INVESTIGADORES, GARDELIANOS Y TANGÓFILOS - Carta de Don Luciano Londoño López a Juan Carlos Esteban

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27 de Junio de 2011

CUALIDADES DE UN INVESTIGADOR

Toda investigación lleva el sello del investigador, en el cual el investigador refleja su pensamiento, su manera de concebir al mundo, su forma de abordar situaciones de la vida.

Son indispensables un espíritu de crítica riguroso, tener sentido de la responsabilidad, horror a lo sensacional y a los éxitos ficticios, devoción fiel a la verdad y firme espíritu de justicia.

Es inconcebible en cambio que quien se dice investigador acometa la tarea con la investidura de un juez, confundiendo paradigmas con metodología, técnicas, o con variables de estudio.

Que el investigador asuma posturas dogmáticas y se cierre al conocimiento considerándose poseedor de las verdades absolutas y finalizando la búsqueda indica más bien una actitud de ignorancia. (*)

Lamentablemente, esto es lo que generalmente vemos en los defensores del fraude del Gardel francés.

Reproduzco una carta del investigador Sr. Luciano Londoño López en la que aparecen recomendaciones útiles a todo aprendiz de investigador:

- CARTA DE LUCIANO LONDOÑO LÓPEZ, UN INVESTIGADOR EJEMPLAR, AL CIUDADANO JUAN CARLOS ESTEBAN-

Medellín, 31 de marzo de 2003

JUAN CARLOS ESTEBAN

Buenos Aires-Argentina

Respetado amigo:

Recibí y le agradezco su nota de febrero 17/2003 y los materiales que me anexó.

Y en agradecimiento a la gentileza suya de enviarme, el año pasado, su libro "CARLOS GARDEL- Encuadre histórico", le expongo:

A todo aquel que toque este tema le caen rayos y centellas. Yo mismo he sufrido la censura, por no escribir del Gardel que en Buenos Aires quieren que se escriba. Y todo porque en Argentina, sobre este aspecto, no se pueden decir en voz alta cosas que mucha gente piensa, sabe y solamente está dispuesto a expresar sotto voce.

Siempre Nelson Bayardo recibió reacciones con respuestas agresivas que no aludían a lo que él dijo, por no contradecirlo puntualmente, o han tergiversado sus palabras recurriendo a lo que se denomina comúnmente golpes bajos.

En los ataques proferidos contra Bayardo, en ninguno pudieron sus contrincantes contradecir la esencia y veracidad de sus planteamientos. Cada uno se salió por la tangente, alejándose de los temas que Bayardo trata con precisión, muy enardecidos de que hubiera alguien que se atreviera a meterse con un tema que se prefiere continúe vedado.

NELSON BAYARDO:

El triste hecho de que don Nelson Bayardo haya desaparecido, no significa que no se puedan dar opiniones, elogiosas o no, sobre su obra. Sino se pudiera opinar sobre lo que ya está bajo tierra, no existirían ni la historia grande ni la menuda. El fallecimiento de don Nelson Bayardo me fue informado, en la misma fecha de su deceso, desde Montevideo. Lo lamenté mucho, porque sostuve con él una amistad de largos años, para mi inolvidable.

Soy testigo de primera mano del respeto que sentía don Nelson Bayardo por quienes sostenían la tesis francesista, pues él dedicó 35 años de su vida a conocer y amar la investigación relacionada con el origen de Carlos Gardel, y a transmitir con generosidad, a veces excesiva, este conocimiento y este amor a gentes de toda procedencia por medio de sus libros, sus charlas, su participación en programas radiales y de televisión y sus notas en periódicos y revistas.

En verdad que mucha gente lo llamaba maestro, no porque él medrara para que así lo calificaran, sino porque sus conocimientos sobre Arquitectura y sobre tango, y por encima de todo su calidad humana, inspiraban a muchos a evocarlo de esta manera. Don Nelson Bayardo fue todo un señor. Como es apenas obvio, por haber fallecido ya, no puede defenderse de quienes lo atacan a él o a su obra.

ARGENTINA Y COLOMBIA:

No deseo que Argentina se parezca a Colombia ni tampoco que Colombia llegue a parecerse a la Argentina actual. Aunque Argentina posee una ventaja sobre Colombia: no tiene nuestros problemas de orden público.

SU LIBRO Y SUS ARTICULOS:

Séneca nos pide mesura, Gracián nos aconseja que seamos breves, Alfonso X El Sabio aseguraba que el mucho hablar hace envilecer las palabras y Cervantes asegura que no hay razonamiento que aunque sea bueno, siendo largo lo parezca. Por ello los únicos comentarios-recomendaciones que tengo sobre sus obras son:

A. Bienvenido el análisis del ADN mitocondrial o cualquier otro a los restos de La Chacarita.

B. Los artículos, por lo comprimidos (lo más seguro a instancias del periódico), se vuelven incomprensibles para la mayoría de la gente. Conviene ampliarlos, con citas entrecruzadas.

