Fecha de publicación: Aug 14, 2011 6:8:27 PM
EL ESPECTADOR, JUEVES 3 DE DICIEMBRE DE 1998
Ciencia ficción Comienza a ser realidad.
POR LOURDES GOMEZ El país de las tentaciones.
Mueve un brazo y la puerta se abre, avanza dos pasos y una voz artificial le da la bienvenida: ’’buenos días profesor Warwick’’. Al entrar en su despacho, en el departamento de cibernética de la Universidad de Reading, en el Reino Unido, su ordenador se acciona automáticamente, conectado con el servidor de Internet y le presenta en pantalla un listado del correo electrónico de la jornada. Qué extraño poder tiene el científico Kevin Warwick?
La respuesta se encuentra en un chip de silicio que se dejo implantar en el antebrazo como parte de sus investigaciones sobre edificaciones inteligentes. ‘’mí mujer se asusto muchísimo y mi hija piensa que estoy loco, pero fue una experiencia muy positiva’’, afirma. El chip funciona al estilo de la banda magnética de una tarjeta de crédito, con información que se transmite a un ordenador central programado para abrir puertas o encender luces y radiadores al detectar su presencia.
‘’Quiero demostrar el alcance de la técnica y provocar un debate ético sobre sus repercusiones’’, asegura. Los injertos electrónicos facilitaran la vida a minusválidos, parapléjicos y otros enfermos. Ayudara a los bancos a prevenir fraudes con tarjetas de crédito y a la policía a controlar pederastas conocidos.
Pero también un empresario podrá seguir los movimientos de un empleado porque su señal aparecerá en el ordenador de la compañía.
‘’Soy consciente del lado positivo y negativo de esta tecnología y si la gente la rechaza, no continuare con mis experimentos. Pero como científico miro el futuro y deseo descubrir todas sus posibilidades’’.
Con este salto científico se cumple el sueño de la cibernética: la fusión de la maquina y el hombre. ‘’Me sentí unido al ordenador como siameses’’, reconoce el profesor. Pero aun le queda terreno por explorar. En la siguiente fase, conectara el chip a su sistema nervioso de forma que si siente frio, se encenderá la calefacción, si quiere escribir se prendera el computador y si desea salir a la calle, llegara el ascensor.
Es emocionante, al punto que después del susto inicial su mujer cambio de opinión. ‘’también se injertara un chip’’. Estableceremos una conexión entre nuestras mentes y podremos saber lo que ambos pensamos en todo momento’’, explica este hombre ante quien la ciencia ficción parece convertirse en realidad.
Hombres maquina
El termino cyborg proviene de la fusión de las palabras cibernético y organismo. Fue acuñado en los años 60 para describir la fusión de la tecnología con el cuerpo humano.
Los autores de la idea, Manfred Clynes y Nathan Kline, eran científicos de la NASA y tenían en perspectiva utilizar una combinación de sustancias químicas y de implantes corporales basados en el funcionamiento de los computadores.
Pero la idea ya existía en los terrenos de la ficción, apareció publicada en 1948 en el libro cibernética de Norbert Wiener.
Desde entonces se considera cyborg a un humano parcialmente artificial o un robot parcialmente humano, por ejemplo el protagonista de Robocop.