NUEVO TESTAMENTO II
Al Señor Jesucristo, por el derecho dado a hablar de Él, Sus designios y deseos,
A mi esposa por alentarme,
A mis hijos siempre amorosos,
Para el querido pastor Raimundo Soares de Lima, que agradecimientos son pocos en la naturaleza humana,
A nuestros compañeros miembros que nos incentivan,
A nuestros hermanos del Centro Evangélico de Educación y Cultura - CEEC - donde aprendemos a amar y vivir nuevos desafíos.
ESTUDIO DEL NUEVO TESTAMENTO II
HECHOS DE LOS APÓSTOLES
En este módulo estudiarás la disciplina Nuevo Testamento ll - Hechos de los Apóstoles. Este curso le proporcionará una visión de la historia y el desarrollo de la iglesia primitiva, así como un análisis del libro, una descripción misionera, la Doctrina de la Iglesia, los problemas de la fase de transición de la iglesia, la enseñanza respecto al Espíritu Santo y cómo El cristianismo se estableció entre los gentiles bajo la operación del Espíritu Santo.
Esperamos sinceramente su éxito de aprendizaje y que Dios enriquezca su vida con abundantes bendiciones espirituales.
El editor
¡Hechos es un libro de acción! Observa que se llama «Hechos», y no «Reacciones». Se trata de la iniciativa y acción del Espíritu Santo en la vida de los discípulos que antes eran cobardes, inseguros e ignorantes. Esos hombres, que habían aprendido a seguir a Jesús durante tres años. ¡ahora estaban aprendiendo a liderar!
En esta continuación de su Evangelio, Lucas informa que esos primeros discípulos movilizaron a la iglesia de forma tan eficaz que llegaron a ciudades enteras (9:35) y saturaron países enteros con el evangelio (19:10).
La acción descrita en este libro muestra a Dios otorgando poderes a hombres y mujeres que deciden luchar con Dios con el Espíritu Santo. Deciden ser gente de influencia. A pesar de su falta de aptitudes humanas, comienzan a penetrar en su sociedad. Dios logró esto principalmente mediante personas comunes no con mucha educación, influencia política o prestigio (1 Corintios 1:26).
Pedro, el pescador, se convierte en el líder de la iglesia en Jerusalén. Felipe se convierte en el primer evangelista misionero para grupos de otras culturas. Esteban se enfrenta a falsos lideres religiosos de su día y se convierte en el primer mártir. Bernabé y Pablo establecen la primera iglesia que equipa/envía en Antioquía, y luego dirigen el primer equipo misionero.
Estos líderes logran tanto porque están gobernados por las prioridades de Dios, encarnan el poder de Dios, están motivados por los propósitos de Dios, dependen de la provisión de Dios y equipan al pueblo de Dios. Todos se involucran en la tarea. Los líderes equipan a los seguidores y animan a la iglesia cuando esta se adentra en la cultura. Se producen milagros. La comunidad se encarga de las necesidades personales pendientes.
Al leer el libro, observa cuántos líderes emergen de dentro de la iglesia. Muchos no son apóstoles; a la mayoría los consideraríamos laicos. Sin embargo, todos parecen comprometidos con la visión de impactar al mundo para Cristo.
Dios llenó a estas personas comunes con su Espíritu y les ofreció influencias en el mundo. Se produjeron milagros al confirmar Dios su Palabra con señales (Marcos 16:17-18). Jesús se le apareció personalmente a Saulo de tarso para llamarle a ser apóstol (9:1-9). El Espíritu Santo estableció a esta iglesia primitiva en pureza para otorgarle poderes sin medida. Dios confía su poder a los puros.
Observa la secuencia: primero pureza; después poder; luego proclamación, y finalmente, entrada.
Pedro: uno de los doce discípulos de Jesús, llamado «la Roca» (1.13—12.18; 15.7–14).
Juan: uno de los doce discípulos de Jesús, llamado «el discípulo a quien Jesús amaba» (1.13; 3.1—4.31; 8.14–25; ver Jn 21.20).
Jacobo o Santiago: uno de los doce discípulos; primer discípulo en morir por su fe en Cristo (1.13; 12.1, 2).
Esteban: designado como encargado de distribuir la comida en la iglesia primitiva; mártir por su fe en Cristo (6.3—8.2; 22.20).
Felipe: designado como encargado de distribuir la comida en la iglesia primitiva; uno de los primeros misioneros a Samaria (1.13; 6.5; 8.1–40; 21.8).
Pablo: Escritor y misionero del Nuevo Testamento; su nombre original era Saulo; perseguía a los cristianos antes de su conversión (7.58—8.3; 9.1–30; 11.25–30; 12.25—28.30).
Bernabé: su nombre significa «Hijo del aliento»; viajó como misionero con Pablo y luego con Juan Marcos (4.36; 9.27; 11.22—15.39).
Cornelio: oficial romano; uno de los primeros cristianos gentiles (10.1–48).
Timoteo: asistente de Pablo; luego fue pastor en Éfeso (16.1—20.4).
Lidia: creyente y anfitriona de Pablo y Silas; vendedora de tejido púrpura (16.13–40).
Silas: fungió como misionero; participó en los ministerios de Pablo, Timoteo y Pedro (15.22—18.5).
Apolos: predicador de Alejandría que ministró en Acaya; fue instruido por Aquila y Priscila (18.24—19.1).
Félix: gobernador romano de Judea; mantuvo a Pablo en prisión dos años (23.24—25.124).
Festo: sucedió a Félix como gobernador; revisó el caso de Pablo con Herodes Agripa II (24.27—26.32).
Herodes Agripa II: revisó el caso de Pablo con Festo; respondió con sarcasmo al evangelio (25.13—26.32).
Lucas: médico que viajó con Pablo; autor del libro de Hechos (16.10—28.31).
El poder del Espíritu Santo más un liderazgo obediente es igual a crecimiento de la iglesia.
Dios levanta líderes para atraer a toda la gente a Él.
Los líderes rompen barreras y conectan lo familiar con lo desconocido.
Cuando la iglesia añade más líderes, añade más seguidores.
No hay éxito sin sacrificio.
El impulso viene como resultado de la unidad.
Los líderes comienzan a prosperar cuando no tienen que sobrevivir.
El libro de los Hechos nos brinda el relato del ministerio de Jesús delegado a sus discípulos. Su misión consistía en proclamar al Cristo resucitado y cumplir la Gran Comisión que les había dado Jesús (Mt 28.19, 20). Los discípulos eran testigos de la salvación obrada por Cristo (4.12; 10.43).
Establecimiento de la iglesia: historia de cómo se difundió la fe (2.1; 4.23, 24, 32–37; 9.31; Mt 16.18; Ro 12.5; 1 Co 10.17; 12.12; Gá 3.28; Ef 4.15–16; 1 Ti 3.15; Ap 19.8).
La obra del Espíritu Santo: la forma en que el Espíritu de Dios dirigía a la iglesia y a cada creyente (1.8; 2.2–4, 16–18, 38; 4.8; 8.29; 11.12; 13.2; 16.6; 21.11; Gn 6.3; Nm 11.25–27; Neh 9.30; Is 48.16; Sof 7.12; Jn 15.26; Ro 8.16, 26; 1 Co 2.4, 9, 10; He 2.4; 1 Jn 3.24; 4.13; Ap 2.7, 11, 29).
Dios es accesible: 14.27
Dios es glorioso: 7.2, 55
Dios es bueno: 14.17
Dios es justo: 17.31
Dios es el Altísimo: 7.48
Dios cumple sus promesas: 1.4; 2.33, 39; 7.17; 13.2, 23, 32; 26.6, 7
Dios provee: 1.26; 3.17, 18; 12.5; 17.26; 27.22, 31, 32
Dios es justo y recto: 17.31
Dios es sabio: 15.18
Un pasaje rápido en los días anteriores al Nuevo Testamento e incluso en sus días, nos dará una idea más clara de cómo vivían estas personas. No es difícil ver que hay una dicotomía y, a veces, una competencia despiadada entre el ministerio ordenado y el laico, Esta diferenciación de clase religiosa especial y personas religiosas tiene sus raíces en la misma nación de Israel. Esto no significa la inexistencia en otros pueblos anteriormente, pero en referencia al cristianismo, el foco de nuestro trabajo, es en Israel el origen. Dios, al instituir el sacerdocio levita, nunca tuvo la intención de crear una clase de "siervos de primera línea" a expensas de otros de segunda magnitud. Sin el pueblo, el servicio sacerdotal no tiene sentido, era la ordenación del servicio, un modelo temprano de lo que Jesucristo lograría plenamente. Nuestro deseo, sin duda, es que este trabajo pueda aclarar la realidad que Jesucristo tuvo en su día.
Aunque las personas del Nuevo Testamento vivieron antes de los tiempos de la ciencia, eran personas inteligentes cuya sociedad y cultura en muchos aspectos eran sorprendentemente similares a las nuestras. Esto no era tan característico en Palestina, donde comenzó el cristianismo, pero lo hizo fuera de Palestina, donde el cristianismo se extendió rápidamente.
El Nuevo Testamento forma la parte 2 de la Biblia; especialmente en este volumen trataremos los HECHOS DE LOS APÓSTOLES y cómo sus miembros, movidos por el Espíritu Santo, fueron utilizados para difundir el evangelio en Palestina y al resto del mundo. No podemos dejar de referirnos al Nuevo
Testamento como un todo, ya que es una colección de veintisiete libros de varias dimensiones, pero tiene solamente un tercio de su volumen de la Parte l, el Antiguo Testamento. Sin embargo, esto es comprensible, ya que el antiguo Testamento cubre un período de miles de años de historia, pero el Nuevo Testamento menos de un siglo. De hecho, el Nuevo Testamento significa "Nuevo Pacto", en contraste con el antiguo pacto (según el cual Dios perdonaba a las transgresiones a la vista de los sacrificios de animales, en forma de anticipación provisional de aquel sacrificio verdaderamente adecuado de Jesucristo). La palabra "testamento" nos transmite la idea de una última voluntad y una voluntad que solo se hace efectiva en el caso de la muerte del testador. Así, el nuevo pacto entró en vigor ante la muerte de Jesucristo (He.9:15-17).