C. El libro debe seguir los mismo pasos para la elaboración de un ensayo: 1) Necesita fineza de escritura que lo haga altamente literario. 2) Debe ser una reflexión que se mueva más en los juicios y en el poder de los argumentos, en el que se sustenten las ideas. 3) Los buenos ensayos se encadenas, se engarzan de manera coherente, no es poniendo una idea tras otra, no es sumando ideas, es tejiéndolas de manera organizada, jerarquizándolas, sopesándolas, por lo que se requiere un plan, un esbozo, un mapa guía para su elaboración. 4) El ensayo requiere de conectores de relación, de consecuencia, de causalidad, con un excelente manejo de los signos de puntuación. 5) Debe escogerse entre los dos grandes tipos de ensayo: línea Montaigne o línea Bacon. 6) Debe tenerse en cuenta además: Cuál es la idea o ideas base que articulan el texto, con qué fuentes o en qué autores se sustenta el argumento, a partir de qué o quiénes, con qué material de contexto se cuenta, cuáles son nuestros puntos de referencia, qué se va a decir en el primer párrafo, qué en el segundo, qué en el último, debe recordarse que la forma de ensayo es fundamental y que antes del ensayo hay que elaborar un esbozo de composición, qué tipo de ilación es la que se propone (de consecuencia, de contraste, de relación múltiple), el ensayo debe tener un momento de cierre (de síntesis), desde el cual puedan abrirse nuevas ventanas, otras escrituras, el último párrafo es una invitación a un nuevo ensayo, el ensayo no debe ser tan corto que parezca una meditación, ni tan largo que se asemeje a un tratado. La esencia del ensayo radica en su capacidad para juzgar, los ensayistas de oficio saben que las verdades son provisionales, que toda doctrina contiene también su contrario, que todo sistema alberga una fisura, y el ensayo, que es siempre una búsqueda, no hace otra cosa que hurgar o remover en estas grietas de las estructuras.

D. Su libro debe explicar ampliamente el origen del cantor y las irregularidades de las sucesiones, incluidos los certificados falsos llevados desde Medellín.

E. No debe olvidar que está exponiendo la tesis clásica, por lo que los planteamientos deben hacerse con el método inductivo. Se ve extraño que la tesis clásica se exponga, sin fundamentarla en sus "pruebas", y más bien haciendo hincapié en tratar de contradecir tesis que no son tenidas como ortodoxas.

F. Deben evitarse palabras que puedan resultar ofensivas, las cuales rebajan el nivel de la discusión.

G. Debe tratar de que sus planteamientos tengan la máxima seriedad y rigor y, por lo tanto, deben ser diferentes (al hablar del origen del Gardel) a las ingenuidades de Héctor Ernié, Bruno Cespi, Angel Olivieri, Rodolfo Omar Zatti, Luis Masseroni, Tito Li Causi, Augusto Fernández, Héctor Huet, Elena Irene Gardes, Hamlet Peluso, Eduardo Visconti y Fernando Barraza. Se hace necesario que gente como Simon Collier le ponga a la investigación sobre el origen de Gardel el mismo rigor que puso en su libro sobre Piazzolla.

Como usted es sabedor, los libros de Bayardo no entran (o mejor nadie los quiere vender y/o distribuir en Argentina). Por ello, si usted se empeña en no hacer una obra sobre la tesis clásica del origen de Gardel sino en controvertir a Bayardo (y por ahí derecho a Payssé-González y a Ostuni), debe hacerlo sin lecturas rápidas, punto por punto, sin salteados, sin supresiones, sin fragmentaciones y sin modificar al antojo lo dicho por ellos. Aunque, claro está, resultaría un libro de gran paginaje. De todas maneras, independientemente de la línea de desarrollo de la obra que usted decida, debe ceñirse a la mayor honradez intelectual, a su prestigio y, como usted me lo dijo por teléfono, siguiendo a Aristóteles, a Descartes y a Pascal.

No vale la pena ampliar este comentario, por no arriesgar seguir midiéndome con quienes tantas diferencias, sobre todo en lo cultural, nos separan. Hace rato estoy encomendado a Santa Rita de Casia, abogada de los imposibles, para defenderme de las diatribas de aquellos que de manera afectiva, incontenible, irreflexiva y falta de argumentos esenciales y profundos, escriben defendiendo la tesis francesista, y que al tratar de leerlos nos obligan a cerrar sus páginas con un bostezo.

