Cuaderno Nº 87

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 5 de Mayo de 1996 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 87
LA CASA DEL GENERAL APOLINARIO ALMADA (Nati Sarrot)LOTERÍA DE CARTONES… ¿JUEGO O VICIO? (Nati Sarrot)EL PLATERO NICOLÁS PÉRSICO (Nati Sarrot)EL MATE (Francisco N. Scutellá)
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal – Cafeteras- (Aurelio Gómez Hernández)- Entretenimiento (Ito Etchart)

LA CASA DEL GENERAL APOLINARIO ALMADA

Nati Sarrot

Conserva aún en 1996, medidas y caracteres que hacen posible reconstruir la vitalidad imaginariamente. Como para volver atrás en el tiempo y encontrar allí al hombre y al militar destacado; dueño y habitante durante su permanencia en Gualeguaychú.

Localidad de General Almada en el Departamento Gualeguaychú

Apolinario Almada, hijo de Agustín y de Magdalena Jordán, sobrino de doña Tadea Jordán, primo de Francisco Ramírez y de Ricardo López Jordán.

Nacido en Concepción del Uruguay en 1799, figura en el Censo de 1820 administrando, con sus hermanos, los campos de su padre situados al Norte del pueblo natal.

Desde joven participó al lado de Francisco Ramírez con quien luchó en Las Guachas, y en La Bajada; de allí su vida fue una carrera dispuesta a ejercer servicios como militar. No tuvo más escuela que las batallas y fueron muchas. Por eso, se lo reconoce como un militar espontáneo. Herido de gravedad en las refriegas, se lo vio de nuevo comprometido en misiones expuestas.

Estuvo con el general Urquiza. Al frente de un escuadrón de Dragones luchó en Pago Largo y Cagancha en 1839; en Don Cristóbal y Sauce Grande en 1840. Recibió heridas graves en Caaguazú en 1841. Participó en Arroyo Grande en diciembre de 1842 como teniente coronel al mando de uno de los tres Escuadrones de la 2a División del Ejército Entre-Riano que comandaba Crispín Velázquez y secundaba Servando Gómez.

En 1844 ascendido a Jefe del Escuadrón de Dragones de Entre Ríos, participó en India Muerta donde las huestes de Urquiza vencieron a Fructuoso Rivera. Fue herido gravemente en 1847 en Vences.

Tomó parte en la batalla de Caseros mereciendo Mención Especial del general Miguel Gerónimo Galarza. Vuelto a Entre Ríos después de la Revolución del 11 de setiembre del 52, defendió el territorio entrerriano ante la invasión unitaria liderada por los generales Joaquín Madariaga y Manuel Hornos, cerca de Concepción del Uruguay, en noviembre de ese año.

En enero de 1854 recibió los despachos de Coronel Mayor del Ejército Entre-Riano.

En setiembre de 1856 por Ley del Soberano Congreso Constituyente, el Ejército Nacional reconoció su trayectoria junto a los generales Crispín Velázquez, Manuel Antonio Urdinarrain y Miguel Gerónimo Galarza. Luego, pasó a disponibilidad.  

Sin embargo, su vocación militar lo incluyó como general de la vanguardia en la rebelión de Ricardo López Jordán (h) en 1870.

Vencidas las fuerzas jordanistas, emigró a Paysandú. Allí falleció en 1871. Sus restos fueron repatriados a Concepción del Uruguay en 1875.

En la colocación de la piedra fundamental del Templo de Gualeguaychú, lo vemos a Don Apolinario junto a Olegario V. Andrade. Se había casado con Máxima Funes Gutiérrez en 1846 y de su matrimonio nacieron siete hijos. Los sucesores del general Almada vendieron la casa de San Juan y Fray Mocho, esquina noreste en el año 1889, por intermedio del corredor Juan S. Hermelo, en la suma de $ 3 400 pagados al contado.

En 1934 la fotografía tomada por Simón Roffe formaba parte de las enviadas al Ministerio de Gobierno de la Provincia como testimonio del patrimonio histórico local. En 1939 “El Censor” la trató en su nota “Casas históricas”.

Cuadernos recuerda hoy al General Apolinario Almada, militar de Ramírez, de Urquiza y de López Jordán, entrerriano que hizo su carrera en los campos de batalla. Una localidad del Departamento de Gualeguaychú lleva su nombre.

Los sucesores del general Almada vendieron la casa de San Juan y Fray Mocho, esquina Noreste en el año 1889.

