Soneto
Agitan bien los álamos sus ramas;
temperie revelada en el espejo;
el brillo gris descubre tal reflejo.
Entre murmullos el vivir proclamas.
Vientos de lluvia brotan en las llamas;
crepitan fuego con clamor añejo.
Luna Ovalada ofrece un fiel consejo
por susurros de amor que le reclamas.
Otoño, que simulas el ocaso,
convierte el cristal en ventana abierta
ante el cielo rojizo, blanco o raso.
En la fronda con hojas bien cubierta,
a la ocre pasión vas a darle paso;
tu sueño cristalino ya despierta.