Romance 20 versos
Crepitan las bravas ramas,
como si hablaran los robles,
y eriza Él las orejas:
huele un baile de algodones.
El viento curte su pelo
mientras otea el horizonte.
Busca anhelante el invierno;
que el blanco cielo se forme.
Bien surjan ya esos amigos;
en los aires, lentos, floten.
¡Cuán armonioso descenso!;
que tal cosquilleo asome
sobre el vaporoso hocico:
sea el cálido aliento goce
junto al frío desfilar;
albas alfombras se forjen,
y en ellas camine Porto
dejando la huella joven:
rito de sus cuatro patas
junto al ya nevado monte.