Proclama

¿Por qué defender la familia?

* El matrimonio, unión de un hombre y una mujer, es el pilar donde se funda la familia, donde los hijos naturalmente nacen, crecen, se educan y forman para ser mujeres y hombres de bien útiles a la sociedad y donde se recibe como propios a los niños adoptados. Este es el contexto ideal de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para crecer y ser felices.


* Paternidad y maternidad son complementarias: sin el aporte de la parte masculina y femenina no se constituye un nuevo ser y en el plano psicológico ocurre algo parecido: se necesita la acción de los dos para que el hijo crezca y se desarrolle de manera plena y armónica. Cada uno aporta algo específico que no puede ser aportado por el otro.

* Los hijos de padres que se casan y permanecen casados tienen luego mayor posibilidad de formar una familia feliz.

* Debemos descubrir la verdadera dimensión de la institución matrimonial para cuidarla de las crisis, de las amenazas que se le han ido poniendo en el camino, de los cambios culturales que vamos atravesando, y revalorar el ámbito de la familia sostenida en un vínculo sano de amor entre un hombre y una mujer, como el espacio vital más adecuado para el desarrollo de los hijos.

* Mucho se puede discutir sobre el tema, pero ninguna persona que se haya casado libremente y por amor, puede negar el duelo, conflicto y dolor, que significa una ruptura y si hay hijos, la gama de conflictos que suelen manifestarse en ellos. Los chicos, aún aquéllos que son adoptados, naturalmente prefieren ser criados, cuidados y amados por un papá y una mamá. Cuando alguno falta, la psicología dice que se elabora una pérdida personal, y de esto cada uno de nosotros por nuestra experiencia personal, familiar y social, puede dar testimonio y ejemplos.

* Por todo esto es claro que nuestros hijos merecen todo el esfuerzo por crecer y mejorar nuestra relación matrimonial. Intentemos por todos los medios defender nuestro matrimonio, y el de nuestros seres queridos. Seamos pacientes y generosos con el otro, dialoguemos mucho y sepamos perdonar y pedir perdón cuando nos equivocamos.

Grupo de Matrimonios Acción Católica

Parroquia San Antonio