• Rembrandt dibujando junto a una ventana (1648) · Quadro de Historia Natural, Civil y Geográfica del Reyno del Perú (1799)

Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

Juan Carrete Parrondo, "Rembrandt dibujando junto a una ventana (1648). Quadro de Historia Natural, Civil y Geográfica del Reyno del Perú (1799)" en Otras Miradas 23 de mayo - 8 de julio 2012, Madrid, Biblioteca Nacional de España, 2013, págs. 32-35.

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Mirándose a sí mismo / Mirando la realidad

He aquí dos formas de mirar.

En la estampa de la Biblioteca Nacional de España, Rembrandt en 1648 se autorretrata dibujando en el interior de su taller, con blusa de trabajo, y con clara intención de autorreflexión y análisis. Es la composición habitual para representar a los intelectuales, escribiendo o leyendo en su estudio, dibujar es igual a escribir. Es el imperio de la subjetividad.

En la pintura del Museo de Ciencias Naturales de Madrid se refleja el protagonismo que cobró el dibujo en la España Ilustrada puesto al servicio del fomento y difusión de la ciencia y la técnica. Diderot ya había señalado en el Prospectus de la Enciclopedia, escrito en 1759, que "la poca costumbre que se tiene de escribir y de leer sobre las artes [mecánicas] hace las cosas difíciles de explicar de una forma inteligible. De ahí nace la necesidad de las figuras. Se podría demostrar con mil ejemplos que un diccionario puro y simple de definiciones, por muy bien que este hecho, no puede prescindir de las figuras sin caer en descripciones oscuras y vagas... Una ojeada sobre el objeto o sobre su representación dice mucho más que una página de texto". Cuarenta años más tarde José Ignacio Lequanda justifica la creación del Quadro de Historia natural, civil y geográfico del Reino del Perú, pintado bajo su dirección por Luis Thiebaut, entre otras razones porque "la simple inspección de sus figuras dibujadas con la mayor exactitud, y presentadas con sus naturales colores, da ideas más exactas que las descripciones más prolijas".

Rembrandt ante el espejo, se contempla como un hombre maduro, tenía entonces cuarenta y dos años. En las pocas pruebas existentes del primer estado aparece con los ojos y los labios llenos de tristeza. A partir del segundo estado, en el que ya firma sobre el cobre, la mirada se hace más intensa y la boca se aprieta en un gesto firme, que unido a un rostro de facciones vulgares y poco agraciadas, a un atuendo sencillo y la desnudez del escenario hablan de un hombre solitario que trabaja encerrado en su mundo. Es un retrato impresionante por su sobriedad, en el que sólo importa el rostro, probablemente el reflejo de lo que ha cambiado su vida. Al poco de nacer murieron tres de su hijos (1635, 1638 y 1640) y su esposa Saskia en 1642. En 1641 había nacido su hijo Titus. Dos mujeres, Geertje Dircks y Hendrickje Stoffels, se ocupan del niño y desempeñan un complejo lugar en la vida sentimental del artista. Su situación económica aún es buena, pero no puede y quizá tampoco quiere representarse como un triunfador.

Quadro de Historia natural, civil y geográfico del Reyno del Perú constituye un ejemplar único del arte virreinal asociado con el enciclopedismo ilustrado. Describe el Virreinato del Perú en 1799 desde diferentes perspectivas: geográfica, económica, etnográfica y naturalista. Las ciento noventa y cinco escenas recogidas en el Quadro abordan aspectos tan diversos como la geografía física y humana, mapas que ilustran la orografía y la producción natural; la historia, desde los Incas hasta la España de la época; la organización administrativa y su economía, la riqueza mineral, especialmente la plata; la etnografía, en la que se diferencia entre las naciones civilizadas y las salvajes. De gran valor es la descripción que se realiza de la Historia Natural, con imágenes de la fauna y flora locales, y se intercalan textos con un total de unas veintitrés mil palabras, incluidas las leyendas explicativas de cada figura animal, vegetal y humana.

