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Capítulo 2


El instructor de armas Wang viaja en secreto a la prefectura de Yan'an.

Shi Jin Nueve Dragones causa un pandemónium en la Aldea de la Familia Shi.


Durante el reinado del emperador Zhe Zong, quien gobernó mucho después de Ren Zong, vivía en Bianliang, capital oriental, en la prefectura de Kaifeng, antes llamada distrito de Xuanwu, un joven bribón llamado Gao, era el segundo hijo de su familia, y un individuo harto inútil al que sólo interesaban los juegos con lanzas y garrotes, y que era excelente jugador de balonpié. 

La gente de la capital gustaba de las pullas, y lo apodaron Gao Qíu, es decir “Bola Gao”. Más adelante, cuando hubo prosperado, trocó su “Qíu” por otro carácter, de igual sonido, pero de significado menos inelegante.

Además de hábil con las armas, Gao Qíu era capaz de tocar instrumentos musicales, cantar y bailar. Algo aprendió también de poesía y versificación. 

Pero en lo que tocaba a la virtud y la correcta conducta, lo ignoraba todo. Se pasaba el tiempo vagabundeando por la ciudad y sus alrededores, y gracias a él el hijo del señor Wang, dueño de una ferretería, despilfarró una bonita suma en teatros, garitos y burdeles.

Motivo por el cual el padre presentó una denuncia escrita contra Gao en la prefectura de Kaifeng. El prefecto aplicó a Gao veinte varazos, lo desterró de la ciudad, y prohibió que las personas de la capital oriental lo alimentaran o cobijaran. 

La solución de Gao Qíu fue presentar sus servicios a un tal Liu Shiquan, conocido como Liu Mayor, que conducía un garito en la prefectura de Linhuai, al oeste del río Huaihe.

Liu vivía rodeado de vagabundos y otra escoria recogida de cualquier parte.

Gao Qíu permaneció con Liu tres años. 

Entonces el emperador Zhe Zong oró al Cielo en el sur de la ciudad, y esto volvió sumamente propicios los vientos y las lluvias. 

Conmovido hasta la benevolencia, el emperador decretó una amnistía general, que permitió la vuelta de Gao Qíu a la capital.