La abstinencia sexual explicada a los hijos

¿Qué es la abstinencia sexual, antes del matrimonio?

Es la virtud que consiste, en privarse de satisfacer los apetitos sexuales, y está relacionada, entre otras con la continencia, la castidad y el pudor. La abstención sexual antes del matrimonio, es algo grande, excelso y positivo, que no se limita o resuelve en un conjunto de prohibiciones, pues va mucho más allá de los dominios de la genitalidad. Su objeto propio, como el de toda virtud, es el amor: En este caso, el amor de dos personas sexuadas, varón y mujer. Y su fin, hacer que se despliegue y fructifique ese cariño, en todas y cada una de sus dimensiones, no sólo en las directamente relacionadas con el trato corporal.

¿Cómo hablar con los hijos, de la abstinencia sexual?

En la Escuela Para Padres nos preguntan, continuamente, que es lo que pueden hacer, para hablar tranquila y adecuadamente con sus hijos, sobre los problemas relacionados con el uso indebido de las relaciones sexuales, antes del matrimonio y de los peligros físicos, sociales y de salud que conllevan.

Los padres tienen que evitar contemplar pasivamente, lo que les pasa a los hijos, cuando se les adelanta la adolescencia, pues es el drama de la niñez perdida. No valen las lamentaciones, valen los hechos. Tienen que educar a sus hijos, en un amor comprometido con la generosidad y sin egoísmo, para que sepan controlarse, no para ser débiles y mediocres y queden aprisionados por la promiscuidad y la adicción al sexo.

Los padres deben promover la abstinencia, como virtud humana y que los hijos, estén contentos con su fortaleza de cuerpo, mente y espíritu, preparados para mantener una buena y responsable relación prematrimonial hacia una perfecta y gozosa fidelidad matrimonial. Y deben advertir a sus hijos, sobre la inmoralidad y peligro de algunas relaciones prematrimoniales, aunque exista el compromiso de llegar un día, a contraer matrimonio. También deben evitar que sus hijos, aunque el matrimonio lo vean muy lejano, vayan saltando de pareja en pareja, cohabitando impulsivamente, con lo primero que encuentran y asumiendo los peligros que eso supone.

Los padres son los encargados, de la formación moral y religiosa de sus hijos y no pueden delegarla en nadie. Deben buscar personas o asociaciones, que les ayuden en esa tarea tan importante e imprescindible, como es la educaron moral y religiosa de los hijos. Esta formación debe estar soportada con el ejemplo de los padres, y no con los malos modelos de comportamiento que continua y sistemáticamente ven, en los medios de comunicación, principalmente referido a algunos personajes públicos y sus escandalosas vidas, aireadas continuamente.

Los padres deben prepararse, para dar respuestas a las situaciones concretas de la vida diaria y a transmitir las enseñanzas de la Iglesia, educando a los hijos en la práctica, de las virtudes y valores humanos y a luchar, contra todas las noticias llenas de ignorancia sobre este tema, en un mundo lleno de publicidad a favor de la pornografía, la cohabitación y la práctica del sexo fuera del matrimonio, además de gran peligro de admitirlo todo como normal.

¿Por qué los hijos solteros, deben practicara la abstinencia sexual?

Si los padres no han inculcado en los hijos, una razón poderosa para mantener la abstinencia sexual antes del matrimonio, también llamada virginidad, los hijos no la mantendrán. Esta razón poderosa, solamente puede estar soportada por su educación religiosa, la práctica de las virtudes y valores humanos y su firme prepósito, de mantenerse en lo prometido a si mismos. Hay muchos jóvenes, que valientemente han hecho público, el deseo de permanecer vírgenes y practicar la abstinencia sexual, hasta llegar al matrimonio, así como mantener la fidelidad y la castidad matrimonial.

También tienen la razón poderosa, de considerar el valor del cuerpo, como templo de Dios, y reservarlo para entregarlo a su futura pareja en el matrimonio. Es muy importante conocer el valor de nuestro cuerpo, para evitar regalarlo gratuitamente o venderlo.

