Respondo a la nota de la Sra Ana Turón, titulada “LOS PRIMEROS DOCUMENTOS DE GARDEL",  que me hiciera llegar la Academia Virtual del Lunfardo y el Tango, creada por iniciativa de la escritora y diplomática argentina Georgina Bortolotto y el Sr. César José Tamborini Duca (pampeano radicado en León, España), con el objetivo de promover actividades tendientes al estudio y difusión del quehacer de nuestra cultura ciudadana.

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 FANTASÍAS Y OMISIONES EN UNA NOTA DE LA SRA. ANA TURÓN

La Sra Turón considera que los documentos pertenecientes a Charles Romuald Gardes corresponden al cantor Carlos Gardel, quien en 1920, enterado de las recientes normativas uruguayas para regularizar estados de indocumentación para uruguayos en el extranjero, se presentó ante el Consulado Uruguayo de Buenos Aires, para solicitar su Registro de Nacionalidad, al amparo de las leyes consulares de 1906 y del decreto reglamentario de 1917, pudiendo acceder, a partir de ese momento, a documentos legales de identidad y de viaje.

Declaró ser nacido en Tacuarembó (Uruguay), en el año 1887 y ser hijo de Carlos, de nacionalidad uruguaya, fallecido, y María, de la misma nacionalidad, también fallecida.

Su inscripción quedó definitivamnte asentada en el Libro de Registro de Nacionalidad uruguaya del Consulado General de la República Oriental del Uruguay en la Argentina, página 902, No 10.052.

La Sra Turón parece desconocer que sobre la identidad biológica del cantor Carlos Gardel existe una polémica no resuelta. Su evidente negación a aceptar puntos de vista diferentes a los suyos, en mi opinión, hace que sus apreciaciones no superen el carácter de “fantasías” muy bien presentadas.

1° Punto - Registros del hospital, partidas de nacimiento y reconocimiento de Charles Romuald Gardes

Al ser consultado el Sr. Georges Galopa, investigador gardeliano y vicepresidente de la Association Carlos Gardel de Toulouse, sobre la razón que impide que la mención de fallecimiento de Carlos Gardel sea anotada en el margen del acta de nacimiento de Charles Romuald Gardes, dio una muy clara respuesta que resumo:

“En Francia la obligación de poner en margen de una acta de nacimiento la mención del fallecimiento fue instaurada 10 años después de la muerte de Carlitos , por la ordenanza N°45-509 del 29 de Marzo de 1945 que dice: "Il sera fait mention du décès en marge de l'acte de naissance de la personne décédée"--- Traducción: "Será hecha la mención del fallecimiento en el margen del acta de nacimiento de la persona fallecida"."

“Antes de esta fecha las menciones no se hacían automáticamente por los oficiales del registro civil, sino según pedido expreso de la familia”.

En marzo de 1945, la segunda guerra mundial no había acabado, pero el territorio francès había sido liberado. En la espera de elecciones para las cámaras de diputados y senadores, el gobierno provisorio promulgaba ordenanzas. La ordenanza del 29 de Marzo de 1945 fue instituida para impedir fraudes de usurpación de identidad consecutivas a la desaparición de mucha gente en dicho conflicto.”

… “en 1935, Carlos Gardel tenía la nacionalidad Argentina y no la nacionalidad Francesa. Entonces, la mención de su fallecimiento no pudo y nunca podrá, a no ser que cambien los textos actuales, ser de la competencia de un consulado francés”. 

… “Un particular no puede modificar el registro civil. Es una persona calificada o un ayudante que tenga delegado este poder quien puede registrar una mención de fallecimiento”.

… “Esto es la ley, y se comprende muy bien porque con un documento que puede ser falso se podría engañar a la gente. Por ejemplo pretender que alguien ha muerto para heredar.

Nuestra asociación tendría el derecho de oponerse a esta mención, enseñando nuestros documentos. El oficio del registro civil haría el mismo procedimiento para averiguar lo que pretendemos, y si producimos falsos documentos podemos ser condenados por "outrage à magistrat dans l'exercice de ses fonctions" (ofensa a un magistrado en el desempeño de sus funciones), y claro, eso vale para todas las falsas declaraciones.”

