• Arte del grabado y milicia.

Juan Carrete Parrondo

Publicado en

"El arte del grabado y la milicia en el Madrid del siglo XVIII. Los Retratos de los Españoles Ilustres y la Brigada de la Artillería Volante", Revista de historia militar, 2 (2008) 57-87.

Es sobradamente conocido como en el siglo XVIII se pusieron los pilares para el aprendizaje, desarrollo y difusión del arte del grabado calcográfico[1]. La creación de la Real Academia de San Fernando, que incorporó a sus enseñanzas la del grabado, y de la Real Calcografía, quizá fueron los hitos más importantes, junto con el estímulo de la iniciativa privada. Lo cierto es que en este siglo todas las instituciones ilustradas utilizaron el grabado y su producto final, la estampa, para desempeñar las distintas funciones que ya había cubierto desde su nacimiento en el siglo XV. Así pues encontramos a las estampas puestas al servicio de la actividad artística, de la difusión científica y técnica, de las devociones religiosas, de las noticias y también de la propaganda del poder: la monarquía y las instituciones ilustradas, entre las que se encontraban el ejército y la armada[2].

Se puede afirmar que el grabado estuvo presente en los más diversos ámbitos de las fuerzas armadas, casi siempre por medio de la publicación de libros ilustrados de contenido científico y técnico con finalidad didáctica y educativa[3], de tratados de táctica militar[4], de publicaciones informativas como el Estado Militar de España[5], y el grabado de pasaportes, escudos de armas de los oficiales, contraseñas marítimas, premios, e incluso los ensayos para poder reproducir en color la nueva bandera de la armada.

Retratos de militares en la colección de Retratos de los Españoles Ilustres

De todas las empresas acometidas por la Real Calcografía la más importante fue la publicación de la serie Retratos de los españoles ilustres, proyectada por la Secretaría de Estado en 1788, bajo los auspicios de Floridablanca, y continuada por Aranda y Godoy. En el Prólogo de la obra, Retratos de los Españoles ilustres con un epítome de sus vidas, Imprenta Real, Madrid, 1791, se da cuenta de los objetivos generales que perseguía la publicación: "sería su mejor apología contra las sórdidas imposturas de algunos extrangeros impudentes, y el mas digno monumento que se podría erigir sobre las preciosas cenizas de tan dichosos hijos", y "el grande objeto de excitar en los vasallos á la vista de las imágenes de sus héroes el noble deseo de imitarlos, y aun de excederlos". En fin, se trataba de construir una memoria gloriosa de la nación por medio de la propaganda visual del arte del retrato[6] en "un periodo de crisis donde se buscaba redefinir una historia española capaz de enlazar con la nueva sensibilidad de la época a la vez que recuperar el esplendor olvidado de lo que un día fue."

A Manuel Salvador Carmona, director de grabado de la Real Academia de San Fernando, se le pidió un informe en el que constaran los grabadores que podrían hacerse cargo de tan magna obra. Salvador Carmona propuso a los de "más mérito": Fernando Selma, Francisco Muntaner, Joaquín Ballester y Juan Moreno Tejada, si bien este último no podía encargarse de nada hasta que terminara las láminas del Tratado de artillería, de Tomás de Morla. También propuso a Mariano Brandi y a Joaquín Pro, cada uno de los cuales podría hacer, bajo su dirección, hasta cuatro retratos al año. Añadía que se pagara a cada grabador por lámina hecha, en vez de asignar una cantidad mensual. Manuel Monfort sugirió para cada lámina, "trabajada con todo primor", el pago de 3.600 a 4.000 reales. Finalmente se decidió que fueran 440 reales por cada dibujo y 3.000 por lámina.

Hasta el año 1819 fueron grabados un total de ciento catorce retratos[7], a los que se añadieron seis más en un intento de continuar la colección entre 1882 y 1889. La serie fue publicada periódicamente formando cuadernos que comprendían seis retratos. Se publicaron un total de diecinueve cuadernos. El primero, editado en 1791, iba precedido de un prólogo a toda la obra, escrito por José Castañeda, y lo componían seis retratos –cuatro de literatos y dos de militares–, acompañando a cada uno una hoja impresa con el epítome de la biografía del personaje, modelo que se repitió en todos los cuadernos. Entre 1791 y 1795 se publicaron los ocho primeros cuadernos, el 9 en 1796, el 10 y 11 en 1797, el 12 en 1798, el 14 y 15 en 1802, el 16 en 1804, el 17 en 1805, el 18 en 1806 y el 19 en 1819.

El objetivo de esta serie, en la que se puso gran entusiasmo, y que vendría a ser el primer encargo de importancia para la recién creada Calcografía, además de una de las razones de su creación, fue dar a conocer, fundamentalmente en el extranjero, "los grandes hombres que en todo tiempo han precedido, y contribuir también a dar fomento a los grabadores por los retratos que se les encargan, perfeccionándose cada día más esta noble Arte".

Desde el primer momento el gobierno ejerció un control directo sobre la publicación. Por ejemplo, en el margen de un informe remitido a Floridablanca el 19 de agosto de 1788, éste escribe su dictamen. La resolución del Secretario de Estado es de gran interés para conocer su pensamiento respecto al proyecto de los Españoles Ilustres y para hacerse una idea de hasta qué punto fue utilizada la serie con fines políticos. En aquel momento el ejército desempeñaba un papel fundamental en las relaciones de fuerza del país con el resto de las potencias de Europa, en particular Inglaterra y Portugal, y también era pieza clave en la política interior[8]: "Sígase en la consignación por un año y hágase lo que se propone en el adjunto papel de Grabadores de hombres ilustres. Recelo que el Gregorio López[9] retratado sea el Venerable de Méjico de cuya beatificación se trata aunque es mala causa y se ha suspendido por eso. Si fuese así no se debe grabar. En los dibujados ay pocos Héroes militares, y yo quisiera más, y publicar tanto número como de los literatos y políticos pues necesitamos inflamar el pundonor militar". El 19 de septiembre de 1793, el Juez Subdelegado de la Imprenta Real, José Antonio Fita, remite a Godoy un oficio en el que señala la importancia de la serie dentro de los proyectos de la Calcografía[10]: "Este establecimiento es uno de los Ramos proprios de la Imprenta donde se colocó para facilitar los estampados que en ella ocurriesen; para hacer con toda seguridad la renovación de Vales Reales; y para reunir allí una crecida porción de Láminas costeadas de cuenta de S. M. que se hallaban esparcidas, y con poco uso, careciéndose de su utilidad, y de las obras de sus gravados. Con ellas y con la colección de Láminas de nuestros Varones Ilustres que sucesivamente va aumentando la Calcografía, y costeándola de sus fondos, subsiste por sí misma sin gravamen no obstante hallarse en sus principios: y no dudo que sobre este pie podrá continuar, y llegar a ser mui útil y ventajosa".

