* LA CASA DE GARDEL EN MONTEVIDEO
Carlos Gardel tenía intenciones de radicarse definitivamente en Montevideo con su madre adoptiva cuando estuviera terminada su casa de la calle Pablo Podestá 1421.
Respetemos el Derecho a la Identidad de Carlos Gardel
Carlos Gardel tenía intenciones de radicarse definitivamente en Montevideo con su madre adoptiva cuando estuviera terminada su casa de la calle Pablo Podestá 1421.
Existen varios testimonios documentados que prueban que Gardel, si bien expresó su amor y agradecimiento a Buenos Aires con el tango “Mi Buenos Aires querido”, deseaba “volver” a su patria y pasar sus últimos años en su Montevideo querido.
Armando Defino lo testimonió en entrevista del diario CRÍTICA, tres días después de la tragedia, el 27 de Junio de 1935.
Armando Defino oculta que Gardel programaba retirarse , sentar cabeza y vivir tranquilo en su casa de la calle Podestá 1421, de Montevideo, Uruguay, su patria, llevando consigo a Berta Gardes, su madre adoptiva.
Testimonio de Mario Sarmiento Vargas
Este escritor colombiano, publicó, en el año 1950, un material que él mismo se encargó de prologar aclarando: “Esto no es un libro, es un documento. Carece de pretensiones literarias”. El trabajo, titulado “Gardel..! ¿Vive o ha muerto?”, maneja referencias directas de figuras vinculadas al Cantor durante su paso por Colombia.
Reproduciré en este momento sólo un párrafo de la página 26 referido a la casa que Gardel estaba construyendo en Montevideo:
“(Gardel)Sólo esperaba finalizar sus asuntos pendientes en Norte América para ir a Europa por la “vieja” y...a la Argentina. Frecuentemente hablaba del chalet que estaba construyendo en Carrasco, en los suburbios de la ciudad de las rosas: Montevideo. Se transfiguraba hablando de él: “Con decirle que tendrá 12 salas de baño grandotas, grandotas, blancas, enormes como piletas. Allá voy a instalar a la vieja”.
Testimonio de Eduardo Bonessi
El 20 de agosto de 2003, la revista La Maga, de Buenos Aires, reprodujo un reportaje que se le había hecho a Eduardo Bonessi, maestro de canto de Carlos Gardel. Su testimonio indica que iban juntos su deseo de retirarse y su decisión de radicarse en Montevideo con su madre adoptiva.
Bonessi afirmaba que el recuerdo más triste que tenía fue la muerte de Gardel.
"El día del accidente fui caminando hasta la Sociedad de Actores. Allí me encontré con un amigo y mientras charlábamos, alguien gritó: Gardel murió quemado, se incendió su avión en Medellín. Antes de salir para su última gira, en 1935, estuvo conmigo y me dijo que NO QUERÍA CANTAR MÁS. ESTABA HARTO, el público lo ponía nervioso y se ahogaba en sudor cada vez que actuaba. Era una voz para durar cien años, pero su espíritu se había agotado", aseguraba con tristeza el profesor.
Testimonio contenido en una carta íntima de Berta Gardes al matrimonio Defino-Blasco
Pero el más importante testimonio sobre las intenciones del cantor de instalarse definitivamente en Montevideo, lo da Berta Gardes, su madre adoptiva en una carta que escribe a Armando Defino y su esposa. 8 de marzo de 1935, desde Toulouse, cuyo facsímil fue publicado por la investigadora francesa Christianne Bricheteau en el libro “Carlos Gardel, fils de Toulouse”, pág. 287.
En ella, Berta Gardes, después de expresar que se alegra de que los viejitos Anaïs y Fortunato anden bien de salud, agrega:
“en mismo tiempo que a usted les he escrito. Carlos me dice que él también les escribió y así no sufrirán tanto, todo se arreglará con el tiempo y siempre les digo que yo iré cuando Carlitos irá, como es la verdad.
Si nada se opone pienso ver la casa de Montevideo y me despediré de todos y elegiré las cosas que no separarme de ellas.”
