El rincón de la Ciencia ISSN: 1579-1149 nº 69 mayo 2017

Mercedes Fernández Blanco. IES Victoria Kent

3. Algo sobre anatomía: Lo primero es lo primero

Según describe Arthur Janov (psicoterapeuta) en La biología del amor, el encéfalo, tanto desde el punto de vista del desarrollo evolutivo en distintas especies, como en la maduración del tejido durante el crecimiento de cada uno de nosotros, consta de tres componentes fundamentales. Para el autor anterior y para el psiquiatra infantil Bruce Perry (El chico a quien criaron como perro), cada estructura tiene una etapa de desarrollo crucial, controla unas funciones determinadas y se expresa en su propio lenguaje. Cada una de ellas madura secuencialmente y sienta las bases del desarrollo posterior:

- Tronco cerebral o tallo cefálico

También llamado cerebro reptiliano. Es la estructura más primitiva y la primera en madurar. Además del bulbo raquídeo (ritmo cardíaco, presión arterial, digestión, respiración), el puente de Varolio (información auditiva, dental y facial) y mesencéfalo (movimientos oculares y de las extremidades), incluye el sistema activador reticular (regula el estado de vigilia) y locus cinereus (activa el sistema nervioso en respuesta al dolor). Alberga nuestros instintos y mecanismos de supervivencia. Se expresa a través de las funciones que gobierna: alteración de la presión arterial, palpitaciones…

- Sistema límbico

Surge en mamíferos. A la edad de 20 meses ya ha madurado suficientemente. Alojado en la parte más interna del cerebro, es considerado el cerebro emocional. Traduce los instintos en sentimientos y los envía al córtex frontal. Su lenguaje es la expresión artística en imágenes. Incluye diversas estructuras: hipocampo (fundamental en los procesos de aprendizaje), amígdalas (memoria emocional), tálamo (interviene en la atención, consciencia, percepción) e hipotálamo (fuente última de las respuestas emocionales, regula la producción hormonal y el Sistema Nervioso Simpático/Parasimpático, así como estimula el sistema inmunitario a través de la pituitaria).

Las señales del bulbo olfatorio accesorio (se activa con sustancias no volátiles implicadas en comportamientos sociales y reproductivos) se reciben también en la amígdala e hipotálamo.

El hipocampo se encarga de recordar el contexto y las circunstancias, en oposición al contenido emocional, gestionado por las amígdalas. El sistema límbico combina las emociones con las sensaciones de la parte inferior del tronco cerebral para formar las reacciones viscerales. Ayuda a producir imágenes artísticas.

- Córtex

Gobierna la mente consciente. Es la última estructura en madurar, y de ésta, los lóbulos prefrontales y el córtex orbitofrontal (zona del cerebro situada detrás de las órbitas oculares). El córtex orbitofrontal (COBF) combina la información exterior con la memoria y la historia personal para producir la conducta consciente. El córtex prefrontalgestiona el pensamiento abstracto y la planificación.

El área o córtex frontal (asociación de ambas estructuras) inhibe los impulsos. Empieza funcionar a partir de los 18 meses/2 años de edad (por ello no tenemos recuerdos conscientes de bebé) y acaba su desarrollo sobre los 18-20 años, edad a la que se termina de conectar a otras regiones. ¿Es casualidad que esto coincida con la mayoría de edad legal?

Las dos primeras estructuras (tronco cerebral y sistema límbico) pueden inhibir mensajes de dolor, lo que permite al córtex pensar, planear...Si la barrera se sobrepasa, surgen ansiedad, fobias, obsesiones.

La última estructura en conocer algo sobre nosotros mismos es el córtex frontal izquierdo (se encarga del pensamiento racional). Debe adivinar los sentimientos. La parte más evolucionada de nuestro cerebro es la que a menudo sabe menos cosas sobre nosotros mismos y los demás. También la que más tarda en madurar (después incluso que el lado derecho).

Punset también opina que la mente intuitiva es más rápida que la racional y no se equivoca más veces que ésta. El núcleo amigdalino puede reaccionar antes que el córtex sepa lo que nos está ocurriendo; la emoción en estado puro se desencadena independientemente del pensamiento y antes que él. En otras palabras, somos seres sensibles antes que seres pensantes. ¿Explicaría esto por qué son mucho más populares y queridos los cantantes que los científicos, que llegado el caso, pueden desarrollar tratamientos o tecnologías que salven o mejoren sensiblemente nuestras vidas?

La consciencia se define como los tres niveles de actividad cerebral funcionando armoniosamente.

En nuestro encéfalo, en realidad, se coordinan diferentes áreas con distintas funciones y lenguajes. Se desarrollan y trabajan a diferentes velocidades y se expresan de manera distinta. La área más reciente desde el punto de vista evolutivo, córtex frontal, puede integrar la información de las estructuras más primitivas, pero necesita tiempo y esfuerzo: es más lenta y madura más tarde; además, deben conectarse las diferentes regiones, lo que se logra tras reiterados intentos de autocontrol, donde nuestro comportamiento socializador es parte esencial.

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