¿Qué tipos de presión, por parte de la sociedad reciben los hijos?

Algunos jóvenes ya están hartos, de los vendedores de humo y mensajeros de nada, que a través de los medios de comunicación, con su continua descarga de publicidad, y con los malos ejemplos de la sociedad, les está insistiendo continuamente, que cada uno debe hacer lo que le de la gana, cuándo le apetezca y con quién quiera. Les inculcan que no tienen que incluir en sus vidas, el concepto de responsabilidad sexual, que eso ya llegará cuando sean mayores y entonces, harán lo que les convenga, pues ahora son jóvenes y no les debe interesar nada, relacionado con la abstinencia sexual, menos con la continencia, castidad, modestia ni con el pudor.

Justo cuando la revolución y propaganda sexual, grita lo de “hago con mi cuerpo lo que quiero”, las Iglesias recuerdan que la sexualidad, no puede ser reducida a un instrumento lúdico y reclama, la responsabilidad de la abstinencia de los jóvenes, para que se centren en dejar la sexualidad para el amor fiel, junto a la procreación responsable.

La sociedad necesita jóvenes limpios de mente, fuertes de espíritu, sanos de cuerpo y responsables en sus acciones, que sean capaces de formar, familias felices. No se puede adelantar la adolescencia. Cada cosa tiene su tiempo, lugar y circunstancias. Prepararse para el matrimonio, requiere mucho cuidado y dedicación, pues las malas decisiones, conllevan errores irreversibles.

¿Qué consecuencias tiene el no practicar la abstinencia sexual?

La abstinencia sexual, también es una medida de prevención, ante el alarmante azote del crecimiento de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Dios perdona siempre, el hombre algunas veces, pero la naturaleza nunca perdona. De ahí el número tan elevado de enfermedades letales, que se propagan por la promiscuidad y por el hacer caso omiso, a la abstinencia sexual. Esto lo demuestran los médicos y las cifras escalofriantes, facilitadas por la salud pública de cada comunidad, ciudad, estado o nación. A hijos hay que enseñarles que con el mal, no se dialoga, se huye. Los preservativos no son garantía, ni salvoconducto, que eviten las enfermedades, ni los embarazos

Todas las campañas gubernamentales de educación y prevención sexual, que no estén basadas en poner énfasis, en la abstinencia sexual, lo único que hacen es alentar conductas inmorales e ilícitas, pues ya está hartamente demostrado, que no son efectivas ni moralmente, ni como prevención ante las enfermedades de transmisión sexual, ni para prevenir los embarazos no deseados. Detrás están los intereses de los fabricantes, de los falsos anticonceptivos de antes, durante y después del acto sexual. Hablar de castidad en el siglo XXI puede parecer chocante y anacrónico. Tal vez porque, erróneamente, ese término suele aludir a un conjunto de negaciones, del todo ajenas al verdadero amor.

No se debe olvidar que el desenfreno sexual, produce un desorden moral que destruye, progresivamente, la capacidad de amar de las personas, haciendo del placer, el fin único de la sexualidad, y reduciendo a las otras personas, a objetos para la propia satisfacción personal.

¿Por qué esperar al matrimonio para tener relaciones sexuales?

Una de las claves de éxito, en el matrimonio, es la espera hasta que tenga que llegar el momento de consumarlo. Eso de decir “dame una prueba de amor” suele ser, el principio de un abandono posterior y normalmente inmediato. Es lo que algunos, de mala forma, falsean gravemente, lo que verdaderamente es una prueba de amor. La prueba de amor más grande que existe, es el respeto hacia la otra persona y la espera, hasta que llegue el momento y las circunstancias adecuadas.

Padres: Inculquen en sus hijos, el mantenimiento de la virtud de la continencia sexual, antes del matrimonio. Háganles saber, que si no la mantienen, asumirán las consecuencias y responsabilidades civiles, morales y de transmisión de enfermedades, así como las de los embarazos no deseados.

De www.micumbre.com