CONCLUSION:

Todos esos registros del hospital presentados por la Sra Ana Turón como los primeros pertenecientes a Carlos Gardel adolecen de  firmas y/o huellas dactilares que confirmen tal aseveración.

Para Francia, la existencia de un acta de nacimiento de un hijo de Berta Gardes llamado Charles Romuald Gardes NO CONSTITUYE PRUEBA de que se tratara del cantor Carlos Gardel, argentino naturalizado, nacido en Tacuarembó, Uruguay, fallecido en Medellín el 25 de junio de 1935, según los únicos documentos oficiales que el cantor usó en vida.

Su defunción no puede ni podrá ser anotada NUNCA en el acta de nacimiento de Charles Romuald Gardes, a menos que se obtengan PRUEBAS CONCRETAS (ADN) de que ambos fueron una misma persona, análisis que la Sra Turón no apoya.

Omite mencionar que en la única documentación legal tramitada por el cantor a partir de 1920 utilizó otro nombre, confesó otro año y lugar de nacimiento y afirmó que sus padres habían fallecido. 

Innumerables documentos y prontuarios apuntan a que hasta entonces fue un indocumentado que por falta de una identidad propia usurpó, en 1902, la de Carlos Escayola, hijo legítimo del Coronel del mismo nombre y su esposa Blanca Oliva; en 1904 la de Carlos Gardes, hijo natural de Berta Gardes y en otras oportunidades dijo apellidarse Gorders, Garderes o similares. 

Su identidad jurídica sigue siendo la de Carlos Gardel, argentino naturalizado, nacido en Tacuarembó, Uruguay, porque su documentación oficial nunca fue presentada en la testamentaria ni anulada y nadie puede cambiar su identidad a través de un testamento. 

2° Punto - Llegada a Buenos Aires, 1893

La supuesta “certificación” emitida por la Dirección Nacional de Migraciones (que) da fe que el 11 de marzo de 1893, a bordo del vapor Don Pedro (Charles Gardes) arribó a Buenos Aires procedente de Bordeaux", hecha en una hojita de papel común sin membretar, que publica Ana Turón sobre el arribo a Buenos Aires del niño Charles Gardes, solo, ya que su madre no figura en él, también ofrece una dudosa legalidad y ninguna prueba de que tuviera relación con el cantor Carlos Gardel.

Avlis, en 1967, fue el primero en informar sobre el registro en el que figuraban llegados a Buenos Aires Berta Gardes y su hijo en fecha 9 de marzo de 1893, (Carlos Gardel, el gran desconocido, pág. 123), fecha que Georges Galopa y los diarios de la época consignan como de llegada del vapor Dom Pedro a Montevideo. Miguel Ángel Morena consigna la misma fecha en su edición de 1976.

Hector Ernié, bajo el título "El mito llegó desde Bordeaux" la publicó en Clarín del 26 de junio de 1980. Pero diez años después, en "CARLOS GARDEL - Edición Especial" - Año I - Julio 1990, Ernié se contradice a sí mismo al volver a la fecha que viera AVLIS en 1967: 9 de marzo de 1893, día en que el Dom Pedro llegó a Montevideo.

El 7 de setiembre de 2004, el Sr. Jean LE POTTIER, Director de los Archivos Departamentales de Haute Garonne, le informa al Sr. Georges Galopa que los archivos están incompletos y sólo existen conservadas solicitudes de visa y pasaportes para América-del Sur de los años 1888 – 1889 (no los siguientes)y que recién existe un expediente de franceses repatriados de Argentina en 1901.(faltan los registros de 1890, 1891, 1892, 1893, 1894, 1895, 1896, 1897, 1898, 1899 y 1900.)

Especifica que no hay ninguna solicitud concerniente a Berthe Gardes.

