Tala 2008

ENCUENTRO DE MATRIMONIOS

ROSARIO DEL TALA 2008

Monseñor Lozano celebrando la Santa Misa Participantes del Encuentro

Marcela y Pablo Cavallero - Movimiento Familiar Cristiano Actividades del Encuentro

El domingo 7/9/08 se llevó a cabo un nuevo encuentro zonal de matrimonios, al que concurrieron familias de distintas localidades de la diócesis, como Gualeguaychú, San Justo, Herrera, 1º de Mayo, Gualeguay, Mansilla, Maciá, y también los locales de Rosario del Tala. También estuvieron presentes Marcela y Pablo Caballero de la localidad bonaerense de Campana, actuales presidentes nacionales del Movimiento Familiar Cristiano.

Este encuentro se inició con la Celebración de la Eucaristía, que estuvo a cargo de nuestro Padre Obispo Jorge Lozano. Monseñor también debía estar en Victoria para celebrar las fiestas patronales, pero se hizo tiempo para acompañarnos durante la mañana, gesto que le agradecemos profundamente.

Al terminar la misa nos dirigimos a la escuela, donde nos esperaban los jóvenes que se encargarían de nuestros hijos durante las charlas. Los agruparon por edades para que los pequeños pudieran divertirse jugando con sus pares.

Luego se organizaron cuestiones prácticas, se rezó la oración de San Francisco de Asís, y pasadas las 10.30 comenzó la primera charla, a cargo del abogado y profesor Pedro José Giunta, oriundo de Concepción del Uruguay pero residente en la ciudad de Mendoza. Pedro es padre de seis hijos y viajó desde allí para brindarnos una interesantísima charla sobre la autoridad.

El disertó sobre la importancia de la cultura por sobre la mera habilidad y de la esperanza sobre la ilusión. También dijo que debemos enseñar a nuestros hijos a “escuchar la realidad”, formarles la conciencia para que luego puedan hacer sus propios discernimientos. Pedro nos llamó a fomentar en los niños y jóvenes algunos valores olvidados, como el esfuerzo, el respeto (a uno mismo, al prójimo, a las normas) y la elevación, o sea, mostrarles grandes ideales, llamarlos a salir de la mediocridad. Para lograrlo, nos aconsejó motivarlos con biografías de santos, como San Agustín, Santa Teresita de Lisieux, San Francisco,o Santa Catalina de Siena, entre otros.

Nos explicó que otros elementos importantes para ejercer la autoridad son la energía, la constancia, la serenidad, la firmeza y la fortaleza. Debemos evitar las desviaciones de la autoridad, como el autoritarismo o la sobreprotección (paternalismo).

Esta charla fue enriquecida con muchos consejos prácticos sobre cómo educar a nuestros hijos, relacionados con temas tan diversos como la decoración de la casa, el diálogo, el enseñarles a perder, a ser responsables, a defenderse o a orar.

Al finalizar esta charla comenzó el almuerzo, que consistió en los tradicionales “choripanes”. Allí nos encontramos en familia nuevamente y luego participamos de un juego. Inmediatamente después de comer los niños volvieron a jugar juntos, evidente signo de que estaban totalmente integrados y entretenidos.

Después Pedro comenzó la segunda charla de la jornada, ésta vez sobre la fidelidad. Nos habló sobre la fidelidad de Dios y nos invitó a ser fiel a las virtudes, a buscar la Voluntad de Dios para luego serle fieles, a ejemplo de María. Nos aconsejó sobre cómo formar la fidelidad a nivel personal y espiritual. Por supuesto, esto requiere sacrificio y renuncias pero es amar de verdad, lo cual significa abandonar la prisión de la soledad y al final del camino vivir una “vejez fecunda”.

En estos tiempos de individualismo, el hecho de fomentar y reconocer la importancia de estos valores es vital para lograr un cambio en nuestra familia, y a partir de ahí en nuestras comunidades.

La jornada terminó con una breve charla a cargo del sacerdote Oscar Bourlot, quien nos habló sobre la espiritualidad matrimonial.

Nos dijo que la primera vocación del hombre es el amor, porque como dijo Juan Pablo II, “el que no ama no es feliz”. Dios nos da un proyecto de vida a través de la vocación, que nosotros debemos descubrir y llevar a cabo con fidelidad.

Nos invitó a imitar el modelo de santificación de la Sagrada Familia y, como en ella, tener a Jesús como el centro de nuestra vida. Si nos amamos en Cristo, permanecemos unidos en la oración y somos coherentes, lograremos dar buenos testimonios de vida cristiana en nuestras comunidades.

Al terminar la reflexión del padre Bourlot se dio por terminado este encuentro. Un poco cansados, emprendimos el viaje hacia nuestros hogares con la actitud de María, que guardaba todas las cosas en el corazón.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para ser familias fecundas, fieles testigos del Amor y la Verdad que hemos conocido, que podamos dar fruto en nuestros ambientes, y ese fruto permanezca.

(Por Leti)

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