Microrrelato
EL CABALLO INTUÍA EN EL TROTE la desesperación del aristócrata jinete. Afloraba el doloroso recuerdo de aquella aldeana con furtiva sonrisa y perfumado cuerpo; repudiada en vida debido a su origen; impulsada hacia la muerte por intereses de alta alcurnia.
Se desbocó el cómplice corcel y arrojó con violencia al joven contra la hojarasca. Y fue poco después, al atravesar un deslumbrante pasadizo, cuando él la vio sonreír con etérea y perpetua desnudez; liberado al fin de censoras miradas.