Los evangelios están en primer lugar porque describen los eventos cruciales de la carrera de Jesucristo. Entre los evangelios, Mateo viene apropiadamente antes de todos, debido a su extensión y estrecha relación con el Antiguo Testamento, que lo precede inmediatamente. Se encuentra la cosecha triunfal de la vida y el ministerio de Jesús Cristo en el libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, que es parte de nuestro tema a ser discutido de este volumen es una narrativa atractiva de la exitosa aparición y expansión de la iglesia.
Las epístolas y el orden en que se organizaron siguen primero la idea de una extensión decreciente, teniendo en cuenta la gran excepción formada por las Epístolas Pastorales (l y ll Timoteo y Tito), que preceden a Filemón, la más breve de las epístolas paulinas que ha llegado hasta nosotros. La más larga de las epístolas no paulinas, la epístola a los Hebreos (cuyo autor es desconocido para nosotros) aparece junto a las epístolas católicas o generales escritas por Santiago, Pedro, Judas y Juan, y finalmente tenemos el libro que echa una mirada al futuro, al regreso de Jesucristo. Pero, el Apocalipsis es un libro que lleva el Nuevo Testamento a un clímax muy apropiado, que muestra en detalle el resultado inminente de toda la Biblia, en cuanto a la realización del propósito de Dios para la humanidad.
Nadie puede ser bien educado a menos que conozca el contenido del Nuevo Testamento. Y la razón teológica es que el Nuevo Testamento es esa narración divinamente inspirada de la misión redentora de Jesucristo en este mundo, pero es el estándar de las creencias y prácticas de la iglesia. Y finalmente, la razón devocional es que el Espíritu Santo usa el Nuevo Testamento, y aquí exaltaremos a los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, para guiar a las personas a una relación viva y creciente con Dios a través de Su Hijo, Jesucristo, ¡Todos estos son suficientes motivos!
El propósito y el contenido de Hechos está explícito en el mismo nombre del libro: HECHOS DE LOS APÓSTOLES. El nombre del libro, no siempre sugiere su tema, pero no es lo que sucede con el libro de los Hechos, solamente su tema nos comunica verdades absolutas sobre las actividades de la Iglesia después de la ascensión de Cristo.
Frank Stagg, en su disertación doctoral, nos muestra de manera clara y objetiva el tema central del libro. Según él, los temas Hechos de los Apóstoles, Hechos del Espíritu Santo y Propagación del Evangelio son temas que ya han saturado el libro de los Hechos, Frank propone a Hechos el tema: "Sin impedimento". Esta palabra aparece 7 veces en todo el libro y, según él, cada suceso histórico en Hechos tiene como trasfondo el desbloquear el evangelio desde los muros raciales judaizantes hasta el mundo gentílico.
El primer impacto es el día de Pentecostés, cuando los judíos que vivían en otros países, de diferentes idiomas y costumbres, entendieron en sus propios idiomas el mensaje predicado. Como tal, confundió a los judíos religiosos que se consideraban más justos que los judíos de la diáspora (dispersión). De esta manera, la discriminación racial comenzó a desmoronarse. En el segundo discurso de Pedro, después de levantar un paralítico, el apóstol explica que Abraham sería el padre no solo de Israel, sino de todas las naciones (Hch. 3:25). En Hechos, este evangelio debe ser predicado a todos los pueblos, pueblos y naciones. Sin embargo, esto no fue bien recibido por los judíos ortodoxos, puesto que, si comer con gentil sería abominable mucho peor adorar junto con él.
En la institución de los diáconos, el problema era precisamente la discriminación racial. Los judíos helenísticos son elegidos para trabajar en el campo social. Curiosamente, estos helenistas, son los primeros en llevar el evangelio fuera de Jerusalén. Ninguno de los discípulos de Jesucristo tuvo tanto valor. Pero Felipe, un hombre decidido, sigue a Samaria predica el Evangelio y hace varios milagros, de acuerdo con Hechos capítulo 8 y versículos 5 al 7. Las personas de Samaria que se convirtieron fueron bautizadas en las aguas. Solo después de que los apóstoles supieron que Samaria había recibido la Palabra de Dios, decidieron enviar a Pedro y a Juan, y cuando ellos impusieron manos sobre esa gente, todos recibieron el Espíritu Santo.
El helenista Esteban, un hombre valiente, bombardeó el judaísmo y afirmó que Dios no habitaba en el santuario de Jerusalén. El mensaje de Esteban es una afrenta al judaísmo. En este mensaje él hace un paralelo comparativo entre las narrativas históricas de Israel y la incredulidad de los judíos, cuando rechazaron a Moisés, hicieron ídolos, vendieron a José; Abraham era hijo de un idólatra, y finalmente concluye el mensaje llamando a los judíos de duros de cerviz e incircuncisos de corazón. Fue apedreado por ello.
Un hombre tuvo que morir para que las barreras raciales del judaísmo pudieran colapsar gradualmente, de lo contrario todavía estaríamos atados al judaísmo.
El curso de los acontecimientos apuntó a un proceso de transmisión religiosa. El eunuco pregunta si hay un impedimento para ser bautizado, y si Felipe no tuviera una visión helenística, diría que sí, pero en cambio dice que no hay impedimento para bautizar al eunuco. Este africano posiblemente propagó el evangelio en África.
La conversión de Pablo es el punto más alto para la realización de este plan para soltar el evangelio del judaísmo. El evangelio tuvo que salir de los muros raciales judaizantes. Dios levantó a Pablo con esta visión. El apóstol Pedro es reacio en predicar a los gentiles, pero Dios le da visiones y sueños para cambiar su mentalidad. Pedro dudó, pero el Señor lo impulsó a predicar para el romano Cornelio. Solo después de la conversión de Cornelio, Pedro comienza a comprender la obra de Dios (véase el capítulo 10:34,35). Una gran persecución en Jerusalén obligó el evangelio a llegar en Antioquía, Por el contrario, Antioquía no se habría convertido en la iglesia madre de las misiones.
El Espíritu Santo impulsa a Bernabé y a Pablo a predicar el evangelio a los gentiles. Iconio, Listra y Derbe recibieron el evangelio. Pablo, en una visión, recibe el llamado de Dios y va a Macedonia, Filipos y Lidia.
Pablo parte hacia Tesalónica, Berea y Atenas. El apóstol fue un gran estratega de las buenas nuevas de salvación. Usó las sinagogas judías de todo el mundo para predicar el evangelio. Cuando esto ya no era posible, utilizaba plazas, teatros y lugares públicos, como Atenas, donde había un altar al dios desconocido. Pablo presenta este Dios a los atenienses usando la filosofía como apología de su discurso y gana a dos personas, Dionisio y Dámaris. Dionisio se convirtió en obispo de esta iglesia en Atenas, según la tradición.
Tan pronto como el evangelio llega a los gentiles, surge una gran lucha entre los cristianos: los judíos quieren obligar a los gentiles a vivir como judíos. Luego viene el primer concilio de la iglesia y, por la guía del Espíritu Santo, los apóstoles Santiago, Bernabé, Pablo y Silas deciden que los gentiles no necesitan seguir el judaísmo sino el cristianismo. Religión que no necesita seguir leyes, sino autodisciplina, y por razones de conciencia y escándalo, ellos, los gentiles, no deben comer cosas sacrificadas a los ídolos, con sangre o ahogadas, ni prostituirse.
A través de Pablo, el evangelio llega a las ciudades de Éfeso, Galacia y Asia, trastornando el mundo. Como ciudadano romano, apela a César cuando es perseguido en Jerusalén Pablo había estado 14 años fuera de Jerusalén. Cuando es extraditado a Roma, incluso en prisión, predica el evangelio SIN IMPEDIMENTOS.
La conclusión que tenemos del libro de los Hechos es que esta obra escrita por Lucas no es un relato de los apóstoles que vivieron con Jesucristo, sino un relato de las obras del Espíritu Santo para desvincular el evangelio del judaísmo y llevarlo al mundo gentil.
¿Cuál es, entonces, la relación entre el libro de los Hechos y el evangelio de Lucas? ¿De dónde sacó Lucas los informes históricos que registró en el libro de los Hechos y cuáles son sus valores históricos?
Ha sido un martirio para muchos la forma en que se escribieron los evangelios. Hechos de los Apóstoles no es diferente, porque el período era el mismo y los recursos ofrecidos en ese momento eran los mismos, pero trataremos de pasar aquí las formas en que se escribieron estos libros y cómo sus autores lograron desarrollar este contenido con lo poco que se ofrecía en ese momento para que este regalo llegue a nuestras manos en estos días, así como se ve. En primer lugar, debemos dar gracias a Dios, en su infinita bondad y sabiduría ha dejado a nuestros hermanos medios para preservar estas obras, y hoy tenemos de manera satisfactoria a los libros contenidos en nuestra Biblia.
Según la tradición de la iglesia primitiva, Lucas fue el autor del libro de los Hechos, por lo que este libro es una secuencia del evangelio de Lucas, La evidencia contenida en el libro mismo confirma esta autoría. El libro de los Hechos junto con el evangelio de Lucas y el escrito a los Hebreos contienen la escritura más culta de todo el Nuevo Testamento; Algunos especialistas han afirmado que los discursos y los sermones de los Hechos son creaciones literarias improvisadas del propio Lucas. Ciertamente, algunos historiadores antiguos practicaron tal actitud, pero no tan constantemente como estos eruditos quieren que creamos. Aunque Lucas no transmitió completamente las palabras de los discursos contenidos en él, sin duda nos da el núcleo exacto de lo que se dijo, enriquecido con su sabiduría y facilidad para registrar en los libros.
