• Un grabado de Nª. Sª. del Pueyo de Villamayor a devoción de Bernardo Lana por F.J.R.C

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Villamayor de Gállego, 31 de julio de 2010.

El calcógrafo Jose Lamarca, llevó a cabo en la mitad del siglo XVIII toda una producción de láminas principalmente de carácter religioso, pero también otras de carácter historicista entre las que se encontrarían los grabados de los reyes navarros que sirvieron para ilustrar los cinco volúmenes de los Annales del Reino de Navarra de José Moret y Aleson, editados en Pamplona en el año 1766[1].

El diccionario de grabadores y litógrafos que trabajaron en España entre los siglos XV a XIX hace referencia a él de esta manera LAMARCA, José María calcógrafo, Zaragoza y Madrid 1759-1786, Barcia 545. Paez V. 338. AC.

Por otra parte en lo que a la producción de láminas piadosas se refiere, Luis Roy Sinusia, nos dice que éstas son numerosas y de muy diversa calidad artística[2].

Algunas de estas láminas están relacionadas con Villamayor o personajes de este lugar; entre ellas además de las realizadas en torno a la figura de la entrañable Madre Martina[3], destaca el grabado dedicado a Nuestra Señora del Pueyo de Villamayor, que Bernardo Lana encargaría a Lamarca poco antes de morir.

Pero ¿quién era Bernardo Lana?

Nieves Borraz, nos apunta que la familia Lana estaba asentada en la localidad de Pina desde finales del siglo XV. De una de sus líneas genealógicas procedía D. Bernardo Lana, quien poseyó casa y bienes rústicos en dicha Villa a tenor de la referencia al pago que en el año 1776, realizaron por una casa y tierras sus herederos[4].

La monumental obra de Félix de Latassa y Ortín, Biblioteca Nueva de los escritores aragoneses… nos aclara que:

“La Villa de Pina fue su patria donde nació en 1690, según parece, de joven se dedicó al servicio de Su Majestad en el cuerpo de Ingenieros, donde sus conocimientos matemáticos, ciencia militar y ejercicio de funciones le proporcionaron grados y honores de las Armas. Desempeñó cargos y comisiones de gravedad en aquel Cuerpo y fue Coronel e Ingeniero en Jefe…”[5].

A través de otra obra Ingenieros Militares en España, siglo XVIII… podemos reconstruir su biografía de forma cronológica:

1690 Nace en la villa de Pina (Zaragoza)[6].

1726, 13-XII. Es nombrado Ingeniero Extraordinario[7].

1733 Es nombrado Subteniente e Ingeniero Extraordinario[8].

1737, 31-I Realiza un plano del frente de la ciudad de Burgos, mostrando el sitio para construir un cuartel para las milicias de su partido y un escuadrón de caballería[9],

1738 Escribe su memoria Reparos observados en la navegación del río Ebro en el año 1738, Zaragoza, 1738.

1739, 13-IX. Es nombrado Ingeniero Ordinario y Teniente[10].

Ese mismo año presentó en colaboración con Sebastián Rodolfe la memoria titulada Razón de los tanteos hechos sobre la proyecto de hacer el río Ebro navegable desde Zaragoza hasta el Mar Mediterráneo. Comprende tres proyectos distintos[11].

1750 El día 5 de febrero de 1750 lee su Disertación sobre las Matemáticas y su utilidad en la Academia del Buen Gusto en las Ciencias y en las Artes de Zaragoza.

1751 Elabora un nuevo proyecto para el Canal de Urgel con M. Moreno. En el siglo XVIII, abundaron las iniciativas y proyectos para la construcción de este Canal. Citaremos entre sus promotores al comerciante barcelonés Don Jaime de Durán y al ministro Marqués de la Ensenada quien encargó el proyecto al ingeniero Bernardo Lana[12].

