• Manera de calcar y aparecer una buena estampa sobre un cristal, 1789

Pintura aparente y curiosa.

Manera de calcar y aparecer una buena estampa sobre un cristal, de forma que todo lo grabado se señale, y pueda levantarse todo el papel.

Para esta curiosa operación, quanto mas nueva sea la estampa, esto es quanto mas recientemente se haya estampado, será mas a proposito, y producirá mejor efecto; porque como el negro de la tinta con que se ha estampado aun no se ha secado del todo, será mas fácil de desprenderse del papel; pero aunque la estampa sea ya antigua, el secreto de drasladarla a un criscal siempre es el mismo, y es el siguiente.

Tómese la estampa que se quiera (que regularmente debe ser una de talla dulce, y buen buril que lo merezca por lo bien gravada); acomodese estendida con el gravado acia abaxo dentro de un barreño ó lebrillo, sobre la qual se hechará un poco de agua algo caliente que la cubra toda; y alli se la dexará empapar como media hora de tiempo. Pasado éste se la sacará con tiento del lebrillo por no romperla, y se la estenderá sobre un lienzo blanco y limpio, y mejor sobre alguna moselina, ó sobre otra tela de algodón, para que alli vaya soltando el agua. Viendo, que ya la estampa se ha enjugado y que no ha quedado mas que humeda, como el papel que sirve para imprimir, ó estampar, se tomará un poco de terebinto claro de

Venecia, y se le calentará a fuego manso de brasa. Al mismo tiempo se pondrá á calentar sobre unas trébedes, ó parrillas, el cristal sobre quien se quiere calcar lo gravado de aquella estampa humedecida; y estando algo caliente, como quien dá de barniz á una lamina, se le vá estendiendo por címa el terebinto, con una brochita subtil, cuidando de llevarle igual, y de no cargar mucho la mano. Preparando asi el cristal con la capa de terebinto, se le sienta sobre la estampa de parte de lo gravado, y con un bruñidor bien liso se la bruñe por la espalda, ó reberso en toda su estension para hacerla que suelte la tinta, y todos sus trazos. A efecto de que el terebinto se endurezca y empaste bien, se coloca el cristal en las parrillas aun fuego

manso de rescoldo: se le bruñe otra vez la estampa, y después se la frota con los dedos. Al auxilio de este frotamiento se vá levantando solo el papel por rollos y virutas, dexando todos los lineamiencos, trazos, claros, y obscuros de lo grabado calcados firmemente sobre el cristal, hasta lo mas subtil; pero es menescer mucha paciencia, cuydado, tiento, y habilidad en toda esta operación, á fin de no levantar lo gravado con las virutas del papel. La experiencia y práctica de algunas veces, adiestrarán la mano, ensayándose con malas estampas que nada importe el perderlas. Quando ha salido bien este secreto, se dá una mano á la figura calcada, ya de terebinto claro, ó ya de un varniz transparente; y antes de que esté seco, se cubre todo de panes de oro, ó de plata, con lo qual vista la estampa por el otro lado del cristal, parecerá estar estampada de negro sobre fondo plateado ó dorado. También puede hacerse con estampas iluminadas de colores y por fin, se jalvega el reverso con cola clara de pescado, ó con clara de huevo, hechando yeso mate en polvo, ú polvos negros para ocultar el artificio.