En cuanto al material histórico en Hechos, Lucas recurrió a sus propios recuerdos siempre que fue posible, y es probable que estuviera registrando eventos en un diario a medida que se desarrollaban. Además, no hay duda de que obtuvo información de Pablo, de los cristianos de Jerusalén, de la iglesia en Antioquía, en Siria y otros compañeros de viaje de Pablo, como Silas, Timoteo, Felipe, el diácono y evangelista, y con un antiguo discípulo llamado Mnasón, en cuyas residencias se había quedado (Hch. 21:8,16). También había informes escritos disponibles, como el decreto del Concilio de Jerusalén (Hch. 15:23-29) y quizás documentos en arameo y hebreo, que relatan los primeros eventos del cristianismo en Jerusalén y sus alrededores.
Los descubrimientos arqueológicos han confirmado la precisión histórica de Lucas de manera sorprendente. Por ejemplo, ahora se sabe que la forma que Lucas usó los diversos títulos de varios niveles de funcionarios locales y gobernadores provinciales, procuradores, procónsules, pretores, tetrarcas, y otros es exactamente correcto, correspondiente a las ocasiones y lugares relacionados que Lucas estaba escribiendo. Su precisión es doblemente notable porque el uso de estas palabras permaneció en un estado constante de cambio debido a la situación política cambiante de varias comunidades.
El libro de los Hechos llama nuestra atención por la forma abrupta en que termina esta obra, veamos el caso de Pablo; Lucas habla hasta el punto en que Pablo está encarcelado en Roma.
¿Hubo una catástrofe con Lucas? ¿Estás sin recursos? ¿Le falta materiales? ¿O fue su propósito escribir un tercer volumen? Por fin, ¿cumplió su propósito hasta donde llegó? No sabemos. La mejor hipótesis es aceptar que Lucas escribió sobre los eventos a los que había tenido lugar, es decir, en el momento en que escribió. El final muy abrupto del libro de los Hechos sugiere que la tarea de evangelización mundial era incompleta Lo que comenzó la iglesia primitiva, entonces, depende de nosotros terminarlo.
Hechos, a semejanza del evangelio de Lucas, está dirigido a Teófilo (Hch. 1:1), quien probablemente fue el patrocinador de Lucas, la persona que financiaba la publicación del esfuerzo literario de Lucas. Pero casi nada más sabemos y casi nada más podemos inferir sobre Teófilo en ninguno de los libros. Además, es casi seguro que Lucas tenía en mente un público mucho más amplio que un solo individuo. Exactamente quién constituía el público al que Lucas quería llegar es algo que solo se puede determinar después de identificar su propósito al escribir esta obra.
Leyendo Hechos en su primer capítulo (Hch. 1:1) y el Evangelio de Lucas, podemos creer que Teófilo puede haber asumido la responsabilidad financiera de la publicación de las dos obras de Lucas.
El propósito central del libro de los Hechos era rastrear el progreso triunfal del evangelio desde Jerusalén, donde comenzó, hasta Roma, la capital del imperio. Por lo tanto, Hechos es una historia selectiva, no comprensiva, de la iglesia primitiva. Lucas no escribe sobre la propagación del cristianismo a Egipto y Oriente. Pero podemos leer declaraciones repetidas que resumen el éxito del evangelio donde sea que los cristianos lo proclamen. Nunca debe olvidarse que detrás de todo este éxito del evangelio estaba la actividad del Espíritu Santo a quien Lucas le da crédito repetidamente. Todo dirigido a la redención de todos los hombres.
Lucas, escribiendo el Evangelio, narra la vida de Jesús con énfasis en su certeza histórica. En Hechos muestra que el cristianismo merece la libertad continua una vez que deriva del judaísmo, que tenía derechos legales, y también por no ser políticamente desleal a Roma.
En el propósito del libro de los Hechos, hay un detalle que llevaba muchos problemas al cristianismo; era que, donde se extendía el cristianismo, había disturbios, por diferentes motivos, por lo que Lucas trata de apaciguar, y con su influencia busca abrir espacio para que el evangelio siga su curso libremente.
La división de la obra de Lucas en dos volúmenes fue, por lo tanto, dictada por limitaciones físicas y, como otros escritores antiguos, empleó las palabras iniciales de su segundo volumen para vincularlo con el primero y sus prólogos. Por esta razón, cualquier juicio sobre el propósito de Lucas en Hechos debe tener en cuenta la información que el mismo Lucas proporciona en el prólogo del evangelio.
Reconocer que el prólogo se aplica a esta cuestión no resuelve todos nuestros problemas, Por ejemplo, no está claro cuánto del prólogo se aplica al libro de los Hechos. Parece que al menos algunas de sus declaraciones, como la referencia de Lucas a los muchos que habían escrito antes de él, se aplican solo al evangelio. Sin embargo, podemos concluir con seguridad que el propósito declarado de Lucas 1 es decir, guiar al lector a una "certeza total de las verdades en las que se le enseñó", se aplica igualmente al evangelio y a los Hechos. Pero inculcar seguridad en sus lectores es un objetivo muy amplio y puede que no cubra todos los propósitos que Lucas tenía. Luego debemos examinar algunos de los propósitos seguidos para Hechos y probarlos a la luz de la propia declaración de Lucas y a la luz de los datos en el texto.
Identificar el propósito de Lucas al escribir Hechos se vuelve complicado debido a la relación entre Hechos y el evangelio de Lucas. Con solo unas pocas excepciones, los estudiosos han entendido correctamente que estos dos libros constituyen una unidad literaria, "Lucas - Hechos". La mayoría también piensa que el prólogo del primero de estos libros (Lucas 1:1-4) también cubre el segundo volumen. Los escritores antiguos necesitaban ahorrar palabras para que su trabajo encajara en el espacio de un rollo de papiro de gran tamaño.
Hechos 1:8, el versículo clave, es una repetición o extensión de la Gran Comisión, Mt, 28:19-20; Mr. 16:15-16; Lc, 24:46-49; Jn.
"Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." (Hch. 1:8), Este versículo contiene un resumen de todo el libro de los Hechos. En los capítulos 1 al 7, el evangelio se extiende por Jerusalén y Judea, puesto que, después de la primera predicación de Pedro, la iglesia creció a casi tres mil almas (Hch, 2:41) y, después del segundo discurso se agregaron casi cinco mil almas (Hch, 4:4); en los capítulos 8 a 12, el Evangelio llega a Samaria y otras regiones cercanas; en los capítulos 13 a 28, llega a tierras lejanas a través de los esfuerzos misioneros de Pablo.
La Biblia de estudio pentecostal (CPAD) presenta nueve aspectos claves que marcan el libro de los Hechos:
La Iglesia
Hechos revela el origen del poder de la iglesia y la verdadera naturaleza de su misión junto con los principios que deberían guiarla a través de las generaciones.
El Espíritu Santo
La tercera persona de la Trinidad se menciona cincuenta veces; el bautismo en el Espíritu Santo y su ministerio otorgan poder, (1:6) valentía (4:31), santo temor de Dios (5:3,5,11). Sabiduría (6:3,10) y dones espirituales (19:6).
Mensajes de la iglesia Primitiva
Lucas relata hábilmente las enseñanzas inspiradas de Pedro, Esteban, Pablo, Santiago y otros, presentando así una imagen de la iglesia primitiva que no se encuentra en ninguna otra parte del N.T.
Oración
Los primeros cristianos se dedicaron a las oraciones con regularidad y fervor, que a veces duraban toda la noche, produciendo resultados maravillosos.
Señales, Maravillas y Milagros.
Estas manifestaciones acompañaron la proclamación del evangelio en el poder del Espíritu Santo.
Persecución
La proclamación del evangelio con poder dio lugar a la oposición religiosa y / o secular.
El Orden: Judíos Después Gentiles
Desde el principio hasta el final de Hechos, el evangelio llega primero a los judíos y luego a los gentiles.
Las mujeres
Se hace especial mención a las mujeres decididas al trabajo continuo de la iglesia.
Triunfo
Ninguna barrera nacional, religiosa cultural o racial, ni la oposición o la persecución podrían obstaculizar la difusión del evangelio.
Hay muchos acontecimientos importantes registrados por Lucas en el libro de los Hechos que merecen atención específica. Para ahorrar espacio destacaremos solo los hechos relevantes.
En Hechos 1:9-11, Lucas habla de la ascensión de Cristo y de la aparición de dos ángeles consolando a los discípulos con la noticia de que de la misma manera que ellos lo habían visto ascender al cielo, él vendrá nuevamente. La nube en la que Jesús ascendió representa la presencia de Dios el Padre, como lo hizo en el bautismo y la transfiguración de Cristo, como lo hará en la Segunda Venida. La ascensión de Jesús debe haber sorprendido a los discípulos, que esperaban casi de inmediato la inauguración del reino mesiánico en la tierra.
Otro caso verificado en Hechos es la elección de Matías, que ha sido objeto de debate debido al "echar suerte", ¿habría sido un movimiento equivocado? Vemos que Dios luego eligió a Saulo de Tarso. Una cosa es cierta, los discípulos tenían la intención de que el uso de suertes indicaría la voluntad del Señor y no la de ellos. Claramente, el texto nos dice que la elección hecha por los apóstoles se basó en la Palabra de Dios, Hechos 1:15-26 menciona nada menos que cuatro profecías (Sal. 41 :9; 69:25; 109:8 y Job 13:18), una de ellas pronunciada por Jesús, además de eso el versículo 24 dice: "Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido".
Lucas también informa el día de Pentecostés. La iglesia aún embrionaria recibe el Consolador, el Espíritu Santo prometido por Jesús antes de ascender al cielo. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo " (Hch. 2:4a) La plenitud del Espíritu Santo recibida por los creyentes significó el comienzo del cumplimiento de la promesa de Dios de derramar su Espíritu sobre su pueblo (JI. 2)
La fiesta de Pentecostés fue una de las grandes fiestas sagradas del año judío (Ex. 23:14-17; 34:18-23). Se celebraba cincuenta días después de la fiesta de Pascua. El nombre Pentecostés se deriva del griego "penteekostos" (πεντηκοστή) y significa quincuagésimo.
Las manifestaciones de un viento recio y lenguas repartidas, como de fuego, en Pentecostés mostraron un poderoso movimiento de Dios hacia el hombre. El ruido del viento cuando el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos representa el hecho de que el texto griego tiene una sola palabra para indicar "viento" y "Espíritu". Las llamas en forma de lengua sobre las cabezas de los discípulos simbolizan la capacidad de hablar milagrosamente, en idiomas que no habían aprendido, los palestinos, porque no entendían lo que estaba sucediendo, prefirieron acusarlos de embriaguez (Hechos 2).
