Reflexiónes 2

NO LES DABA TIEMPO NI PARA COMER

A los esposos, lo mismo que les ocurrió a las apóstoles, a veces son tantas las idas y venidas que tenemos que dar para atender a los hijos, "que no nos queda tiempo ni para comer".

ª Ni (lo que es más grave quizá) para estar solos y contamos "todo lo que hemos hecho y enseñado..."

ª Ni para conocernos mejor, base indispensable para amarnos más....

ª Ni para manifestarnos ese afecto, que tantas veces manifestamos a los demás pero que, inexplicablemente, olvidamos manifestarnos mutuamente.

ª Ni para hablar de los problemas del más grande, que anda con unos amigos que no nos gustan nada, nada... ni de la hija que anda con un genio del diablo.... ni del chico de quien ya han llegado varios reportes de la escuela... ni del que llegó a las tantas de la madrugada y oliendo no precisamente a rosas....

ª Ni para hacer planes sobre los sábados y los domingos, que se nos presentan de repente y luego resulta que no sabemos qué hacer y andamos de un humor de perros....

ª Ni para decirnos: "Perdóname el grito que te pegué en la comida" o "Por favor, tenme paciencia; es que estos días he andado muy nerviosa(o) y cansado(o)..."

ª Ni (sobre todo y ante todo) para "ir con Cristo" ("Vengan conmigo a un lugar solitario") y pedirle por los hijos, encomendarle nuestras preocupaciones y pedirle fuerzas para no desalentarnos y seguir tirando de la carreta....

Reflexión tomada de "Vida del Alma"

19 de julio de 2009