La frase no puede ser más explícita: Berta Gardes habla de vivir con Carlos en Montevideo, razón que la llevará a despedirse de todos sus afectos porteños.
El traslado de Gardel a su patria era inminente. Estaba programando mudarse DEFINITIVAMENTE en cuanto regresara de la gira y la casa estuviera lista.
Dejaría a sus queridos viejitos Anaïs y Fortunato en la casa de Jean Jaurés, porque Anaïs tenía una extensa familia en Buenos Aires, y se alojaría con ellos cuando tuviera que viajar a Buenos Aires.
Que Carlos hubiera decidido compartir sus últimos años con su madre adoptiva en Montevideo, y que ella estuviera dispuesta a instalarse con él en esa ciudad, son una prueba inequívoca del profundo cariño que ambos se profesaban.
Así estaba de avanzada la construcción de la casa cuando Gardel murió
La Sra. Raquel Beatriz Schinca, hija del Arq. Carlos Eduardo Schinca, que mucho tuvo que ver con esta obra informó textualmente al Dr. Nelson Sica Dell’Isola:
“Cuando Gardel murió la casa estaba levantada y techada.
Antes mi padre nos llevaba a mi hermana y a mí en sus frecuentes visitas como director de la obra. Recorríamos los hermosos ambientes, su pórtico de entrada, la terraza semicircular del primer piso. Subíamos al balcón que se abría sobre el frontón de pelota.
Nos admirábamos con los lujosos cuartos de baño con pisos y revestimientos que quizá eran de mármol, uno todo negro, el otro todo granate, incluyendo los artefactos sanitarios ...”
La Sra Schinca envió una fotografía de dicha casa, del archivo personal de su padre, donde incluso se ve el nombre de una de las empresas finalistas.
El testimonio de la Sra Schinca sumado a la fotografía enviada, indica que la casa de Gardel estaba casi terminada cuando el cantor falleció
Calle Pablo Podestá 1421
HISTORIA
El 30 de Octubre de 1933, Carlos Gardel adquirió por título compraventa y modo tradición, del Banco Popular del Uruguay la propiedad y posesión de tres solares de terrenos sitos en la 10° Sección Judicial de Montevideo. Los tres solares fueron fusionados y formaron una superficie de 1.800 mts. cuadrados, con frente a la calle Pablo Podestá, entonces llamada calle “Uno” y el precio fue de de $ 8.310,oo.
La escritura fue firmada por el mismo Carlos Gardel, quien afirmó ser de nacionalidad uruguaya.
El 7 de diciembre, Berta Gardés cedió sus derechos hereditarios al banquero Máximo Arana.
Posteriormente pasó por varios propietarios, hasta que fue comprado por la Comisión Nacional de Educación Física. Allí funcionaron una colonia de vacaciones y luego una escuela de primaria y hogar estudiantil.
En 1990 se resolvió su actual destino, inaugurándose el 8 de febrero de 1995 el “Primer Centro Nacional de Rehabilitación y Recreación Casa de Gardel” .
Foto satelital
Chalet de Gardel / plano de la misma/ vista satelital 34°53’38.06″S 56° 4’7.00″W Pablo Podesta 1421
PLANOS DE LA CASA
LAS ESCRITURAS
En la escritura de compraventa aparece Carlos Gardel como comprador. No se sabe si compró esos tres solares con dinero propio, o si lo puso Ricardo Bonapelch.
La solicitud de permiso de construcción a la Intendencia, la firmó Bonapelch como apoderado de Gardel.
-La propiedad originariamente estaba dividida en tres padrones y fue unificada en uno solo que lleva el Nro. 121.649, con una superficie total de 1.800 mts.