La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés marca así el comienzo de la vida de la iglesia. Los discípulos fueron facultados para ejercer el ministerio cristiano (Hch. 1:8). Por lo tanto, nuestra conclusión de Hechos, como hemos dicho, es que este trabajo relaciona los hechos del Espíritu Santo que actúa a través de los apóstoles para desvincular el evangelio del judaísmo y llevarlo al mundo gentil.
El libro de los Hechos destaca el sermón de Pedro el día de Pentecostés. En su argumento, Pedro confronta a los judíos, que le quitaron la vida a Jesús, pero dice que Dios lo levantó de entre los muertos y lo exaltará. El derramamiento del Espíritu Santo prueba la exaltación de Jesús.
Otro hecho relevante destacado por Lucas es el arresto de los Apóstoles (lea Hechos 3:1; y 4:31). Los saduceos negaron la doctrina de la resurrección y, por lo tanto, encarcelaron a los apóstoles por proclamar la resurrección de Jesús como un hecho ya realizado y como una garantía de la resurrección de otros.
La repartición común de los bienes es exaltada por Lucas (lea Hechos 4:32 y 5:42) como se encuentra en la iglesia de Jesús. El "comunismo cristiano" no es una designación feliz. El comunismo de hoy es ateo y coercitivo, pero en Jerusalén las cosas se compartieron debido a la devoción a Dios, una actitud completamente espontánea que nunca tuvo la intención de convertirse en una institución permanente. Era simplemente una medida temporal, con el fin de que los nuevos conversos de otras regiones al asistir a la fiesta de Pentecostés recibieran más instrucciones sobre su nueva fe cristiana.
Lucas cuenta la historia de Ananías y Safira. Bernabé, que también había vendido una heredad y había donado todo el dinero obtenido de la venta (Hch. 4:36), aparece en la narración como un ejemplo contrastante de Ananías y Safira, que vendieron de manera similar pero hipócritamente pretendieron haber donado el total, y de hecho habían retenido parte para ellos. La muerte de ambos puede parecer algo duro o inusual, pero al comienzo de la historia de Israel como nación redimida, Dios causó la muerte de los sacerdotes desobedientes Nadab y Abiú (Lev.10), Dios quería con esto demostrar su profunda preocupación por la pureza fundamental de su pueblo. ¿Mentir? Jamás.
Refiriéndose a los diáconos, Lucas no deja de mostrar que los helenistas eran judíos que habían adoptado el estilo de vida griego; Los hebreos, por su parte, eran judíos que habían preferido conservar el estilo de vida judío típico. Hubo un murmullo de los cristianos judíos helenísticos sobre sus viudas que estaban siendo descuidadas en la distribución diaria de alimentos; los cristianos hebreos escogieron gentilmente a los hombres helenísticos para supervisar esta distribución. Diáconos (sirvientes, ayudantes) que eran responsables de los asuntos materiales y seculares de la vida diaria de la iglesia, especialmente la administración de hechos de caridad (lea Hechos 6:1 y 8:1)
Esteban era un hombre elocuente que no se detuvo en el ministerio de las cosas materiales. El sermón de Esteban quedó registrado, él trasmite detalladamente la historia de Israel, con un claro énfasis en el hecho de que, así como los antepasados de los israelitas habían repelido repetidamente a los mensajeros de Dios en los días del Antiguo Testamento, también ahora ellos mismos habían rechazado a su mensajero supremo, Jesucristo el Justo. Ese sermón también subraya la naturaleza progresiva de la revelación divina Dios se revela en diferentes lugares y en una amplia variedad de formas razón por la cual los judíos se equivocaron al considerar el templo como la totalidad y el propósito de la verdadera religión. Solo los romanos tenían derecho a infligir la pena capital, la pena capital, la lapidación de Esteban pudo haber sido una acción ilegal de una multitud de linchadores. O pudo haber sido una ejecución formal, decretada por el Sanedrín, que por lo tanto excedió los límites de su autoridad. El método de apedreamiento consistía en primer lugar; en pedirle al convicto que confesara su culpabilidad para poder "ser parte del mundo venidero". Entonces, le sacaban la ropa. Un testigo de acusación empujando a la víctima, boca abajo, desde la parte superior de una plataforma o aleros, aproximadamente el doble de la altura de un hombre, para caer al suelo. Entonces la víctima era puesta boca arriba. Si no hubiera muerto por la caída, un segundo testigo le arrojaría una piedra al pecho. Si después de eso, aún no hubiera ocurrido la muerte, otras personas se unirían al apedreamiento. Cuando Esteban estaba siendo apedreado y muriendo, vio a Jesús parado a la diestra de Dios Padre para recibirlo, y esto hizo que sus torturadores se volvieran locos.
Lucas une el martirio de Esteban y muestra que este fue el causante de una persecución general de los judíos incrédulos contra los cristianos. El frente de esta persecución está Saulo.
Hechos enfatiza que la dispersión de los cristianos por la persecución resultó en un evangelismo generalizado, como se ejemplifica en el caso de Felipe en Samaria; él era otro "diácono" predicador como Esteban (Hechos 8:1-40). La profesa conversión de Simón el mago probablemente no fue real; porque deseaba retener su influencia lucrativa sobre la gente, quería comprar por dinero la capacidad de otorgar el Espíritu Santo para poder exigir el pago a sí mismo: una antigua tradición cristiana atribuye a Simón el Mago, como se le llamaba, el movimiento hereje Gnóstico en la cristiandad.
Hechos busca mostrar que los samaritanos, rechazados por los judíos, recibieron el Espíritu Santo mientras Pedro y Juan oraron y les impusieron las manos, la vieja antipatía se estaba desmoronando dentro de la comunidad cristiana, Dios había aceptado a los samaritanos, lo que se demostró por el hecho de que recibieron el Espíritu Santo en presencia de los apóstoles.
Hechos habla del eunuco etíope que había asistido a algunas de las festividades religiosas judías en Jerusalén. Hombre temeroso de Dios, a los eunucos se les prohibieron los privilegios religiosos en el judaísmo (DI 23:1), pero esta disposición puede haber sido abandonada en aquella época (Is 53.3ss) o quizás, "eunuco" en el libro de Hechos solamente se refiere a un título oficial, y no una descripción literal.
Lucas habla de la conversión de Saulo un gran perseguidor de los cristianos. "El camino" fue el primer nombre dado al movimiento cristiano debido a su forma distintiva de fe y conducta (lea Hechos 9:1-31); Cuando Jesús habla con Saulo y de acuerdo con Hechos 9:7, los compañeros de Pablo oyeron la voz de Jesús, pero de acuerdo con Hechos 22:9 no la oyeron. Probablemente sus compañeros escucharon el sonido la voz de Jesús, pero no dieron, Los compañeros de Pablo escucharon su voz (Hechos 9:7), pero no la de Jesús (Hechos 22:9).
En Hechos, Lucas informa sobre las primeras predicaciones de Pablo, una misión que comenzó en Damasco y en la región árabe circundante (Gá.
Lucas también habla del pasado pedagógico de Pablo, de cómo obtuvo su ciudadanía romana, que le sirvió de privilegio y protección durante sus esfuerzos misioneros. Su padre, un fariseo (Hch. 23:6), cría a sus hijos en el judaísmo (Fil. 3,5: 6), en su juventud estudia bajo el cuidado del famoso rabino Gamaliel (Hch. 22: 3), nadie informa si Pablo alguna vez se encontró con Jesús, no si sabe si fuera casado, él nunca menciona una esposa en sus epístolas; pero como el celibato era extremadamente raro entre los judíos, podríamos inferir que estaba casado pero que después su esposa se murió.
En Hechos 9:32 y 11:18, Lucas relata la sanidad milagrosa de Eneas y la resurrección de Tabita (o Dorcas) por el ministerio de Pedro, junto con el hecho de que Pedro se quedó en la casa de un curtidor llamado Simón, esto muestra que algunos de sus escrúpulos típicamente judíos se habrían desnudado. Los curtidores se consideraban ceremonialmente inmundos debido a su contacto continuo con animales muertos, por lo que se debía evitar su compañía, y se necesitaba una visión para que Pedro se convenciera de que el contacto con los gentiles era permisible.
En Hechos, Lucas destaca la salvación de los gentiles, como el ejemplo del sermón en la casa de Cornelio: especialmente para los oyentes gentiles, este sermón suena la nueva nota de universalidad, "todos los que creen en él". El evangelio no está destinado solo para judíos, sino para todos, ¡es para todos! La prueba es que Dios inmediatamente dio su Espíritu a los gentiles, por lo tanto, Dios demuestra que acepta a los creyentes gentiles en su iglesia. Este incidente en la casa de Cornelio marcó un paso significativo en la separación del cristianismo y del judaísmo.
Lucas, en Hechos, muestra que la misión había comenzado "hasta Antioquía", y desde allí, Lucas habla de la difusión del evangelio, el nombre "cristiano" se aplica por primera vez a los creyentes por los incrédulos. En Antioquía era un término despreciativo,
Lucas también enfatiza la persecución de Herodes Agripa l, quien simula ser el defensor supremo del judaísmo, martirizó a Santiago, el hermano del apóstol Juan y encarceló a Pedro.
Hechos también muestra los viajes misioneros y sus resultados; el éxito del evangelio llegando a lugares lejanos, la meta divina del "id" de Jesús.
Al escribir este capítulo, no tenemos la intención de hacer un análisis exhaustivo del contenido del libro de los Hechos, sino más bien proporcionar una visión general del tema abordado por Lucas destacando primero la teología de los Hechos y el contenido del libro.
En Hechos tenemos una teología del Espíritu Santo. Él es una persona, es Dios actuando en la construcción de la Iglesia. En el capítulo 1, versículo 16, Pedro declara que " el Espíritu Santo dijo por boca de David que Judas traicionaría al Maestro Jesucristo ". En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo se manifiesta de una manera sin precedentes, rompiendo las diferencias de idioma. Pedro reprende a Ananías y a Safira por mentirle al Espíritu Santo. Pedro dice que no le mintieron a los hombres, sino a Dios. El Espíritu Santo es Dios (Hch. 5:4).
