Apocalipsis 5:1 describe a Uno en el trono en el cielo con un libro (rollo) en Su mano derecha. Entonces los versículos 6 y 7 representan un Cordero que viene y toma el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono.
Recordemos que el espíritu de Dios no tiene manos. Mano derecha es poder y autoridad.
¿Significa esto que hay dos personas de Dios? No. De nuevo, debemos recordar que el libro de Apocalipsis es altamente simbólico.
De hecho, sabemos que el mencionado pasaje es simbólico. Primeramente, Juan no vio al Espíritu invisible de Dios, porque Juan mismo dijo que ningún hombre había visto a Dios
(Juan 1:18, I Juan 4:12).
De hecho, ningún hombre puede ver a Dios (I Timoteo 6:16). Apocalipsis 5:5 dice que un “León” abriría el libro, pero en cambio en el versículo 6 Juan vio a un “Cordero.” El versículo 6 dice que el Cordero había sido muerto pero con todo se movió.
Tenía siete ojos, lo que simboliza los siete Espíritus o el Espíritu de siete manifestaciones de Dios (versículo 6) y la omnisciencia de Dios (Proverbios 15:3).
El Cordero tenía siete cuernos, que significan la plenitud del poder de Dios o la omnipotencia de Dios, porque los cuernos en la Biblia simbolizan generalmente el poder. (Véase Zacarías 1:18-19; Apocalipsis 17:12-17.)
Toda la descripción de esta escena demuestra la naturaleza simbólica del pasaje. Para poder comprenderlo tenemos que aprender quién es el que está en el trono y quién es el Cordero.
Apocalipsis 4:2 y 8 describen al que está en el trono como “el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.” Sin embargo, en Apocalipsis 1:8 Jesús se describe a Sí mismo como “el Señor, el que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso.”
(Véase 1:11-18 y 22:12-16 para unas pruebas adicionales de que Jesús es el que está hablando en 1:8.) También el que está en el trono es el Juez (Apocalipsis 20:11-12), y nosotros sabemos que Jesús será el Juez de todos (Juan 5:22, 27; Romanos 2:16; 14:10-11).
Por lo tanto, podemos concluir que el que está en el trono es Jesús en todo Su poder y deidad. El Cordero es el Hijo de Dios—Cristo Jesús en Su humanidad, particularmente en Su papel sacrificatorio.
El Nuevo Testamento identifica a Jesús como el Cordero que ofreció Su sangre para nuestros pecados (Juan 1:36; I Pedro 1:19). Por eso Apocalipsis 5:6 describe al Cordero como muerto.
Dios no podría morir y no murió; solamente la humanidad de Jesús murió. Entonces el Cordero representa a Jesús solamente en Su humanidad como el sacrificio para el pecado.
El resto del capítulo 5 también prueba esto al describir al Cordero como nuestro Redentor. Que este Cordero no es simplemente un ser humano ordinario es evidente puesto que Él tiene la plenitud del Espíritu de Dios, incluyendo la omnisciencia y la omnipresencia (versículo 6).
Él tiene otros papeles como el León de la tribu de Judá y como la Raíz de David (versículo 5).
El León denota el papel real de Cristo y Su genealogía del Rey David. Jesús era de la tribu de Judá (Mateo 1:1-3; Lucas 3:33), lo cual era la tribu real a partir de la época de David.
El león es el símbolo de Judá como gobernador (Génesis 49:9-10). La raíz de David se refiere al papel de Cristo como la fuente de David (Creador) y el Dios de David.
Otro hecho apoya nuestro punto que el Cordero representa a Jesús en Su humanidad más bien que como a una segunda persona en la Deidad.
La razón que el Cordero aparece es para abrir el libro sostenido por Dios. Muchos piensan que este libro es el título de propiedad de la redención.
De cualquier modo, se requirió un ser humano para abrirlo, porque Dios no nos redimió ni se reveló a Sí mismo a nosotros en Su papel como el Dios transcendente.
El utilizó Su manifestación en carne humana como el medio tanto para revelarse a Sí mismo a nosotros como para ser nuestro redentor. (Véase Levítico 25:25, 47-49.) El Cordero representa la humanidad de Cristo que venció en representación de los hombres.
Apocalipsis 5 representa simbólicamente las dos naturalezas y los dos papeles de Cristo Jesús. Como Padre, Juez, Creador, y Rey,
Él se sienta sobre el trono; porque en Su deidad Él es el Señor Dios Todopoderoso.
Como el Hijo, El aparece como un Cordero muerto; porque en Su humanidad Él es el sacrificio matado para nuestros pecados.
Juan no vio al Espíritu invisible de Dios, pero él sí vio una visión que retrataba simbólicamente a Jesús en el trono en Su papel como Dios y como un Cordero en Su papel como el Hijo de Dios sacrificado para el pecado.
Apocalipsis 5, que es simbólico en su naturaleza, revela la Unicidad de Dios. Describe uno en el trono, pero también describe a un león, a una raíz, y a un cordero. ¿Revela esta descripción a cuatro en la Deidad? Ciertamente no. En cambio, hay solamente Uno en el trono. El león, la raíz, y el cordero todos representan en forma simbólica las características y las cualidades del que es digno de abrir los sellos del libro.
El león nos dice que Él es el Rey de la tribu de Judá.
La raíz nos dice que Él es el Creador.
El cordero nos dice que Él es Dios encarnado y nuestro sacrificio. Solamente en este último papel puede El ser nuestro redentor y puede abrir el libro.
Entonces, Apocalipsis 5 enseña que hay un solo Dios y que este único Dios vino en carne como el Cordero (el Hijo) para revelarse al hombre y para redimir al hombre del pecado.