Cuaderno Nº 86

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 21 de Abril de 1996 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 86
CONRADO NALÉ ROXLO EN GUALEGUAYCHÚ (Marco Aurelio Rodríguez Otero)- El cumpleaños de don Luis Doello Jurado- Memorias propias…   70 PELUQUEROS EN UNA PEQUEÑA CIUDAD (Fabián Magnotta) UN GUALEGUAYCHÚ DE LECTORES (Nati Sarrot) MUCHO MÁS… (Nati Sarrot) LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal – Cajas de Té – (Aurelio Gómez Hernández)- Entretenimiento (Ito Etchart)

CONRADO NALÉ ROXLO EN GUALEGUAYCHÚ

Marco Aurelio Rodríguez Otero

EN EL CUMPLEAÑOS DE DON LUIS DOELLO JURADO

Luis Doello Jurado

El 5 de Mayo de 1954 celebró sus ochenta años don Luis Doello Jurado. La prensa se hizo eco de variados encuentros: en Las Casuarinas, de los Irazusta; en el Club Social Recreo Argentino; en su casa. 

Se demostró el afecto y el respeto ganados por este gualeguaychuense que, en su bohemia de Buenos Aires junto a Florencio Sánchez, Evaristo Carriego, Enrique Banchs, Mario Bravo, José Ingenieros, Gregorio de Laferrére, Absalón Rojas, Rubén Darío, E. García Velloso, Parravicini, Muiño, Pascual de Rogatis, entre otros, elaboraron con muchos sueños, sabiduría y poco dinero la marcha de la Escuela Modernista que ordenaría la expresión artística en la literatura, la música, la pintura, la poesía, el teatro…

Don Luis, cuya palabra era oída y su concepto era brújula, ejerció con humildad una docencia sin apresto, ya desde la mesa del café, las líneas periodísticas o la cátedra.

Para aquel cumpleaños llegó a Gualeguaychú un grupo de sus amigos, entre los que se encontraban Enrique Banchs y Conrado Nalé Roxlo*, quien escribió:

 

Don Luis, con la presencia de su poeta por antonomasia… Enrique Banchs,

 vivió la gloria de las glorias…. (1)

MEMORIAS PROPIAS… 

Hacia 1930, Nalé Roxlo fue contratado por la revista Riel y Fomento, que editaba Ferrocarriles del Estado, para realizar una breve antología de la poesía entrerriana. El trabajo fue tasado en mil pesos de los que se le entregaron seiscientos para iniciarlo. 

(…) pude hacerlo en Buenos Aires pero preferí gastar aquellos seiscientos pesos yéndome a Gualeguaychú, donde contaba con la hospitalidad de mis amigos Rodolfo y Julio Irazusta (…) Como ellos casualmente viajaban hacia la capital confiaron la atención a sus amigos; todos gente simpatiquísima y de buenas letras…

En esa oportunidad fue que (…) Don Luis Doello Jurado (…) todas las mañanas venía a buscarme y camina que te caminarás. No se cansaba nunca; yo en cambio, estaba siempre cansado y aquellas caminatas me destrozaban…

Conrado Nalé Roxlo

Amigos comunes le trasmitieron a Doello Jurado el problema y éste me dijo:

-Amigo Nalé, hoy no vamos a dar ni un paso.

Fuimos al puerto – cuatro cuadras- en una volanta. Había programado una vuelta a la Isla Libertad donde había unas muchachas muy bonitas (…) pero al poco tiempo comenzó a jadear de tal modo que temí por su vida…

-Présteme los remos, don Luis – le pedí.

-Bueno, cinco minutos si quiere probar…

¡Qué cinco minutos! Remé todo el viaje… No quería regresar con un cadáver ilustre en el fondo del bote!.