En el capítulo 8, versículo 29, el Espíritu Santo le dice a Felipe: "Acércate y Júntate a ese carro". En la visión de Pedro para evangelizar a Cornelio, el Espíritu Santo dijo: "He aquí, tres hombres te buscan". En Hechos 11:12, el Espíritu Santo le dijo a Pedro que fuera a la casa de Cornelio. El Espíritu Santo dijo a través de Agabo que habría una gran hambre para todo el mundo, y así fue en el tiempo de Claudio César (Hch. 11:28).
En el capítulo 13, mientras oraban en la iglesia de Antioquía, el Espíritu Santo dijo: "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado". En el capítulo 15, le pareció bien al Espíritu Santo no imponer a los gentiles convertidos las costumbres judías. El Espíritu Santo es una persona que actúa, habla, guía, se encuentra entre los cristianos. ¡El Espíritu Santo es Dios!
El libro que conocemos como Hechos de los Apóstoles es parte, junto con el evangelio de Lucas, de una historia del cristianismo primitivo, que constituye el segundo volumen de la obra. Lucas probablemente no le dio a este segundo libro un título apropiado; Solo cuando su evangelio se separó de esta segunda parte de la historia y se colocó con los otros evangelios, se le dio un título al segundo volumen.
Los escritores de los siglos ll y III, hicieron varias sugerencias, como "el memorándum de Lucas" (Tertuliano) y "los Hechos de todos los apóstoles" (Canon Muratoriano). El nombre que finalmente sería consagrado, "Los Hechos de los Apóstoles", fue usado por primera vez en el prólogo anti-Marción de Lucas (finales del siglo ll) y en Ireneo (Adv. Haen 3.13.3)1
1. Adversus haerese (Adv. Haer) - Obra presentada en cinco libros compuestos por Ireneo, obispo de Lyon, polemista, antignóstico y uno de los padres de la iglesia.
La palabra "Hechos" (praxis) denota en el mundo antiguo un género o subgénero reconocido, caracterizado por libros que describen las grandes obras de un pueblo o ciudad. Debido a que Hechos relata los eventos del establecimiento de la iglesia y los atribuye principalmente a los apóstoles, el título no es inapropiado. Sin embargo, a juzgar por los propios énfasis de Lucas, podría haber preferido un título como "Los hechos del Espíritu Santo" o "Las cosas que Jesucristo continuó haciendo y enseñando".
En Hechos, Lucas lleva al lector a una caminata muy rápida a través de tres décadas de historia de la iglesia. Visitamos Jerusalén, Judea, Samaria, Siria, Chipre, muchas ciudades de Asia Menor, Macedonia, Grecia y finalmente Roma. Fuimos testigos de todo, desde la predicación y los milagros hasta las fugas de las cárceles y los naufragios. Y aunque muchas personas nos acompañan en nuestro recorrido, dos son compañeros bastante constantes:
Pedro, a quien nos encontramos a menudo en Jerusalén, Judea y Samaria; y Pablo, que es nuestro compañero casi todo el tiempo desde Siria a Roma.
Según la importancia de estos dos individuos, podemos dividir nuestro viaje en dos secciones principales (capítulos 1 a 12 y capítulos 13 a 28). Cada una de estas grandes secciones se puede dividir en tres partes, que están separadas entre sí por resúmenes fundamentales. En estas breves notas, Lucas resume una secuencia de eventos al decirnos que condujeron al crecimiento de la Palabra de Dios o la iglesia (Hch. 6:7); (Hch. 9:31); (Hch. 12:24); (Hch. 16:5); (Hch. 19:20). Cada sección nos lleva a una nueva etapa geográfica y / o cultural en el viaje del evangelio, a medida que Lucas describe el cumplimiento del mandato dado por Jesucristo a los apóstoles de ser sus testigos "en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8).
Hechos 1:1 y 2:41.
Lucas comienza enraizando la iglesia y su misión en los hechos y palabras de Jesucristo. Es Jesucristo resucitado quien prepara a los apóstoles para la venida del Espíritu Santo (Hch. 1:4, 5) y les confía el mandato de misiones mundial (Hch. 1:8). El ministerio terrenal de Jesucristo termina con la segunda narración de Lucas sobre su ascensión al cielo (Hch. 1:911), también en Lucas 24:50,51. Una narrativa que sirve como una transición entre su evangelio y Hechos. Luego, Lucas describe la elección de Matías para reemplazar a Judas (Hch. 1:12-26), la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés (Hch. 2:1-13) y el primer sermón misionero (Hch. 2:14-41).
Hechos 2:42 y 6:7.
Lucas comienza esta sección con un resumen de las características de la iglesia primitiva en Jerusalén (Hch. 2:42-47). Luego describe la sanidad de un paralítico en el patio del templo a través de Pedro (Hch. 3:1-10), un milagro notable y público que gana una audiencia para Pedro para otro sermón misionero (Hch. 3:13-26). La oposición surge por parte del Sanedrín, pero Pedro y Juan se resisten valientemente a la solicitud del Sanedrín de dejar de hablar "en el nombre de Jesús" (Hch. 4:1-22). La iglesia en su conjunto, llena del poder del Espíritu Santo, sigue el ejemplo de los apóstoles, predicando osadamente la palabra de Dios después de orar para que Dios les diera oportunidades (Hch. 4 431). Pero no todo es perfecto, incluso en estos días pioneros y emocionantes de la vida de la iglesia; la mentira de una pareja, Ananías y Safira, sobre su participación en el programa de ofrendas voluntarias de la comunidad primitiva (Hch. 4:32-37) trae un juicio inmediato sobre ellos (Hch. 5:1-11). El popular ministerio apostólico de predicación y sanidades (Hch. 5:12-16) despierta nuevamente la oposición de los líderes judíos, y una vez más los apóstoles son arrestados y llevados ante el Sanedrín. Gamaliel, un importante rabino de aquellos tiempos, aconseja moderación, y los apóstoles son liberados (Hch. 5:17-42). Para entregarse por completo a la predicación de la Palabra, Los apóstoles nombran a siete hombres para controlar la distribución de alimentos en la comunidad (Hch. 6:1-6). En su primer resumen, Lucas concluye diciendo que de esta manera "la palabra de Dios crecía" (Hch. 6:7).
Hechos 9:31.
Hasta este punto en su narrativa, Lucas ha descrito a los primeros creyentes como judíos leales, aunque algo inusuales. Los relatos de la siguiente sección muestran cómo la iglesia comenzó a empujar los límites del judaísmo tradicional, A este respecto, Esteban es un personaje central. Carismático personaje que atrae a muchos seguidores, Esteban fue acusado falsamente de hablar en contra del templo y la ley (Hch. 6:8-15), cuando fue llevado ante el Sanedrín para responder a los cargos sobre sus enseñanzas, Esteban usa un resumen de la historia de Israel, para sugerir que la revelación divina no puede restringirse a un solo lugar y acusar a los miembros del Sanedrín de resistir al Espíritu Santo (Hch. 7:1-53). Una acusación tan audaz no quedó sin respuesta: fue condenado a ser apedreado (Hch. 7:54-60).
La posición radical de Esteban suscita oposición al joven movimiento cristiano, y 'todos ... salvo los apóstoles" son expulsados de Jerusalén (Hch, 8:1-3). Uno de ellos, Felipe, lleva el evangelio a Samaria, un territorio al norte de Judea habitado por personas donde la mayoría de los judíos los consideraban, en el mejor de los casos, "judíos renegados". Los samaritanos creen en el mensaje de Felipe; y Pedro y Juan son enviados para confirmar que los samaritanos habían sido aceptados en el reino de Dios (Hch. 8:4-25). Felipe, dirigido por un ángel, viaja hacia el sur, donde se encuentra con un funcionario de la corte de la reina de Etiopía y éste, se convierte (Hch. 8:26-40), Finalmente, Lucas nos cuenta la conversión y el comienzo del ministerio de aquél, a quien Dios eligió para ser pionero en la misión a los gentiles, Saulo de Tarso (Hch. 9:1-30). En el camino de Jerusalén a Damasco, se encontró con Jesús (Hch. 9:3-6):
3. Mas yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5. Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes
De nuevo, Lucas presenta un resumen; "Entonces las iglesias; edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo ". (Hch. 9:31).
Hechos 9:32 y 12:24.
Esta sección se enfoca en Pedro, especialmente el papel de Pedro en allanar el camino para que los gentiles se conviertan en cristianos. Pedro hace milagros en Lidia y Jope, ciudades do Judea, al noroeste de Jerusalén (Hch, 9:32-43), Luego es usado por Dios para traer a Cornelio, un soldado romano gentil, a la iglesia, A través de visiones y el mandato directo del Espíritu Santo, Dios guía a Pedro a encontrarse con Cornelio (Hch. 10:1-23). En la casa de Cornelio, la predicación del evangelio de Pedro es interrumpida por la acción soberana de Dios, derramando el Espíritu Santo sobre Cornelio tan claramente que Pedro tuvo que reconocer que Dios realmente había aceptado a un gentil en su iglesia (Hch, 10:24-48).
La importancia de un testimonio tan claro se revela en la siguiente narración en la que Pedro logra tranquilizar a los escépticos cristianos judíos sobre la realidad de la conversión de Cornelio (Hch. 11:1-18), Ciertamente es significativo que Lucas en este punto, nos cuente de la iglesia en Antioquía, donde la mezcla de judíos y gentiles requirió que los creyentes en Jesucristo recibieran un nuevo nombre: CRISTIANOS (Hch. 11:19-30). La sección termina con el relato de la liberación milagrosa de Pedro de la prisión (Hch. 12:1-19), y la muerte de Herodes Agripa l, quien había comenzado la persecución que resultó en el arresto de Pedro (Hch. 12:20-23), Aquí también Lucas presenta el resumen de transición: "Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba" (Hch. 12:24).
