24 versos
Cara que todo lo observas,
ancestral y a la vez nueva,
cuántas miradas ya ausentes
admiraron tu luz llena.
Piel fiel, arcana y rugosa;
musa de la antigüedad,
a la bóveda celeste
sabios de la vieja Grecia,
poetas de la vasta Roma,
pulsaron sus liras plenas.
Y sin haber sido criada
con el aura de una estrella,
adquiriste brillo propio;
nombrada reina de poetas;
compañera de amoríos,
la reina de las estrellas.
Antorcha de la noche;
realidad y ficción llevan
la huella de tu sonrisa;
tal embrujo las rodea.
En la modernidad sigues,
y un ejército de estelas
te rinde aún pleitesía,
hada rocosa y eterna.