Cuaderno Nº 84

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 17 de marzo de 1996 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 84
HÉCTOR DANIEL MUÑOZ. EL MAESTRO DEL CLAROSCURO (Marco Aurelio Rodríguez Otero)- Los temas- La niña de las margaritas
ITO ETCHART CON SU RECREACIÓN- La valija LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería. Un culto universal – Vasos y Jarras – (Aurelio Gómez Hernández- Al vuelo (Octavio Paz)

HÉCTOR DANIEL MUÑOZ. EL MAESTRO DEL CLAROSCURO

Marco Aurelio Rodríguez Otero

Raúl Ubaldo Fernández firma una obra fotográfica que dedica a Héctor Daniel Muñoz con esta frase “Al maestro del claroscuro, con la secreta esperanza de alcanzarlo un día”.

Don Enrique Betolaza lo indujo a la fotografía. En su local comercial adquirió la primera cámara Kodak.

HÉCTOR DANIEL MUÑOZ – Tin, para los cercanos- nació en Gualeguaychú el 10 de abril de 1901 en el seno de familia de antiguo arraigo. El sentido artístico nació con él. Su pasión fue la pintura, pero no tuvo el tiempo para abordarla con la amplitud que su exigencia requería. En las personas de refinado gusto no es fácil el camino en las medianías.

Según nos relata su hermana, Juana Muñoz de López Guerra, don Enrique Betolaza (1) lo indujo a la fotografía. En su local comercial adquirió la primera cámara Kodak.

Cursó el bachillerato en el Colegio Nacional Luis Clavarino, egresando bachiller en 1918. Realizó estudios universitarios en la Facultad de Medicina, se recibió de médico en 1925 y se especializó en Urología.

Instaló su consultorio en Buenos Aires y el domicilio particular y la quinta en San Miguel. Cuando regresaba a Gualeguaychú, frecuentaba  familiares, amigos y lugares queridos. Viajó mucho, cultivó el gusto por la lectura, la comunicación escrita y verbal y profundizó el arte de la fotografía.  

En cada lugar al que llegó con su cámara y su trípode, se detuvo el tiempo necesario para la búsqueda y el encuentro con el motivo. Luego, en complicidad con la luz, esperaba el momento de mayor belleza en el que combinaban los claros y los oscuros otorgando fuerza a la imagen. La capturaba, la llevaba consigo y finalmente compartía su trabajo.

LOS TEMAS

Iglesias, imágenes, altares, informan su espíritu religioso; devoto de San Martín de Porres, en su quinta cultivaba plantas cuyas flores llevaba a la capilla cercana.

Hojas, raíces, flores, rejas de romántico tejido ; patios monacales que hablan de recogimiento y silencio; alegres suelos abiertos al viento y al sol; y el Hombre, su cuerpo, su rostro, sus manos, su belleza como expresión de vida, de trabajo, de quietud, de gozo…

Para las fiestas de Fin de Año enviaba a los amigos un desplegable con “un abrazo” y una foto pequeña; bellos rostros, lugares sugerentes.

Gualeguaychú, la ciudad donde nació y cultivó la amistad reserva esos recuerdos y las fotografías que pródigamente regalaba. 

Cámara Kodak año 1931

El Instituto Osvaldo Magnasco recibió de él y de sus familiares, importantes donaciones que lo convirtieron en benefactor de la Casa: libros de arte, veinticuatro grabados antiguos de inestimable valor, el violín que tocaba su madre; el blanco purificador con que oficiara su primera misa el sacerdote José María Colombo, que le fuera regalado como prueba de amistad, etc.

Por luminosa, profunda, culta, su obra trascendió el marco de su pueblo y de su país. Logró distinciones en muestras y concursos internacionales. Siempre hizo lugar para compartir y exponer las manifestaciones de su arte.

En 1931 KODAK organizó un concurso en el que participaron 157.718 fotografías. HÉCTOR DANIEL MUÑOZ mereció el Gran Premio de Honor y cinco distinciones más.

LA NIÑA DE LAS MARGARITAS 

Fotografía de “La niña de las margaritas”  en el Instituto Magnasco.

Paseando por el Sur argentino “encontró” una pequeña niña rubia corriendo en un campo de margaritas. Pidió permiso a su papá para tomarle fotografías. Ante la negativa, le informó que participaría en un importante concurso y si alcanzaba un buen premio, le enviaría el monto. El padre accedió. Muñoz realizó lo prometido: el efectivo que obtuvo por su galardón fue depositado en una cuenta bancaria a nombre de la niña que jugaba entre las flores. (2)

María Guillermina Siboldi (3) envió una carta a su amigo, alegrándose por este reconocimiento:


¡Hurra por el inteligente y afortunado chasirette y Hermano!...