Pablo se vuelve hacia los gentiles (Hch. 12:25 y Hch, 16:5). Dejando a Pedro, Lucas ahora se vuelve hacia Pablo, quien domina el restante del libro. En la visión de Lucas, la importancia de Pablo reside en el hecho de que Dios lo usó para ser pionero en un extenso ministerio a los gentiles, para llevar el evangelio a los confines de la tierra y para demostrar que el evangelio no representaba una amenaza directa para el gobierno romano. La vibrante comunidad cristiana de Antioquía, a la que Pablo había sido traído por Bernabé, es guiada por el Espíritu Santo para enviar a Pablo junto con Bernabé, y los dos tenían a Juan Marcos (primo de Bernabé) como su ayudante en el primer viaje misionero (Hch. 12:25, y Hch. 13:3).
Saulo de Tarso era hijo de padres hebreos de la tribu de Benjamín. Por nacimiento, tenía el privilegio de la ciudadanía romana, su ciudad era muy apreciada, era un centro comercial y poseía una universidad. Fue criado en costumbres estrictamente judías. Conocía la filosofía griega y la cultura pagana, y con eso se quedó impresionado por la inmoralidad y la depravación humana, (Romanos 1:26,27); aproximadamente a los 13 años, se mudó a Jerusalén, donde residió con su hermana, influenciada por su sobrino, que había sido entregado a Gamaliel, hijo de Simeón y nieto del famoso Hilel, (Hechos 22:3); Gamaliel era de una línea más liberal, que no fue seguida por su noble, pero impetuoso alumno. Pablo hizo una carrera en el Templo (era fariseo), donde era sacerdote. Se destaca de los otros apóstoles por su cultura. Su lengua materna era el griego, sin embargo, también hablaba hebraico y probablemente también dominase el arameo.
Fuente: wwwebdweb.com.br
Fuente: https://gecoas.com/religion/historia/antigua/siglol-F.htm
El viaje los lleva primero a la tierra natal de Bernabé, Salamina, en la isla de Chipre.
En Pafos, cierto Barjesús o Elimas mago y falso profeta que engañaba al pueblo, usado por Satanás, trató de evitar la predicación del evangelio. Pero Pablo, lleno del Espíritu Santo, le ordenó que quedase ciego por algún tiempo; cuando oye y ve las maravillas de Dios, el procónsul Sergio Pablo se convierte a Jesús (Hch. 13:4-12).
Luego, el grupo navega hacia la costa sur de Asia Menor, donde rápidamente se dirige hacia el interior a la importante ciudad de Antioquía de Pisidia. Pablo predica un sermón evangelístico en la sinagoga de allí, un sermón que Lucas resume, ofreciéndonos una muestra de la forma en que Pablo predicó a todos los oyentes judíos (Hch. 13:13-43). Aquí también se nota, por primera vez, escenas que se convierten en un patrón típico; el rechazo del evangelio por parte de los judíos en general, lo que lleva a Pablo y a sus compañeros a dirigirse directamente a los gentiles, seguido de la persecución de los judíos, quienes los llevan a proseguir su viaje (Hch. 13:44-52).
Pasan a Iconio (Hch. 14:1-7) donde predicaron en la sinagoga judía y muchos creyeron; a Listra, una ciudad donde un hombre cojo es sanado, lo que resultó en el intento del pueblo de adorar a Pablo y a Bernabé, pero los judíos promovieron oposición y Pablo fue apedreado (Hch, 14:8-20), y a Derbe, plantando iglesias en cada ciudad y el fortaleciendo a los nuevos creyentes. Regresan a Listra, Iconio y Antioquia.
A su regreso a Antioquia, los misioneros se enfrentan a un debate serio sobre su partida en busca de los gentiles. Un concilio que se reúne en Jerusalén para discutir el tema, respalda. Que el evangelio sea llevado a los gentiles sin las imposiciones de la ley mosaica, una decisión que fue de vital importancia para establecer el carácter de la iglesia y permitir un crecimiento aun mayor (Hch. 15:1-29). Pablo y Bernabé regresan a Antioquia con las buenas noticias y comienzan a planear un nuevo viaje misionero. Pero la incapacidad de ponerse de acuerdo si llevar o no a Juan Marcos. Que había regresado a casa antes de del final del primer viaje. Los lleva a separarse, Bernabé lleva a Marcos con el de regreso a Chipre, Pablo lleva a Silas con el y se dirige por tierra a Siria y Cilicia y de allí a las iglesias fundadas en el primer viaje (Hch. 15:30-41). Entonces Pablo también recluta a Timoteo para la causa (Hch. 16:1-4). Y así, una vez más. Lucas concluye; “Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día” (Hch. 16:5)
Fuente: https://geccoas,com/religon/historia/antigua/sigloI-Fhtm.
Hechos 16:6 y 19:20
Parece un poco extraño dividir el relato de Lucas en este punto. Sin embargo, Lucas deja implícito que hemos llegado a una etapa decisiva, ya que tiene cuidado de mostrar cómo Pablo fue guiado paso a paso por el Espíritu Santo de Dios para llevar el evangelio a Macedonia (Hch. 16:6-10). (Este es también el comienzo del primer texto usando "nosotros", ver V.10). La primera parada es en Filipos, una colonia romana en Macedonia, donde después de echar fuera un demonio les pone a Pablo y Silas en la cárcel. Los dos (como Pedro antes que ellos, uno de los muchos paralelos que Lucas establece entre Pedro y Pablo) se liberan milagrosamente, y Pablo hace un buen uso de su estatus romano para ser libre (Hch. 16:16-40). Pablo y Silas van a Tesalónica, pero son perseguidos y obligados a huir de noche a la relativamente insignificante ciudad de Berea (Hch. 17:1-9). Las persecuciones incluso los siguen allí, por lo que Pablo es enviado a Atenas (Hch. 17:10-15).
Aquí se nos da una segunda muestra de la predicación de Pablo, esta vez a una audiencia intelectualizada, escéptica, gentílica e idólatra, en el llamado Monte del dios Marte en Atenas (Hch. 17:16-34). Había cientos de altares en esta ciudad, pero uno de ellos llamó la atención del apóstol que llevaba la siguiente inscripción: "AL DIOS NO CONOCIDO"
Desde este altar en el Areópago comenzó su famoso discurso a estas personas extremadamente idólatras. El apóstol proclamó a los atenienses el Dios que adoraban en ignorancia y sin darse cuenta de su naturaleza y sus obras; Este era el Dios que podían conocer y adorar con sabiduría:
"Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio" (Hch, 17:23b).
Muchos se burlaron, pero otros "creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos" (Hch. 17:34).
En Corinto, la principal ciudad del Peloponeso, Pablo pasa un año y medio predicando, defendiéndose ante Galión, la autoridad romana, y reclutando a Priscilla y Aquila, una pareja judía de Roma para el trabajo del evangelio (Hch. 18:1-17). Los tres salen de Corinto hacia Éfeso, donde Pablo deja a la pareja siguiendo a Cesarea, Antioquía; y a las iglesias del sur de Asia Menor (Hch. 18:18-23). Mientras tanto, en Éfeso; Priscilla y Aquila afirman en la fe a un joven judío llamado Apolos de Alejandría (Hch. 18:2408).
Fuente: https://gecoas.com/religion/historia/antigua/siglol-F.htm
El apóstol pasa por las regiones de Galacia y Frigia, buscando fortalecer la fe de los hermanos.
Pablo viene a Éfeso donde se queda un período de dos años y medio. Se nos presentan varias escenas de Pablo anunciando a algunos discípulos de Juan el Bautista el evangelio en su totalidad, es decir, la salvación y el bautismo con el Espíritu Santo, desconocido para ellos (Hch. 19:1-7), predicando en la sinagoga, en el auditorio que había alquilado. (Hch. 19:8-10), y realizando milagros (Hch. 19:11,12).
Y confrontando el fuerte movimiento demoníaco por el cual la ciudad era conocida (Hch. 19:13-19). "Así", nos informa Lucas, "la palabra del Señor crecía y prevalecía poderosamente" (Hch. 19:20).
Nuevamente, podemos encontrar artificial insertar una interrupción importante en la estadía de Pablo en Éfeso. Pero Lucas nuevamente sugiere esta interrupción con la primera indicación de que Pablo estaba decidido a ir a Roma (Hch. 21 y 22). Esta resolución guía la narrativa de Lucas a partir de este momento, pero a Pablo le toma un tiempo llegar allí. Se va de Éfeso solo después de que una protesta pública seria lo obliga a irse (Hch. 19:2341). Regresa a visitar las iglesias de Macedonia y Grecia y decide regresar a Judea por el mismo camino debido a un complot contra su vida (Hch. 20:16). En el camino de regreso, Pablo se detiene a predicar en Troas y allí, mientras Pablo habla en la noche, un joven llamado Eutico se duerme y cae desde una ventana del tercer piso. Pablo se dirige a los hermanos, diciendo que el joven está vivo y continúa predicando hasta el amanecer. En Mileto, conoce a los ancianos de la iglesia de Éfeso (Hch. 20:7-38). Llega a Jerusalén, pasando por Tiro y Cesarea, donde, en la casa de Felipe, uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles; Agabo, el profeta de Dios, predice el arresto de Pablo en Jerusalén.
Aun así, Pablo no teme y sigue a Jerusalén, dispuesto a dar su vida si es necesario.
Las advertencias sobre su inminente arresto en Jerusalén (Hch. 21:1-16) pronto se harán realidad. Ciertos judíos sienten que Pablo llevó a los gentiles con él al templo, y la confusión resultante obliga a los romanos a intervenir. Pablo es arrestado, pero, antes de ser llevado, obtiene permiso para hablar con la multitud (Hch. 21 :37 y Hch. 22:22). Nuevamente, el hecho de ser ciudadano romano es muy útil para Pablo, y se le permite presentar su caso ante el Sanedrín judío (Hch. 22:30 y Hch, 23:10). El Señor le asegura a Pablo que vivirá para testificar de él en Roma (Hch. 23:11), aunque los judíos planeen su asesinato (Hch. 23:12-15). Debido a esta amenaza, Pablo es transferido a Cesarea, donde se defiende nuevamente; esta vez ante el gobernador romano, Félix (Hch. 23:16 y Hch. 24:27). Después que Pablo languidece en la prisión de Cesarea durante dos años, Festo reemplaza a Félix, y Pablo los obliga a una definición apelando para que César escuche su caso (Hch. 25:1-12). Pero antes de partir, Pablo se defiende una vez más ante Festo y sus invitados, el rey Agripa ll y su hermana Berenice (Hch. 25:13 y Hch. 26:32).