Dos años más tarde, en agosto de 1795, el sucesor de Fita, Juan Facundo Caballero, insiste al duque de Alcudia sobre la importancia de la obra[11]: "Una de las obras principales, que están en un todo a cargo de la Casa [Real Calcografía], es la Colección de Retratos de los Españoles Ilustres con el epítome de sus vidas, que se da por Quadernos; Obra que seguramente hace honor a la Nación; servirá para vindicarla en lo subcesivo de las preocupaciones con que han escrito muchos Extrangeros contra la literatura y cultura de los Españoles, por la ignorancia de los grandes hombres que en todos tiempos ha producido; y contribuye también a dar fomento a los gravadores por los retratos que se les encarga, y a competencia se esmeran, perfeccionándose cada día más esta noble Arte. Estas utilidades, con otras que produce esta grande obra, animan a su continuazión a pesar del continuo travajo, que es necesario, en buscar los retratos más auténticos, y procurar se escriba el epítome de las vidas con crítica, y buen gusto".

El análisis de los personajes elegidos para esta serie proporciona, sin duda, una acertada visión de la mentalidad de la época y de las intenciones que animaron a sus promotores. Entre los considerados "españoles ilustres" se encuentran: Bartolomé Carranza, el padre Las Casas, Martín de Lanuza, el arzobispo Palafox y Mendoza y Antonio Pérez; sin que falten los auténticos artífices de la Ilustración: José Patiño, Feijoo, Jorge Juan, Antonio de Ulloa, Campomanes y el conde de Floridablanca.

Al arzobispo abad de San Ildefonso se le solicitó en 1807 que pusiese a disposición de los responsables de la publicación algunos retratos que se encontraban en la biblioteca del Real Sitio con el objeto de trasladarlos a grabado[12]. Entre ellos los del conde de Gondomar, Diego de Álava, Cristóbal Lechuga, García Hurtado de Mendoza y Antonio de Herrera.

La mayor parte de los epítomes biográficos fueron redactados por Antonio de Capmany, en una primera etapa, y por el conde de Castañeda de los Lamos[13], después. Palau en su Manual del librero indica: "Publicación suspendida a la caída del Conde de Floridablanca. Después Antonio de Capmany la terminó con las biografías de Martín de Azpilcueta, Góngora, Bernardino de Rebolledo, Pedro Chacón, Saavedra Fajardo, Fr. Luis de León, Juan de Ávila, Antonio Pérez, Antonio Covarrubias, José Pellicer, Hernando de Alarcón, Arzobispo de Rodrigo y Fr. Juan de Torquemada". Pero también hay constancia de otros autores como Manuel José Quintana –quien el 31 de diciembre de 1797 recibía 1.200 reales por su colaboración en la empresa–, Juan Antonio Enríquez –autor de la biografía de José del Campillo– o Juan Ramírez Alamanzón –a quien Cevallos le encargó la biografía del conde de Gondomar–.

Dada la dimensión propagandística del proyecto, se ejerció una rigurosa censura tanto sobre los dibujos como sobre los epítomes. Cuando en 1802, por ejemplo, fue enviado el retrato de José del Campillo a Pedro Cevallos, entonces Secretario de Estado, éste rechaza el dibujo con un contundente: "No lo apruevo, de palabra diré por qué". En cuanto a los epítomes otro ejemplo significativo del celo del gobierno es el informe del Juez de Imprentas, conde de Isla, a Cevallos el 13 de abril de 1802[14]: "Sería de desear que el Autor [conde de Castañeda] templase algo más los Elogios de Fr. Bartolomé de las Casas, por que si los extrangeros le ponderan, y ensalzan tanto en su Relación de las Yndias, es porque, como en ella refiere tantas crueldades de los Españoles, les suministra copiosa materia para desacreditarnos, justificando al mismo tiempo su embidia".

Un somero análisis de los treinta y un militares y marinos comprendidos en la colección[15], dos[16] son anteriores al siglo XV, veintiuno[17] de los siglos XV y XVI, seis[18] del siglo XVII, y dos[19] del siglo XVIII. En cuanto a los comentarios de los epítomes domina, como era de esperar, lo laudatorio, centrado en el amor a la patria y la virtud de la beneficencia, significándose en ocasiones como un canto al valor guerrero, como el que aparece en el epítome de Hernando de Alarcón: “¿Quien le diría á Hernando que la primera salida de su casa paterna para la vecina guerra de Granada, había de ser la despedida de su casa y de su patria, para pasar á regiones extrañas á señalar su valor y sus talentos militares al lado de los Navarros, Pescaras, Leyvas, y Moncadas, en aquellas famosas facciones en que la bizarría y el pundonor eran como virtudes de moda entre los guerreros Españoles, quando todavía se hermanaba la antigua caballería con la moderna táctica?”, pero en otras muchas ocasiones no falta la crítica y justificación de aquellos personajes más controvertidos, aunque casi siempre a la luz de los nuevos valores de la mentalidad ilustrada.

A Antonio de Leyva se le justifica dado que "Su educación puramente militar, y su vida que pasó siempre entre los horrores de la guerra, daban cierta aspereza á su trato; á la qual no dexaban de agarrarse sus émulos para motejarle de cruel, y aun de impío. ¿Pero quién será el Héroe en quien la envidia no encuentre ligeros deslices ó defectos, que gradúe de faltas graves, quando aun las mismas virtudes sabe convertir en vicios?" Del Gran Duque de Alba se concluye: "En suma, siempre fue buscado para las ocasiones de empeño y lucimiento. Los Escritores extrangeros han obscurecido sin razón su memoria." De Sancho Dávila se menciona una de sus acciones más violentas: "En la facción de Tillemont se señaló con el heroismo de degollar con otros españoles á mas de tres mil hombres de lo principal del Exército del Príncipe de Orange." A Álvaro de Bazán se le añade un elogio singular por la existencia de un "retrato de Felipe de Liaño, solicitado por el Emperador Rodulfo de Alemania". Del Marqués de Santa Cruz, Álvaro Navia y Osorio, se resalta su labor como escritor: “Considerado como Escritor, el Vizconde del Puerto merece un lugar distinguido por sus Reflexiones militares: obra clásica en su género: escrita en estilo claro y sencillo, con buen método, y un plan vasto, juicioso, y felizmente executado: algo recargada de alusiones y de citas, defecto mas bien hijo de su modestia, que de su ostentación. El mérito intrínseco de ella es bien reconocido de los buenos Militares: Federico II nunca la separaba de su mesa; y ha sido en extremo útil á los Enciclopedistas Autores del Diccionario militar. La elevación de sus ideas, aun en literatura, se ve en el Proyecto de Diccionario universal de Ciencias, Artes y Oficios. Este pensamiento, inspirado por el amor á la gloria, y utilidad de su patria, tenia acaso el primer lugar en su cuidado. Concibióle con grandeza, combinóle con madurez, llevó la atención mas exquisita desde el plan general de la obra hasta las partes mas menudas, convidó á todos los sabios de la Nación para que concurriesen á executarla: ofrecíase él mismo á trabajar quanto cupiese еn sus fuerzas: nо se detenía ni еn costos, ni en sacrificios: recomendábala a la Academia y al Rey; y finalmente, sí las circunstancias del tiempo no permitieron que se efectuase una empresa tan vasta y tan sublime, por lo menos el ingenio que pudo idearla, el anhelo laudable por el progreso de las letras, una erudición tan grande, y una aplicación tan continua, son prendas admirables en un hombre ocupado siempre еn negociaciones de política, ó en operaciones de guerra.” De Luis de Requesens se pondera sus cualidades y capacidad como negociador y se contrapone su política en Flandes a la observada por el Duque de Alba: "El rigor excesivo del Duque de Alba había enagenado los ánimos de todos los Flamencos: las armas Holandesas, aunque inferiores por tierra á las Españolas, eran muy superiores en aquellos mares, donde no teníamos una esquadra capaz de hacer frente á las suyas; y últimamente nuestros soldados, admirables por el valor y el esfuerzo con que atropellaban los peligros y las fatigas, viéndose faltos de pagas, y acosados de necesidades, murmuraban abiertamente, y á cada paso se amotinaban. Esta fue la ocasión en que Requesens tomó las riendas de aquel gobierno: sus máximas, distintas de las del Duque, aseguraban la fe de los leales, y ganaban el corazón de muchos rebeldes: y así como la Gobernación anterior se había hecho aborrecible por su rigor y su fasto, la suya se hacia amar con la blandura y apacibilidad." La dura figura de Juan de Urbina queda reflejada con toda crudeza: "Pero su carácter era terrible en la cólera; y cuando le hicieron el honor, desplegó en sus venganzas una ferocidad inescusable". Al igual que la de Pedro Navarro: "Era Navarro ordinario en su traza, duro, codicioso de fortuna, y bastante obscuro en su trato: fue infiel á su patria y á su Rey; pero seguramente no lo hubiera sido si la envidia no hubiera estorbado su rescate."