Consultados 


BOSCH, Beatriz (1991) Historia de Entre Ríos Ed Plus Ultra Buenos AiresEL CENSOR (1939) Casas Históricas  Gualeguaychu 23-01-1939MILOSLAVICH DE ALVAREZ, María del Carmen (1988) Hace un largo fondo de años. Genealogía uruguayense. Pag 19 Concepción del Uruguay.SAMEGHINI, Andrea (1977) Casas y Caserones EL ARGENTINO.VAZQUEZ, Aníbal S. (1950) Dos siglos de vida entrerriana Paraná.YABEN, Jacinto R (1938) Biografías argentinas y sudamericanas T I Ed. Metrópolis Buenos Aires

LOTERÍA DE CARTONES… ¿JUEGO O VICIO?

Nati Sarrot

Para 1887 una nota de EL NOTICIERO de Gualeguaychú insistía sobre la peligrosidad del juego a la Lotería de Cartones.

Sacado de la época, los comentarios aparecen como pintorescos y hasta risueños por el dramatismo que da a la práctica el carácter de vicio con grandes riesgos para la familia y la sociedad.

Lotería de Cartones

ANTIGUAS SOCIABILIDADES

El juego se menciona muy raramente antes de mitad del siglo XIX, pero una vez que la población se inicia en la formación de entes sociales que proporcionan motivos de entretenimiento, reunión y acceso a la cultura, el juego de la Lotería de Cartones aparece como animado motivo al que pueden suceder sesiones de danzas de parejas acompañadas por la música de instrumentos desde piano a guitarra.

Gualeguaychú pagó sus primeros años de vida como Villa en ocupaciones que colmaban el tiempo de los pobladores: afán por asegurar el límite de sus tierras, mantenerlas, trabajarlas y enriquecerlas. Toda la familia con muy pocos criados y esclavos, cumplía tareas en la cadena de vivir adaptándose al medio, procurarse su estar y su futuro.

Los hombres, por sus negocios, participación en el gobierno, entre otros, cruzaron vivencias con ajenos, fuera del círculo familiar, pero las mujeres, salvo que la muerte de aquellos las obligara, no participaban de actos públicos.

Pasado el tiempo se hizo evidente la necesidad de socializarse. Las celebraciones que provocaron las esporádicas visitas de sacerdotes ofrecían, además del cumplimiento con deberes religiosos, la posibilidad de “verse y ser vistos”.

Luego de asentados en el casco de la Villa disponiendo de salas y patios acogedores, surgieron las Tertulias: reunión social que una invitación previa aseguraba.

El motivo era más un pretexto que una causa; podía ser el día del Santo de un familiar, el paso de un pariente o visitante por la Villa, hacer Cédulas en San Juan, etc.

LA LOTERÍA DE CARTONES

Hasta ahora, de tanto en tanto se apela al juego en la familia. En reuniones de carácter benéfico que realizan Cooperadoras Escolares o los Clubes sociales y deportivo se efectúa la venta o alquiler de cartones con 15 números comprendidos en la serie de 1 al 90 y una bolsa de tela apretada con las 90 bolillas (pequeños cilindros numerados en sus dos bases) de la que se van sacando una a una y su número se anuncia en voz alta, colocándola luego en orden para poder comprobar la corrección del resultado. Los números son acompañados de simpáticos como tradicionales nombres: 15, la niña bonita; 22, los dos patitos; 48, el muerto.

Todo este ceremonial es el mismo de los comienzos de la práctica del juego y el ser distinguido para “cantar” o para “revisar” la suerte del cartón ganador implica un protagonismo no desdeñable.

Ingenuo o no, la Lotería de Cartones fue para la sociedad en la segunda mitad del siglo XIX un apasionante entretenimiento y la posibilidad de obtener un premio en dinero o en objetos.

LA LOTERÍA SE OFICIALIZA

Este juego tomó incremento y se armó para explotarlo en forma abierta y popular. Se premiaban aquellos que hicieran 5 números o combinaciones, con montos importantes teniendo en cuenta lo que fijaba el Gobierno de Entre Ríos para otorgar al Lotero la explotación autorizada en cada Departamento.

Desde 1870 obra documentación del llamado a presentación de ofertas en sobre cerrado. Estos se abrían en la Jefatura Política con presencia de los oferentes y las autoridades. Al finalizar se firmaba Contrato y posteriormente se labraba Escritura. En este momento Receptoría percibía el 50% de la oferta y se concertaba el pago del resto. Así, se pagaban 500 pesos bolivianos en el acto y se saldaba en cuatro cuotas.

