Soneto
Sirena de mar, canta lira mía;
rimas de amor, las penas bien ahuyentas;
la esperanza con versos alimentas
surcando los contornos de la ría.
Tu alma vibra; proclama el nuevo día.
Gotas mil en los ojos aposentas,
y en las mejillas se deslizan, lentas:
son lágrimas que lloran de alegría.
Sirena de mar, pies de la fortuna
te ha deparado el mágico destino,
pues te contemplará la roja luna.
Guiará el sol para siempre este camino;
habrá de nacer, como niño en cuna,
el deambular risueño que es tu sino.