Presenta un amplio informe sobre las fechas en que el vapor Dom Pedro tocó diferentes puertos en su trayectoria desde el puerto de Pauillac a Buenos Aires. (Carlos Gardel, sus antecedentes franceses, pág. 107), pero afirma que las constancias existentes en Francia dicen que el arribo del vapor a Buenos Aires fue el día 12 de marzo de 1893, en coincidencia con los diarios de la época.

Todo indica que Berta y su hijo llegaron efectivamente en ese barco pero al no existir ya ese registro no podemos saber el día exacto de llegada, si Berta descendió en Buenos Aires o en Montevideo, ni si llegó a Buenos Aires desde ese país, el 23 de marzo de 1893, tal como ella misma afirmara con tanta convicción a LA CANCIÓN MODERNA en 1936.

El 16 de noviembre de 2008, el diario CLARÍN, de Buenos Aires, confirma que no existen en C.E.M.L.A. registros de entrada de Berta Gardes y su hijo en 1893, en nota titulada:

“Los expedientes perdidos del Archivo de losInmigrantes - No hay rastros del arribo de nazis ni de Gardel. El estado deconservación de los documentos de la inmigración es penoso”.


3° Punto - Certificados escolares

La única fotografía escolar conocida de Carlitos Gardel fue tomada en Montevideo antes del arribo de Berta Gardes y su hijo Charles Romuald a Buenos Aires. 

Ambas reconocen su legitimidad, pero se niegan a aceptar el hecho definitivamente probado de que Carlitos Gardel fue fotografiado con sus compañeritos de primer grado en la  Escuela de Varones de Segundo Grado N° 27, de la calle Durazno 337( numeración antigua), Barrio Palermo, Montevideo, aduciendo que "la foto es un recorte interesante de la escolaridad, pero no tiene el valor documental de un certificado", cuando DE ESA ESCUELA QUE APARECE EN LA FOTOGRAFÍA, ellas tampoco tienen certificados, ni maestros, ni compañeros, ni testimonios, ni ciudad, ni antecedentes, ni escuela cuyas características edilicias se le parezcan.


La Sra Ana Turón presume que la investigadora Guadalupe Aballe, en su libro "Algo más sobre Gardel", da “a conocer información hasta entonces ignorada” sobre la escolaridad del cantor Carlos Gardel. 

El título es engañoso porque en realidad no se trata de la escolaridad del Cantor Carlos Gardel, sino de un excelente y exhaustivo análisis de la trayectoria escolar del hijo francés de Berta Gardes,  realizado por Guada Aballe, que nos permitió probar de manera irrebatible, que la única fotografía escolar conocida de Carlos Gardel niño, no corresponde a ninguna de las escuelas a las que asistió el niño tolosano en Buenos Aires sino a una escuelita montevideana.

Los defensores de la biografía francesa de Gardel no han podido rebatir el hecho evidente de que esta fotografía entregada por Berta Gardes a LA CANCIÓN MODERNA en 1936, fue tomada en Montevideo. La negación irracional es el único argumento que utilizan para tratar de minimizar su indudable trascendencia como prueba de la existencia de dos niños diferentes ligados a Berta Gardes y  de una suplantación del uno por el otro, pergeñada por Armando Defino para quedarse con la herencia del cantor.

La Sra Turón parece desconocer también, que no acreditan identidad certificados escolares emitidos en una época en la que, para inscribir a un alumno, no hacían falta documentos, bastaba con la palabra de quien lo inscribía.

Ante la contundencia de las pruebas que determinan que esa fotografía no correspondió a la escuela Superior de Niñas de Talcahuano 678, Buenos Aires, y la imposibilidad de justificar la existencia de un documento fotográfico que evidencia la falsedad de la mal llamada “biografía oficial", la misma, que siempre estuvo expuesta en el Museo Casa de Gardel con información falsa adosada en español y en inglés, fue eliminada de la biografía gardeliana alli expuesta , sin que ninguno de los investigadores que sostienen el francesismo de Gardel lo haya objetado.