En cuanto a los retratos de los conquistadores[20] de América fueron algunos de los retratos que presentaron mayores problemas, pues los protagonistas de la conquista americana fueron uno de los principales blancos de los ataques de los extranjeros. Solamente en el epítome dedicado a Vasco Núñez de Balboa se reconocen los abusos perpetrados por algunos de los conquistadores: “Es preciso decirlo: más de una vez Balboa se dejó llevar de la violencia y la codicia, que han deslucido la reputación de nuestros descubridores. Ya estos borrones han sido denunciados a la posteridad por los filósofos; pero nosotros observaremos solamente, que saliendo aquellos Españoles de un país donde en siete siglos no se había respirado más que guerra y combates, la mayor parte de ellos sin educación alguna, encontrándose en un nuevo mundo, mudo y terrible a sus ojos […] no era tanto de extrañar que sus corazones terribles se desnudasen tal vez de todos los afectos sociales, y que su brío y energía degenerasen en ferocidad y violencia.” Hernando de Soto fue de todos los conquistadores retratados el que cosecha mayores elogios: “exento de los excesos que se han imputado a sus compañeros, manifestó siempre un corazón noble y generoso”, y en el que se destacaba la virtud de la generosidad: “El único guerrero que entre los conquistadores de América supo unir la moderación a la fuerza, y la generosidad a la ambición […] El carácter de humanidad que se dejaba ver en sus acciones no era a propósito para prosperar entre hombres tan violentos […] ofreciendo a los indios su amistad, y ganando a los caciques con su afabilidad y buen trato”.

Caso aparte merecieron las figuras de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, auténticos protagonistas y modelos de la política ilustrada. Antonio de Ulloa por sus méritos reconocidos en toda Europa: “Algunos eruditos franceses que escribieron en los últimos años de su antiguo gobierno, y que no se dexaron preocupar, como otros, de las falsas opiniones que por el mismo tiempo se habían esparcido en descrédito de la literatura española, queriendo elogiar dignamente el mérito de sus sabios Chabert, Fleurieu y Verdun en las observaciones de sus viages, les compararon con el que Ulloa y D. Jorge Juan habían contraído en las del suyo científico, que se publicaron en 1747. A este testimonio imparcial, si necesitara de apoyo el mérito de Ulloa, se pudieran agregar otros muchos de la misma especie, entre los que serían de la mayor autoridad las demostraciones de aprecio con que fué incorporado en la Sociedad Real de Londres, y en las Academias de Ciencias de París y de Berlín.” A la vez que a Jorge Juan se le presenta como prototipo del hombre ilustrado, universal y benéfico: “Los hombres grandes son siempre dignos de nuestra memoria y veneración; pero mucho más aquellos que, como el Excmo. Sr. D. Jorge Juan, ha consagrado sus talentos y estudios en beneficio de su patria y de todo el género humano”.

La Brigada de Artillería Volante

Especial relevancia cobra, dentro del grabado puesto al servicio del ejército la colección, Escenas de la Brigada de Artillería Volante, (1796-1799), puesto que es la única obra que se realizó con una finalidad puramente propagandística[21]. Su impulsor fue el coronel Vicente María de Maturana (1754-1809), “Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos, Maestro Militar del Príncipe y de los Infantes y Comandante de la Brigada de Artillería de á Caballo del Real Cuerpo de Guardias de Corps.”

Cada una de las seis estampas que forman la serie llevan, además del escudo de armas de Manuel Godoy, la leyenda "PRESENTADA AL EXC. SR. PRINCIPE DE LA PAZ. // Por el Coronel D. Vicente María de Maturana Comandante de la Brigada de Artillería volante del Rl. Cuerpo de Guardias de Corps", y en cuatro de ellas aparece Manuel Godoy sobre un fogoso caballo blanco, buena prueba del carácter propagandístico de la serie. El propio Godoy en sus Memorias[22] da cuenta de la creación de la Brigada de Artillería Volante.

En 1796 se publicó un pequeño opúsculo sobre la Artillería volante, dedicado al Príncipe de la Paz, argumentando sus excelencias y afirmando que fueron los españoles quienes la inventaron en América contra los indios pampas en 1778, antes que la utilizara en Europa Federico II, dicho opúsculo[23] llevaba por título: Memoria sobre la Artillería Volante ó de á caballo, escrita por D. Clemente Peñalosa y Zúñiga, Dignidad que fue de la Sta. Iglesia Catedral de Segovia, dirigida en la parte técnica por el Mariscal de Campo de los reales exércitos D. Vicente María de Maturana, Segovia, 1796. Se hizo una segunda edición en 1809 que se puso a la venta en la madrileña librería de Hidalgo[24].

