🔘 dos “oleadas:  de 1874, Hasta el estallido de la I Guerra Mundial (1914).


Hasta el estallido de la I Guerra Mundial (1914) Vanguardias:

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), período de entreguerras (hasta 1936) y II Guerra Mundial (1936-45):




2-- una segunda que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XX.





Oleadas impresionistas (algunos autores los eximen del grupo de las vanguardias, clasificándolo como un movimiento independiente):

Hasta el estallido de la I Guerra Mundial (1914):

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), período de entreguerras (hasta 1936) y II Guerra Mundial (1936-45):



Las vanguardias resurgen del caos de la 1ª guerra, en los Felices años veinte.


🔘 contexto desde  1905 y 1949-


Artísticamente surgen  Las Vanguardias

EL TÉRMINO “VANGUARDIA”: ORIGEN Y DEFINICIÓN.

Entre el -Periodo comprendido entre 1905 y 1949- 

se desarrollan las mayores rupturas de la tradición artística: * la época de las vanguardias históricas.* La creación se abre a nuevos horizontes de una complejidad desconocida. 

 - Las primeras vanguardias fueron movimientos artísticas renovadores que se produjeron en las primeras décadas del siglo XX en Europa.

Porqué:

1914 Sarajevo. El heredero del trono de Austria- Hungría fue asesinado. Austria declara la guerra a Serbia Comienza la primera guerra mundial.

Artísticamente surgen  Las Vanguardias:

EL TÉRMINO “VANGUARDIA”: ORIGEN Y DEFINICIÓN.

EL TÉRMINO “VANGUARDIA”: ORIGEN Y DEFINICIÓN.

Un conjunto de movimientos artísticos, o “ismos”, que surgen entre finales del siglo XIX y a lo largo del XX y XXI como reacción a un orden previo, una realidad establecida.

LA RUPTURA ENTRE TRADICIÓN Y MODERNIDAD artística.

Con el concepto rupturano nos referimos a una quiebra total o un desprecio del arte del pasado. Muchos vanguardistas se inspiraron en grandes personajes de la historia del arte universal. A mediados del siglo XIX, el academicismo era el modelo arquetípico por el cual una producción era valorada como obra de arte, y basaba sus criterios en los postulados clásicos de armonía, simetría y proporción. Limitaba la temática a básicamente los ciclos mitológicos y de la iconografía cristiana, así como los materiales a los más tradicionales (el óleo preferentemente).

+La Academia de Bellas Artes era detentora de estos criterios de valoración y reconocimiento artísticos. +Los llamados Salones de París eran exposiciones de obras en las que se determinaba si estas cumplían o no toda una amalgama de reglas estructuradas y prácticamente estancas. Los primeros movimientos de vanguardia surgen a raíz de grupos de “rechazados”, como ellos se autodenominaron, que organizaron sus propios salones con el fin de que sus obras pudieran ser expuestas ante el público. 

+El primero de ellos fue el Salón de 1863, en el que se dio a conocer la figura de Manet con su obra Desayuno sobre la hierba y con el que se da origen al impresionismo. El Salón se ubicó en una sala anexa al de París, bajo el consentimiento de Napoleón III, después de que el jurado oficial hubiera rechazado más de 3.000 obras.

Estas pequeñas exposiciones fueron muy aclamadas por muchos, y totalmente rechazadas por otros que, digamos, formaba la mayoría social cuyos gustos se relacionaban más con el arquetipo academicista. Como han querido ver muchos autores, se produce un desencuentro, quizá el primero, entre los gustos establecidos de una mayoría y una minoría reaccionaria que intenta superar el pasado.

+ Los principales consumidores de arte, que se corresponden en mayor medida con la burguesía, acabarán también reclamando para sí un arte que supere de igual modo a la estricta Academia y así surgirá el Art Nouveau o modernismo.

+Además hay que tener en cuenta, como ya se ha comentado, el contexto de la época y el devenir histórico. A mediados del XIX, la Revolución Industrial propugnaba un modelo económico y social, el capitalismo, que tendrá su influencia en el arte: el mundo de las máquinas, el progreso, la incipiente sociedad de masas… y con ello, los movimientos proletarios y las nuevas ideologías políticas y sociales.

El período de 1850 a 1918, cuando termina la Primera Guerra Mundial y se desarrolla la primera oleada de movimientos de vanguardia, ha sido calificado por la historiografía como un período “visagra” del paso del hombre hacia la modernidad, con todos los cambios culturales y artísticos que ello implica.

