La mediación y el arbitraje han sido, desde muy antiguo, métodos ampliamente utilizados por los seres humanos para resolver diferencias. Antes de la aparición de los estados institucionalizados, antes de que se profesionalizaran las burocracias para ejercer el poder, antes de que aparecieran las primitivas formas de administración pública de justicia, desde siempre se ha recurrido a personas “de confianza” u “honorables”, revestidas de autoridad moral por encima de su fuerza física o legal, para dirimir los inevitables conflictos que surgen en las interacciones humanas.
Tendencias modernas al arbitraje y mediación