4° punto- Ficha Policial, 1904

La ficha de detención de 1904, cuyas huellas dactilares confirman que se trata del cantor Carlos Gardel, contiene otras varias informaciones que colisionan con las correspondientes al niño francés:

Dice llamarse Carlos Gardez, ser francés nacido en Tolosa, menor de edad y vivir en la calle Uruguay 162, Buenos Aires, desde “hace 13 años y 6 meses.” (Es decir, desde 1891. Sabemos que Charles Romuald llegó a esta ciudad en 1893).

Se

 dice “tipógrafo”, afirmación fidedigna, ya que, según declaración hecha por él mismo a “El Diario” de Montevideo del 29 de Septiembre de 1933, había parado letras en "El Heraldo" de Buenos Aires, periódico que se imprimió en la imprenta de Cúneo, Viamonte 545 entre julio de 1904 y marzo de 1905, justamente dentro de la fecha en que Carlos Gardel fue detenido en Florencio Varela: del 12 al 17 de septiembre de 1904.

Esta información fue confirmada además por Esteban Capot, quien declaró que

Carlos y él habían trabajado juntos en la imprenta llamada “Bon Marché” de Cúneo, situada en Florida y Córdoba, manzana correspondiente a las actuales Galerías Pacífico, comprendidas entre las calles Florida, Córdoba, San Martín y Viamonte.

Charles Romuald Gardes, en ese momento, no era tipógrafo, sino alumno pupilo ejemplar del Colegio San Estanislao, habiendo finalizado el año con 10 puntos en todas las materias, según puede apreciarse en el certificado de ese colegio publicado por la Sra Turón, quien no parece notar la incompatibilidad entre la ejemplaridad de un alumno con las mejores calificaciones obtenibles en un colegio religioso, con la de un “menor fugado de su hogar”, detenido en Florencio Varela.

Carlos es “entregado a su padre”. (Todos sabemos que Carlos no tenía padre conocido).

Figura como “imberbe” a pesar de estar acercándose a los 20 años porque Carlos Gardel era casi lampiño. (R. O. Zatti, “Gardel en el Abasto”, pág. 297). El oficial aclara que la edad, 14 años, es “aparente”. Significa que no acreditó su edad con ningún documento. (Charles Romuald Gardes tenía 13 años en ese momento).

El prontuario suma un elemento preciso más:

Un FEITE detrás de la oreja (cicatriz al parecer parotídea der.), que difícilmente hubiera podido corresponder a un niño de 13 años que llevaba tres educándose en colegios de curas.

5° Punto - Contrato con José Tagini, 1912 

Es cierto que “En este contrato nuestro cantor firma por primera vez el apellido "Gardel" (con ele), que lo distinguirá por el resto de su vida”, pero no veo argumentos que determinen que este documento unifique al francesito con el Morocho del Abasto. 

La imagen fue tomada del libro "Gardel en 1912" de Héctor Ángel Benedetti (Editions de la Rue du Canon d'Arcole, 2005), quien en “Apostillas al Gardel de 1912 - una descripción reseñada de sus primeras grabaciones”, se refiere al contrato Tagini: 

… “En medio de esta prosperidad fue incorporado Gardel. Ha sobrevivido el acuerdo de grabación entre la empresa y el cantor, celebrado en Buenos Aires el 2 de abril de 1912. Fue hallado por el historiador Héctor Ernié en los años ochenta, quien ante la sorpresa de sus pares exhibió las fojas insospechadas durante siete décadas.

La autenticidad de este documento ha sido discutida, siempre puertas adentro, desde el momento mismo en que se hiciera público.

La objeción principal apunta al propio papel sellado del contrato, acusado de no ser de la época por estar timbrado con un valor muy superior al que se estilaba entonces: de hecho, era costumbre utilizar hojas de coste mínimo, completándose con estampillas el importe que correspondía según el monto del convenio. Fuera de esto, que por sí no constituye un argumento definitivo, no habría causas graves para impugnarlo; sin embargo, es justo aclarar que cualquier crítica seria a este expediente debería basarse en su observación directa, pero se desconoce su paradero actual.”