Por real orden de 24 de septiembre de 1796 se emprendió la labor de dibujar y grabar seis láminas que representaran otras tantas escenas de la evolución de la recién creada Brigada de Artillería Volante o "de a caballo". Fueron contratados los dibujantes Asensio Juliá y Antonio Guerrero, y los grabadores Rafael Esteve, Tomás López Enguídanos, Nicolás Besanzón y Luis Fernández Noseret. La Imprenta Real adelantó los gastos de dibujantes y grabadores, con la idea de resarcirse de ellos por medio de la venta de las estampas. El precio de venta de cada una fue de 15 reales. La venta fue escasa, pues en agosto de 1800 solamente se habían vendido seis juegos, es decir, treinta y seis estampas, mientras que se habían regalado al coronel Vicente María Maturana setenta y siete juegos. Estos datos se desprenden de un oficio remitido por el Juez Subdelegado de la Imprenta Real, Juan Facundo Caballero, a Mariano Luis de Urquijo, primer Secretario de Estado el 2 de agosto de 1800[25]: "En orden de 16 de Julio próximo mandó V. E. se entregasen gratis al Coronel Dn. Vicente Maturana doze juegos de las 6 estampas de la Artillería de a caballo. Lo que se ha cumplido al siguiente día 17. Y para que V. E. se halle enterado del coste de esta obra, su estado, y los muchos juegos que ya se han entregado a Maturana en perjuicio conocido de la casa y sin utilidad del Estado hago presente. Que por Real Orden de 24 de Setiembre de 1796 comunicada por el Señor Príncipe de la Paz se mandó que Maturana se pusiese de acuerdo conmigo para la execución de los dibujos y láminas, y que de los fondos de la Ymprenta se supliesen los gastos, los quales se resarcirían luego con la venta de las estampas. En puntual cumplimiento de esta Real orden ha pagado la casa por las 6 láminas de que en el día consta la obra y sus dibujos 83.113 reales y 12 mrs. Antes de venderse las estampas se han entregado gratis a Maturana 65 juegos de ellas, que con los 12 que aora se le han dado son 77 y componen el número de 462 estampas, que a precio de 15 reales cada una a que se venden importan 6.930 reales. Desde que se gravó la 1ª lámina hasta el presente no se han vendido más que seis juegos o 36 estampas en 540 rs. de que vajado el gasto de estampado y papel apenas quedan 500 para el reintegro. De consiguiente resulta la casa en un descubierto de más de 86.000 que nunca llegará el caso de resarcirse, a lo menos lo veo muy difícil, o imposible si se forma concepto por lo que se ha vendido, y porque seguramente fuera de los exemplares que son de estilo los demás que ha regalado lo ha hecho a Personas que eran las que mejor podían comprar la obra. Por lo mismo y que Maturana ofreció como todos los Autores dejaría esta empresa dineros a la Casa me ha parecido muy de mi obligación manifestar a V. E. estos antecedentes para que se sirva tenerlos presentes en las sucesivas pretensiones de dicho Maturana".

Las láminas de cobre de las seis estampas[26] de las Escenas de la Brigada de la Artillería Volante, grabadas con la técnica de la talla dulce, se custodian en la Calcografía Nacional de Madrid[27].

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1.

La Artillería Volante marcha cubierta por el Cuerpo de Reales Guardias de Corps formada en ocho Esquadrones.

Grabado de Rafael Esteve por dibujo[28] de Asensio Juliá.

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2.

La Artillería volante hace fuego situada al frente de los ocho escuadrones del Cuerpo de Guardias de Corps.

Grabado de Luis Fernández Noseret por dibujo de Antonio Guerrero.

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3.

La Artillería Volante marcha en la Columna formada por los ocho Esquadrones de Rs. Guardias de Corps.

Grabado de Rafael Esteve por dibujo[29] de Asensio Juliá. Grabó la letra[30] Bartolomé Saiz.

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4.

Artillería volante baxa a la prolonga acompañando a las Tropas ligeras por un País montuoso.

Grabado de Tomás López Enguídanos por dibujo[31] de Antonio Guerrero. Grabó la letra[32] Bartolomé Saiz.

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5.

La Artillería Volante sube a una altura para proteger el paso de un Rio a las tropas.

Grabado de Nicolás Besanzón[33] por dibujo[34] de Antonio Guerrero. Grabó la letra[35] Bartolomé Saiz.

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6.

La Artillería volante campada con los Esquadrones de Reales Guardias de Corps.

Grabado de Tomás López Enguídanos por dibujo[36] de Antonio Guerrero.

El anuncio de la venta de las dos primeras estampas apareció en la prensa madrileña en 1797[37]: "Colección de seis estampas que representan varias posiciones y maniobras de la artillería volante ó de á caballo, con las escuadras del Real Cuerpo de Guardias de Corps, y con otras tropas de infantería y caballería en instrucción y acciones de guerra, que representan la 1ª. los ocho esquadrones de Reales Guardias de Corps con la artillería volante marchando á su retaguardia. 2ª. los mismos esquadrones, que habiendo hecho alto, hace fuego la artillería volante situada al frente de sus claros: 3ª. El cuerpo de Reales Guardias de Corps formado en columna con la artillería volante: 4ª. La marcha de las tropas, que baxa acompañada de la artillería volante á la prolonga de un pais quebrado y montuoso: 5ª. El paso de la caballería por un rio en vista de los enemigos, protegida por las tropas ligeras de infantería, y por la artillería volante, que desde una altura hace fuego á la que sube tirada de todos sus caballos: 6ª. La brigada de artillería volante campada á la retaguardia de los esquadrones de Reales Guardias de Corps. Estas estampas se van dibuxando y grabando de órden superior por hábiles profesores; y habiéndose concluido las dos primeras, se venden en la Real Calcografía establecida en la Imprenta Real, á 15 rs. Cada una, y sucesivamente se irán publicando las restantes".

En 1800 se publicó una primera edición de otro opúsculo de Maturana sobre la Artillería volante del que solamente tenemos noticia por su segunda edición[38] que se hizo a expensas del propio Maturana: Exercicio doctrinal y evoluciones de una brigada de Artillería de á caballo con advertencias generales sobre el uso y ventaja de esta Artillería, presentada al Rey nuestro Señor por el Mariscal de Campo de los Reales Exercitos D. Vicente María de Maturana, siendo Maestro Militar del Príncipe nuestro Señor y Señores Infantes y Comandante de la Brigada de Artillería de á Caballo del Real Cuerpo de Guardias de Corps en el año 1800. Segunda Edición. Mandada imprimir por orden de la Suprema Junta de Gobierno de los reynos de Andalucía, para instrucción de los Oficiales del Exercito y principalmente de los destinados al servicio de esta Arma. Año 1808, y del que tenemos noticia que en febrero de 1809 estaba a la venta en la madrileña librería de Hidalgo[39].

Con estas dos muestras estudiadas del arte del grabado puesto al servicio del ejército ilustrado se puede apreciar, por medio de la colección de los Retratos de los Españoles Ilustres, el interés político por dar a conocer la historia de los militares que contribuyeron a formar la nación española, interpretados desde la mentalidad ilustrada. A la vez, la colección de estampas de las Escenas de la Brigada de la Artillería Volante nos muestra la utilización que se hizo del grabado con intereses personalistas, creando y difundiendo una imagen de un ejército moderno y eficaz. En ambos casos fueron ocasión para demostrar el "buen gusto" alcanzado por la sociedad española y el alto nivel de los dibujantes y grabadores de la Real Academia de San Fernando.

Notas

[1] J. Carrete Parrondo, El grabado en el siglo XVIII. Triunfo de la Estampa Ilustrada, en El Grabado en España (siglos XV al XVIII), vol. xxxi, Summa Artis. Historia General del Arte, Madrid, Espasa Calpe, 1987.