PARTIDA ECLESIÁSTICA DE DEFUNCIÓN DE GARDEL:

En la obra “Libro de los treinta años”, la Academia Porteña del Lunfardo (Buenos Aires - Argentina) publicó en 1993 una nota nuestra titulada “Certificados de defunción de Carlos Gardel”, en la cual se explica el por qué existen en Medellín dos certificados de defunción, el eclesiástico de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria y el estadístico de la Oficina de Catastro y Estadística del Municipio de Medellín. Se cita en esa nota los textos originales de los certificados y se recalca que el contenido de las variantes de ellos, que aparecieron en Argentina y Uruguay para iniciar los procesos de sucesión, son falsos, irregulares o diferentes, puesto que en ellos se modificó la información original.

Le anexo fotocopia de un segundo artículo que escribí sobre este tema. 

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Espero que estas humildes reflexiones le aporten algo, porque de verdad que me siento aburrido por tanto debate inútil. Por ello prefiero apagar las luces y continuar con mis ocupaciones cotidianas.

Le envío un fuerte abrazo,

Luciano LONDOÑO-LOPEZ

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"La carta de Luciano Londoño es un lujo de erudición y educación..., los comentarios sobre mi padre, Nelson Bayardo, no por ciertos no dejan  de emocionarme y tener que agradecérselos una vez más. Pienso que el tema de los modos de  desentrañar la verdad del origen de Gardel se encuentra, de algún modo, en el poema SILENCIOS, de Ricardo Ostuni, el cual está dedicado a Luciano Londoño.

SUSANA BAYARDO"

SILENCIOS

… y yo me até –silencio con silencio-

en nudo de papel y de palabras,

libro y labios cerrados, en clausura

-la escritura y la voz abandonadas-

      Sé que soy nada más que la certeza

de aquello que ya fui, sin la esperanza

de serlo alguna vez

                               la certidumbre

de ser tiempo que huye

memoria que cabalga.

    ¿Qué más he de decir?

                                  Ya dije todo,

Insisto en el silencio de las lágrimas

    hay voces que se ocultan en el ruido

    hay otras que se van por la distancia

    hay tardes pasajeras del otoño

    que nos traen la voz de la hojarasca

    y noches desganadas del estío

    que son de pesadilla para el alma.

¿Qué más he de decir?

                                  Cerré los versos,

Clausuré de las rimas, las ventanas,

sólo filtra la luz de la penumbra

de una vaga vigilia por el alba.

       Rueda el último minuto de la calle

con un dolor antiguo a las espaldas

y es hora de callar.

                            Pero hay silencios

que tan sólo se dicen con palabras.

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"Excelente el recuerdo que trae Luciano Londoño de don Nelson Bayardo (QEPD). Y didáctico el contenido de esta carta dirigida al señor Juan Carlos Esteban. Ella es una muestra de altura, buen decir, civilización y tolerancia, que es precisamente lo que hace falta en estos tiempos de INTOLERANCIA CONCEPTUAL, por parte de desadaptados, que saltan a la palestra solo a agraviar."

ORLANDO MONTENEGRO ROLÓN

Director de la revista MELÓMANOS DOCUMENTOS, Cali-COLOMBIA

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A la muy buena carta de Luciano Londoño al señor Esteban se le da la importancia que se merece, en el sitio EL URUGUAYO CARLOS GARDEL

EDUARDO ARISTIZÁBAL PELAEZ

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Gracias al blog EL URUGUAYO CARLOS GARDEL por publicar esta extraordinaria carta de Luciano Londoño.

CÉSAR RESTREPO

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La carta de Luciano Londoño es una lección extraordinaria de lo que debe ser un ensayo y/o un libro de investigación.

GLORIA FRANCESCHI

Periodista Ponce-Puerto Rico

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Considero de gran erudición la carta de Luciano Londoño a Juan Carlos Esteban y a la vez considero la misma como de gran afecto, pues defiende la obra de mi gran amigo el Arquitecto Nelson Bayardo, con quien compartí las actividades gardelianas, cuatro años en Montevideo.

JUAN MORENO GÓMEZ

Caracas- Venezuela

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Considero que entre todo lo que ha escrito Luciano Londoño, y que yo conozca, esta carta al señor Esteban es de lejos su mejor texto, por el buen lenguaje empleado, el contenido, el rigor lógico y la eficiencia de la argumentación.

Eso  es lo que reclaman estos personajes, pero que ellos no aplican  porque inclusive no conocen la teoría en forma.  Guardaré para mí y para mis alumnos este buen texto.

De nuevo felicitaciones para Luciano.

JAVIER TAMAYO JARAMILLO

Medellín-Colombia

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