Hechos 19:21, 28:31
Fuente: https://gecoas.com/religiQn/historia/antigua/siglol-F.htm
Junto con otros prisioneros (criminales confesos que eran llevados a Roma para ser muertos en batallas de gladiadores), Pablo es llevado a Roma con el centurión Julio y en compañía de sus amados hermanos Aristarco y Lucas. Sin embargo, el viaje se ve interrumpido por una terrible tormenta, que mantiene a Pablo y sus compañeros de viaje en la isla de Malta durante tres meses (Hch. 27:1 y 2:810). Durante la tormenta, Pablo asegura que no se perderá ninguna vida (Hch. 27:22-26):
22. "Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.
23. Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
24. diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.
25. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.
26. Con todo, es necesario que demos en alguna isla.
En Malta (una isla del mar Mediterráneo) Pablo es mordido por una víbora (Hch. 28:1).
Finalmente, Pablo llega a Roma, donde se le permite vivir bajo vigilancia en su propia casa y predicar el evangelio libremente (Hch. 28:11-31). Luego, con Pablo permaneciendo dos años en Roma bajo arresto domiciliario, el relato de Lucas sobre la difusión del evangelio de repente llega a su fin. ¿Qué le habría pasado a Pablo? ¿Había comparecido ante César? Si es así, ¿habría sido puesto en libertad o condenado? ¿Martirizado? ¿Absuelto? Lucas no nos informa. La intención de Dios es que la historia de la obra del Espíritu Santo, la propagación del Evangelio y las actividades de los misioneros permanezcan en la vida del pueblo de Cristo hasta el fin de los tiempos.
Sin negar que el propósito principal de Hechos es la edificación de creyentes y que sus contribuciones teológicas son significativas, no debemos perder de vista el hecho de que éste libro se propone narrar eventos históricos. El hecho de esta narrativa de eventos históricos; el fundamento y el crecimiento de la iglesia, con su énfasis en participar en la carrera de Pablo, no encontrar paralelos es, por lo tanto, una fuente invaluable para nuestro conocimiento de estos eventos.
Sin Hechos, no sabríamos nada del derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés, el martirio de Esteban, la vida de la iglesia primitiva en Jerusalén, o la forma en que el evangelio llegó por primera vez a los samaritanos y gentiles, Tendríamos muy poco conocimiento de la vida de Pablo y de los viajes misioneros a los que podríamos recurrir para comprender las cartas y la teología del apóstol. ¿Pero podemos confiar en la información que Hechos proporciona sobre estas preguntas? Como se señaló anteriormente, la fidelidad histórica de los Hechos ha sido ampliamente cuestionada. Las dudas sobre la precisión de Lucas se centran en tres preguntas principales: Lucas y los patrones históricos de la antigüedad, la comparación entre Hechos y otras fuentes de información, y los discursos de Hechos,
Por lo tanto, Lucas tenía a su disposición estándares historiográficos tan rigurosos como los de los tiempos modernos. La pregunta es si podría seguir estos estándares. Solo una cuidadosa comparación de Lucas con otras fuentes antiguas que presentan los mismos datos puede responder esta Pregunta. Debido a la falta de paralelos con los hechos, no tenemos muchos datos para comparar. Pero podemos probar a Lucas en tres áreas: su conocimiento de la sociedad, la política y la geografía del primer siglo; su relato de eventos registrados por otros historiadores; y su precisión al describir la historia y la teología de Pablo.
William Ramsay, A N. Sherwin-White y Colin Hemeres han demostrado detalle tras detalle, la precisión del conocimiento de Lucas del gobierno provincial romano, los límites geográficos del primer siglo, las costumbres sociales y religiosas, los procedimientos de navegación y similares. Esta precisión muestra no solo que Lucas conocía el mundo romano del primer siglo, sino que estaba íntimamente familiarizado con las áreas y regiones específicas en las que tiene lugar su narración.
Hay pocas veces que Lucas registra eventos que también son mencionados por otros historiadores y, cuando lo hace, generalmente no proporciona suficientes detalles para permitirnos hacer comparaciones, en Hechos de los Apóstoles las referencias que Lucas hace a la muerte de Herodes Agripa I (Hch. 12.19:23); una terrible hambre a mediados de la década de 40 (Hch, 11:27-30); El edicto de Claudio que expulsó a los judíos de Roma (Hch. 18:2), el reemplazo del procurador romano en Judea, Félix por Festo; y un terrorista egipcio que actuó a mediados de los años 50 está confirmado en fuentes históricas seculares. Solo en dos pasajes se ha declarado que la comparación revela imprecisión por parte de Lucas, En (Hch. 5:6-37) Lucas registra que el rabino judío Gamaliel menciona las falsas pretensiones mesiánicas de ciertas Teudas y, después de él, "Judas el galileo". Josefo, sin embargo, también menciona a un rebelde llamado Teudas, pero ubica su actividad desde el año 44-46 d.C., unos 40 años después de Judas y al menos diez años después del evento de Hechos 5. Pero Gamaliel puede estar refiriéndose a Teudas de manera completamente diferente y, de todos modos, como señala EF. Bruce, "cuando solo tenemos la palabra de un autor contra la de otro, es plausible que Lucas tenga la misma probabilidad de estar en lo correcto como lo tiene Josefo", El otro problema es la referencia del oficial romano a los "cuatro mil" sicarios a quienes un "egipcio" había dirigido en una rebelión (Hch. 21 :38); Josefo, sin embargo, se refiere a treinta mil. Pero aquí también debemos preferir a Lucas sobre Josefo, especialmente porque los números de Josefo a menudo son exagerados,
El desafío más serio para la precisión de Lucas implica una comparación entre la historia presentada respecto a Pablo, y los mismos relatos del apóstol. Ya hemos examinado algunas de las supuestas discrepancias y llegamos a la conclusión de que no hay razón para establecer un abismo entre el Pablo de Hechos y el Pablo de las epístolas. Casi todas las supuestas contradicciones históricas involucran problemas donde los datos de Pablo son incompletos o ambiguos. Esto no es sorprendente porque, debido a la naturaleza y el propósito de las cartas de Pablo, no se espera que el apóstol entre en los detalles históricos que encontramos en Hechos.
Quizás deberíamos decir algo más sobre uno de los problemas más famosos en una comparación entre Pablo y Hechos, El número de viajes que Pablo hizo a Jerusalén después de su conversión. Las epístolas de Pablo mencionan solo tres viajes: tres años después de su conversión (Gá. 1:18); 14 años después de su conversión o, quizás, después de su primera visita (Gá. 2:1); y un viaje que estaba planeado cuando escribió la carta a los romanos. Sin embargo, Hechos, nos habla de cinco visitas a Jerusalén: después de la conversión (Hch. 9:26); para ayudar a aquellos que tenían hambre (Hch. 11:27-30) para el concilio apostólico (Hechos capítulo - 15), entre el segundo y el tercer viaje misionero (Hch. 18:22), y al final del tercer viaje misionero (Hch, 21:17). Está claro que la primera visita a Jerusalén registrada en Hechos corresponde a lo que Pablo menciona en Gá. 1:18, y el último el mencionado en Romanos. Pero es común acusar a Lucas de inventar una visita u otra, especialmente porque, como a menudo dicen que la visita de (Gá. 2:2), todavía debe ser al concilio apostólico (Hch. 15), de esta forma no queda espacio para el viaje donde llevaría la ayuda de los que pasaron por la gran hambre (Hch. 11:27-30), pero de hecho es más probable que Gálatas 2:1 describa el viaje de socorro a los hambrientos (vea la introducción a Gálatas en el capítulo 10 a continuación). Entonces no habría contradicción entre Pablo y Hechos, solo una diferencia en el número de viajes mencionados. Pero no tenemos ninguna razón para esperar que Pablo nos haya contado todos sus viajes a Jerusalén, por lo que el problema desaparece por completo. Existe una situación similar en lo relacionado a otras supuestas y menos serias discrepancias entre la historia de Pablo en Hechos y los detalles de su vida que él mismo presenta en sus cartas.
Muchos especialistas creen que Lucas no es confiable en los discursos registrados en Hechos. Señalan que todas las líneas tienen el mismo estilo común, uno que tiene porciones narrativas de Hechos. Y afirman que la teología del discurso es característicamente lucana en lugar de dotrina, paulina o lo que sea. Por lo tanto, se deduce que Lucas siguió el modelo de Tucídides y puso en boca de sus personajes los sentimientos que consideraba apropiados para la ocasión.
Se hace necesario algunas respuestas a esta acusación. Primero, como se señaló anteriormente, Tucídides afirma que solo cuando no tenía información a su disposición no registraba lo que realmente se decía. Algunos otros historiadores han sentido mucha más libertad para inventar discursos, pero no existe un motivo PRIORI, para compararlos con Lucas; y, no con aquellos que buscaban ser exactos en el registro de los discursos. En segundo lugar, la uniformidad de estilo en los discursos solo significa que Lucas no nos dio relatos textuales, sino que los parafraseó. De todos modos, esto es probable porque Lucas probablemente tradujo del arameo algunos de los discursos. También es probable, que casi todos los discursos que Lucas informa sean mucho más largos que los resúmenes que nos da. Pero las paráfrasis de los discursos resumidos aún pueden transmitir con precisión el contenido de lo que se ha dicho. En tercer lugar, se afirma que existen diferencias en la teología del discurso. Los discursos de Pedro en (Hechos 2 y 3), Por ejemplo, contienen formulaciones cristológicas y escatológicas que encajan muy bien en los primeros días de la iglesia y difieren de las formulaciones encontradas en los discursos de Pablo en Hechos 13 y 17. De ninguna manera se puede demostrar que la teología o los sentimientos expresados en los discursos son inapropiados para la ocasión o imposibles para el orador, En el lado positivo la fidelidad de Lucas a sus fuentes en su evangelio sugiere que él fue igualmente fiel a sus fuentes en Hechos. Este argumento a menudo es contestado. Se dice que Lucas habría tenido un respeto mucho mayor por las palabras de Jesús que por las palabras de los apóstoles. Pero prácticamente nada indica que Lucas hubiera hecho tal distinción, Él declara que tiene la intención de inculcar en sus lectores la "para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales (has) sido instruido(s)." (Lc. 1:4), y hay una fuerte razón para pensar que buscó la precisión al registrar lo que las personas de hecho dijeron, tanto en Hechos como en su evangelio.
