Tacuarembó no vive de Carlos Gardel, sino que honra a su más famoso hijo.

El Hotel Carlos Gardel fue construído respondiendo a una necesidad derivada del crecimiento de su industria frigorífica, arrocera y forestal.

Su ubicación estratégica favorece la recepción de viajeros de paso desde y hacia Brasil. (*)

Habitaciones con tangos del Mago

En pocos meses el establecimiento contará con ocho nuevas habitaciones y, al mismo tiempo, su piscina será cerrada y climatizada

El Hotel Carlos Gardel es el único establecimiento hotelero de cuatro estrellas de la ciudad de Tacuarembó. Ubicado sobre la Ruta 5 a dos kilómetros del Centro, se destaca por su arquitectura atípica en la zona y por llevar el nombre del artista tacuaremboense más famoso.

El abogado Álvaro Caruso y su esposa, María Virginia Ríos, que eran concesionarios del parador de San Gregorio de Polanco sobre el lago de Rincón del Bonete, decidieron construir un hotel de categoría en la capital departamental cuando comprobaron la inexistencia de un hotel que pudiera satisfacer los requerimientos de un público más exigente que empezaría a llegar con la instalación de nuevas empresas nacionales y extranjeras. 

En efecto, hoy Tacuarembó recibe un flujo constante de viajeros de paso desde y hacia Brasil, así como un número importante de ejecutivos vinculados a las industrias frigorífica, arrocera y forestal de la región que realizan visitas periódicamente. 

Antes de tomar una decisión, "hicimos estudios de mercado durante un año y medio y los resultados teóricos nos dieron la razón", afirmó su propietario, Álvaro Caruso. "Realmente era necesaria la instalación de un hotel como el Carlos Gardel en esta ciudad".

Construido por el arquitecto Martín Massat, el hotel con una superficie cubierta de 2.150 metros cuadrados, cuenta con treinta habitaciones, restaurante, salas de convenciones y de fiestas. Fue inaugurado en diciembre de 2003 y su operativa ha generado veintiún puestos directos de trabajo y un número superior de empleos indirectos.

Crear un hotel temático en base a la figura de Gardel fue idea de la esposa de Caruso. Recorrer sus instalaciones es como volver al pasado. Por momentos, parece un museo. Su decoración corresponde íntegramente a las primeras décadas del siglo XX. Hay guitarras, vitrolas que aún funcionan, bandoneones. También se exhiben vestidos y camisones, guantes, sombreros, capellinas y bastones, que están distribuidos por cada rincón, para que los huéspedes puedan verlos y probarlos. Cada habitación tiene el nombre de un tango del Mago y un cuadro con su letra cuelga en la pared.

La inversión inicial superó el millón de dólares. "No obstante, como era de esperar, se ha reinvertido mucho en obras, equipamiento y artículos de hotelería", señaló el empresario. Al comenzar el proyecto, se lo declaró de interés departamental y, luego, de interés nacional. La declaración de inversión promovida decretada por el Poder Ejecutivo exoneró a sus propietarios de los impuestos a las importaciones necesarias para la construcción y el mobiliario del hotel, beneficio que no han usufructuado ya que toda la mercadería utilizada ha sido adquirida en la plaza uruguaya.

PÚBLICO OBJETIVO.

La clientela principal pertenece al segmento corporativo. "Llama la atención el alto número de extranjeros que vienen a asesorar a las empresas radicadas en Tacuarembó y se hospedan en nuestro hotel. Asimismo, muchos viajeros procedentes de Montevideo o de las provincias argentinas eligen al Carlos Gardel como parada de descanso. Aquí pasan la noche y luego siguen camino a Rivera o a Brasil", explicó Caruso.

Si bien la industria turística está aún en vías de desarrollo en la ciudad de Tacuarembó y su área de influencia, algunos eventos atraen un importante número de visitantes, tales como el Festival de la Patria Gaucha, la Exposición Rural del departamento y la Fiesta de Gardel. En esos días de temporada alta, se hace imprescindible la reserva de alojamiento con mucha anticipación ya que la hotelería trabaja con capacidad colmada.

El promedio anual de ocupación del Hotel Carlos Gardel ha alcanzado el 60% en los últimos tiempos. De todos modos, el propietario asegura que están trabajando para continuar aumentando esta cifra en un futuro próximo. En pocos meses el hotel contará con ocho nuevas habitaciones, al tiempo que se cerrará y climatizará su piscina para que pueda ser aprovechada por los huéspedes durante todo el año. 

Si bien en determinadas ocasiones el público corporativo desciende, cada vez son más los turistas que escogen hospedarse allí, favoreciendo así el balance final. Las tarifas son accesibles. La habitación single cuesta 1.640 pesos en temporada baja y 1.790 en temporada alta.

SERVICIOS

Desde marzo a diciembre, la sociedad tacuaremboense de mayor poder adquisitivo no sólo frecuenta el restaurante del hotel, cuyo menú se prepara mayoritariamente en la propia cocina del establecimiento, sino que también concurre a presenciar diversos espectáculos que se realizan en sus instalaciones, incluyendo obras de teatro y recitales interpretados por reconocidos artistas nacionales.

El hotel organiza, generalmente junto a empresas turísticas, paseos para huéspedes en cuyos recorridos se incluyen visitas al Valle Edén, el Museo Carlos Gardel y la Laguna de las Lavanderas, llegando también a la bodega de la familia Carrau en el Cerro Chapeu, en el vecino departamento de Rivera.

RESPONSABILIDAD SOCIAL

La presencia del Tacuarembó Fútbol Club en Primera División de la AUF es un orgullo para el departamento y los encuentros en que el equipo juega de locatario convocan a muchos aficionados de diversas zonas del país. La forma de colaborar del empresario Álvaro Caruso es "darle alojamiento y cena la noche previa a cada partido para garantizar un buen descanso a los jugadores". Incluso en las pretemporadas, el plantel concentra durante varios días en el Parador Salus (departamento de Lavalleja), que también pertenece a este empresario. "Allí existen más comodidades específicas para los futbolistas, como salas de aparatos, canchas para practicar y, además, se les prepara una dieta especial para ese período de entrenamiento", dijo.

Atractivos turísticos poco conocidos

Entre los paseos turísticos cercanos a la ciudad de Tacuarembó, se destaca el Valle Edén, a unos 23 kilómetros de distancia sobre la Ruta 26. Sus famosas sierras de espesa vegetación subtropical se integran a las más variadas especies de la flora autóctona. Allí el gobierno municipal instaló el Museo de Carlos Gardel, donde se exponen testimonios para apoyar la teoría "uruguayista" sobre el lugar de nacimiento del reconocido cantor de tangos. Además, a escasos kilómetros del centro de la capital departamental, se pueden visitar espejos de agua de estupenda belleza como la Laguna de las Lavanderas y el balneario Iporá construido sobre un lago artificial. En las cercanías también se halla la Gruta de los Helechos. En la ciudad, se destacan el Museo del Indio y del Gaucho y el Museo de Geociencias. (Fuente: Intendencia Municipal de Tacuarembó).

(*) Esta nota no tiene una finalidad propagandística económica, sino que la he insertado como respuesta a la calumnia difundida por pseudos investigadores, quienes intentan desacreditar a todos aquellos que, por un acto de justicia, quieren devolverle a Tacuarembó, el honor de haber sido la cuna de Carlos Gardel.

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