• Exponer en los kioscos.

Exponer en los kioscos

JUAN CARRETE PARRONDO 77

10/02/1994 El Mundo

Una de las actividades principales de los jóvenes que formaron la vanguardia artística en París fue la ilustración o la publicación de su obra en periódicos, folletos, carteles, etc. A ella se dedicaron tanto pintores como artistas gráficos, ya que en el fin de siglo se dio una verdadera integración de las artes aplicadas al quehacer artístico. Muchos de los artistas marginados encontraron en los periódicos y otras publicaciones al uso un espacio alternativo para ampliar sus posibilidades de llegar al gran público.

Parece que en una ocasión, cuando a Jean Louis Forain le interrogaron sobre dónde abriría su próxima exposición, contestó de forma elocuente: «En los kioscos». De esta forma resultó que muchos editores de periódicos y revistas actuaron como mecenas para los artistas, ya fuera encargando trabajos, comprando o reproduciendo sus dibujos, y también dándoles un espacio para exponerlos, consecuencia evidente de la división que existía en este momento entre los artistas tradicionales amparados y potenciados por las formas históricas del patrocinio y los artistas de vanguardia que hubieron de buscar nuevas formas para la venta de sus creaciones.

Entre las obras que se vendían estaba tanto la llamada estampa original como la reproducción fotomecánica. A partir de este momento, la incorporación del artista creador al periódico ha sido algo habitual. Las nuevas técnicas le libraron de pasar el dibujo por un grabador de buril o un xilógrafo para que lo interpretara, el dibujo podía reproducirse directamente, y casi siempre con la finalidad de acompañar al texto para ornamentarlo o para, lo que suele ser más común, hacerlo más inmediato, como si de un titular gráfico se tratara.

En muchas ocasiones, al artista se le encarga una síntesis del artículo periodístico a través de su dibujo. Dibujo que necesariamente también ha de ser sintético, y hasta ahora por suerte en blanco y negro para, a ser posible, reproducirlo a línea. Casi volvemos de nuevo a la disciplina del punto y la línea, pero con la complejidad que proporciona la variedad de elementos que ahora es posible incorporar, desde la recuperación de material fotográfico a la tipografía en general.

Finalmente, la obra del artista no queda ni sobre noble lienzo, ni sobre papel de marca; se presenta sobre soporte de papel de periódico y expuesta en los kioscos. Pobres y ricos, exquisitos intelectuales y prosaicos lectores, todos miran y aprehenden las ilustraciones. Ninguno las enmarca. Qué bien, todavía no se enmarca el periódico.

JUAN CARRETE PARRONDO es director de la Calcografía Nacional.