José Ignacio Lequanda Salazar, nacido en Gordexola, Vizcaya, perteneció a una generación de funcionarios ilustrados que vivió la época de cambios económicos, sociales y políticos producto de las reformas borbónicas. Se inició en el Banco de Rescates de Potosí y llegó a obtener la administración interina de la Real Aduana de Lima. Dentro de sus actividades intelectuales, colaboró con el Mercurio Peruano y participó en la elaboración de la Memoria de Gobierno del virrey Gil de Taboada y en la Guía política, eclesiástica y militar del virreynato del Perú.

Rembrandt se autoanaliza con tal intensidad, sinceridad e inmediatez en sus autorretratos, desde los más tempranos, en los que utilizaba su propio rostro como soporte para aprender a representar distintas expresiones o sentimientos, hasta los últimos, en los que se mira a sí mismo y se representa sin temor a la verdad de la imagen que le devuelve el espejo. Rembrandt alcanza la captación de la intangible esencia de lo humano de manera especial en sus numerosos autorretratos, en los que queda patente su conciencia de individuo único e irrepetible y su inexorable caminar hacia la muerte. Sus creaciones no son lugares de paz, sino de reflexión, de agonía, de lucha y combate por la dignidad del hombre, por su valor trascendente.

Y, finalmente, aún podemos descubrir otra mirada: la del científico ilustrado, pues esta estampa de Rembrandt perteneció a la colección formada por Eugenio Izquierdo de Rivera y Lazaún (Navarra 1745 - Chantilly 1813), nombrado en 1777 vicedirector y profesor de Química y Ciencias Naturales del Real Gabinete de Ciencias Naturales, y en 1786 director, cargo que desempeñó esporádicamente debido a las comisiones que se le encomendaron. A su muerte la colección quedó en el Real Gabinete de donde pasaría en 1904 a la Biblioteca Nacional. Hoy, expuesta en el Real Gabinete, la contemplamos de nuevo, rememorando la mirada de los ilustrados.

Bibliografía:

Enrique Lafuente, Grabados y dibujos de Rembrandt en la Biblioteca Nacional. Madrid, Patronato de la Biblioteca Nacional, 1934.

Erik Hinterding, Ger Luijten y Martin Royalton-Kisch, Rembrandt, the Printmaker. Londres-Amsterdam, British Museum Press-Rijksmuseum, 2000.

Rembrandt. La luz de la sombra. Textos: Gisèle Lambert y Elena Santiago. Barcelona, Fundació Caixa Catalunya-Bibliothèque Nationale de France, 2006.

Francisco de las Barras de Aragón, "Una historia del Perú contenida en un cuadro al óleo de 1799". Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, XII (1912) 225-285.

Emiliano Aguirre Enríquez, "Enciclopedia y museo mural del Perú en el siglo XVIII". Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 101 (2007) 389-397.

Roxana Cheesman, El Perú de Lequanda. Economía y comercio a fines del siglo XVIII. Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2011.

Julio González Alcalde, Fermín del Pino Díaz, Víctor Peralta Ruiz, Josefina Barreiro Rodríguez, Rocio Bruquetas Galán, y Rita Borderías Tejada, "El cuadro del Perú del M[useo] N[acional] C[iencias] N[aturales]". Madrid Histórico, 31 (enero-febrero 2011) 12-15.

Rembrandt dibujando junto a una ventana, 1648

Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669)

Estampa. Aguafuerte, punta seca y buril sobre cobre, 160 x 130 mm.

Estado 5º.

Firmada y fechada en plancha: Rembrandt f. 1648.

Biblioteca Nacional de España. Madrid. Invent/29201

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Quadro de Historia natural, Civil y Geográfica del Reyno del Perú, año de 1799

Escrito por José Ignacio Lequanda (1747-1800) y pintado por Luis Thiebaut

Dedicado á la Suprema Secretaría de Real Hacienda de Indias

Fechado: "Madrid 14 de Marzo de 1799"

Óleo sobre lienzo, 115 x 325 cm

Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid

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