[2] Dos de las obras fundamentales sobre grabado calcográfico aparecidas en esta época fueron realzadas por militares: José de Vargas Ponce, teniente de navío, publicó en 1790: "Discurso histórico sobre el principio y progresos del grabado", en Distribución de los premios concedidos por el rey N. S. a los discípulos de las Nobles Artes, hecha por la Real Academia de San Fernando en la Junta ... de 4 de agosto de 1790, Madrid, Viuda de Ibarra, 1790, págs. 35-82. Reed. con estudio preliminar de J. Carrete, en Revista de Ideas Estéticas, 133 (1976) 61-90. Manuel de Rueda, comisario extraordinario del Estado Mayor de la Real Artillería, publicó en 1761 y dedicado a la Real Academia de San Fernando un manual de grabado cuyo dilatado título dice: Instrucción para grabar en cobre y perfeccionarse en el grabado a buril, al aguafuerte y al humo, con un nuevo méthodo de gravar las planchas para estampar en colores a imitación de la pintura y con un compendio histórico de los más célebres grabadores que se han conocido desde su invención hasta el presente, Madrid, Joaquín Ibarra, 1761. Ed. facs. con introducción de J. Carrete, Palma de Mallorca, Calcografía Nacional-Ediciones 6a, 1990. Nueva ed. facs. con estudio preliminar de A. Moreno Garrido, Granada, Universidad, 1991. Los retratos de militares son muy escasos y no fueron realizados con cargo al erario público, con excepción de los que se hicieron de Manuel Godoy. Jaime Masones de Lima (E. Páez Ríos, Iconografía hispana. Catálogo de los retratos de personajes españoles de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1966-1970 [en adelante IH] 5660). Santiago Miguel de Guzmán Dávalos, marqués de la Mina (IH 4221-1, 2 y 3). Matías Gálvez y Gallardo (IH, 3421-1). Bernardo Gálvez (IH 3417-2). Antonio Ricardos (IH 7791-1). Juan-Buenaventura Thiéry du Mont, conde de Gages (IH 3389). José Urrutia (IH 9448-2). Sobre los múltiples retratos de Godoy: I. Rose-de Viejo, "Una imagen real para el favorito: galería retratística de Manuel Godoy", en La imagen de Manuel Godoy, Badajoz, Junta de Extremadura, 2001, págs. 119-191.

[3] Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Observaciones astronómicas y phísicas en los reynos del Perú, Madrid, Juan de Zúñiga, 1748. Atlas Marítimo Español de Vicente Tofiño de San Miguel y José Varela Ulloa (1786-1789), el mejor proyecto cartográfico español del siglo XVIII [M. L. Martín-Meras, "El Mapa de España en el siglo XVIII", Revista de Historia Naval, 12 (1986), y "Felipe Bauzá: sus trabajos sobre el mapa de España", Revista de Historia Naval, 27 (1989)]. Torbern Olof Bergman, Elementos físico-químicos de la análisis general de las aguas. Obra compuesta de las siete disertaciones primeras de los Opúsculos físico-químicos del ilustre Bergman. Traducidos del latín al francés por Mr. de Morveau, y de éste al castellano, con arreglo a la nueva nomenclatura, con varias adiciones y por un orden más conforme a este tratado por el Capitán de Caballería Don Ignacio Antonio de Soto y Arauxo, cadete de la Compañía Española de Reales Guardias de Corps, Madrid, Imprenta Real, siendo regente don Lázaro Gayguer, 1794. Se publicaron 1.525 ejemplares. Por el grabado de tres láminas se pagaron 300 reales por cada una. Por el tirado de las estampas se pagaron 690 reales. En la Introducción del traductor se indica: "Por último se colocan tres láminas acomodadas a su registro cuyas figuras demuestran la explicación y manejo de diferentes aparatos, vasijas y otros utensilios conducentes a la análisis de las aguas y extracción de sus gases". Juan Jiménez Donoso, Despertador, o avisos para la instrucción de la juventud militar en el rompimiento de una guerra, Madrid, Imprenta Real, 1794-1795. Juan Jiménez Donoso era Teniente Coronel de Infantería e Ingeniero de los Reales ejércitos. Se imprimieron 1.525 ejemplares de cada tomo. Gabriel Ciscar y Ciscar, Curso de estudios elementales de Marina, escrito de orden de S. M., Madrid, Imprenta Real, 1803. Tomás de Morla, Láminas pertenecientes al Tratado de Artillería que se enseña en el Colegio militar de Segovia, Madrid, Imprenta Real, 1803. Tablas lineales para resolver los problemas del pilotage astronómico con exactitud y facilidad inventadas y delineadas por el teniente de fragata Don Josef Luyando, Madrid, 1803. El activo Conde de Lacy puso en marcha los trabajos de grabado de las ciento doce planchas de cobre, realizadas por los "mejores grabadores de la Corte" que trabajaban en la Calcografí­a Nacional. En la actualidad, sesenta y dos planchas grabadas se conservan en el Museo del Ejército; el resto hasta las ciento doce, se perdieron en el incendio del Alcázar (M. D. Herrero Fernández-Quesada, Láminas pertenecientes al "Tratado de artillería" que se enseña en el Real Colegio Militar de Segovia. Segovia, Patronato del Alcázar, 1993). Reglamento del Colegio Militar de Caballeros Cadetes del Real Cuerpo de Artillería establecido en Segovia, Madrid, 1804.

[4] En 1794 ingresaron diecinueve láminas en la Real Calcografía procedentes del Real Archivo de la primera Secretaría de Estado.

[5] José Clavijo Fajardo fue el primero que dio la idea y el plan del Estado Militar de España. Desde 1772 hasta 1789 fue impreso en Madrid por Antonio Sanz. A partir de 1790 el Estado Militar salió de las prensas de la Imprenta Real. Tuvo una periodicidad anual y un formato (octavo), que fue reduciéndose paulatinamente (doceavo hasta dieciseisavo).

[6] Á. Molina. "Arte, crisis e imagen de América en los «Retratos de Españoles Ilustres»: una revisión del pasado". II Jornadas de Historia del Arte: Arte y crisis en Iberoamérica realizadas el 1, 2, 3 y 4 de septiembre del 2004. Universidad Adolfo Ibáñez, Museo Histórico Nacional y CREA. Las ponencias presentadas fueron publicadas por la editorial RIL bajo el título "Arte y crisis en Iberoamérica" II Jornadas de Historia del Arte. Á. Molina, "La misión de la historia en el XVIII español. Arte y cultura visual en la imagen de América", Revista de Indias, 235 (2005) 651-682.

[7] Un ejemplar completo y encuadernado de conserva en la Biblioteca de Palacio de Madrid (V-1554).

[8 Archivo Histórico Nacional de Madrid [en adelante AHN], Consejos, leg. 3193.

[9] F. Losa, La vida que hizo el Siervo de Díos Gregorio López en algunos lugares de esta Nueva España, México, Imprenta de Juan Ruiz, 1613. G. Argaiz, Vida y escritos del Venerable varón Gregorio López, Madrid, 1678. J. Aristal, Vida y vanos escritos del venerable siervo de Díos Gregorio López, Madrid, 1727. A. Milhou, "Gregorio López. El iluminismo y la Nueva Jerusalén americana". En Actas del IX Congreso Internacional de Historia de América, Sevilla, 1992, p. 55-83. M. L. Rodríguez-Sala, R. Tena-Villeda, "El venerable Varón Gregorio López, repercusiones de su vida y obra a lo largo de cuatrocientos años, 1562-2000", Gaceta Médica de México, 139 (2003) 401-408.