Berthe Gardes, declarada heredera de Carlos Gardel, el 7 de diciembre de 1935, en Buenos Aires, ante el Esc. Felipe T. Ibáñez, cedió sus derechos hereditarios a Máximo Arana, casado con Julia Iñiguez, domiciliado en calle Cerrito 425 de la ciudad de Montevideo, precio $8.310,oo.-
El 2 de diciembre de 1935, en Montevideo, Ricardo Bonapelch vendió a los mismos Arana-Iñiguez, las construcciones existentes en dicho bien.- Precio pagado $15.000,oo por las construcciones.-
En la sucesión de Gardel solo se incluyó el terreno, por cuyo motivo hubo que hacer dos escrituras, una cediendo los derechos hereditarios (es decir sobre el terreno) y otra vendiendo las construcciones, en el estado en que se encontraban en ese momento.-
PRIMERA ESCRITURA
En el archivo respectivo de la Suprema Corte de Justicia figura como es obligatorio, el protocolo en el cual consta la escritura realizada por el Esc. Carlos Busch Buero el día 30 de octubre de 1933.
El escribano autorizante de su puño y letra escribe:
"Ante mí, Carlos Busch buero, escribano autorizante, comparece el Sr. Carlos Gardel, que expresa ser uruguayo, mayor de edad, soltero y domiciliado en la calle Jean Jaurés número setecientos treinta y cinco de la ciudad de Buenos Aires y accidentalmente en ésta"। Sigue luego la descripción del bien negociado en sus diversos aspectos del mismo, como así también del precio acordado y del pago correspondiente de la suma total de ocho mil trescientos diez pesos. Agrega incluso, que Gardel "ha tomado posesión del bien". La escritura concluye con las firmas del vendedor, de Carlos Gardel, del profesional actuante y de los testigos Pedro Bernat(1) y Armando Defino."
Podemos ver que Carlos Gardel, en vida, 8 días antes de la redacción del testamento ológrafo firmado SIN TESTIGOS, que Armando Defino mantuvo oculto hasta después de la muerte del cantor, vuelve a declararse uruguayo, como lo hace también al tramitar su último documento LEGAL en La Guaira, el 20 de abril de 1935, un año y medio después de la redacción del testamento.
(1) Pedro Bernat, periodista que no sólo fue amigo íntimo de Gardel sino también su apoderado en Montevideo, testigo que afirma y firma la nacionalidad uruguaya de Gardel junto con Armando Defino en la escritura realizada en la escribanía Busch Buero el 30 de octubre de 1933, dice en nota necrológica del diario “La Mañana” de Montevideo, 25.6.1933, que Gardel "... había nacido en la 2ª.Sección Judicial del Departamento de Tacuarembó. Fallece a los 52 años".
La estancia Sta Blanca, donde se afirma nació el cantor, está "casualmente" en la 2ª.Sección Judicial del Departamento de Tacuarembó.
Armando Defino en cambio, niega después de la muerte del cantor la nacionalidad uruguaya que certificó con su firma mientras éste vivía.
SEGUNDA ESCRITURA
Hay una segunda escritura a cargo del mismo escribano Carlos Busch Buero el mismo día, mediante la cual Carlos Gardel "expresa ser uruguayo, mayor de edad, soltero y domiciliado en la calle Jean Jaurés número setecientos treinta y cinco de la ciudad de Buenos Aires y accidentalmente en ésta."
Como primer el notario dice "que (Gardel) confiere poder especial al señor Ricardo Bonapelch, a fin de que en su representación otorgue los contratos de construcción del edificio" que luego se ubicó en la calle Pablo Podestá 1421 y conocido por el Chalet de Gardel a través de los años. Siguen otros detalles que no vienen al caso.
Lo que sí viene al caso, es la comprobación de que un profesional responsable como siempre debe ser un escribano, escribe que Gardel "dice ser uruguayo". Y que los testigos Pedro Bernat y Armando Defino, en cada caso, con sus firmas respectivas, certifican que Gardel es uruguayo.
