo.
Gracias a la magia de la televisión -que ingresaba en su segunda década en la Argentina- el nombre del establecimiento llegó al país.
PARTICIPAR EN LA JUSTA DEL SABER
En ese tiempo, Canal 7 tenía un programa de fin de semana llamado “La Justa del saber”, conducido por Bringuer Ayala y Mónica Cahen D'Anvers, a quien la pantalla presentaba como Mónica Mihanovich.
El programa, al estilo de “Feliz Domingo”, reunía a jóvenes colegiales de diversas instituciones educativas de la Argentina en un certamen de preguntas y respuestas sobre temas históricos o culturales.
A los mejores alumnos de cada establecimiento se les daba un tema y periódicamente se los citaba para concursar. El premio para los ganadores, un viaje a Bariloche.
Así las cosas, el Colegio Nacional Luis Clavarino hizo las gestiones correspondientes. La posibilidad se dio: diez alumnos participarían de la “Justa del Saber”. Se buscaron los dos mejores promedios de cada año y la elección recayó en los jóvenes Abel Martínez Garbino, Emilio Martínez Garbino, José Mancini, Hugo Barcia, Carlos Fischer, Hugo Sánchez, Juan Javier Mestres, Oscar Benetti, José María Argañaraz y Daniel Irigoyen.
Acompañados por el recordado profesor Bartolomé “Chato» Luciano y otros docentes, los chicos se reunían diariamente en el sótano del colegio a preparar el tema indicado.
Cuando eran convocados, concurrían a participar, dejando atrás la emocionada despedida y las dos balsas sobre el río Paraná en un viaje que siempre resultaba largo.
Con la incorporación de algunos compañeros “colados”, que no eran los mejores promedios pero si los mas divertidos, se alojaban en el City Hotel.
Buenos Aires se asomaba para ellos como una joven deslumbrante, de labios pintados y vestido multicolor.
De la misma forma, el estudio del ya histórico Canal 7 se presentaba ante sus ojos con una mezcla de encanto y misterio.
Esos personajes que se veían tan lejanos en el living de la casa, estaban allí; ese estudio que parecía tan distante, se encontraba al alcance de la mano; esas cámaras que enfocaban conductores y actores destacados, se detenían ahora en un puñado de rostros chiquilines.
En Gualeguaychú, la presentación de los alumnos del Nacional en “La Justa del Saber” constituía todo un acontecimiento. Ellos eran, como suele decirse en el boxeo, el “crédito” de un pueblo. Las familias se reunían para hacer fuerza a la distancia por esos jóvenes de saco azul, bien peinados, que llegaban nítidos y en blanco y negro.
En el programa, entre nervios y temores, ellos desplegaban lo que habían aprendido aquellas largas tardes en el sótano, mientras comprobaban cómo se derrumbaba el misterio al descubrir que efectivamente un ayudante de la producción del programa dirigía, fuera del alcance de la cámara, los aplausos de la tribuna. La vida –que inevitablemente enseña- suele traer algunos desencantos no tan graves, cuando el velo se descorre.
LOS COLEGIALES CON EL PRESIDENTE ILLIA
En uno de esos viajes fueron recibidos por el Presidente Arturo Illia en la Quinta de Olivos.
Los protagonistas recuerdan que caminaron entre las acacias bajo una molesta llovizna matinal; luego almorzaron con el primer mandatario.
Habrá parecido un sueño!
En parte era así. Como también era un sueño el reconocimiento que les brindaba la comunidad de Gualeguaychú.
“Cuando volvíamos de participar, vivíamos de fiesta en fiesta. En el Aero Club, la Municipalidad, el Colegio, el Rotary. Diplomas, medallas, premios.
Éramos poco menos que los ídolos la ciudad”, recuerda uno de los protagonistas de aquella gesta educativa.
EN LA FINAL
Los esfuerzos tuvieron su premio: el equipo del Colegio Nacional llegó hasta la final y al ganar obtuvo el derecho al viaje a Bariloche.
Al mismo tiempo, el vicepresidente Carlos Perette prometió donar la colección de Historia Argentina del Congreso Nacional al alumno Daniel Irigoyen, mejor promedio del establecimiento.
Por esas cosas de la vida, o quizás de la vida en la Argentina, ninguno de los premios llegó. No hubo viaje. No hubo libros.
Sin embargo, esas son anécdotas que hoy se recuerdan con una sonrisa.
¿Quién podía quitarles el orgullo de representar a Gualeguaychú en el Canal 7?
¿Quién podía robarles la alegría de sentirse dueños de Buenos Aires por una tarde? ¿Quién podía sustraerles esa aventura con tantas anécdotas que tan bien hacían al alma?
Los años pasaron y aquellos jóvenes se dispersaron. Algunos docentes se jubilaron. Otros murieron. Del grupo de estudiantes, uno seria intendente, otro diputado nacional, otro médico, otro ingeniero, otros comerciantes.
Acaso sirva de ejemplo comprender que supieron combinar diversión y estudio, para lograr la hazaña de “La Justa del Saber”.
El “éxito”, palabra hoy de moda aunque no necesariamente bien utilizada, también sabe tener pasado: el triunfo también sabe tener historia.
Quizás sirva el recuerdo en este tiempo, en que algunos intentan vender el triunfo fácil y a cualquier precio, cuando los grandes premios se ganan por sorteo y cada vez se otorga menos reconocimiento al que estudia más.
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" : Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Mayo 2021- DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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