1752 Lleva a cabo su Discurso sobre el Llano de Urgel, con las reflexiones principales para su plano conocimiento… por medio del proyecto que manda S. M. se haga según Orden de 30 de septiembre de 1751, en cuyo cumplimiento se ha practicado y acompaña a éste con el mapa de sus pueblos, levantando con toda justificación y demarcado en él la Subdirección del Canal y Azequia Subalterna para el riego que se propone[13].

En este mismo año fue nombrado Ingeniero Jefe con el grado de Coronel[14].

1757 Bajo la dirección del Conde de Aranda y junto a Sebastián Rodolfi, reconoció el antiguo canal de la acequia o Canal Imperial de Aragón, levantando planos del mismo[15].

1758, 5-III Escribe su obra más conocida Noticias de la Torre Nueva y su Relox de la Ciudad de Zaragoza, motivo de su erección, tiempo en que se hizo, el que se empleó, Maestros que asistieron, declinación que tiene, causas que la pudieron ocasionar, y Proyecto para corregirla, Zaragoza 1758.

Asimismo fue uno de los “primeros miembros” de la Academia del Buen Gusto en las Ciencias y en las Artes de Zaragoza[16].

1763 Moría este año en las cercanías de Zaragoza. En relación al año de la defunción existen diferencias; mientras Lastassa recoge que fue en 1763, la calcografía recoge textualmente “A devocion del Hermano D. Bernardo Lana que murió en la Casa del Santuario el dia 21 de Abril de 1764”.

Con excepción de lo referido a su oficio, pocos datos en torno a la vida privada de Bernardo Lana se conocen, pero nos llevan a saber que ante el peligro de la muerte, quiso acogerse y hospedarse en la Casa y Santuario de Nuestra Señora del Pueyo de Villamayor donde murió.

¿Por qué una calcografía de Nuestra Señora del Pueyo de Villamayor?. Nuevamente, Latassa nos lo explica:

“… murió el 21 de abril de 1763 en el Santuario de Nuestra Señora del Pueyo de Villamayor no lejos de Zaragoza, de cuya imagen fue devoto y procuró la extensión de su culto, para cuyo fin mandó abrir una curiosa lamina con su nombre, y siempre contribuyó con sus limosnas”17].

Autor: Joseph Lamarca.

Titulo: Nuestra Señora del Pueyo.

Año: 1764

Técnica: Aguafuerte y buril.

Soporte: Papel berjurado.

Medidas: Huella 252 x 165 mm.

Soporte 311 x 233 mm.

Por circunstancias que se desconocen la plancha realizada en cobre por Lamarca, se ha conservado en un domicilio particular de Villamayor, así como una lámina original de la edición principe, también de propiedad particular.

Asimismo en el año 1997 se estamparon cinco láminas de esa misma plancha, las cuales ya muestran el desgaste de la misma; una de ellas fue publicada en 2010 en la obra San Gregorio de Marzo de Manuel Tomeo Turón.

[1] PANO GRACIA, J. L. y ROY SINUSÍA, L., “La colección de grabados de los siglos XVIII y XIX de la Escuela de Artes de Zaragoza”, Artigrama, núm. 12, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 1996-1997, p. 462.

[2] ROY SINUSIA, Luis, El arte del grabado en Zaragoza durante los siglos XVIII y XIX, ed. Institución Fernando El Católico, 712 pp., Zaragoza, 2006.

[3] MIGUEL GARCIA, Isidoro y ROCHE CASTELRIANAS, F. Javier, Un día más por Villamayor con la Madre Martina. Aproximación a la figura de la Venerable Sor Martina de los Angeles y Arilla (1573-1635), Parroquia de Villamayor-Cofradía de Nª Sª del Pueyo, p. 25, Zaragoza, 2005.

