Hombres delfines
El rincón de la Ciencia ISSN: 1579-1149 nº 69 mayo 2017
Mercedes Fernández Blanco. IES Victoria Kent
2. Hombres, delfines y Mickey Mouse
3. Algo sobre anatomía: Lo primero es lo primero
4. No dejes morir tus neuronas: Vida de una neurona (en el cerebro)
6. Bebé: Quiero que me quieras
7. Infancia: Cómo descubrir el mundo con Dora la Exploradora
8. Juventud, divino tesoro: Sistema límbico vs corteza frontal
2. Hombres, delfines y Mickey Mouse
¿Cuál de las imágenes es más antigua? ¿Qué cambios hay de una a otra?
El genial Stephen Jay Gould (paleontólogo partidario de la evolución en equilibrio puntuado) en su divertido pero no menos riguroso libro El pulgar del panda compara la evolución de los homínidos con la seguida por el propio Mickey Mouse.
Ambos casos se corresponden con un proceso de neotenia: en sucesivas generaciones, los individuos alargan el mantenimiento de rasgos juveniles a lo largo de su vida. Los primates tienen un desarrollo lento en comparación con otros mamíferos (conservan rasgos juveniles). Y desde los primeros homínidos, esta tendencia se acentuado considerablemente, alcanzado en nuestra especie un nivel elevado. Esto origina un mayor grado de cefalización respecto a la masa corporal: en todos los mamíferos el cerebro crece rápidamente en el útero, pero poco después del nacimiento. En nosotros, este rasgo se ha extendido en la vida postnatal. A lo largo de la evolución de las distintas especies de homínidos, también hay un retraso en la dentición definitiva y alargamiento de la infancia, con la aparición de una nueva etapa, la adolescencia, así como, un incremento en la longevidad (Bermúdez de Castro y colegas, al igual que Carl Sagan). Por cierto, el delfín mular tiene el mismo valor del coeficiente peso cerebral / masa corporal que nosotros, que no es superado por otras especies.
Nuestros recién nacidos son los más vulnerables. Cierto. Somos prematuros viables; necesitaríamos un año de gestación. Cefalización, parto y bipedismo se encuentran en fino ajuste. Si la gestación se prolongara (mayor maduración neurológica), se necesitarían unas caderas más anchas para facilitar el parto, pero esto comprometería el bipedismo. Por eso los bebés humanos se pasan los primeros tres meses comiendo y durmiendo.
No sólo eso, también después del nacimiento sigue a ritmo vertiginoso el desarrollo neuronal y, también durante más tiempo. ¿Cómo nos afecta esto? Los neonatos humanos son más indefensos y dependientes, situación que se prolonga también en el tiempo debido a un desarrollo más lento. Es el precio a pagar. Alcanzamos mayores cotas pero a costa de una mayor dependencia que se prolonga durante más tiempo.
Afortunadamente, también somos una especie social. Los padres cuentan con el apoyo de abuelos, tíos y demás familia, cuidadores, educadores, profesores...Para Bruce Perry, la figura de los padres postizos resulta determinante.