Información adicional
El 5 de noviembre de 1937, Máximo Arana, cedió al Dr. José Gregorio Lissidini Cuadrado, casado con Ana Bayardo, y a Carlos Alberto Saint Upery Turienzo, que adquirieron por partes iguales los derechos hereditarios y les vendieron las construcciones, todo por el precio de $20.000,oo.-
El 14 de octubre de 1943, Lissidini y Saint Upery vendieron a la Sociedad Comercial Colectiva “Passeggi y Compañía”, la expresada propiedad, por el precio de $28.000,oo.- De los que se pagaron $11.1341,02 reteniéndose $15.258,98 para pagar una deuda hipotecaria, según liquidación del Banco Hipotecario.-
Según escritura del 7 de enero de 1948, la Sociedad Comercial Colectiva citada, vendió a “Passeggi Sociedad Anónima”, la expresada propiedad por $62.350,00 precio pagado con acciones de la Sociedad Anónima, parte en acciones fundadoras y parte en acciones ordinarias.-
Fue adquirida por el Estado el 15 de octubre de 1951, según escritura de esa fecha, autorizada por el Escribano de Hacienda Elia Longo, en la suma de $85.000 que se pagaron al contado en ese acto.- El vendedor fue la firma “Passeggi Sociedad Anónima”, representada por los Sres. Ramón Palermo (Presidente) y Leandro Passeggi (Secretario), con domicilio en Avda. 18 de Julio 2.025.-
El Estado la compró para la “Comisión Nacional de Educación Física”, siendo representado en la escritura por el Presidente de la misma don Luis Franzini, según decreto del 6 de agosto de 1951.-
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RICARDO BONAPELCH
La relación de Terra con Bonapelch le franqueó las puertas de la política uruguaya y de la residencia presidencial. En octubre de 1933, cuando por última vez Gardel vino a Montevideo, Bonapelch (naturalmente, con el consentimiento de Terra, que ofició de anfitrión) organizó una velada homenaje y en ella cumplió uno de sus más preciados sueños: cantar con Gardel. Ostentoso como siempre, llevó champagne francés para brindar en tan memorable ocasión.
Estaba festejando su propio triunfo. Su idolatría por Gardel era incontenible, imitaba sus ropas, giros de lenguaje, gestos y hasta pensó, como el cantor, en rejuvenecer su rostro mediante una cirugía estética que nunca se concretó. Intervino en varias oportunidades en audiciones radiales bajo el seudónimo de "Bona", copiando de Gardel hasta el estilo de sus guitarristas. Según los entendidos, el resultado no era del todo malo. Bonapelch lo admiraba desde las épocas en que su ídolo aún no había tocado la fama. Resuelto a conocerlo personalmente, viajó a Buenos Aires y lo esperó en la puerta de un cine de Flores donde actuaba. Un amigo en común que lo acompañó desde Montevideo los presentó, y allí nació una extraña relación cuyo centro era "El Mago", y en la que Bonapelch reducía su papel al de mero espejo y, mago a su modo, convertía los deseos de Gardel en tangibles realidades.
Sentía un placer enorme al halagarlo y, sobre todo, al hacerle regalos, como el anillo de brillantes que llevaba en el fatídico accidente de Medellín; o los trajes que compraba por cuadruplicado, dos para el modelo y dos para el imitador; o los vuelos Buenos Aires - Montevideo que solventaba con el fin de poder tenerlo cerca. Alardear frente a "los muchachos" acerca de aquella amistad era una de sus actividades favoritas. Una vez, estando Gardel en Hollywood lo llamó desde el café donde estaba reunido con sus amigos. El episodio fue antológico: "¡Te habla Bona! ¡Aquí la barra te saluda! ¡Chau Carlitos!", fue todo lo que alcanzó a decir. El antojo le costó U$S 80 (Mundo Uruguayo, Montevideo, 11/9/41, p.5 (artículo sin firma).