[10] AHN, Consejos, leg. 11280, n. 33.

[11] AHN, Consejos, leg. 11281, n. 45.

[12] También, parece ser, que se utilizaron como modelos algunos retratos de la galeria de la Biblioteca de El Escorial.

[13] “Pío Ignacio de Lamo y Palacios, conde de Castañeda de los Lamos, caballero pensionado de la Orden española de Carlos III, del Consejo de S. M ., su secretario con exercicio de de decretos, oficial primero de la secretaría de despacho Universal de Estado, rey de armas de la insigne Orden del Toison de Oro, individuo de número de la Real Academia española, consiliario de la de San Fernando y Académico de la de buenas letras de Sevilla. En 30 de enero de 1807” (Memorias de la Real Academia de la Historia, V, Madrid, Sancha, 1817, pág. XXXII.

[14] AHN, Consejos, leg. 11284, n. 16.

[15] La lista completa de los treinta y un militares comprendidos en la colección figura como apéndice al final de este escrito.

[16] Rodrigo Díaz de Vivar y Alfonso Peréz de Guzmán.

[17] Antonio de Leyva. Gonzalo Fernández de Córdoba. Gran Duque de Alba. Hernán Cortés. Garcilaso de la Vega. Alonso de Ercilla. Sancho Dávila. Pedro Menéndez de Valdés. Álvaro de Bazán. Diego Hurtado de Mendoza. Luis de Requesens. Juan de Urbina. Hugo de Moncada. Vasco Núñez de Balboa. Hernando de Alarcón. Diego García de Paredes. Francisco Pizarro. Hernando de Soto. Pedro Navarro. Pedro Fernández de Velasco. Diego de Álava y Beamont.

[18] Juan José de Austria. Juan de Austria. Bernardino de Rebolledo. Álvaro Navia Osorio, Marqués de Santa Cruz. Diego Mexía y Guzmán, Marqués de Leganés. José Carrillo de Albornoz.

[19] Jorge Juan y Antonio de Ulloa.

[20] A. Molina ha estudiado detenidamente los retratos de esta serie dedicada a los conquistadores. A esos estudios nos remitimos. Ver nota núm. 6.

[21] Obra similar pero con otro carácter pudiera ser la serie de seis estampas que se publicaron sobre el combate naval de Tolón (1744) , realizadas en 1796 por el Ministerio de Marina (J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario de los más ilustres profesores de Bellas Artes en España, I, 179). Grabadas por Juan Moreno Tejada, Blas Ametller, Simón Brieva, Fernando Selma, Mariano Brandi y Joaquín Ballester por dibujos de Diego de Mesa.

[22] M. Godoy, Memorias, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1965, vol I, pág. 225.

[23] Biblioteca Nacional de España 3-47658.

[24] Gaceta del Gobierno, núm. 7, 10 de febrero de 1809, pág. 112).

[25] AHN, Consejos, leg. 11283, n. 71.

[26] E. Páez Ríos, Repertorio de grabadores españoles en la Biblioteca Nacional, Madrid, Ministerio de Cultura, 1982. Las seis estampas encuadernadas: Biblioteca Nacional de España, ER-3205.

[27] Las cuatro primeras láminas de cobre ingresaron en la Real Calcografía entre 1797 y 1798 (R- 2648, medidas 420 x 575 mm. R-2643, medidas 402 x 552 mm. R-2644, medidas 425 x 575 mm. R-2645, medidas 414 x 568 mm.). La quinta ingresó en 1799 (R-2646, medidas 415 x 567 mm). La sexta ingresó en 1800 (R-2647, medidas 406 x 560 mm). (C. Barrena, J. Blas, J. Carrete, y J. M. Medrano, Calcografía Nacional. Catálogo general, Madrid, Real Academia de San Fernando. Calcografía Nacional, 2004).

[28] El dibujo para grabar se conserva en la Calcografía Nacional, D. 125. (A. Gallego, Catálogo de los dibujos de la Calcografía Nacional, Madrid, Real Academia de San Fernando, 1978, n. 65, págs. 97-98).

[29] El dibujo para grabar se conserva en la Calcografía Nacional, D. 164. (A. Gallego, Catálogo de los dibujos de la Calcografía Nacional, Madrid, Real Academia de San Fernando, 1978, n. 66, p. 98).

[30] En agosto de 1798 se pagaron 360 reales a Bartolomé Saiz por grabar la letra de la tercera y cuarta lámina de la Artillería Volante.

[31] El dibujo para grabar se conserva en la Biblioteca Nacional de España. (A. Barcia, Catálogo de la colección de dibujos originales de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1906, n. 1282, pág. 207). Hasta 1835 el dibujo se encontraba en la Calcografía Nacional.

[32] En agosto de 1798 se pagaron 360 reales a Bartolomé Saiz por grabar la letra de la tercera y cuarta lámina de la Artillería Volante.

[33] El 22 de octubre de 1799 se le pagaron 6.000 reales por el grabado.

[34] El dibujo para grabar se conserva en la Biblioteca Nacional de España. (A. Barcia, Catálogo de la colección de dibujos originales de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1906, n. 1281, p. 207). Hasta 1835 el dibujo se encontraba en la Calcografía Nacional.

[35] En el mes de noviembre de 1799 se pagaron 180 reales a Bartolomé Saiz por el grabado de la letra.

[36] El dibujo para grabar se conserva en la Biblioteca Nacional de España. (A. Barcia, Catálogo de la colección de dibujos originales de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1906, n. 1280, p. 207). Hasta 1835 el dibujo se encontraba en la Calcografía Nacional. A Antonio Guerrero se le pagaron 2.640 reales por el dibujo en abril de 1798.

[37] Gaceta de Madrid, núm. 87, 31 de octubre de 1797, pág. 919.

[38] Biblioteca Nacional de España R-60655.

[39] Gaceta del Gobierno, núm. 7, 10 de febrero de 1809, pág. 112.

Apéndice

Retratos de militares en la colección de los Españoles Ilustres

1. Retrato de Antonio de Leiva, ca. 1790

ANTONIO DE LEIVA // natural de Navarra; célebre General de su tpo: / defendió a Pavía, sitiada por Francisco 1º. / Nació en 1480; falleció en 1536. // Leonardo de Vinci lo pintó — Be. Vazquez lo grabó.

Grabado de Bartolomé Vázquez por pintura de Leonardo da Vinci.

Formó parte del primer cuaderno.

2. Retrato de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, ca. 1791

GONZALO FERNANDEZ DE CÓRDOBA. // Nació en Córdoba; su vizarría fue admiracn. de la Corte, / y su valor asombro de Europa. Conquistó á Napoles, / y su destreza en la táctica, con el que igualó la Infant.ª / Española á la Romana, le dió el nombre de Gran Ca- / pitán. Murió en Granada á los 62. as. en el de 1515. // J. Ximeno lo dibuxó — B. Vazquez lo grabó

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de José Ximeno.

Formó parte del segundo cuaderno.