Felizmente al día siguiente me embarqué para Buenos Aires y me salvé de morir como un galeote gracias al viaje de descanso organizado para mí por don Luis Doello Jurado (…) (2)

La referencia a la Antología de la poesía entrerriana, nos completa: 

La entregué, pero nunca la vi impresa, pues en esos días se produjo la revolución de Uriburu y cambiaron todas las autoridades (…) (3) 

A pesar de que Ferrocarriles del Estado reclamó a Nalé los seiscientos pesos pagados y él requirió de los F.F.C.C el pago de los cuatrocientos faltantes por el trabajo de un escritor profesional que lo había hecho, las cosas así quedaron y así murieron. Solo nos queda la simpática mención de su viaje a Gualeguaychú, veinticuatro años antes de renovarlo para festejar los ochenta años de un amigo, de un erudito, de un chispeante ingenio que un día tendió un telón sobre su actuación en los centros de la cultura porteña y su bohemia compartida con los altos exponentes de principios del siglo, para vivir en su ciudad entregándose a sus profundos amores: la docencia en el Colegio Nacional Luis Clavarino, la familia, la lectura, los amigos, Beethoven y su música, San Martín y su gloria…*

Referencias

*Conrado Nalé Roxlo, nació en Buenos Aires en 1898 y falleció en 1971. Poeta, dramaturgo, novelista, autor de piezas humorísticas firmadas con el seudónimo CHAMICO. Escritor de prosa y poesía para niños.**Luis Doello Jurado, nació en Gualeguaychú el 5 de mayo de 1874. Falleció 20 de junio de 1955 en esta ciudad.(1) (2) (3) ROXLO, Conrado Nalé (1978) Borrador de Memorias. Ed. Plus Ultra. Buenos Aires. 

Consultados

ROXLO, Conrado Nalé (1978) Borrador de Memorias. Ed. Plus Ultra. Buenos AiresMARTÍNEZ CUITIÑO, Vicente (1949) El Café de los Inmortales. Ed. Kraft Ltda. Buenos Aires.

70 PELUQUEROS EN UNA PEQUEÑA CIUDAD

Fabián Magnotta

En Cvadernos Nº 82 nos referimos al mundo de las barberías y peluquerías de Gualeguaychú en el umbral del siglo XX.

No deja de asombrarnos la riqueza que descubrimos en esas historias tejidas entre peines, tijeras y agua florida. Una riqueza que se agiganta con el aporte de algunos amigos, que confirman por ejemplo la vinculación que existió entre el oficio de peluquero y el dentista.

Aquella nota provocó que muchos lectores por momentos regresaran a una época inolvidable. Algunos de ellos, nos hicieron notar afectuosamente que ciertos nombres faltaban en la lista.

No fue nuestra intención, lógicamente. Pero bien valen las omisiones como una sana excusa para retomar un tema verdaderamente interesante.

Juan Francisco Grecco, nació el 20 de marzo de 1887; a los catorce años quedó huérfano de padre y se hizo cargo de cuatro hermanas menores y de su madre. Empujado por la necesidad, comenzó en el oficio en la Peluquería Calvoso, situada en el edificio de alto de San Martín 580 frente al ex Mercado Municipal. Esa barbería contaba a comienzos del siglo XX con siete oficiales, entre ellos Stigliano y los hermanos Arbía.

A los 18, el joven Grecco se independizó e instaló su peluquería en pleno centro de la ciudad: 25 de Mayo y Maipú. Desde 1934, ocupó una parte de la antigua casona del General Urquiza en 25 de Mayo y España, luego sede del Banco de Entre Ríos. Allí anexó peluquería para damas, en la que quedó al frente el profesor Yaquinto, acompañado de tres oficiales femeninas e incorporó la “permanente al vapor”, más conocida como “croquiñol”, muy de moda entonces.

Amplió el negocio con librería, revistería, cigarrería, bazar, venta de bicicletas, radios Supertone y equipos de luz para la campaña.

Cuando se fue de esa esquina, adquirió la propiedad que ocupara el Registro Civil en Urquiza 970, frente a Mueblería Vercelli. Allí continuó con Peluquería de Hombres y Damas y también como mecánico dental hasta el año de su muerte, 1961. 

Peluquería "25 de Mayo" en calle 25 entre actuales Perón y Pellegrini

Para Tomás Betolaza, no era la peluquería su profesión. Pese a ello, instaló una allá por 1915 en 25 de Mayo al 500, frente al Club Social Recreo Argentino, local anexo a la Perfumería que atendía personalmente. Trabajaron allí muchos oficiales, como Del Valle, para damas, Esponda, los hermanos Schwzard, más conocidos como Swater, que luego se independizaron: Juan lo hizo en Urquiza frente al edificio que ocupa la sede de la Sociedad Rural y luego en Ituzaingó y Seguí, frente a la peluquería, propiedad de su socio Liber Durand. 

Marcelo Cal Centurión tenía su peluquería en 25 de Mayo al 1600. El hombre tiene hoy 91 años y se domicilia en San Martín casi Moreno.