Sobre los discursos de Hechos, Champlin (2002, p. 80) comenta: "Son discursos auténticos, no creación del autor. Pero son discursos condensados (ver Hechos 2:40, lo que demuestra este hecho)".
Como defendemos anteriormente, el propósito básico de Lucas es edificar a los cristianos al contar cómo el plan de Dios, cumplido en Jesucristo, continuó desarrollándose en la historia de la iglesia primitiva. Quizás la contribución más importante de Lucas es precisamente este cuidadoso entrelazamiento de la proclamación apostólica de la palabra de Dios con la palabra que Jesucristo enseñó y cumplió. De esta manera, la "palabra de Dios" une los dos volúmenes de Lucas, cuando la salvación que el ángel proclamó inicialmente en la noche del nacimiento de Jesucristo en una colina en Judea (Lc. 2:1-12), finalmente se lleva a la capital del imperio romano. De esta manera, Lucas presenta "las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas"(Lc. 1:1), como continuación de la historia de la salvación en el Antiguo Testamento, mostrando cómo esta historia alcanza su culminación en Jesucristo y cómo, a través de los apóstoles guiados por el Espíritu Santo, fluye de Jesucristo a una nueva fase, la iglesia como el pueblo escatológico de Dios. Al hacerlo, Lucas le dio a Teófilo (y continúa dando a cada cristiano que lee sus dos volúmenes) una certeza de que la fe está firmemente basada en los hechos de Dios en la historia y que el mensaje que creemos es el mismo mensaje enviado de Dios.
El libro de los Hechos está directamente relacionado con el trabajo de las misiones, El enfoque principal de la iglesia primitiva fue la obra evangelizadora.
"Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hch. 1:8).
Este versículo trata sobre misiones urbanas (Jerusalén), misiones nacionales (Judea y Samaria) y misiones transculturales o extranjeras - hasta los confines de la tierra.
El término misión deriva de la palabra latina missio (enviar), que se refiere a la proclamación del evangelio a todos los hombres en todas partes del mundo, ya que apunta a la conversión de las naciones en todos los tiempos (Mateo 28:19; Hechos 1 :8); enviar misioneros es de suma importancia. La interpretación actual de misión, ve esta actividad de la iglesia como parte de la "missio Dei", el Dios trino que propone reconciliar el mundo consigo mismo a través de Jesucristo. Así como el Padre envió a Su Hijo, Ellos envían a la iglesia bajo la dirección e inspiración del Espíritu Santo. La misión es un instrumento de acción divina en la historia para el cumplimiento de sus propósitos para las criaturas humanas.
George Vicedom, autor de la famosa obra Missio Dei: An Introduction to the Science of Mission (Una introducción a la ciencia de la misión), llega a la siguiente conclusión: "Dios es el sujeto activo de la misión. Dios el Padre envió a su Hijo, y ambos enviaron al Espíritu Santo. La Trinidad envía a la iglesia y a los creyentes en particular para cumplir la tarea de la Gran Comisión". (Pastor Josivaldo de França Pereira. www.familiamatioli.com.br - Mateo 24:14 y la Missio Dei)
A medida que tomamos en serio el orden del mensaje bíblico desde el principio hasta el final, vemos que toda la Biblia es un largo llamamiento misionero porque habla sobre el hombre perdido y los esfuerzos de Dios para preparar su plan de salvación y su cumplimiento a través del nacimiento, vida, muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Incluso los primeros capítulos (Gn- 1 y 2) y los dos últimos capítulos de las Escrituras (Ap. 21 y 22), que hablan sobre el mundo sin pecado antes de 'la caída y la segunda venida de nuestro Señor, presentan el desafío misionero, porque muestran el objetivo de las misiones, que es el mundo redimido y recreado sin pecado y con la presencia visible de Jesucristo. Pero estos cuatro capítulos van más allá de la era de las misiones, porque no conocen la presencia del pecado y, en consecuencia, tampoco conocen la perdición.
Desde (Génesis 3) hasta el final del Antiguo Testamento se encuentra el plan de Dios, a través de su dirección del pueblo judío, para preparar la primera venida de Jesús en esta tierra para salvar al hombre. Al comienzo del Nuevo Testamento, con el nacimiento de Jesucristo, se completa toda la preparación de la era del Antiguo Testamento.
No podemos leer los cuatro evangelios sin pensar en ellos como el fundamento y la base de la obra misionera, para seguidamente entrar en la primera historia misionera de este mundo, el libro de los Hechos de los Apóstoles. En él se informan los primeros esfuerzos para extender el Reino de Dios fuera de Palestina. Luego nos encontramos con la porción de cartas apostólicas que reflejan la situación en el campo misionero de la iglesia primitiva, abordando los problemas, luchas y alegrías de las iglesias recién nacidas. Finalmente entramos en el libro de Apocalipsis, que presenta la meta del ministerio misionero, el nuevo mundo sin pecado, para sus lectores, por ejemplo, (Ap. 7:9-12) que presenta ese coro internacional que alabará para siempre el nombre de Dios. Por lo tanto, la integración de la visión universal en la Biblia es evidente.
El libro de los Hechos es el libro de la Biblia que más se ocupa de la obra misionera. Él "nos presenta el enraizamiento y la difusión del evangelio en los primeros días de la cristiandad: comienza con la ascensión de Jesús al cielo y la difusión del evangelio desde Jerusalén, llegando finalmente a Roma, donde termina el libro. Hechos de los Apóstoles fue, por supuesto, designado por Dios como la guía y paradigma del esfuerzo misionero para todas las generaciones" (Ezequias Soares. Revista "Lecciones Bíblicas" Jóvenes e Adultos - Lecciones del 30. trimestre del 2000.CPAD).
Necesitamos entender que nuestra misión no tiene vida propia. Nuestras actividades misioneras se vuelven auténticas solo cuando lo reconocemos como el movimiento de Dios hacia el mundo. No debemos olvidar que solo somos colaboradores de Dios.
Hechos 11:19-30.
19- Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los Judíos.
20. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús.
21. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.
22, Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.
23. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. 24. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
25. Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.
26. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
27. En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
28. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
29. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; 30. lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Si entendemos el concepto de "misión De/' entenderemos completamente el papel de la iglesia en la acción misionera. Tomemos, por ejemplo, la iglesia de Antioquía. Según el relato de Hechos 11:19-30, esa iglesia aun siendo perseguida no dejó de evangelizar. Los resultados de su trabajo fueron eminentemente extraordinarios.
La iglesia en Antioquía fue establecida por laicos, pero podemos observar en el pasaje bíblico anterior que "la mano del Señor estaba con ellos" (v.21 a) …y hubo una manifestación de la gracia de Dios sobre esa iglesia. Cuando Dios se acerca a nosotros, los resultados son evidentes. Esto es lo que le sucedió a esa iglesia: "... y gran número creyó y se convirtió al Señor" (v.21 b). El crecimiento de la iglesia no es una obra humana, sino una obra divina. El líder que no puede darse cuenta de esto actuará como el que "golpea al hierro frío" que nunca ve los resultados de su trabajo.
Bernabé, al llegar a la iglesia de Antioquía, vio la gracia de Dios: "Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe (v.23,24)". ¿Cómo puede alguien ver la gracia de Dios siendo manifestada? Obviamente, solamente a través de la evidencia. Bernabé encontró varias de estas evidencias en la iglesia de Antioquía, lo que confirmó que la gracia de Dios estaba sobre ella. La primera evidencia fue el número de personas convertidas en esa iglesia. La conversión de almas es una obra exclusiva del Espíritu Santo. Es él quien convence al hombre de sus pecados (Juan 16:8).
La segunda evidencia fueron las oraciones y ayunos que se llevaron a cabo allí, Así es como esa iglesia envió a Bernabé y a Pablo para el trabajo misionero (Hch. 13:1-3). La tercera evidencia fue la integración y el compañerismo entre esos hermanos: "Y una gran multitud fue agregada al Seño/' (v 24b). Cuando la gracia de Dios se extiende sobre la iglesia, todos se unen en un solo propósito. La cuarta evidencia fue la espontaneidad sacrificial de la iglesia para ayudar a los necesitados (v. 29,39). La iglesia creyó el mensaje del profeta Agabo, por lo que inmediatamente proporcionó auxilio a los necesitados. Finalmente, la iglesia de Antioquía tenía una inmensa pasión por las almas. Esta pasión llevó a un interés en difundir la Palabra de Dios: "Y la palabra de/ Señor se difundía por toda aquella provincia" (Hch. 13:49).
La iglesia en Antioquía trabajaba simultáneamente con el Espíritu Santo de Dios. La iglesia y la misión eran parte de la "missio Dei".
La oración, como hemos visto, también fue la columna básica en la vida de la congregación de Antioquía. Todos los miembros de la iglesia se reunieron para orar por sus misioneros cuando se despidieron de sus hermanos. Durante la ausencia de Pablo y Bernabé, la iglesia continuó orando por su ministerio. Así, el llamado misionero de la congregación se mantuvo vivo, (Hch. 14:26-28).
Lucas ha dejado en Hechos un modelo a seguir. Hay cientos de millones de almas que necesitan escuchar el mensaje del evangelio. Hacer misiones es una orden, una orden bíblica. Debemos obedecer el id de Jesús cumpliendo la gran comisión, hasta los confines de la tierra.