KITSCH

CALINESCU, Matei, Cinco caras de la modernidad. Modernismo, vanguardia, decadencia, kitsch, postmodernismo, presentación de José Jiménez, traducción de Francisco Rodríguez Martín, Neometrópolis, Madrid, Alianza, 2003, 325 pp., 23 x 15,5 cm., ISBN 84-309-3869-9.

Una tendencia para comprender el Kitsch, es estudiarlo como un fenómeno sociológico, como producto de la industrialización y de las nuevas clases sociales.

Un neoclasicismo de la era industrial según  Ernesto Castro, gnomos de jardín o reproducciones de la torre de Pisa, cuadros a lo Picasso, el realismo soviético, etc... el arte que tiene el principal objetivo lo grato lo bonito lo bello y satisfacer al consumidor, tendencia permanente a estados cursis, también se puede entender como el arte de felicidad y banal y bienestar. en lugar de lo verdadero o lo estético. El Kitsch la vulgarización o la popularización una huída hacia delante  de consumir más.

La inadecuación (reproducción de  Torre de Pisa torcida para un lado u otro, desviación de la norma, bonito, sobresaliente, osea distinto a lo normal).   

La acumulación (La barroquización y el horror vacui, osea que haya la cantidad de elementos posibles).

La percepción sinestésica que el disfrute y el gozo entra por todos los sentidos. Cine 4D.

La mediocridad y el confort y satisfacción.

Ver obras  Kitsch  es un aprendizaje piramidal, pues uno comienza a reconocer lo malo de lo bueno. Hay una tendencia a convertir en  Kitsch todo producto del pasado.

En España,  el Kitsch,es una reflexión consciente y paródica de lo ingenuo y barroco y de la falsa pretensión de la autenticidad clasicista. Almodóvar es como el max. exponente del el Kitsch. entre Camp y el Pop. Dicotomía entre clases de una  sociedad fracasada donde surge la ironía. Es una situación económica expansiva.  Aparece en el Victorialismo. La Reina Victoria comienza a coleccionar el objeto Victoriano. 

A) La aparición de los medios masivos que propiciaron la cultura de masas.

 Arrojando

 1- Su innegable atractivo popular. Cachorros, niños que lloran, madres con niños, cuerpos esbeltos y perfectos, labios sensuales  y estereotipos reconocibles surgidos de la pintura pop, etc....

En resumen motivos que entendemos como bonitos sin mayor complicación, tiernos y que susciten empatía y acción protectora, elementos visuales cargados de antemano de una emotividad. Suscitando emociones comunes.

 2- Su descalificación por los profesionales del arte.

Pero el Kitsch no apela a nuestra individualidad, sino a imágenes universales que confirman nuestras creencias y sentimientos básicos, no los altera ni los pone en duda.

 El Kitsch es un reclamo del autoengaño que se da por la pereza de buscar complejidad en el arte y en la vida.

Se usa más en un entorno publicitario que como una dimensión estética.

 El artista puede a título individual encontrar su sentido y su fuerza poniéndose al servicio de los mecanismos de manipulación de masas pero debe renunciar necesariamente a la función de reformador social creando lo que Calinescu llama hombre Kitsch. 

Para Calinescu es imposible entender el Kitsch sin tomar en cuenta la función del consumidor, un tipo de persona que consume hedonismo,  que piensa que lo artístico es lo bello, sin que le requiera el mínimo esfuerzo. Implica una ineptitud moral básica. Exige de sus seguidores que trabajen bonito. El Kitsch es el  elemento del mal en el sistema de valores del arte. 

Para Calinescu la característica fundamental del Kitsch es ser un mentiroso consciente o inconscientemente buscando únicamente los beneficios económicos recurriendo a  la belleza, de la misma manera que los mentirosos recurren a los usos de la credibilidad.

 El artista Kitsch miente estéticamente explotando la debilidad e ilusión de unas víctimas que desean ser engañadas para huir de la verdad cruda y dura por lo que su sentido crítico se mantiene atrofiado. Porque el arte exige esfuerzo y seriedad tanto desde el espectador como del artista. Si esto no ocurre la actividad artística se convierte en una huída de la realidad.

Morales señala 5 principios a tomar en cuenta:

Jeff Koons: El rey del Kitsch. El artista contemporáneo más rico y más famoso es también uno de los más odiados. En este episodio te decimos por qué Jeff Koons es el rey del "Kitsch" y te contamos cómo su vida lo ha orillado a hacer decisiones de marketing que se ven reflejadas en su trabajo.