Familia

¿Por qué no nos casamos?

Vivimos en una época de mayor libertad individual, y en algunos aspectos, más autentica.

Pero, junto con estos aspectos positivos, se acentúan los miedos a sufrir y a comprometerse en relaciones estables.

Un creciente numero de mujeres y varones jóvenes busca concretar su proyecto de vida y amor en común a través de la convivencia o unión de hecho, postergando, o directamente prescindiendo del marco institucional del matrimonio ya sea civil o religioso.

¿Qué dicen los jóvenes que se van a vivir en pareja, cuando se les pregunta por qué no se casan? ¿Cuales son sus motivaciones?

Veamos algunas de las respuestas más frecuentes.

------Viviendo juntos, queremos probar si nos llevamos bien, más adelante....veremos.

-----Necesitamos primero conocernos, consolidar la pareja, compartir y disfrutar; si la convivencia marcha bien, en algún momento formalizaremos.

----Estamos bien así conviviendo de hecho. No necesitamos firmar ningún contrato; nos comprometemos en el día a día. No podemos asegurar que lo nuestro sea para siempre.

---Formar una familia y traer hijos al mundo es cosa seria. Por ahora no pensamos demasiado en esto.

---No necesitamos atarnos a una institución para ser felices. Más vale hacer nuestra propia experiencia de vivir juntos sin tener que comprometernos oficialmente ante los demás.

Estas breves expresiones son un pequeño mosaico de lo que con frecuencia nos dicen los que han decidido irse a vivir juntos.

La familia como grupo primario e institucional, está en crisis.

Estamos viviendo la sensación de que se nos están quemando o se vuelven inservibles muchas actitudes que parecían inamovibles.

Estilos de vida y formas de vida que nos venían por tradición parece ser que ya no entusiasman ni conforman y por otra parte no vemos con claridad a donde llevan estas nuevas posturas.

Ciertamente la familia, por ser lugar donde naturalmente se viven más intensamente los lazos humanos, es caja donde resuena fuerte la crisis.

Tal vez sea hora de repensar en serio qué nos ha pasado a las generaciones inmediatamente anteriores que de algún modo no hemos sabido vivir y transmitir el valor del matrimonio como una realidad que entusiasme.

Desde una visión cristiana nuestro acercamiento al mundo real de las relaciones humanas nos está pidiendo que reflexionemos con serenidad esta realidad que nos toca vivir y no perder nunca de vista de ver las cosas con una mirada penetrante llena de amor; sabiendo que lo que no es asumido, no es redimido.

Desde que el mundo es mundo, hay trigo y cizaña, luz y sombra conviviendo uno junto al otro. Habrá que esforzarse en discernir para no perdernos en la confusión y poder afirmarnos en los genuinos valores que no mueren a pesar de los vaivenes culturales.

Hay, vemos, una conciencia más viva de la libertad personal. Creo que es parte de una luz necesaria para instalar y hacer crecer cualquier proyecto de amor.

El camino del amor parece que viene barajado distinto. Con variantes.

Los roles vienen compartidos tanto por varones como por mujeres en un sentido tan igual, que hubiera sido impensable hace apenas unas décadas.

Un simple ejemplo: entre los novios si toman un refresco, cada cual se paga lo suyo. Eso era impensable en nuestra época de noviazgo.

Modos de represión de la afectividad han sido superados por la valoración positiva de la expresividad de sentimientos y emociones.

Hasta aquí unas pequeñas luces en este mundo de claroscuros.

Entre las sombras vemos cierto individualismo más que una vida compartida de a dos. El irse a vivir en pareja siempre uno tiene en su bolsillo la llave para pegar un portazo y mandarse mudar.

En ellos hay una muestra de no buscar un vínculo estable.

Han decidido ir a vivir juntos, pero........

Si no hay un propósito de estabilidad, ¿cómo enfrento el dolor?

Es frecuente ver poca tolerancia frente a las dificultades.

Los que se van a vivir en pareja se llevan muy mal con un par de versos que alguien escribió hace ya mucho tiempo.

....Quien su amor hace durar consigue al fin amar.

.....Corazón que no quiere sufrir dolores, pasa la vida libre de amores.

Debemos acompañar más que descalificar.

Animarlos a serse fieles y desde la fidelidad mirar de sensibilizarlos hacía formas de compromiso más consistente y personal.

Mostrarles que lo que ellos hagan con su vida interesa a toda la comunidad, dado que su ejemplo será semilla para otros y todos queremos que sea una buena semilla y una buena cosecha.

La tarea en fin, consiste en rescatar a una pareja humana que se ama para que siga siendo el centro, para que siga siendo el corazón de la familia, lugar de encuentro y centro generador de vida como fruto de un autentico y perseverante amor.

Porque la familia, como dice Mounier en uno de sus libros, es la aventura que se ha de vivir, un compromiso que se ha de fecundar.

Aventura y compromiso que hoy como siempre vale la pena vivir porque forma parte de la vocación de todo varón y toda mujer que busca en plenitud su plena realización.

La comunidad, toda la comunidad debe ayudar desde su actitud de comprensión. Es un nuevo desafío de nuestro tiempo.

Y en la medida que lo asumamos, así será la sociedad del mañana.

A todos nos incumbe el hacerlo.

Salvador Casadevall

salvadorcasadevall@yahoo.com.ar

REFLEXIONES DESDE LA FAMILIA...........para acompañar a vivir

Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2007 Programa “Día Internacional de la Mujer”

Galardonado con la ROSA DE PLATA-Buenos Aires 2007 Programa “Navidad”

Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2006 Programa “Día del Niño”

Mención especial Premio MAGNIFICAT-Buenos aires 2005 Programa “Adultos Mayores”

FM-Parroquial 105.1 Jueves: 14 a 15.30 hs. Puede escucharse vía INTERNET

Algunas madrugadas: 0.15 a 8.00 (Grab.) www.fmparroquial.com.ar

FM Vida Satelital 91.1 Viernes 11 a 12 www.radiovidasatelital.com.ar

Florencio Varela (Gran Buenos Aires)

Los libros I, II y III están disponibles.