Venus

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Su tamaño, peso y composición son similares a los de la Tierra. Venus es insoportablemente cálido, posee una atmósfera árida asfixiante y opresora (la presión es de aproximadamente 90 kg por centímetro cuadrado) y soporsa continuas lluvias de ácido sulfúrico.

Venus se halla próximo a la Tierra, por consiguiente, también muestra diferentes fases y sólo puede ser contemplado por un observador desde la Tierra antes del alba y durante un breve período tras la puesta del Sol.

Venus está rodeado por densas nubes que reflejan gran parte de la luz solar, por ello es el objeto celeste más brillante después del Sol y la Luna. Su espesa atmósfera envuelve un mundo con una presión 90 veces superior a la terrestre y la temperatura superficial alcanza los 480°C. El color amarillento de las nubes se debe a gotas de ácido sulfúrico en la atmósfera, cuyos niveles varían de forma periódica. Esto hace pensar que algunos de sus volcanes todavía se hallan activos.

Venus ha sido observado por numerosas naves espaciales desde los años setenta: Vanera I, Vanera II, ..., Vanera XVI; Vega I, Vega II; Mariners II, Mariners V y Mariners X; dos naves Pionner y la sonda Magallanes.

Hasta hoy las naves espaciales han cartografiado por radar el 98% de la superficie de Venus. A grandes rasgos, es mucho más llana que la superficie terrestre y tiene dos terceras partes cubiertas por enormes llanuras volcánicas y cálidos desiertos. También hay volcanes y mesetas, que se elevan unos cuantos kilómetros por encima de las llanuras. Por encima de los 11 km de altura se halla la región montañosa de los Montes Maxwell, el punto más elevado de Venus.

Si se observan desde el polo norte, la mayoría de planetas y satélites del Sistema Solar giran sobre sus ejes y alrededor del Sol en el sentido contrario al de las agujas del reloj. Sin embargo, Venus gira en el sentido de las agujas del reloj (o sentido horario), lo que se conoce como movimiento retrógrado. La razón no se conoce con certeza, pero algunos astrónomos han sugerido que Venus habría girado en la misma dirección que los demás planetas, antes de ser víctima de una colisión con otro planeta o asteroide, que inclinó su eje casi 180º.

El proceso de modificación artificial de otros planetas para hacerlos más similares a la Tierra se llama terraformación. Algunos científicos han sugerido que en Venus se podría iniciar este proceso si se "sembraran" ciertos tipos de plantas en la atmósfera, pero existen serias dudas de que las formas de vida de la Tierra pudieran sobrevivir a las elevadas temperaturas venusianas. En teoría las plantas, en su proceso de fotosíntesis, absorberían el dióxido de carbono de la atmósfera y liberarían oxígeno, lo que desencadenaría una serie de procesos que podrían dar lugar a condiciones más adecuadas para la vida que conocemos.