• Ricard Giralt Miracle, innovador del diseño gráfico.

Ricard Giralt Miracle, innovador del diseño gráfico, fallece a los 83 años

JUAN CARRETE PARRONDO

28/11/1994 El Mundo

MADRID.- «Amor por la letra». Con este mismo título se celebró en la Calcografía Nacional de Madrid, en junio del pasado año, una exposición que recogía los más importantes trabajos de Ricard Giralt Miracle (Barcelona, 1911) en cuanto a diseño gráfico, con este motivo tuvimos ocasión de comprobar la realidad de un artista heredero de la mejor tradición técnica y a la vez gran innovador en el campo del diseño gráfico aplicado a la producción impresa. Que Ricard Giralt Miracle, fallecido ayer en Barcelona a los 83 años, ha sido la síntesis entre la creatividad y el dominio de la técnica lo ponen de manifiesto las distintas obras que realizó durante más de medio siglo como diseñador gráfico al mismo tiempo que como editor.

Arte y técnica estrechamente ligados y aprendidos con oficio y estudio. El primero en el taller de su padre, grabador y litógrafo, y más tarde con el equipo artístico de Seix Barral en donde se inició en el dibujo de la letra, que continuaría en su propio taller, llamado precisamente Filograf, en donde se conjugaron el amor por la letra, presente hasta en el nombre de la institución, con el estudio, investigación e innovación gráfica y, en suma, de libertad creativa que conducen al arte y, en este caso, como lo ha definido Tàpies, a un «arte sin fronteras» en el que fue constante el contacto y relación tanto con la vanguardia catalana de la generación de Dau al Set (Tàpies, Cuixart, Tarrats, Ponç, etc.), como con el Grupo de Cuenca (Zobel, Torner, Rueda, Saura, Sempere, etc.). Contactos que fueron posible, además de por su sólida formación técnica y por su apertura de ideas, por los conocimientos estéticos que le venían de su formación en los años treinta, en los que había asimilado los hallazgos de las vanguardias, fundamentalmente el diseño realizado por los miembros de la Bauhaus, en particular Herbert Bayer, que le condujeron al experimentalismo, con propuestas cercanas al arte de vanguardia, más allá de la estética noucentista o de la influencia Art Decó.

En la postguerra mantuvo la llama de la vanguardia. En un tiempo en el que el ambiente intelectual y la escasez de medios materiales condicionaban las creaciones editoriales, la actividad de Ricard Giralt Miracle empezó prestigiando la calidad de sus producciones, desde las más simples como el papel de escribir, a los más complicados como las plaquetas o pliegos de artistas, que representan la faceta más libre y creativa de su obra.

Sus conceptos fundamentales quedaron plasmados teóricamente en su escrito titulado La tipografía, un ikebana occidental, publicado en 1966, en donde queda resumida la importancia que dio a la tipografía al afirmar que ésta ejercía una función didáctica y estética que predisponía la mente del público para una mejor concepción de la belleza.

La obra de Giralt Miracle se ha dilatado durante más de sesenta años estando presente en las publicaciones más relevantes sobre diseño gráfico de Europa, América y Japón, y reconocida internacionalmente con la concesión del Graphic Design Exccellence Award de Icograda en 1989 y, en España con el Premio Nacional de Diseño de 1990.