6° Punto - Solicitud de Paradero, 1913 

Me sorprende que la Sra Ana Turón haya publicado tres fojas sobre el pedido de paradero de Berta Gardes, pero haya omitido la nota adosada a la foja N° 6, fechada un día después, que constituye evidencia de que hallaron antecedentes del cantor con la especificación de que en prontuarios del año 1907, mucho antes de la guerra de 1914, había dicho llamarse  CARLOS GARDERES y ser oriental nacido en 1887:

“Carlos Gardes, francés, de 22 años (según los dichos de Berta Gardes) no figura con captura recomendada existiendo con el nombre de GARDERES el prontuario prontuario: a15861 C.A."

Esta información ya había sido adelantada en la revista "Todo es Historia", número 329 de diciembre de 1994, página 91, por el historiador Gerardo Bra: «Hemos visto en diarios de la época sentencias de tal carácter por robos reiterados; en consecuencia, se le debe prestar atención a un tal CARLOS GARDERES (prontuario de identificación N° 15.861, expediente 55.233) que algunos relacionan con el famoso cantor.»

Dato clave que el Sr Juan Carlos Esteban confirmó al publicar la foja 6 de la solicitud de paradero de su hijo de la Sra Berta Gardes, en la que pudimos apreciar el contenido de la mencionada nota anexa.


El número de identificación, a15.861, correspondiente a Carlos GARDERES que vemos en la imagen superior, según lo recogido por varios cronistas, corresponde a la persona encarcelada en Ushuaia. 

Y hay algo más: 

Observando la portada del expediente de 1913 –publicada por el Sr.  Enrique Espina Rawson, presidente del Centro de Estudios Gardelianos (http://mundogardeliano.blogspot.com.ar/p/estas-son-las-imagenes-deldocumento.html), vemos que en el margen inferior izquierdo hay un número "tapado" con un pequeño rectángulo. 

Al ampliarlo se logra ver que se trata del expediente 55.233.

Es decir que el prontuariado en Ushuaia y Carlos Gardel tienen el mismo número de identificación: a15.861, expediente 55.233

En coincidencia con lo expuesto en este prontuario, Erasmo Silva Cabrera publica en su libro “Carlos Gardel, el gran desconocido”, págs. 162 y 163, facsímiles de legajos existentes en Montevideo y analiza la solicitud de paradero hecha por Berta Gardes en 1913:

“La primera observación que surge de la denuncia, es que no se hubiese radicado en la comisaría de la zona domiciliaria y que, en cambio, se hiciera en el Departamento de Policía Federal, que es, sugestivamente, para el caso, donde se identifica a los ciudadanos y se expiden las cédulas de identidad.”

“Debajo de la gestión de Berta Gardes, el expediente dice:

“Tiene también prontuarios anteriores como CARLOS GARDERES. Y es con este apellido que aparece Carlitos en abril de 1907 en Montevideo, por un hecho en la zona del “Bajo”, ocurrido en noviembre de 1906, en cuyos primeros autos figura tan sólo como “Un tal Carlos” o “Un tal Carlitos”, pues ningún testigo le conoce identidad”.

“Y como “Un tal Carlitos" se vio envuelto en el barrio Sur de Montevideo con otros amigos y compañeros ocasionales, en un lío que la severidad de los jueces de la época castigó para todos con algunas semanas "entre rejas", preventivamente. Y él también estuvo once días "con la rayada". El fiscal argüía que esa gente joven, que estaba en "francachella", no tenía antecedentes. Pero el Dr. Alfredo Furriol no quiso saber de atenuantes y los mandó a la cárcel de Miguelete a todos.

El expediente está radicado, como el de Traverso en el Juzgado del Crimen N° 5 de Mdeo.

Nadie sabía cómo se apellidaba el involucrado "Carlitos" y judicial y policialmente fue llamado así en primera instancia en múltiples fojas. Dentro de aquellos legajos, aparece después como "Gorder" (se acerca al "Gardes" de su madre adoptiva). Luego Gardene, Gardenes, Gardere, Gardares, Garders, Gorders y otros afines. Hasta que, por último, el juez, el actuario (o por si mismo) se llamó "GARDERES". Quien además, dijo ser “Oriental, de 20 años de edad (en 1907) soltero, empleado de la empresa La Comercial y domiciliado en Recinto 185”.