[4] Nieves Borraz Martín, es una recuperadora del patrimonio histórico documental de la Villa de Pina que nos facilitó numerosa documentación sobre la familia LANA, la cual pone de manifiesto que sus miembros desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XIX tuvieron parte activa en esa comunidad de la Villa de Pina. De esta familia que se extinguiría a finales del siglo XIX, merecen destacarse además de Bernardo Lana, sus parientes Mariano Lana Sarto, ingeniero y profesor de Artillería, Fortificación y Topografía y Cristóbal Lana Sarto, agrimensor al que se cita en varias obras como ejecutor de proyectos de modelos catastrales, registros fiscales etc… y por la realización en 1784 de un plano topográfico de 3,26 x 2,60, conservado en el ayuntamiento de la Villa que muestra la distribución territorial de la propiedad privada y comunal de la misma.

Archivo de la Corona de Aragón, Estado de las cayzadas de tierras de moros que se hallan en la huerta de Pina…, ES.08019.ACA, Diversos, Sástago, Núm 080 (lig.001/100), 1735-1739, 101 pp. y Cabreo de Pina…, ES.08019.ACA, Diversos, Sástago, Núm 080 (lig.001/103), 1761, 393 pp y 41, letra P, Núm. 45, 1776.

[5] LATASSA Y ORTIN, Félix, Biblioteca Nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año 1753 hasta el de 1795, Tomo V, LXXX, pp. 94-95, Zaragoza, 1801.

[6] Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Madrid-Bilbao-Barcelona, Tomo XXIX p. 530, Espasa Calpe S.A., 70 vols.

[7] PASCUAL, Luis, Indice del personal de ingenieros en el siglo XVIII, Manuscrito del Servicio Histórico Militar de Madrid.

La mayoría de los textos consultados, nos dicen que desde joven se dedicó al servicio de las Armas, ingresando en el cuerpo de Ingenieros, en el que sus conocimientos de Matemáticas y ciencias militares le valieron rápidos ascensos y honores.

[8] Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Establecimiento Topográfico Suc. de Rivadeneyra, Tomo I, 1911).

[9] Archivo General de Simancas, Mapas, Planos y Dibujos, XII-106.

[10] Ibidem, Guerra Moderna, 2998.

[11] GÜELL, Ildefonso, Breve reseña de la fortificación, antiguas obras de defensa y actuación de los ingenieros del ejercito en las obras civiles de España, BARCELO López, Robert y Cía, 1941, 42pp. y REAL ACADEMIA DE CIENCIAS Y ARTES DE BARCELONA, Memorias col. XXV, pp. 315-334, (3-IV-1941).

[12] VILAR, Pierre, “Catalunya dins l’Espanya Moderna”, Barcelona, Edicions 62, 1968, 4 vols., III, 294.

[13] ALMIRANTE, José, “Bibliografía Militar de España”, Madrid, M. Tello, 1876, CXXX + 988 págs.) y Departamento Topográfico de Ingenieros .1752 M.s. fol. 21.

[14] CAPEL SAENZ, Horacio y otros, Los ingenieros militares en España, Siglo XVIII: Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, ed. Geo-Crítica, Textos de Apoyo núm. 3, Universidad de Barcelona,

[15] CARRION PEREZ, Guillermo, El Canal Imperial de Aragón, y la Navegación hasta 1812, ed. Institución Fernando El Católico, pp. 42 y 176 Zaragoza, 1975, 252 pp.

[16] GOMEZ URDANEZ, Carmen, en su trabajo La Torre Nueva de Zaragoza y la documentación del siglo XVI, Historia e Historiografía, p. 345, nos dice que las fuentes originales constituyeron, sin duda, un idóneo discurso de ingreso en una de las primeras asociaciones ilustradas de España: la Academia del Buen Gusto en las Ciencias y Artes de Zaragoza, hija de las tertulias aristocráticas que había venido acogiendo en Zaragoza el palacio del conde de Fuentes y predecesora de la que, unas décadas más tarde, sería la Academia Real de San Luis.

[17] Op. cit. núm. 5.