Rodolfo Peralta, conocido como “Macho” se inició en el oficio en calle Urquiza y Roca, frente al ex Molino Carabelli, junto a su hermano Ramón Mauro.

Luego se instaló en 25 de Mayo, al lado de París Londres una moderna peluquería para damas y caballeros. Actualmente, con 79 años sigue en la profesión.

Lapalma y Villoldo poseían la peluquería en 25 de Mayo 583, en el local que luego ocupó la Mercería Rodríguez.

Florentino Stigliano, por otra parte, era entonces “el peluquero del puerto”. Atendía en Alem y 3 de Caballería, frente a la Parroquia de Fátima. En el mismo barrio, varios años más tarde, el líder de la tijera fue Quico Rodríguez. 

Aviso publicitario de Peluquería para Damas

A los peluqueros-barberos que se nombraron en Cvadernos Nº 82 incorporamos a: Quinteros, Boretto, Sardo, Farabello, Ireneo Del Valle, Juan Giovanetti, José Salomón y su hijo de igual nombre, Scaramuzza, Villar, De la Cruz, Molinari, Portillo, Mengochea, Inchausti, el porteñito Filippi, Etchegoyen, Talana y Chocha Cepeda, Silva, Buffarini, Carlos “Gallareta”Goldstein que en sus ratos libres tocaba el violín.

¿Quién no los conocía, si hora a hora y día a día eran protagonistas de aquella linda ciudad, cuando las peluquerías, cuya actividad central era la afeitada, eran un lugar de encuentro insuperable?

Y un dato más: se estima que en las primeras décadas del siglo XX, nunca atendieron menos de setenta peluqueros, que solían reunirse cada 17 de agosto en la Plaza San Martín para rendir homenaje al prócer.

Ellos marcaron las líneas de la moda femenina y masculina. Los hombres raramente barbados, mantenían siempre el cabello corto. Era cuando nadie podía imaginar que en el mismo siglo y en las mismas calles los jóvenes varones “usarían colita”.

UN GUALEGUAYCHÚ DE LECTORES

Nati Sarrot

Fotografía: Biblioteca "Olegario V. Andrade" 

En 1867, según proveedores de libros de Buenos Aires, se deducía que Gualeguaychú, con 10.000 habitantes “leía más que cualquier otro pueblo”.

Ejemplares editados en Europa, escritos en castellano y en francés se vendían en dos librerías: Librería del Plata de don José María Zaldarriaga y La Argentina del uruguayo Emilio Gabito.

El periódico El País informaba que se leían libros en italiano ya que en la población era su colonia de inmigrantes cada vez más considerable y con buen nivel de instrucción.

Para su permanencia en el campo, las familias llevaban entre sus maletas, bolsas con libros que servirían de material de lectura. Las novelas y la poesía eran devoradas con la avidez de quienes disponían de muchas horas para dedicarles gozándolas y comentándolas.

Otra nota que tiene relación con la anterior es aquella de que en El Colegio del Plata se dictaban cursos para obreros y artesanos en turnos nocturnos. Se enseñaba escritura, lectura, ortografía y artimética. 

Notas


EL PAÍS, apareció en Gualeguaychú el 14 de marzo de 1867, dirigido por Eugenio Gómez, veterano periodista de renombre. Fueron sus redactores Marcos F Funes y el Dr. Luis Faldella, italiano de buenos antecedentes intelectuales.
EL PAÍS desapareció a raíz de la invasión que el Ejército Nacional hiciera a Entre Ríos, el 21 de abril de 1870. VÁSQUEZ, Aníbal S (1970) Periódicos y Periodistas de Entre Ríos. Imprenta Oficial de la Provincia.

MUCHO MÁS…

 

La nostalgia es muy larga;

mucho más que la vida,

por eso es que al morir

queda como una brisa

que mueve los cabellos

y agita los vestidos

de los que quedan vivos.

 

El amor es muy hondo;

mucho más que el olvido.

por eso cuando muere

se perciben los huecos

por donde hubo dolido

llenándose de angustia,

como de vientos fríos.

 

Y la angustia es cariño

por lo que se ha perdido,

es dolorosa y dulce

y larga, y desmedida,

como lo es la nostalgia;

más larga que la vida.

 

Nati Sarrot (1993) 

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Colaboración tipeo de texto: Rita MartínezTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Octubre 2020- DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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