4 estrofas de 4 versos
Caminaba olvidando el tiempo,
el sonido del reloj lejano,
entre brisas y aroma a sierra.
Alameda de suave rumbo.
Me dirigía sin mirar el rastro
sobre la huella del sereno paso;
bajo un bello gesto, la nevada.
Alameda de blanco manto.
Las horas se habían detenido,
el corazón mostraba un latir lento
ante ríos de sordas aguas.
Alameda de mi sosiego.
¡Oh, silencio alejado del mundo!;
huida tu alma de tanto estrépito,
calmadas las desnudas ramas.
Alameda de mi camino.