• Prieto Nespereira. El maestro del grabado académico.

El maestro del grabado académico

JUAN CARRETE PARRONDO

10/08/1991 El Mundo Enlace

En la desigual historia del grabado español del siglo XX se han dado etapas en las que más parecía que el grabado hubiera dejado de existir, y hay que reconocer que como en tantas otras cuestiones, su supervivencia se debía más a la voluntad personal de algún aislado «Quijote» que al eficaz funcionamiento de las instituciones que tenían la obligación de enseñarlo y promocionarlo. Algunos de estos nombres son los de Jaume Pla, promotor de la magnífica colección de «La Rosa Vera», o la vanguardista iniciativa para bibliófilos del editor Gustavo Gili, único editor español para que el trabajó Picasso; en Madrid Dimitri Papageorgiu, que enseñó en solitario a grabar a muchos pintores, y finalmente los idealistas y politizados integrantes del grupo Estampa Popular. Todos ellos fueron una minoría que se dedicaron a dar a conocer un arte que era considerado casi como marginal. En cuanto a los cultivadores del grabado académico, primeramente fue Francisco Esteve Botey el que mantuvo vivo, aunque en un reducido grupo, el interés por el grabado, sucediéndole Julio Prieto Nespereira, formado en un grabado tradicional de origen decimonónico, que había nacido y se mantenía en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en donde un grupo de inquietos artistas creó el Grupo de los 24, entre los que se encontraban los prestigiosos, Ricardo Baroja, Castro Gil, Fernández Cuervo, Leandro Oroz, Espina y Capo, Pedraza Ostos, y también Prieto Nespereira. Mas no olvidemos que cuando una actividad artística queda monopolizada en manos de una sola persona, queda expuesta a sus gustos, caprichos y arbitrariedades. El solo curriculum de Prieto Nespereira, nacido en Orense en 1896, ya nos proporciona los datos precisos para darnos una idea de su personalidad. Desde que consiguiera el Premio Nacional de Grabado en 1936, fue, sin duda, el más activo y el más oficial de los grabadores de la posguerra: presidente de la Asociación Española de Artistas Grabadores, director del non nato Museo Nacional del Grabado y Sistemas de Estampación, profesor de la Escuela Nacional de Artes Gráficas, Medalla de Honor de la Agrupación Española de Artistas Grabadores, y también el animador e impulsor de los oficiales Salones del Grabado, ocasión casi única que tenían los grabadores españoles de darse a conocer. Su carrera de honores culminó al ser galardonado recientemente con la Medalla de Oro de Galicia, con ocasión del Museo que Orense ha dedicado a su obra. Desde el punto de vista de creador artístico a Prieto Nespereira se le puede incluir entre los grabadores regionalistas del grupo gallego, junto con Manuel Castro Gil y Máximo Ramos, aunque se den significativas diferencias entre ellos. Prieto Nespereira era el más académico de todos ellos, dominó la técnica del aguafuerte, en la que fue maestro en el contraste de luces y sombras, consiguiendo una enorme expresividad en el contraluz, pero siempre dentro de una temática demasiado clásica, en la que domina lo puramente anecdótico, aunque siempre bien acabado y muy correcto.