Respetemos el Derecho a la Identidad de Carlos Gardel
LA CATÁSTROFE DE MEDELLÍN
Tomado del libro “Repatriación de Gardel”, de Ricardo Ostuni
CAPITULO XX
LA TRAGEDIA Y EL MITO
Mucho se habló de ese 24 de junio de 1935.
Juan Angel Russo
Mucha literatura ha rodeado a la tragedia de Medellín, innumerables hipótesis, estudios y hasta fantasías sensacionalistas dice con verdad Miguel Angel Morena (ob.cit.)
"Era lunes. El cielo estaba despejado y el sol creaba un clima primaveral. A eso de las tres de la tarde un llamado urgente desde el número 2248 nos puso en estado de emergencia: en el aeródromo ocurrió un gravísimo accidente..." rememoraba en junio de 1975 el Comandante de Bomberos Escobar Meneses (1)
Las descripciones de los testigos son estremecedoras: "los dos aviones semejaban monstruos gigantescos en lucha, dieron un salto mortal y quedaron quietos... El choque fue aterrador... luego de algunos segundos de silencio el terror paralizó a todos...". Simon Collier agrega: "una gruesa capa de rumores y leyendas pronto rodeó la catastrofe".
¿Qué había ocurrido? De las muchas teorías formuladas, la más creíble es la de Carlos Bueno Correa comentada en el Capítulo X y ratificada por un detenido repaso de las declaraciones de varios testigos presenciales del suceso. Una suma de imprudencias graves se habrían convocado sobre la pista de Medellín en el momento del decolaje del F-31. No obstante, la pericia reveló que el F-31, apartándose del centro de la pista mantuvo una sostenida curva de 30º en dirección de la otra nave. No se hallaron signos de maniobras correctoras ni rastros de eventuales frenadas, por lo que la tesis de Spaini, acerca de la rivalidad que mantenían ambos pilotos, no puede desdeñarse. (*)
Gardel transportaba un pesado telón de teatro, enrollado en el piso de la cabina. Otras versiones dicen que la nave también llevaba gran cantidad de rollos de películas. Es posible que el exceso de carga obrara como contrapeso en el momento del despegue (2) El informe oficial le adjudicó la culpa a una súbita corriente de aire que apareció unos diez segundos antes del decolaje.
Isabel del Valle propaló una temeraria versión que, según dijo, la habría recibido de Aguilar: “Le Pera y Carlos discutieron en el avión, y que Alfredo sacó un arma y le disparó un balazo que, en vez de pegarle a Carlos le dió en la nuca al piloto, un tal Samper y así el avión quedó sin gobierno". (3) Sin embargo en la revista Novela N° 962 del 6 de julio de 1936, Aguilar confirmó la tesis que vincula el accidente con la rivalidad entre los dos pilotos.
El diario El Mundo de Medellín durante el mes de junio de 1979, publicó una serie de notas reuniendo el dictamen oficial y las múltiples conjeturas vigentes. Entre ellas menciona la comentada por Isabel del Valle.
Pero ninguna de las muchas versiones, salvo las dos hipótesis señaladas, reviste credibilidad. Son más las fantasías que los hechos. La opinión oficial (4) contenida en el oficio que, con fecha 14 de octubre de 1936, la Comisión Técnica Investigadora remitiera a la Fiscalía Segunda Superior, expresa que el accidente se debió únicamente a dos causas ajenas al control de las personas que llevaban el comando de los trimotores F-31 y Manizales: deficiencias topográficas y aerológicas del aeródromo y a la aparición súbita de una corriente de aire que se presentó unos diez segundos antes de ocurrir el accidente, con una intensidad de 6-7 Beaufort y en dirección suroeste" .
Dicho de otra manera: para las autoridades colombianas "la fatalidad copó aquella tarde del 24 de junio de 1935... Una vez más el misterio parecía tender su manto sobre el Zorzal Criollo". (4)
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(*) En el n° 170 de Tango & Lunfardo (Chivilcoy 16 de noviembre de 2000), el investigador colombiano Luciano Londoño López publicó un trabajo titulado Hechos históricos que propiciaron el accidente en que murió Carlos Gardel.