3. Retrato del gran duque de Alba, ca. 1791

EL GRAN DUQUE DE ALBA. // Nació en 1508. Sabio, Politico; General com- / pleto; terror de Italia y de la Flandes: Concluyó / su gloriosa carrera conquistando á Portugal; y / falleció A.º de 1583. // J. Ximeno lo dibuxó — Ticiano lo pintó — B. Vazquez lo grabó.

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de José Ximeno.

Formó parte del segundo cuaderno.

4. Retrato de Hernán Cortés, ca. 1791

HERNAN CORTES. // Marques del Valle, Capitán Gral. de N. España; na- /ció en Medellin año de 1485, y murió en 1547, aun- / que le hicieron inmortal sus hazañas asombrosas y / su conquista del Imperio Mexicano. // D. A. Carnicero lo dib.º — D. J. A. Carmona lo grabó.

Grabado de Juan Antonio Salvador Carmona por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del tercer cuaderno.

5. Retrato de Garcilaso de la Vega, ca. 1791

GARCILASO DE LA VEGA. // Natural de Toledo, admiracion de la Corte y la / Campaña; Príncipe de los Poetas Castellanos; mu / erto en la florida edad de 33. as. de una herida re- / cibida en un asalto en 1536. // D. J. Maea lo dib.º — D. B. Vazquez lo grabó.

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de José Maea.

Formó parte del tercer cuaderno.

6. Retrato de Alonso de Ercilla, ca. 1791

D. ALONSO DE ERCILLA. // Caballero de Santiago, nació en Madrid á 7 de / Agosto de 1533: Poeta Heroico tan dulce como va=/leroso Soldado: compuso el Poema de la Araucana, / y falleció despues del Año de 1596. // A. Carnicero lo dib.o — F. Selma lo grabó.

Grabado de Fernando Selma por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del tercer cuaderno.

7. Retrato de Juan de Austria, 1791

D. JUAN DE AUSTRIA. // Hijo de Felipe IV; nació en Madrid. A.º de 1629: / manifestó su capacidad, constancia, y valor en la po- / litica, en los infortunios, y en las expediciones de Ita- / lia, Cataluña, y Portugal. Murió en 1679. // Josef Beraton dib. — Franco. de Paula Marti lo grabó año de 1791

Grabado de Francisco de Paula Martí por dibujo de José Beratón.

Formó parte del cuarto cuaderno.

8. Retrato de Sancho Dávila, ca. 1791

D. SANCHO DÁVILA. // Natural de Avila, Almirante de la Real Ar- / mada en Flandes, donde mostró su pericia militar / y tambien en la invasión de Portugal. Murió en / Lisboa Aº. 1583. á los 60 de edad. // A. Carnicero lo dibuxó — B. Vazquez lo grabó

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del cuarto cuaderno.

9. Retrato de Pedro Menéndez de Avilés, 1791

PEDRO MENENDEZ DE AVILES. // Natural de Avilés en Asturias, Comendador / de la orden de Santiago, Conquistador de la Flo- / rida, nombrado Gral. de la Armada contra Inglaterra. / Murió en Santander A.º 1574. á los 55. de edad. // Josef Camaron lo dib.º — Franco. de Paula Martí lo grabó año 1791.

Grabado de Francisco de Paula Martí por dibujo de José Camarón y Bonanat.

Formó parte del cuarto cuaderno.

10. Retrato de Álvaro de Bazán, 1792

D. ALVARO DE BAZAN, // Primer Marqués de S. Cruz, Capitán Gral. / del Mar Océano: nació en Granada Año de / 1526, y admirado de la Europa por sus victorias / navales, falleció en Lisboa en 1588. // A. Carnicero lo dibuxó — B. Vazquez lo grabó

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del cuarto cuaderno.

11. Retrato de Juan de Austria, ca. 1792

D. JUAN DE AUSTRIA. // Nació en Ratisbona en 1545: Fué uno de los ma- / yors. Geners. de su siglo: sujetó la rebelion de los Mo- / riscs. de Granada: triunfó de los Turcos en Lepanto: / gobernó la Flandes spre. vencedor, y solo vencido / de la muerte en la edad de 33. años. // Ramos lo dibuxó — B. Vazquez lo grabó

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de Francisco Javier Ramos.

Formó parte del quinto cuaderno.

12. Retrato de Bernardino de Rebolledo, 1792

D. BERNARDINO DE REBOLLEDO. // Natural de la Ciudad de Leon, Conde del S.R. / I. Consumado Político, esforzado Militar, y eminente Poeta Castellano. Murió en Ma- / drid en 1676. á los 80 años de su edad. // R. Ximeno lo dibuxó — J. Ballester lo grabó.

Grabado de Joaquín Ballester por dibujo de Rafael Ximeno.

Formó parte del quinto cuaderno.

13. Retrato de Álvaro Navia Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado, ca. 1792

D. ALVARO NAVIA OSORIO, // Marqués de Sta. Cruz de Marcenado: fué buen / Militar; excelente Escritor en su profesión, y / grande Erudito. Nació en Veiga en 1684 / y murió en 1732. Ml.de la Cruz lo dibuxó — B. Vazquez lo grabo.

Formó parte del sexto cuaderno.

14. Retrato de Diego Hurtado de Mendoza, ca. 1792

D. DIEGO HURTADO DE MENDOZA. // Nació en Granada en 1503. buen Soldado, mejor Po- / lítico, discreto Poeta, grande Historiador. Desempeñó las / Embajadas de Venecia, Roma, y del Concilio de Trento / con tanto honor, como émulos. Murió en Abril de 75, pero / sus Obras, especialmte, la Histª, de la Guerra de Granda. le / hacen inmortal en todas las edades. // J. L. Enguidanos lo dibuxó — Navia lo grabó

Grabado de José Gómez Navia por dibujo de José López Enguídanos.

Formó parte del sexto cuaderno.

15. Retrato de Luis de Requesens, 1795

D. LUIS DE REQUESENS // Comendador Mayor de Castilla, y Governa- / dor en Flandes: Varon ilustre tanto en las ar- / tes de paz, como en las de guerra. Nació en / Valladolid, y murió en Bruselas el año 1576. // F. Ramos lo dibujó. — L. Noseret lo grabó. — D. M. Carmona lo concluyó.

Grabado de Luis Fernández Noseret, concluido por Manuel Salvador Carmona, por dibujo de Francisco Javier Ramos.

Formó parte del séptimo cuaderno.

16. Retrato de Diego Mesía y Guzmán, marqués de Leganés, ca. 1792

D. DIEGO DE MESIA Y GUZMAN, / I.º Marques de Leganés: famoso Generl. de / las Armas del Rey D. Felipe IIII. en Flan- / des, Lombardía, Cataluña, y Portugl. Murió en / Madrid su patria en 16. de Feb.º del A.º 1655. // A. Carnicero lo dibuxó. — B. Vazquez lo grabó.

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del octavo cuaderno.

17. Retrato de Juan de Urbina, 1793

JUAN DE URBINA: // Natural de Vizcaya: Maestre de Campo / de los Exércitos de CARLOS V: famoso pr. su / esfuerzo y osadía: fué muerto en el asalto de / Híspelo en el año de 1530. // A. Carnicero lo dibuxó. — L. Noseret lo grabó. — Concluido por D. Ml. Sr. Carmona.