En 1870 ganó la licitación Don Victorio Zabalzagaray; en 1871 Don Bautista Latallada (1) y en 1872 Don Pascual Etchevets, personas todas conocidas en la ciudad, con prestigio y solvencia. Los responsables de estas formalidades fueron los Jefes Políticos José Lino Churruarín, Reynaldo Villar y Luciano González, respectivamente. 

Sin embargo, al paso de los años el auge del juego oficializado, clandestino y de círculo preocupaba a una parte de la sociedad. El periodismo interpretaba en sus notas lo que a más de cien años parece exagerado pero que en su época tuvo el mismo valor de defensa del hombre, al que los excesos parecen superar como vicios incontrolables. 

Nota

(1)     Bautista Latallada, padre de las distinguidas docentes Felisa Latallada y Rita Latallada de Victoria.

EL PLATERO NICOLÁS PÉRSICO

Nati Sarrot

SAHUMADOR DEL PLATERO PÉRSICO, de plata lisa, repujada y cincelada. De forma esférica esta ornamentado con calados en forma de hojas, guirnaldas, aves con sus alas desplegadas y remate superior con ave posada sobre rama con hojas. Soporte con cuatro apoyos en forma de roleos sobre platillo cincelado, punzonado sobre un roleo PÉRSICO.

En 1852, cuando se acercaba la festividad de la Virgen de la Inmaculada Concepción en Concepción del Uruguay, el Párroco quería celebrar el día de la Patrona de la ciudad con el mayor boato. Por eso, el 8 de diciembre en la celebración de la Santa Misa se estrenarían hermosos elementos elaborados por un buen orfebre.

Para ello se firmó un Contrato entre el Párroco, Presbítero Gregorio Céspedes y el reconocido platero de Gualeguaychú don Nicolás Pérsico.

Con fecha 8 de setiembre de 1852 se labró el documento que comprometía a Pérsico a entregar el día 4 de diciembre del mismo año (como plazo máximo) al Cura Céspedes: “dos cálices; un par de vinajeras, una custodia chica, un incensario, una naveta, todos ellos correspondientes al servicio que deben prestar” en el templo de la Inmaculada de Concepción del Uruguay.

Don Nicolás había trabajado hasta el mes de febrero de 1852, en sociedad con otro conocido platero y joyero, don José Risso. Durante doce años la sociedad había girado con la firma PÉRSICO Y CÍA que circuló primero en Montevideo y luego en Gualeguaychú. Risso percibió por su parte la suma de 300 pesos y su socio quedó “como dueño absoluto de elementos, material, taller y cuentas”.

El taller se ubicó en calles 25 de Mayo y Libertad, actual Hipólito Yrigoyen.

La platería, arte cultivado en Gualeguaychú por importantes artesanos que trabajaban el oro y la plata en manufactura de joyas, mates, bombillas, etc.; piezas que a veces llevaban impreso el nombre del artesano-artista que las elaboraba. 



Consultados

REGISTRO DE LA PROPIEDAD INMUEBLE DE GUALEGUAYCHÚ. Contratos protocolizados por el Escribano José María Méndez Rodríguez. Libro Nº 7. Año 1852

EL MATE

(Refranes alusivos)

 

A cada gaucho, su mate. (Ya tenés mate, tripa cállate)

Mate a mate se vacía la pava. (Poco a poco se va lejos)

Como gato lleno de yerba. (Del cuero del gato –sin la cabeza– se hacía la bolsa para la yerba)

Gringo con sed, hasta al mate le hace fiestas. (En los malos momentos uno acepta lo que antes despreciara)

El mate de las Morales. (Prometido pero que nunca llega)

Andar con la yerba en la boca. (Preocupado, de mal humor, sin hablar)

Al que es buen cebador, ninguna yerba le afloja. (El valor de la habilidad)

El mate no habla aunque tenga boca. (Para pedir silencio)

A otro mate con esa yerba.. (A otro perro…)

Agua y yerba, para el gaucho es riqueza. (Austeridad del gaucho)

El mate del estribo. (El último, que uno ya se va…)

El mate del zonzo, el mate de la Ruperta. (Es un zonzo quien no lo toma)

¡Tomá mate!.. (Por alguien que mereció una reconvención. O por decir: ¡sorpresa!)

Mate amargo y china pampa, solo por necesidad. (Desprecio por el mate amargo y la mujer indígena)

Más viejo que el agujero del mate.

De dónde yerba si es puro palo.

Encima del mate, chocolate. (Sobre llovido, mojado).

Francisco Scutellá

El Mate, bebida nacional argentina

 (1989) Ed. Plus Ultra

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Colaboración tipeo de texto: Rita MartínezTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Octubre 2020- DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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