poesía visual
La poesía visual no ha sido inventada en el siglo xix ni en las primeras vanguardias del siglo xx. Es prácticamente tan vieja como la poesía escrita y así lo demuestra la existencia de caligramas y otros poemas figurativos. Pueden considerarse el inicio de la poesía figurada en verso los caligramas atribuidos al poeta griego Simmias de Rodas hacia el año 300 a. C. Su caligrama El huevo tiene que leerse alternadamente, el primer verso y luego el último, el segundo verso y luego el antepenúltimo, hasta terminar en el verso central.
Más modernamente, es el escritor cubista Apollinaire quien hace revivir de nuevo el género con sus caligramas.
En un poema visual hay dos componentes fundamentales, el icónico y el verbal, aunque también puede participar en su aspecto visual el lenguaje sonoro, el fonético, el lenguaje matemático, etc. Estos lenguajes hacen que su esencia difiera de la poesía verbal.
En su estudio han de tenerse en cuenta elementos como el uso de la tipografía, el uso del color o su ausencia, la disposición del espacio, la inclusión del diseño gráfico...
Por otra parte, en España existen ya varias antologías de poesía visual y revistas donde se expone la obra de muchos poetas visuales.
El Centro de Poesía Visual (CPV) de España, se creó en 2005 en Peñarroya-Pueblonuevo con la intención de documentar los avances de este lenguaje, clasificarlos y darlos a conocer al público.
A nivel de difusión, en Barcelona, tiene gran importancia la plataforma Projectes Poètics Sense Títol (Propost) que es una entidad independiente dedicada a las prácticas poéticas contemporáneas. Desde 1993, organizó exposiciones y recitales y ha publicado revistas y catálogos y se convirtió en una de las entidades más dinámicas en el campo de la poesía experimental.