Al principio Gardel se mostraba frío ante tal despliegue estratégico para conquistar su compañía, y llamó a aquel doble que lo perseguía constantemente "el fantasma", mote que cambió por "el coso de la casa" cuando supo que era el yerno de José Salvo, uno de los dueños del hotel de moda. Lo de "la casa" resultó profético, porque en cuanto supo que Gardel deseaba construir una en su terreno de la calle Pablo Podestá (a poca distancia de Punta Gorda, en la playa La Mulata, que hoy lleva el nombre del cantor) Bonapelch puso manos a la obra. Ya había logrado otra victoria personal: a partir del 30 de octubre de 1933 el camaleónico seguidor de Gardel actuaba como su apoderado. "Bonapelch se ocuparía de la construcción de un lujoso chalet (múltiples habitaciones, varias piscinas) por exclusiva cuenta del cantor.[...] Gardel era el único propietario de la futura edificación. [...] Sin embargo, [...] el propietario real se llamaba Ricardo Bonapelch. Con su auspicio y con su dinero se dibujaron planos, se echaron cimientos, se alzó cada metro de pared." Un incidente (la denuncia por robo de materiales contra el constructor Héctor Gajas) permitió "verificar el nombre del verdadero dueño y hasta establecer que su garante en la adquisición de materiales era Lages" (Di Paula, Tabaré: "Carlos Gardel, mártir orillero", Todo es Historia, Buenos Aires, julio/1969, p.20).
El famoso chalet tuvo una construcción y un destino muy agitados. Gardel no llegó nunca a ocuparlo debido a su prematura muerte, y los trámites sucesorios fueron tan intrincados, que luego de haber pasado por diversas manos es hoy un centro de rehabilitación física para discapacitados.
El manejo del dinero para la ejecución de esta obra es un ejemplo más de los despilfarros de Bonapelch. Comenzó con el empuje de siempre, prometiéndole a Héctor Gajas que firmaría una venia por $ 100.000 para empezar el trabajo con tranquilidad. Se citaron en el café "El Tropezón" para contar y repartir el dinero, que sólo eran $34.000. "¿Cómo firmás por $ 100.000 y tenés nada más que $ 34.000?", preguntó Gajas."Me dijo: $ 8.000 para ..., $ 8.000 para ..., $ 4.000 para ... y $ 2.000 para un empleado y $ 2.000 para otro , $ 1.000 para otro y $ 1.000 para otro. Sumalos, ¿no son $26.000? Bueno, juntalos a los $ 34.000 y hacen $ 60.000.[...] Los otros $ 40.000 son para el que prestó la plata" (sic), contestó Bonapelch, al tiempo que le ofrecía $ 2.000 para empezar la obra. En la segunda quincena ya no tenía dinero para pagar los jornales del personal ("El Día", 8/9/41, p.8).
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Cesión de derechos hereditarios de Berta Gardes y posterior compra por el Estado para destinarla a fines benéficos.
Tomado de los libros "Paginas Abiertas", de Eduardo paysé González y "Carlos Gardel, a la luz de la historia", de Nelson Bayardo, reconocidos investigadores y personas intachables que dedicaron sus vidas a esclarecer la verdadera historia de nuestro ídolo.
LA COMPRA DEL LOTE
El 30 de Octubre de 1933, en la escribanía de Büsch Buero en Montevideo, Gardel adquiere tres lotes que suman 1.800 metros cuadrados, al costo de $8.310 y actúa como TESTIGO de la escritura Armando Defino, quien CON SU FIRMA acredita la orientalidad del cantor. (Ver siguiente nota)
LA DOCUMENTACIÓN DE GARDEL
Dice Eduardo Paysée González:
"Todos los documentos de identidad y de viaje que Carlos Gardel obtuvo y suscribió en vida, ante las autoridades competentes de tres países: Argentina, Uruguay y Francia, fijaron una sola y única fecha de nacimiento: 11 de diciembre de 1887 y un solo lugar de tal acontecimiento:“Tacuarembó”, situado en la República Oriental del Uruguay.
Tales documentos expresan la voluntad real del otorgante, expresada libremente y están autenticados y expedidos por funcionarios públicos que actuaron en uso legítimo de sus potestades. Son, pues, documentos públicos jurídicos perfectos, que hacen prueba legal de los hechos que constatan, hasta tanto ellos sean atacados de falsedad(nunca lo fueron). Su último documento conocido, obtenido en vida, es su pasaporte chamuscado, hallado en su vestimenta al morir trágicamente en Medellín, el 24 de junio de 1935...
