Familia

El que es muy santo se lo toma por loco

A alguien muy bueno es frecuente que se diga de èl, que es un santo.

Y al que es muy santo se lo toma por loco.

Juan el Bautista era tanta su locura por su fe que a los ojos de los hombres de su tiempo, era un loco remachado. Tan loco era que le costo la cabeza. A los gritos le proclamaba a la cara de Herodes su infidelidad. La proclamaciòn de lo que estaba mal, le costò la vida.

El camino de la santidad siempre va unido a jugarse todo por lo que uno cree, y eso es una locura para gran parte de la sociedad de ayer y de hoy.

¿Por qué creen que lo llaman loco a uno de una gran fe?

¿Crees que no es una locura pretender que se puede y se debe ser santo en la calle, que pueden y deben ser santos el que vende helados, el empleado que ocupa su tiempo en la cocina, el director de un banco, el profesor de la universidad, el que trabaja en el campo y el que carga las maletas en las terminales de ómnibus? Nadie se escapa.

¡Todos estan llamados a la santidad! ¡Todos están llamados a ser buenos!

Estar loco por ser Santo no es cuestion de antes, es cuestion de hoy, de los que vivimos hoy.

Para serlo no es necesario hacer cosas excepcionales. Es hacer las cosas desde el bien, desde querer hacer el bien. Haciendo las cosas bien, para hacer el bien, es como se encuentra a Dios en el camino de la vida.

Todo trabajo està lleno de espiritualidad si pones amor en lo que haces.

Un jardinero que cuida con amor sus flores puede tener mas valor que un predicador que predica con desgano.

Aquellos padres que enfrentan serenos las vicisitudes de la vida, son un modelo de la futura vida de sus hijos. Hacen santamente su trabajo de padres.

Aquellos esposos que hacen de su amor humano un ejemplo de vida para sus

hijos, que tratan, marido y mujer de tener pocas disputas entre ellos, estan no solo sembrando felicidad en su matrimonio sino tambien en la vida de sus hijos. Todo está sembrado de santidad si yo pongo esfuerzo.

No hay que jugar con la felicidad.

No hay que pelearse jamas delante de los hijos, pues siempre estan atentos a todo y se forman sus propias opiniones influenciados por lo que ven.

El mejor recuerdo que los hijos pueden tener de sus padres es el que jamàs los hayan visto pelear.

Recuerdo aquella entrevista que un día le hicieron a Alberto Cortez, y decía, siempre vi a mis padres vivir armonicamente: no los vi nunca pelear y seguro que algunas diferencias habrán tenído: tuvieron la delicadeza de no hacerlo delante mío.

Por más que un matrimonio se ame mucho, es evidente que alguna discusión tienen, pero jamàs deben pelearse delante de los niños. Enciérranse en el baño o vayan al medio de una plaza, y díganse las cosas que hayan que decirse, pero siempre díganselas a solas.

La familia que ven los niños, nuestros hijos, es la primera escuela de todo hombre.

Cada uno se hace hombre dentro de una familia y ya adulto al integrarse a la sociedad, al mundo del trabajo, al mundo de relaciòn, de la educaciòn recibida es lo que lo convierte en un hombre armónico, es el que lo ayuda a cumplir su trabajo del mejor modo posible. Es lo que más influye en él para ser un esposo, como esposo debe ser.

Si nos esforzamos en afrontar cada una de nuestras obligaciones como un requerimiento divino, aprenderemos a terminar un trabajo con la mayor perfecciòn humana y sobrenatural de la que somos capaces.

El Papa Juan Pablo II al comentar las palabras “con el sudor de tu frente ganaras el pan”, explicaba lo siguiente: “Estas palabras se refieren a la fatiga a veces pesada, que desde entonces acompaña al trabajo humano............

Esa fatiga es un hecho universalmente conocido, porque es universalmente experimentado, lo saben los hombres del trabajo manual, realizado a veces en condiciones excepcionalmente pesadas..............

Lo saben a su vez, los hombres vinculados a la mesa del trabajo intelectual; ; lo saben los cientificos; lo saben los hombres sobre quienes pesa la gran responsabilidad de decisiones a tener una vasta repercusiòn social.

Lo saben los medicos y los enfermeros, que velan dia y noche junto a los enfermos.

Lo saben las mujeres, que a veces sin un adecuado reconocimiento por parte de la sociedad y de sus mismos familiares, soportan cada dìa el cansancio y la responsabilidad de la casa y de la educaciòn de los hijos.

Lo saben todos los hombres del trabajo y, puesto que es verdad que el trabajo es una vocaciòn universal, lo saben todos los hombres.”

Soportando la fatiga del trabajo el hombre colabora en cierto modo en la redenciòn de la humanidad. Llevando la cruz de cada dìa, su actitud es parte de aquella otra Cruz de hace más de 2000 años.

Asumiendo esa fatiga, es una nueva victoria sobre nosotros mismos.

Ese pequeño sacrificio, esa sonrisa ante la persona inoportuna, ese esfuerzo por dar prioridad al trabajo menos agradable, pero mas urgente, ese esmero por los detalles de orden, esa perseverancia en el cumplimiento del deber cuando serìa tan facil abandonarlo, esa voluntad de no dejar para el dìa si-guiente lo que debe acabarse en el dìa y todo ello............. todo ello, ¿por qué se hace? Para ganarse el cielo. El hombre no tiene otro motivo.

Es bueno y hace el bien para ganarse el cielo.

Porque en definitiva para que vive el hombre creyente si no es para ganarse el cielo.

Hay que hacer desde el bien, todo el bien.

Salvador Casadevall

salvadorcasadevall@yahoo.com.ar

REFLEXIONES DESDE LA FAMILIA.............para acompañar a vivir

Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2007 Programa “Día Internacional de la Mujer”

Galardonado con la ROSA DE PLATA-Buenos Aires 2007 Programa “Navidad”

Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2006 Programa “Día Internacional de la Mujer”

Mención Especial Premio MAGNIFICAT-Buenos Aires 2005 Programa “Adultos Mayores”

FM-Parroquial 105.1 Jueves 14 a 15.30 Puede escucharse vía Internet

Algunas madrugadas 0.15 a 8.00 www.fmparroquial.com.ar

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Florencio Varela (Gran Buenos Aires)

Los tres primeros libros ya están disponibles.