EL NUEVO TESTAMENTO AFIRMA Y PROCLAMA QUE JESÚS ES DIOS
Las sagradas escrituras es nuestra guía absoluta para confirmar y anunciarle al mundo o a toda criatura que solo hay un Dios. Pero lo más importante de todo esto es que ese Dios tiene un nombre, que fue manifestado a su debido tiempo por los Apóstoles escogidos por Dios.
Son muchos los testimonios que muestran esta gran verdad, JESUS ES E
L NOMBRE DEL VERDADERO DIOS, y si usted querido lector no lo sabia, le invito a que siga leyendo, a continuación se lo demostrare con las sagradas escrituras del N.T:
1. Tomás confesó a Jesús como ambos Señor y Dios:
• Juan 20:28 dice: Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
2. Según Hechos 20:28, la iglesia fue comprada con la propia sangre de Dios, específicamente la sangre de Jesús:
• Hechos 20:28 dice: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
3. Pablo describió a Jesús como “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”:
• Tito 2:13 dice: aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
4. Pedro lo describió como “nuestro Dios y Salvador Jesucristo”:
2da. Pedro 1:1 dice: Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.
5. Nuestros cuerpos son los templos de Dios (1. Corintios 3:16-17), pero sabemos que Cristo mora en nuestros corazones (Efesios 3:17):
• 1. Corintios 3:16-17 dice: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
• Efesios 3:17 dice: para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor.
6. El Libro de Colosenses enfatiza fuertemente la deidad de Cristo. “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9) confirmado también en Colosenses 1:19 que dice: por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud). Según estos versículos de la Escritura, Jesús no es simplemente una parte de Dios, sino que todo Dios reside en El. Si hubiera varias personas en la Deidad, de acuerdo con Colosenses 2:9 todos ellos deberían habitar en forma corporal en Jesús. Nosotros estamos completos en El (Colosenses 2:10 dice: y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad). Todo lo que necesitamos de Dios lo podemos hallar solamente en Jesucristo.
Seguimos confirmando que el Nuevo Testamento atestigua la plena deidad de Jesucristo, veamos los siguientes versículos:
• Jn. 1:1, 14… En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. … Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
• Jn. 5:18… Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
• Jn. 20:28… Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
• Hch. 17:3, 23… declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.
Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.
Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.
Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas.
Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.
Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres. Cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allá, y también alborotaron a las multitudes.
Pero inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí.
Y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron.
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían. Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.
Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.) Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.
• Ro. 9:5… de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
• Fil. 2:6… el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.
• Col. 2:9 … Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.
• 1 Ti. 3:16… E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
• 1 Ti. 6:15… la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores
• Tit. 1:3… y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador.
• Tit. 2:13… aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
• Heb. 1:8… Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
• 2 P. 1:1… Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:
• 1 Jn. 5:20… Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
El hecho que Jesús es Dios se halla tan firmemente establecido en las Escrituras como el hecho de que Dios es uno. La Biblia enseña que Jesús es totalmente Dios y totalmente hombre.
Espero que mi Dios te haya dado entendimiento para comprender cada uno de estos textos donde Dios mismo te dice que él no mando a otro, que Jesucristo es EL MISMO ayer (A.T), y hoy (N.T), y por los siglos (SIEMPRE). (Hebreos 13:8).
Las declaraciones y afirmaciones que la Biblia hace respecto a Jesús, son pruebas indubitables de que Jesucristo es Dios. Las pruebas que las Escrituras presentas son inagotables y difíciles de enseñar en un solo estudio.
Reconozcamos que solamente hay un solo Dios verdadero, el cual es JESUCRISTO.
Dios les siga bendiciendo
Fredy