...Muere , pues, de acuerdo a este documento – que ratifica las constancias de los anteriores - , como nacido en 1887 en Tacuarembó, y como ciudadano naturalizado de Argentina."
Poco o nada se sabía, en vida del cantor, de otro origen o ciudadanía, ni por documentos ni por sus propios dichos. Por el contrario, esporádicas manifestaciones suyas, ante insospechables testigos o dichos recogidos en entrevistas periodísticas, confirman aquellas referencias documentales. Al morir, sus restos fueron reclamados por el gobierno uruguayo de la época, el cual manifestó la intención de realizar los trámites pertinentes para su repatriación. Pero, a casi dos meses del accidente de Medellín - el 13 de agosto de 1935 -, surgió lo inesperado. Apareció un testamento ológrafo, esgrimido por quien fuera su apoderado en vida y por su supuesta madre biológica, que estableció una nueva identidad y un nuevo origen del cantor."
EL TESTAMENTO
El testamento ológrafo consiste en la manifestación unilateral del causante, escrita, fechada y firmada de puño y letra, hecho en papel simple y sin ninguna certificación ni constancia notarial. Esta forma de testar es admitida en algunos países; uno de ellos es Argentina.
Tal documento fue cabeza inicial del expediente sucesorio. Se responsabilizaron por su autenticidad, la señora Berta Gardes – madre biológica o adoptiva, según se verá, del cantor- y Armando Defino, su amigo y apoderado.
Su contenido – en lo fundamental – decía... "Primero: Soy francés, nacido en Toulouse el día 11 de diciembre de 1890 y soy hijo de Berthe Gardés. Segundo: Hago constar expresamente que mi verdadero nombre y apellido son Carlos Romualdo Gardés, pero con motivo de mi profesión de artista he adoptado y usado siempre el apellido Gardel y con este apellido soy conocido en todas partes ... Quinto: Nombro por mi única y universal heredera a mi nombrada madre Berthe Gardés. Sexto: Nombro mi albacea testamentario a mi amigo Armando Defino."
VIOLACIÓN DEL DICTAMEN
Por los bienes dejados en Uruguay, donde no tiene validez legal un testamento ológrafo, se inició en Montevideo la sucesión intestada del artista. El fiscal, ante la persistente insistencia de Madame Gardes de abrir el trámite sin exhibir certificado de defunción, al final accede, el 6 de septiembre, con una condición: "No será posible disponer del haber hereditario ni hacer extracciones de él antes que dicha certificación sea presentada”
Pero el 17 de setiembre, VIOLANDO TAL DICTAMEN, sólo 11 días después, Berthe Gardes VENDE el nombre Carlos Gardel a la Sociedad Auxiliar Fabril de Yerba por $2.500.
Y en 2ª VIOLACION a lo dispuesto por la justicia, el 7 de diciembre transfiere al banquero uruguayo Máximo Arana la propiedad que Gardel poseía en Carrasco. Todo hizo pensar que las urgencias respondían al temor de un fallo adverso, aparentemente injustificado: el fiscal no se dio por enterado de ambas violaciones a su disposición del 6 de septiembre. Los comentarios huelgan.
ADULTERACIÓN DE LA PARTIDA DE DEFUNCIÓN
Se abre el tramite de sucesión ilegalmente sin partida de defunción.
Cuando, expedida por la oficina de Catastro y Estadística de Medellín, doblemente autenticada por los gobiernos de Colombia y Argentina y de fecha 14 de diciembre, llega (tardíamente) la certificación de su defunción, el muerto es Carlos Gardel, uruguayo, de 48 años, mientras que el titular de la sucesión es Charles Romuald Gardes, francés, 44 años (ningún dato coincide), y en más de 150 fojas de la sucesión, no hay una sola línea que explique la discordancia de los datos pero la sucesión se sigue a nombre de Charles Romuald Gardes.
Son varias las circunstancias que rechazan la credibilidad del testamento.
Fue irregular la iniciación del trámite sin certificado de defunción, el desacato doble a la decisión fiscal de no extraer bienes del patrimonio hereditario, lo curioso de declarar heredera a quien lo es naturalmente sin necesidad detestamento, la negligencia de no considerar siquiera la total discordancia de los datos filiatorios del muerto con el titular de la sucesión.