Que tu fotografía te lleve a la más alta conquista entre los gringos! (4) 


Y sí, la fotografía de Héctor Daniel Muñoz tuvo el lugar que por su calidad conquistó. Personaje conocido y reconocido, las exposiciones en galerías y salones de arte fueron muy comentadas.

Con el paso de los años ganó un puesto de mérito, como artista, como médico, como amigo. Vivió rodeado de lo que amaba.

En febrero de 1975, con la salud delicada, a los 74 años de edad, viajó a Miramar para disfrutar del acostumbrado veraneo. Ahí se encontró con el misterioso claroscuro de la muerte.

En Gualeguaychú, en el Cementerio del Norte, descansan sus restos.

Referencias:

1) Enrique Betolaza. Comerciante y empresario de Gualeguaychú. Fotógrafo vocacional, representante de KODAK y R.C.A. Víctor. Existen series de postales con vistas de Gualeguaychú gracias a su labor fotográfica. Retratista. Tuvo sala de exposición que fue cambiando de ubicación con el tiempo.(2) “La niña de las margaritas” fue marca identificadora de KODAK.(3) María Guillermina Siboldi, docente de destacada actuación. Profesora, maestra. Fue Directora de la Escuela Provincial Nº 1 Guillermo Rawson de Gualeguaychú, por muchos años.(4) Carta guardada y ahora compartida por Juana Muñoz. 

Consultados:

Testimonios de: Juana Muñoz de López Guerra (hermana de Héctor Daniel Muñoz)Diola Barell de Franchini (aporte de datos y notas).Artículos periodísticos: EL ARGENTINO, de Gualeguaychú.EL HOGAR, Buenos Aires. Revista.LA PRENSA, Buenos Aires.Instituto O. Magnasco: colección fotográfica de Juana Muñoz de López Guerra y privadas. 

JUAN LEONARDO ETCHART CON SU RECREACIÓN

El profesor de Educación Física, nuestro copoblano Juan Leonardo −Ito− Etchart, con cuarenta años de docencia, entre otras experiencias profesionales, tiene en su haber un alto prestigio nacional a propósito del desarrollo de ensayos y programas recreacionales escolares. El don de la creatividad y una especie de duendecillo del humor que le habita y le asoma por sus ojos, sus labios y sus manos, han generado la necesidad de escribir y transmitir la rica experiencia con niños y jóvenes.

En su libro, Manual de recreación para docentes y guías de turismo, Etchart especifica que, 

(…) las actividades integrantes de una programación recreativa escolar, no solo deben satisfacer intereses del educando, sino que también deben cumplimentar sus necesidades (…) no siempre lo que al alumno le ‘gusta’ es lo que necesita. Pero siempre a lo que necesita, debe agregársele lo que le interesa (…) 

Acabamos de leer este texto pensado para docentes y con interesantes actividades recreativas para turistas y para la tercera edad. En lo que hace a CUADERNOS, confesamos que particularmente nos interesó “robarle” a Etchart de su capítulo Versificaciones una joyita con el inolvidable sacerdote Pedro Blasón de protagonista. 

(…) hay versos que nos han quedado grabados desde muy pequeños. Personalmente recordamos que nuestro primer enfrentamiento con el “gran público” fue en la Parroquia de la querida Gualeguaychú, hace más de 50 años. Se trataba de un homenaje al cura párroco y debíamos entrar con una valija grande y recitar esta “poesía”, que no sabemos quién la escribió, que jamás la vimos repetida, pero que nunca la olvidamos; la transcribimos porque en su inocente desarrollo puede ser utilizada por algún docente:

LA VALIJA

Traigo dentro de mi valija / la mar de bicho viviente,

traigo mosquitos con dientes /y con alas lagartijas.

Un dromedario botija, / un chancho con treinta patas,

mil doscientas garrapatas,/ un pavo real de la China,

del Mar Negro una sardina / y un microbio en alpargatas.

Traigo gatos importados / que cantan en italiano.

Traigo veinte mil pescados / que vuelan embalsamados.

Un perro galgo cantor / que tiene una voz que trina,

una pulga bailarina / y un escuerzo payador.

Traigo un piojo luchador / que voltea un moscardón.

Del Japón traigo una nuez / más grande que un zapallo,

traigo un burro y un caballo / que fuman “43”…

Recorrí Japón y Egipto / junto con un japonés

caminando siempre a pie / montado sobre un carrito.

Por eso llegué solito / a mostrar el bicherío

y abro el baúl despacito / para evitar griterío.

¡Oh! no me ha quedado ni un bicho / en la valija encantada

pero aquí hay una tarjeta, / perfectamente pintada,

que daré al Padre Blasón / para que cada vez que la mire

él se acuerde de esta fiesta. 


Juan L Etchart (1993 ) Manual de Recreación para docentes y guías de turismo Editorial Stadium

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Colaboración tipeo de texto: Rita MartínezTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Octubre 2020- DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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