Berta Gardes no lo identifica por los dos nombres – Carlos Romualdo- como correspondería, sino únicamente por el primero.

Además, es evidente que no le fue solicitado documento alguno porque dice llamarse Berta Camares, viuda de Gardes, seguramente para esconder su condición de madre soltera.

A pesar de que Carlos, en 1913, ya era reconocido como un profesional del canto desde hacía dos o tres años, Berta no menciona su “nombre artístico”.

Como confirman todos los investigadores, Gardel había dejado de usar el apellido Gardes, 2 años antes de la guerra de 1914, supuestamente para lograr “una mayor eufonía en su apellido al substituir la “s” final por la “l”.

 

Héctor Ángel Benedetti informa en “Apostillas al Gardel de 1912”, que ese año realiza sus primeras grabaciones:

... “A sus virtudes, o quizá a la mera fama de sus virtudes, débese el hecho que Gardel fuera convocado en aquel año para realizar grabaciones en discos, las primeras de su carrera.” 

Y hablando de la casa Tagini , donde Gardel grabó a comienzos de 1913 dice que a partir de 1911:  ... “El sello tendrá un nuevo y certero impulso con la contratación de los grandes artistas del momento, sumado a la inclinación del público por el tango y la música criolla”...  

Y agrega: “En medio de esta prosperidad fue incorporado Gardel” 

 

Es decir que Carlos Gardel, en el año 1913, ya era reconocido como un profesional del canto. 

El 2 de abril de 1912 Gardel había firmado contrato con José Tagini, representante en Buenos Aires del sello Columbia Gramophone Co. para realizar 15 grabaciones, de las que se publicaron 14 en 7 discos de doble faz. El anuncio ofreciendo los primeros cuatro discos grabados por Carlos Gardel lo publica la casa Tagini en la revista Fray Mocho el 28 de marzo de 1913. A pesar de que se desconoce la fecha exacta de grabación, la opinión más plausible es que estos registros se realizaron durante 1912, hecho que Berta Gardes no podía desconocer.

Sin embargo, ella no menciona el nombre o “seudónimo” con el que era conocido en ese momento, tampoco menciona lugares que frecuentara como tal, dando a la policía pocos elementos que ayuden a encontrarlo.

Presumo que Berta no deseaba que la policía encontrara a Carlos, porque de hacerlo, le solicitaría una documentación con la que no contaba.

Sabía que no tenía documentos que acreditaran su identidad. Sabía también que, en ocasiones, cuando debía justificar alguna, daba el nombre de su hijo francés, razón por la que indagó por él, pero dando las características físicas de Gardel así como su seña particular, la cicatriz detrás de la oreja.

La biografía francesa de Carlos Gardel no ofrece ninguna explicación racional que justifique que Carlos Romualdo Gardes, no teniendo antecedentes delictivos, permaneciera INDOCUMENTADO con 22 años de edad. De no haber fallecido o abandonado el país, hubiera tenido que figurar registrado en el censo de 1911 y empadronarse al ser promulgada la Ley de Residencia en 1912.

Es absurdo pensar que Gardel prefirió obtener documentación trucha como argentino a través de Alberto Barceló, porque ya en 1912 temería ser declarado “desertor” de una guerra aún no declarada.

En el libro “Confesiones de un comisario”, Plácido Donato hace referencia al Comisario Inspector Francisco L. Romay:

“- Dígame, jefe, ¿cuál es la verdad sobre el prontuario de Gardel? 

Hace poco escribí algo para una revista chilena, Hechos Mundiales o algo así. Yo tuve en mis manos el prontuario de Carlitos. Jamás pisó una comisaría. De haberlo hecho, yo lo tendría que saber porque fui subcomisario de la novena, jurisdicción del Mercado de Abasto. Lo puedo firmar: él nunca tuvo cuentas con la justicia salvo una denuncia que una vez radicó Berthe Gardés, su madre. (*) Romay fue hasta un bibliorato y sacó una hoja amarillenta.

