Treinta años para santificar la familia...

TREINTA AÑOS PARA SANTIFICAR LA FAMILIA Y TRES PARA SALVAR AL MUNDO

Jesucristo, el salvador del mundo, de treinta y tres años de su vida, dedicó treinta para santificar a la familia y tres para salvar al mundo.

Igualito que nosotros... nada más que al revés.

Nosotros dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a salvar –desde la mesa de un café, por supuesto- al mundo; a salvar nuestra empresa, nuestra industria, nuestro negocio, nuestro trabajo, nuestra milpa, nuestro becerros.... y lo que nos sobra de tiempo, que no es mucho, lo dedicamos a la familia.

Tenemos tiempo, mucho tiempo, para conversar con las amigas, con las vecinas; pero no disponemos de tiempo para hablar con la familia, para conversar con el cónyuge, con los hijos, con nuestros padres.

Pasamos horas enteras departiendo con los amigos y conocidos; apneas si nos quedan unos minutos para convivir con la familia, para divertirnos en familia, para disfrutar de la familia.

Estamos haciendo muchas cosas, pero tal vez se nos está olvidando formar seres humanos... que es lo importante.

Cristo empleó treinta años en santificar la familia.

Tomado de: Vidas del Alma. No. 4015