Flotaba en aquella matriz sin haberlo solicitado. Bajo el latido cercano de un corazón más grande que el suyo, percibió una claridad repentina, casi cegadora, y agitó el cuerpo, hasta entonces encogido. Los gestos femeninos de dolor que acababa de escuchar se tornaron en júbilo general, sin que él reconociera a quienes lo rodeaban. Fue tras el desconcierto inicial, cuando recordó haber vivido semejante experiencia. Pero en sus mientes se habían borrado los recuerdos posteriores; adversos y felices. Se resignó a recuperarlos con el nuevo transcurrir de los años.