Esta es la copia de esa denuncia…

…  - Horas más tarde doña Berta dejaba las cosas sin efecto. Carlitos había aparecido –acotó Romay mientras encendía un puro.

Jefe –ya me estaba atreviendo a hablarle y hasta discutir algunas cosas con él- Usted dijo que no había entrado en ninguna comisaría pero doña Berta pensaba que su hijo estaba en cana, ¿o no?

Lo conocí mucho a Carlos. Era entrador y simpático, me palmeaba y me decía: “¿Cómo va, comisario? ¿Cuántos inocentes mandó al cadalso hoy?” Cierta vez en un intervalo entre canción y canción se escapó a mi mesa a saludarme y aproveché para hacerle esa misma pregunta que usted me hace hoy…

…  - Mucho era lo que se hablaba de las malas juntas de Carlos –comentó sin darse vuelta- de sus amistades poco recomendables; de allí que su madre posiblemente pensó que bien pudiera estar preso…”

 (*) Es comprensible que Romay no supiera de la detención de Gardel en Florencio Varela, porque correspondía a otra jurisdicción. 

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En el Boletín N° 11  de la Academia Virtual del Lunfardo y el Tango,  César Tamborini intenta contribuir al trabajo de Ana, con un aporte fotográfico en el que se dice que Carlos Gardel está con Ceferino Namuncurá en el Colegio Pio IX. Considero indispensable hacer un análisis más profundo de la foto, porque la asistencia de Carlos Gardel al Colegio Pio IX, es una de las falsedades más ampliamente difundidas por los sostenedores del Gardel francés.

César especifica que hay un error en la fotografía y supone que el niño señalado en la segunda fotografía es Carlos Gardel. En realidad hay varios errores. El texto que acompaña la foto dice:

“Año 1899. Detalle de una fotografía del coro del Colegio Pio IX de Almagro. Tanto

Ceferino (primero de la izquierda de la segunda hilera, 13 años) como Carlos Gardel) primero de la izquierda de la primera hilera, 12 años) eran alumnos internos del Colegio Pio IX y ambos integraban el coro del Colegio. (Archivo Salesiano Inspectoral de Buenos Aires)”.

a)      César se equivocó al suponer que era cierto que Carlos Gardel estaba presente cuando se tomó esa fotografía del coro salesiano. EL CANTOR NUNCA ASISTIÓ A ESE COLEGIO.

b)      La fotografía fue datada en 1899 por el padre Emilio Ricardo Noceti, Profesor del Instituto Superior Juan XXIII, director de la revista Ceferino Namuncurá y autor de varios libros. La datación hace imposible que en esa foto apareciera el alumno Carlos Gardes, porque ingresó a ese colegio recién dos años después, en abril de 1901.

c)       Carlos Gardes (Charles Romuald), nacido el 11 de diciembre de 1890, era 4 años menor que Ceferino. El niño que está detrás de él, cuya identidad desconocemos, era evidentemente mayor.

d)       También Ceferino Namuncurá está mal identificado, ya que es el niño que aparece primero de la izquierda de la primera hilera. Su edad es correcta, nacido el 26 de agosto de 1886, tenía 13 años en 1899.

El investigador Ricardo Ostuni, entrevistado por el director y editor de la revista “MELÓMANOS”, Sr. Orlando Montenegro Rolón, respondió, al ser consultado sobre el que consideraba su mayor error en su actividad como historiador, ensayista e investigador del tango:

“Entre mis errores, posiblemente, sea el que más me pesa, el haber creído al escribir mi libro Repatriación de Gardel, que el alumno que cursara en el Colegio Pio IX de los padres salesianos, era el cantor. Investigaciones posteriores mostraron con mucha certeza, la posibilidad de que Carlos Gardel hubiera pasado sus años escolares en una escuela montevideana de la calle Durazno”.

El mejor modo de honrar a la persona de Carlos Gardel, es no tergiversar su historia, ni tratar de sostener una identidad supuesta, con documentos que nunca se pudo probar que le pertenecieran.

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