Grabado de Luis Fernández Noseret, concluido por Manuel Salvador Carmona, por dibujo de Antonio Carnicero.

Formó parte del octavo cuaderno.

18. Retrato de Hugo de Moncada, 1796

D. HUGO DE MONCADA: / Valenciano: Gral. célebre en las guerras de Ita= / lia por su intrepidéz y actividad. Fué Virrey / de Sicilia y de Napoles. Nació en 1748, y / murió en una batalla naval en 1528. // J. Camarón lo dibuxó. — F.o Selma lo grabó.

Grabado de Fernando Selma por dibujo de José Camarón y Bonanat, 1795.

Formó parte del noveno cuaderno.

19. Retrato de Vasco Núñez de Balboa, 1796

VASCO NUÑEZ DE BALBOA. // Descubridor del Mar del Sur. Nació en / Xeréz de Extremadura en el año de 1475, / y fué muerto en Acla en 1517. // J. Maea lo dibuxó — Jn. Barcelon lo grabó.

Grabado de Juan Barcelón por dibujo de José Maea, 1794.

Formó parte del décimo cuaderno.

20. Retrato de José Carrillo de Albornoz, duque de Montemar, 1796

D. JOSEF CARRILLO DE. ALBORNOZ. // Duque de Montemar: Conquistador de // Oran, y vencedor de los alemanes en Bi- / tonto. Nació en Sevilla en 1671, y // murió en Madrid en 1747. // J. Maea lo dibuxó — Luis Noseret lo grabó, concluido por D. Ml. Sor. Carmona.

Grabado de Luis Fernández Noseret, concluido por Manuel Salvador Carmona, por dibujo de José Maea.

Formó parte del décimo cuaderno.

21. Retrato de Hernando de Alarcón, 1792

HERNANDO DE ALARCON: // diestro y esforzado Capitán en las guerras de // Napoles y Lombardia, consumado Maestro en // el arte militar. Padre de sus soldados y terror de / los enemigos. Nació en Palomares de Huete / en 1466 y murió en Nápoles en 1540. // J. Lopez Enguidanos lo dibuxó — B. Bazquez lo grabó

Grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de José López Enguídanos.

Formó parte del décimo cuaderno.

22. Retrato de Diego García de Paredes, 1796

DIEGO GARCIA DE PAREDES: // Naural de Truxillo: campeon ilustre en las / guerras de Italia por la grandeza de su valor, / la robustez de sus fuerzas, y la muchedum- / bre de sus hazañas. Nació en 1468 y mu-/ rió 1530. // J. Maea lo dibujó. - Tomás Lopez Enguídanos lo grabó.

Grabado de Tomás López Enguídanos por dibujo de José Maea, 1796.

Formó parte del undecimo cuaderno.

23. Retrato de Francisco Pizarro, 1796

FRANCISCO PIZARRO: // Natural de Truxillo: Descubridor y Con- / quistador del Perú fué asesinado en Li- / ma á los 73 años de su edad en 1544. // J. Maea lo dibuxó. - Rl. Esteve lo grabó.

Grabado de Rafael Esteve por dibujo de José Maea, 1795.

Formó parte del undécimo cuaderno.

24. Retrato de Hernando de Soto, 1797

HERNANDO DE SOTO: // Estremeño: uno de los descubridores y conquis- / tadors. del Perú: recorrió toda la Florida y venció á / sus naturales invencibles hasta entonces: murió / en su expedicn. el año 1545. á los 42. de su edad. // J. Maea lo dibuxó. - Lo grabó N. J. Bti.

Grabado de Juan Brunetti por dibujo de José Maea, 1795.

Formó parte del undécimo cuaderno.

25. Retrato de Rodrigo Díaz de Vivar, 1796

RODRIGO DIAZ DE VIVAR. // Llamado comunmente el Cid campeador: / el más famoso Guerrero de España. / Nació en Burgos; y murió en Valencia / en 1099. // Josef Lopez Enguids. lo dibuxó — Vicente Lopez Enguids. lo grabó.

Grabado de Vicente López Enguídanos por dibujo de José López Enguídanos, 1796.

Formó parte del decimotercero cuaderno.

26. Retrato de Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, 1798

D. ALONSO PEREZ DE GUZMAN // Llamado el Bueno: fué el que por no faltar / á su lealtad arrojó el puñal desde el muro de Ta- / rifa para que los Moros degollasen á su hijo ú- / nico. Nació en Leon en 1256, y murió peleando / junto á Gibraltar en 1309. // J. Maea lo dibuxó — Wandik lo pintó — M. Alegre lo grabó

Grabado de Manuel Alegre por pintura atribuida a Anton van Dyck y dibujo de José Maea, 1797.

Formó parte del decimotercero cuaderno.

27. Retrato de Pedro Navarro, 1797

PEDRO NAVARRO, // General famoso del siglo XV / El primero y mas habil profor. en el arte de minar, / Nació en la Cantabria á mediados de / dicho siglo, y murió en Castilnovo el año / de 1516. // Josef Maea lo dibuxó — Juan Brunete lo grabó.

Grabado de Juan Brunetti por dibujo de José Maea, 1797.

Dibujo para grabar en Calcografía Nacional, D. 72.

Formó parte del decimoquinto cuaderno.

28. Retrato de Jorge Juan, 1797

D. JORGE JUAN, // Ilustre Marino, profundo Matemático, / cuyas obras le dieron el renombre de Sabio Español, / y serán eternos monumentos de su memoria. / Nació en Novelda en 1713; murió en Madd. en 1773. // J. Maea lo dibuxó — Vazquez lo grabó

Grabado de José Vázquez por dibujo de José Maea, 1797.

Formó parte del decimosexto cuaderno.

29. Retrato de Antonio de Ulloa, 1798

D. ANTONIO DE ULLOA, // Famoso General de Marina, S/ abio Astrónomo y Naturalista. / Nació en Sevilla el año de 1718, / murió en la Isla de Leon el de 1795. // J. Maea lo dibuxó — R. Esteve lo grabó.

Grabado de Rafael Esteve por dibujo de José Maea, 1798.

Formó parte del decimosexto cuaderno.

30. Retrato de Pedro Fernández de Velasco, ca. 1805

D. PEDRO FERNANDEZ DE VELASCO, // Conde de Haro Virrey, y Condestable de / Castilla famoso Capitán. / Nació en el año de 1425, / y murió en Burgos en el de 1492. // Manl. Eraso lo dibuxó — Manl. Alegre lo grabó.

Grabado de Manuel Alegre por dibujo de Manuel Eraso.

Formó parte del decimoctavo cuaderno.

31. Retrato de Diego de Álava y Beaumont 1809-1816

D. DIEGO DE ALAVA Y BEAUMONT, // Célebre escritor militar del tiempo de Felipe 2º. / Fue uno de los primeros que redujeron á principios / científicos el arte de la Artillería. Se ignora el año de / su nacimiento y de su muerte.

Lámina no terminada de grabar por Manuel Álvarez a causa de su muerte en 1809. Concluida en 1816. Dibujo de José Maea.