Libros comentados

EL DESARROLLO DE LA MENTE EN LOS SIMIOS, LOS MONOS Y LOS NIÑOS

Juan Carlos Gómez Crespo

Ediciones Morata, S.L. Madrid, 2007

Traducción de Beatriz Martín-Andrade.

1ª Edición en inglés: "Apes, Monkeys, Children, and the Growth of Mind"

Harvard University Press. London, 2004

Juan Carlos Gómez es Doctor en psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, y en la actualidad es profesor de psicología en la Universidad de St.Andrews, Reino Unido.

¿Qué puede decirnos el estudio de los monos y los simios acerca del desarrollo de la mente en los niños humanos? En esta fascinante introducción al estudio de la mente de los primates, Juan Carlos Gómez identifica las semejanzas y diferencias entre la mente en desarrollo de niños y primates no humanos, tales como chimpancés, gorilas o monos rhesus. El autor proporciona una revisión amena y detallada de las principales ideas y estudios sobre el desarrolo cognitivo de los primates, analizando cómo surgen en el desarrollo y la evolución capacidades como el uso inteligente de objetos e instrumentos, la comunicación y sus relaciones con el lenguaje, los orígenes de la cultura, y el surgimiento de la consciencia, entre otros. El argumento central es que el desarrollo cognitivo es la adaptación humana por excelencia —la mente humana es la más desarrollada del mundo animal en sentido literal—, pero las singularidades de la inteligencia humana no ocurren en un vacío evolutivo, sino que son ampliaciones y modificaciones de tendencias evolutivas discernibles en el orden de los primates, especialmente en los simios, nuestros parientes más cercanos.

“Un libro magistral y bellamente escrito que deleitará por igual a principiantes y a especialistas” (Prof. Michael Tomasello, Instituto Max Planck).

INDICE

    • Prólogo a la edición española

    • Introducción

    • Monos, caras e infancia: los orígenes de la mente de los primates

    • La percepción de un mundo de objetos

    • Inteligencia práctica: cómo hacer cosas con objetos

    • La comprensión de las relaciones entre objetos: la causalidad • La lógica de las relaciones entre objetos

    • Los objetos en el mundo

    • Caras, gestos y llamadas

    • Entender a otros sujetos

    • Aprendizaje social, imitación y cultura

    • Aprender comparando: la evolución de los desarrollos cognitivos

    • Bibliografía

DEL PREFACIO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

Es un placer y un honor ver traducido al castellano —la lengua en la que me formé como investigador— este libro, que recoge tantos temas y estudios de mi dilatada etapa española. Mi propósito al escribirlo fue proporcionar una obra a medio camino entre el ensayo de divulgación y el libro de texto en torno al tema central de mi interés científico: comparar el desarrollo de la inteligencia entre primates, tales como monos rhesus, chimpancés, gorilas, y seres humanos, con el fin de entender el desarrollo de la inteligencia desde la perspectiva de la evolución, y la evolución de la inteligencia desde la perspectiva de sus procesos de desarrollo. En este sentido, este libro coincide con una corriente de pensamiento de creciente importancia en biología evolucionista que defiende la necesidad de integrar los procesos de evolución y desarrollo —el denominado enfoque “evo-devo” (fusión de los términos ingleses evolution y development”), con el fin de otorgar al fenómeno del desarrollo el papel principal que le corresponde en la teoría de la evolución y que tradicionalmente se le ha negado por el protagonismo adquirido por el desciframiento de los misterios del código genético.

La lógica que subyace a este enfoque es la idea de que los sistemas complejos, como la inteligencia, pueden entenderse mejor si se estudian sus procesos de formación: cómo se conforman y despliegan a medida que un organismo crece y cómo aparecieron tales sistemas en el proceso evolutivo. Por ejemplo, para comprender la capacidad de usar instrumentos, estudiamos cómo los niños aprenden a usarlos paulatinamente y hasta qué punto otras especies de primates, como chimpancés y gorilas, son capaces de aprender a usar algunos instrumentos y con qué grado de destreza. La necesidad de combinar evolución y desarrollo puede apreciarse mejor si tenemos en cuenta los siguientes hechos.

La selección natural actúa no sólo sobre los rasgos morfológicos y conductuales de los organismos adultos; los organismos en desarrollo han de estar adaptados para sobrevivir al menos hasta alcanzar la capacidad de reproducción, aunque a veces esas adaptaciones trasciendan al individuo y se basen en recibir cuidados y ayuda de los adultos —una estrategia adaptativa profundamente característica de los primates.

A esto hay que añadir que los fenotipos adultos no son copias o proyecciones directas de los genotipos, sino productos del desarrollo. Los genes aportan instrucciones y parámetros que, especialmente en el caso de los primates, actúan durante un largo proceso de construcción o surgimiento de formas conductuales y cognitivas en interacción con el ambiente. Los genes son sólo el (necesario) punto de partida de los productos que en última instancia han de seleccionarse según su valor adaptativo —los órganos y la conducta—. Pero los genes seleccionados por la evolución sólo pueden resultar útiles para la supervivencia si tal potencial genético se desarrolla, es decir, si se convierten en formas orgánicas y conductas que interactúan con el mundo. Puede afirmarse, por tanto, que los procesos de desarrollo desempeñan en la evolución un papel más central y directo que los genes.

Más aún, los primates, y entre ellos especialmente los antropoides (chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos) y el ser humano, con sus prolongados períodos de infancia, parecen haber aprovechado al máximo las ventajas del desarrollo como una estrategia adaptativa, como mecanismo que produce formas de comportamiento y conocimiento más flexibles y creativas, más dependientes del aprendizaje y la adquisición progresiva de conocimientos; todo ello mediante una prolongación y potenciación de la interacción entre naturaleza y experiencia.

Este libro aplica esta perspectiva “evolutiva” al problema de los orígenes y la naturaleza de la mente, pasando revista a lo que sabemos sobre cómo distintas especies de primates desarrollan su inteligencia en interacción con el mundo físico de los objetos (por ejemplo, qué especies son capaces de usar instrumentos para resolver problemas) y el mundo social de sus congéneres y otros organismos (por ejemplo, hasta qué punto primates no humanos pueden adquirir algo parecido al lenguaje, o hasta qué punto pueden imaginar lo que piensan y desean los demás). Un lugar especial merece el problema de cómo durante el desarrollo de los primates los mundos físico y social se funden inextricablemente, cómo las crías de primates suelen aprender sobre el mundo con la ayuda, voluntaria o involuntaria, de sus padres u otros adultos, culminando en los procesos de aprendizaje cultural que forman parte de la naturaleza humana y, en definitiva, cómo la inteligencia humana, con su prolongado período de formación y sus extraordinarias singularidades, se inscribe en el paisaje mucho más amplio de la inteligencia de los primates.