Estas pequeñas exposiciones fueron muy aclamadas por muchos, y totalmente rechazadas por otros que, digamos, formaba la mayoría social cuyos gustos se relacionaban más con el arquetipo academicista. Como han querido ver muchos autores, se produce un desencuentro, quizá el primero, entre los gustos establecidos de una mayoría y una minoría reaccionaria que intenta superar el pasado.

LA AUTONOMÍA DEL ARTE.

Desde una óptica retrospectiva, el arte comienza a alcanzar autonomía en el siglo XIX. Desde la Edad Media hasta la Ilustración, el ser artístico no iba de la mano de la voluntad interna del artista, sino que estaba ligado a los círculos de poder que detentaban y ostentaban la cultura casi en todos sus ámbitos. Primaba más el significado de la obra que la sensibilidad del autor a la hora de plasmarla.

Por ejemplo, era más importante que una pintura o escultura enviase un mensaje religioso, representara a un rey o noble o recordara la moraleja de un pasaje mitológico, que la propia intención del artista y su mundo subjetivo a la hora de elaborarla. De hecho, hasta el Renacimiento, los artistas ni siquiera tienen conciencia de sí mismos, hasta que empiezan a rubricar las obras con su nombre.

Existían entonces toda una serie de condicionantes externos, que vienen definidos por el contexto histórico, en el que la producción de arte está sometida a una temática concreta, como la religión y la mitología, y a unos modelos de composición, forma y usos de materiales determinados.

Pues bien, en el XIX se empiezan a superar estas barreras. El artista, consciente de sí mismo, comienza a plantearse términos como “democratización del gusto”, que supone la consideración como obras de arte a producciones que quizá no encajen tanto en unas mentes pero sí en otras, o “genio”, refiriéndose al don natural del artista que le empuja a realizar obras de arte. Con la Ilustración se empiezan a ver atisbos de esta autonomía y con el romanticismo, contrario al sometimiento del arte a las directrices de la razón , se encuentra el genio artístico en los sentimientos del propio pintor, escultor o arquitecto.

+El Romanticismo alemán, o Sturm und Drang (“tormenta e ímpetu”), contribuyó en gran medida a desarrollar esta autonomía del arte y la democratización del gusto. Para muchos teóricos alemanes, y otros de distintas nacionalidades que los siguieron, el producto artístico venía dado por la motivación personal y espontánea del artista que, impulsado por su genio interior, plasmaba su mundo interno en las obras que creaba. Algo muy alejado de las estrictas normas impuestas por la Academia de París.

Todas estas ideas estallaron definitivamente con el surgimiento de élites, como ya hemos citado, que reivindican esta autonomía del arte y, con ello, reclaman para el artista no sólo la voluntad de crear el objeto artístico, sino también la plena libertad en el uso de los materiales, la elección de la temática, las características formales como la composición, la perspectiva, el color, etcétera.

Clasificación de las vanguardias artísticas históricas.

+La enorme cantidad de ismos que surgen a finales del siglo XIX y a lo largo del XX suelen superponerse en el tiempo. Algunos de ellos nacen en una fecha determinada y terminan por agotarse, mientras otras tienen tal trascendencia que aún en nuestros días tienen seguidores. Algunas son verdaderamente efímeras y están localizadas en un ámbito geográfico muy restringido. Además, no todas se desarrollaron en todas las disciplinas del arte; algunas sólo se desarrollaron en la arquitectura, la pintura o la escultura, pero sí suele haber redes de influencia entre unas y otras.

+La división en dos grupos de vanguardias suele ser la más aceptada, y se corresponden con dos “oleadas“, una que abarca de 1847 a 1945, aunque con diferentes matices según los autores, y una segunda que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XX.

+Aquí proponemos nuestro propio criterio de clasificación que, para orientar al lector, pretende centrarse en los períodos históricos más importantes en que nacen y/o se desarrollan. Se presentan así mismo las fechas aproximadas de su aparición, como la realización de las primeras obras de cada movimiento o la publicación del primer manifiesto, así como los principales representantes:

Oleadas impresionistas (algunos autores los eximen del grupo de las vanguardias, clasificándolo como un movimiento independiente):

Hasta el estallido de la I Guerra Mundial (1914):

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), período de entreguerras (hasta 1936) y II Guerra Mundial (1936-45):

Segunda mitad del siglo XX:

Tendencias informalistas y abstracción: expresionismo abstracto, pintura matérica, Nueva Escuela de París…

Tendencias racionalistas: sobre todo en arquitectura (Mies van der Rohe, Le Corbusier, Walter Gropius, grupo de la Bauhaus), aunque surgen en diversas épocas y muchos desarrollan sus trabajos en períodos anteriores a la II Guerra Mundial, estas tendencias e influencias aún perviven en la actualidad.