La adopción es el encuentro de dos necesidades

Es el camino que una pareja inicia con un proyecto que es llegar a la paternidad de una manera diferente.

Este matrimonio debe haber terminado con el duelo que había en su vida al haberse encontrado con un “no” por la vía biológica y pasar a descubrir que puede acceder a la paternidad por otra forma.

Cuando hay espacio para ese hijo, las motivaciones son valederas.

No son valederas cuando plantean que quieren adoptar para tener a quien dejar los bienes, o cuando uno de los miembros de la pareja quiere y el otro no.

Tiene que haber unanimidad en querer ser padres.

¿Cómo se adopta? No es tan complicado como parece.

La adopción de bebés demora no por el trámite, sino porque hay mas padres que quieren adoptar que chicos en condición de ser adoptados.

La adopción es una de las instituciones sociales más hermosas.

Por su intermedio, un niño recupera la posibilidad de crecer dentro de una familia, que es el mejor ámbito para crecer.

La adopción se basa en la solidaridad, porque los padres adoptivos se hacen cargo de un hijo que tiene en su cuerpo y su psiquísmo las señales de otra familia, la de su origen, y esto tiene que ser aceptado, respetado e incluso valorado por la familia adoptiva si quiere, aceptar, respetar y valorar a su hijo.

Un matrimonio adopta cuando tiene la carencia de no poder tener un hijo y cuando encuentra otra carencia: la de un niño que no tiene familia.

Ambos vacíos se unen amándose y dándose la posibilidad de llenar el hueco que tenían las dos partes. A los dos les faltaba algo.

Es una suerte mutua: las dos partes salen satisfechas, las dos partes se sienten como si les hubiera tocado la lotería.

Es que eso es la sensación que tienen, la de haberse sacado un premio.

La adopción es un camino, una alternativa para constituir una familia.

Sabemos el significado y la importancia que adquiere para el desarrollo de todo chico, crecer dentro de un contexto familiar, y de tener un papá y una mamá, que le darán afectos y cuidados.

Dentro del mundo de la adopción hay matrimonios que son fuera de serie.

Son aquellos matrimonios que adoptan chicos con discapacidades.

Son los que no ponen por delante como quieren que sea el hijo.

Quieren solamente ser padres.

Siempre recuerdo aquella vez que al equipo de Adopción del Movimiento Familiar Cristiano llegó un bebé que le faltaba un ojo.

La señora de Linch, cordinadora en aquel entonces del equipo, buscó entre las más de 300 matrimonios anotados para adoptar y solamente pudo sacar dos fichas. Eran los dos únicos que ella sabía que no pondrían obstáculo.

Cuando telefónicamente habló anunciando que había llegado el hijo esperado, hubo una gran alegría al otro lado del teléfono.

Pero inmediatamente manifestó que había un problerma.

---¿Cual?

---Le falta un ojo.

Se prodijo un silencio y lo hermoso fue la respuesta.

--- Ah un hijo se lo recibe con todo lo que trae y también con lo que le falta.

Eran un matrimonio que solamente deseaban ser padres.

Esos matrimonios acostumbran a tener un alto concepto de lo espiritual y profunda conciencia de que el ser humano existe más allá de sus características físicas.

Hay gente con una verdadera capacidad amatoria. Los rige la fe.

Son gente de fe, son gente creyente. Son gente que vive creyendo.

Cada hijo adoptivo es un misterio, cada madre que entregó el fruto de su vientre, es un misterio.

De dónde vino, lo que trae, lo que será de él, es un misterio.

Misterio que debe ser respetado y valorado.

Salvador Casadevall

salvadorcasadevall@yahoo.com.ar