Respetemos el Derecho a la Identidad de Carlos Gardel
La letra fue publicada en el Diario “El Debate” el domingo 30 de Junio de 1935.
Nota extraída de la revista Noticias y Deportes – Sidney – Australia
Jueves 11 de Junio de 2009 - Dr. Nelson Sica Dell’Isola
En “El Nuevo Diario” de Managua, del viernes 30 de junio de 2000, con el título de “La muerte de Carlos Gardel”, hay una nota de Gilberto Bergman Padilla, Presidente del Club Gardeliano de Nicaragua.
Con motivo de cumplirse 65 años del accidente, después de recordar los detalles de la
tragedia, titulada “Del tránsito a la inmortalidad de Carlos Gardel”, nos dice:
“En la ciudad de Montevideo, nace la primera canción en memoria de Gardel y en este 65 Aniversario de la desaparición del Zorzal Criollo recordamos ese episodio.
Fue en la Plaza Cagancha, donde estaba radio Águila, donde nació la primera canción en memoria de Gardel que se conoció en el Mundo.
Agonizaba la tarde de aquel lunes 24 de junio de 1935 y ya estaban apagándose también los últimos comentarios de jornada de la víspera. Radio Águila estaba por cerrar el turno del Speaker en CX28.
De repente, sonó la campanilla:
-¿Quién habla?
-No importa quien habla, importa que usted le diga a la gente que murió Gardel Dígalo ya!
Colgaron. ¡Gardel!... Cómo podía morir Carlitos Gardel?!!! obviamente, nada dijimos hasta la terminante confirmación.
Sí, era una triste verdad. En la Radio Águila se vivía un estado emocional especialísimo, tres hombres que habían tratado a Gardel, Juan Carlos Patrón, Edmundo Bianchi y Pintín Castellanos coincidieron en el propósito de componer una canción de homenaje a Carlitos: Para estrenarla antes de que llegara la media noche.
Solamente ese impacto, con una inspiración estimulada por la admiración y el cariño amistoso hacia el intérprete, pudo más que la depresión sentimental causada por la tragedia.
El Maestro “Perico” Bernat –representante de Gardel en el Uruguay- tenía en su casa un pájaro a quien Carlitos le enseñaba a silbar “La Cumparsita”.
"EL PÁJARO MUERTO"
(A la memoria de CARLOS GARDEL, muerto para el mundo; eternamente vivo para los arrabales del Río de la Plata)
Como pájaro ebrio de horizontes azules
te alejaste soñando sin dejar de cantar...
La flecha del destino atravesó tu vida!
Golondrina querida, ya no retornarás...
en vano las serenas noches de plenilunio
aguardaron las novias que empiece tu canción...!
Al comenzar el alba su cosecha de estrellas
con lágrimas calladas cerrarán su balcón...
Eternamente abierta esperará el regreso
la pupila amarilla de un farol de arrabal
Y el árbol de la Pampa soñará con el nido del
pájaro viajero que ya nunca tendrá...
Cuando las tardecitas se deshojen serenas
no brillará la estrella de tu divina voz....
Y cuando todos duerman, la guitarra colgada
llorará la tristeza de no tener cantor.
Recitado
Como el ave divina de la dulce leyenda
tu imagen, del ensueño siempre vestía el tul:
eras el ave errante que buscan los poetas
para inspirar sus versos en su plumaje azul
Y cual de ave, tu vida toda entera era un canto.
Era un canto tu alma, altar de la amistad
Era un canto armonioso tu varonil sonrisa.
Esa sonrisa tuya que nadie olvidará.
Bella misión la tuya, tu cantinela errante
hizo llorar de dicha, de dolor conmover.
Supo exaltar la vida, mover los corazones
y en las almas las plantas del amor florecer.
Tu destino de ave, es un canto y un vuelo
y fue quizá por eso, que en tu ascenso triunfal
como pájaro herido cuando ya toca el cielo
caíste para siempre, para ser inmortal”.