Pero el hecho más censurable ocurre con el trámite sucesorio en Montevideo.
La Partida de defunción civil decía: CARLOS GARDEL, Edad:48 años, Estado Civil: SOLTERO, Profesión: CANTANTE, Patria: URUGUAY, Nacionalizado en Argentina, Causa de muerte: CARBONIZADO EN ACCIDENTE DE AVIACIÓN, ...
Como en Uruguay no se podía agregar al expediente la partida de defunción civil de Gardel, por cuanto en ella constaba su nacionalidad uruguaya - hecho que se aceptó en el trámite argentino consagrando inexplicable irregularidad - , Defino gestionó la certificación de la partida de defunción eclesiástica, expedida en Medellín el 25 de junio de 1935, número 1191, libro 49, folio 298, donde dice " (...) el cadáver de Carlos Gardel, adulto, soltero, oriundo de Argentina (...)"
Firmada por el padre Germán Montoya, tiene un explicable error al decir oriundo de Argentina, cuando de verdad era argentino naturalizado.
De todos modos, el documento no le servía a Defino, que debía presentar un Gardel francés.
Y allí surge el "milagro": En el trámite uruguayo aparece ahora un certificado de la partida de defunción eclesiástica que no coincide con los datos legales y que, con fecha 29 de febrero de 1936, sustituye el "oriundo" por "vecino de Argentina", con lo cual la nacionalidad quedaba libre y el trámite salvaba el infranqueable obstáculo.
Si adulterar los datos de un documento público configura o no un acto delictivo, es tema jurídico, más allá del juicio que merezca el profano.
Siguiendo con lo que ha sido una constante en la historia oficial, quien pone de relieve la oscura maniobra es nada menos que Adela Blasco de Defino, que sin darse cuenta del celoso ocultamiento que había hecho su esposo del certificado legal, lo publica en facsímil en su libro, dejando la trampa al descubierto.
Tiempo después, el investigador medellinense Luciano Londoño López, principalísimo referente gardeliano no sólo en su país, hizo un prolijo examen de la partida y sus certificaciones, confirmando totalmente las sospechas, con el aval de su indiscutida jerarquía..
Este fraude, denunciado por Erasmo Silva Cabrera en su libro "Alegato por la verdad", fue sistemáticamente ignorado y silenciado por los biógrafos gardelianos adictos al francesismo.
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FOTOGRAFÍAS DE CARLOS GARDEL CORRESPONDIENTES AL DÍA DE LA ESCRITURA
Carlos Gardel quiso inmortalizar el día en que comenzó a concretar el largo y acariciado sueño de "VOLVER" a vivir en su patria. Para ello convocó a su amigo Rafael Caruso, fotógrafo del diario "El Día". Después de la escrituración, en compañía de sus amigos Perico Bernat, Ricardo Bonapelch y Manuel Barca, llamado "El Rey de los empresarios" y promotor del debut de Carlos en Montevideo en el Teatro Royal en 1915, fueron hasta Punta Gorda a ver los lotes, dirigiéndose luego a la playa "La Mulata", donde Rafael captó al cantor entre otras, en una de sus expresiones más logradas, cuando ante el aire sereno de la tarde, se puso a cantar sobre las rocas con los brazos abiertos, en una pose que ha recorrido el mundo.
La misma tarde, en casa de Perico Bernat, Rafael realizó otra famosa fotografía en el momento justo en que Carlos le silbaba "La Cumparsita" a un mirlo charrúa encerrado en una jaula. Como quedaba poca luz, tuvo que reforzar el bicloruro de mercurio para mejorar la imagen.
VISTA ACTUAL DE LA CASA
ALGUNAS VISTAS INTERIORES
Carlos Gardel tenía intenciones de radicarse definitivamente en Montevideo con Berta Gardes, su madre adoptiva cuando estuviera terminada su casa de la calle Pablo Podestá 1421.