Dice en sus líneas iniciales: La muerte de Carlos Gardel en un accidente de aviación en Medellín tiene una causa primera íntimamente ligada al origen de la aviación en Colombia y al momento histórico que vivía el país en esa época cuando recibía presiones del gobierno norteamericano para que les quitara el control a los alemanes de la línea SCADTA. Según esta documentada nota, el gobierno norteamericano no estaba dispuesto a permitir que una línea aérea controlada por ciudadanos de una nación enemiga volara tan cerca de un punto estratégico como era el Canal de Panamá. El 23 de junio de 1934 inició su actividad la SACO y a partir de allí se produjo una sorda lucha comercial con la SCADTA. Ambas se robaban los pasajeros en las escalas de vuelos y procuraban no perder un solo minuto en los trayectos para asegurar así su clientela. Ambas circunstancias -más otros detalles que prodiga la nota- propiciaron la tragedia del 24 de junio de 1935.
(1) En el número cero de la revista "Viejo Almacén" editada en Caracas el 24 de junio de 1975, se publica en pág. 44 un breve reportaje al Comandante Escobar Meneses, uno de los ochos bomberos que actuaron en el siniestro de Medellín. La nota revela algunas curiosidades que merecen transcripción, como el Parte Diario que registra la cronología de los sucesos.
"Cuerpo de Bomberos de Medellín. Hora en que se recibió la alarma: 3 p.m. Fecha: junio 24/1935. Calle: Campo de Aviación. Clase de edificio: trimotores. Propietario: SACO y SCADTA. Causas del incendio: choque. El fuego empezó: explosión de gasolina. Extensión de éste antes de llegar el Cuerpo de Bomberos: 40 metros cuadrados. Reducido: lo mismo. Valor del edificio: 75.000. Asegurado en: Sí. Pérdida: 75.000. Valor del contenido: 50.000. Pérdida: 50.000. Máquinas: 1/4/5/ y Carro del Jefe. Hora de regreso: 5.30 p.m. Gastos: un tanque de 40 galones y 4 tanques del mismo producto químico de 36 galones cada uno. Observaciones: Pavorosa catástrofe en la que perdieron la vida 17 personas importantes. Entre ellas, extranjeras. Murieron calcinadas. Pasado en esta fecha a la Oficina de Estadística Municipal". Firma: Alonso Arengo (secretario). Hay un sello del Cuerpo de Bomberos de Medellín.
Por ese entonces el aeropuerto se denominaba "Las Playas". Después recibió el nombre de Olaya Herrera en homenaje a Enrique Olaya Herrera presidente colombiano entre 1930 y 1934.
La tragedia de Medellín fue el siniestro 1143 en la historia del Cuerpo de Bomberos; el N° 63 del año 1935 y el 6° del mes de junio. En total actuaron ocho hombres con sus respectivos choferes y comandantes. En el accidente no murió ninguna mujer.
(2) Simon Collier - ob. cit.
(3) Ser Gardel" ediciones PxP diciembre de 1990 pág. 22.
(4) idem. pág. 88 y siguientes.
Subpáginas (13):
* MEDELLÍN - EL DOBLE ASESINATO DE CARLOS GARDEL - Sobre un informe de Mauricio Umana
* GARDEL y el viaje con sus restos Medellín-Buenaventura - Por Luciano Londoño López
* CERTIFICADOS DE DEFUNCIÓN DE GARDEL - Por Luciano Londoño López
* CUANDO EL ORIGEN DE GARDEL NO SE DISCUTÍA EN COLOMBIA - Por Luciano Londoño
* HECHOS HISTÓRICOS RELACIONADOS CON EL ACCIDENTE EN QUE FALLECIÓ CARLOS GARDEL - Por Luciano Londoño López
* HISTORIAS PARALELAS: lo que ocultó el funeral de Gardel - Luciano Londoño López
* GARDEL Y LA SACO - Por Heriberto Fiorillo
* EL ENTIERRO DE GARDEL EN MEDELLÍN - Por José Gobello
* GARDEL, RENACEN LAS CENIZAS - Por Germán Antía - Gentileza del periódico "El Colombiano"
* LAS PLUMAS DE GARDEL - Por Reinaldo Spitaletta
*¿ERA MASÓN GARDEL? - Testimonios de Roberto Ughetti
* MEDELLÍN - La tragedia - El inventario - Tomado de la página LoPaisa. com - ANTIOQUIA POSITIVA
* LA PARTIDA DE DEFUNCIÓN DE GARDEL - Diario EL PAÍS, 23 de setiembre de 2005