El libro de Rut nos recuerda que Dios honra y enfatiza las cualidades de liderazgo de la lealtad y la integridad.
Rut, una mujer moabita viuda a temprana edad, se vio ante la opción de abandonar a su suegra viuda o arriesgar su vida en un país extranjero. Decidió quedarse junto a su amiga y mentora, Noemí, y su decisión poco común finalmente tuvo su recompensa.
El compromiso de Rut a permanecer junto a su suegra, a pesar de la muerte de su esposo, reveló su destacado carácter y exhibió su sentimiento de lealtad y responsabilidad. Cuando permaneció fiel a Noemí, demostró una impecable ética laboral, y se mantuvo fiel mientras cosechaba cada día en el campo de un hombre rico; se perfiló como alguien única.
¿Dónde aprendió esta mujer extranjera tan carácter y confianza en Dios para suplir sus necesidades? ¿De su difunto marido? ¿De Noemí? No lo sabemos, pero sí sabemos que Rut mantuvo su compromiso de hacer lo correcto, y Dios le sorprendió supliendo cada una de las necesidades que tenía, y más. Dios proveyó par Rut usando a Booz, un hombre con un carácter similar, y quizá esta sea la lección más profunda del libro.
Rut ilustra que cuando los líderes se enfocan en hacer lo correcto, Dios bendice el fruto de su trabajo. Ser apto para tal bendición significa poner las responsabilidades antes de los resultados. El carácter debe preceder a la conducta. La fidelidad debe preceder al fruto.
«Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia», nos recuerda Jesús, «y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6:33). Así es como opera el reino de Dios. Jesús enseñó que, si el árbol es bueno, el fruto también será bueno (Mateo 12:33-35). Como en el libro de Rut, Jesús prioriza el ser antes que el hacer.
Nuestro liderazgo debe fluir de nuestro ser, un crecimiento natural de lo que hemos encarnado. Y, sin embargo, a la mayoría de estos líderes esto es precisamente lo que más les cuesta. Por definición, la mayoría de los líderes están orientados a los resultados. Enseguida saltan a lo visible y mensurable, a los resultados externos que la gente afirma. ¿Quién afirma sus disciplinas privadas y personales? ¿Quién pregunta sobre su carácter el lunes por la mañana cuando va a la oficina? La mayoría de los líderes tienden a hablar de la «conclusión».
Aunque todos estamos de acuerdo en que el carácter es primordial, parece demasiado difícil de seguir. Así que la mayoría de las personas, incluso líderes, saltan a los resultados. Para algunos, «el fin justifica los medios». Dios dice, sin embargo, que cuando trabajemos en la profundidad de nuestro ministerio, el trabajará en su anchura.
Los líderes tienen que leer la bella historia de Rut, porque les recordará dos verdades fundamentales:
Dios sin duda recompensa el carácter.
Dios al final logrará cumplir sus propósitos, aunque tenga que usar a una mujer moabita para hacerlo.
¿Por qué Dios en su providencia preservó el libro de Rut? Quizá lo hizo porque Rut ocuparía un lugar de honor en la familia mesiánica. Dios se mueve a lo largo de este libro como el director divino de los acontecimientos, orquestando un plan para injertar a la joven Rut en el árbol genealógico de David que conduciría finalmente a Jesús.
Dios lleva a cabo su obra y su liderazgo mediante todos los gozos y las tragedias de la vida. Hambruna, soledad, muerte, exilio voluntario y fidelidad inconmovible se convierten en las herramientas que Él usa para cumplir su plan soberano. Como líder fenomenal, Dios negoció los recursos y las circunstancias de esta época en la historia de Israel para llevar a cabo lo que Él quería.
Noemí
Booz
OTRAS PERSONAS DESTACADAS
Rut
Dios recompensa la integridad y lealtad de los líderes.
Dios llevará a cabo soberanamente sus propósitos mediante personas improbables.
Los líderes deben poner el carácter y la formación espiritual por delante de la conducta y la formación de habilidades.
BOOZ, COMO TIPO DE CRISTO, se convierte en el pariente redentor de Rut (ver Palabras clave, más abajo). Este relato prefigura la venida de Jesús como Redentor de todos los creyentes (1 P 1.18, 19).
Redención para judíos y gentiles
(2.12; 1 S 24.19; Sal 58.11; Hch 13.46; Ro 10.11, 12; Gá 3.28; Ef 2.14).
Mujeres como coherederas junto a los hombres de la gracia salvadora de Dios
(2.12; Hch 17.12; Gá 3.28).
Características de la mujer virtuosa
(3.11; Pr 12.4; 31.10–31).
Derecho de David (y, por ende, de Cristo) al trono de Israel
(4.18–22; Gn 49.8–12; Mt 1.1–7; Lc 3.32).
Dios es soberano: 1.6; 4.13
Dios provee: 2.3
El autor de este libro es desconocido, pero los estudiosos atribuyen su autoría al profeta Samuel
Este libro tiene este nombre debido a su principal personaje que es la moabita Rut que significa "Amistad". Este libro hacia parte de los cinco rollos sagrados de los judíos y era leído durante la fiesta de Pentecostés.
El libro de Rut fue escrito entre el final de la época de los jueces y el final del reino de David.
La peregrinación de Elimelec a los campos de Moab, Rut 1:1-5.
Regreso de Noemí a Judá en compañía de Rut, Rut 1:6-22.
Rut en el campo de Booz, Rut 2.
El pedido que Rut hace a Booz, Rut 3.
Booz se casa con Rut, Rut 4:1-16.
La genealogía de David, Rut 4:17-22.
Los moabitas eran descendientes de Moab, Moab era hijo de Lot con su hija mayor, Génesis 19:36,37.
La nación moabita quedaba situada en la región este del Mar muerto. El dios de los moabitas se llamaba "Quemos", Números 21:29, pero, ellos también adoraban a Baal.
Los sacrificios a sus dioses era con vidas humanas, 2 Reyes 3:27.
La prostitución hacia parte de sus cultos, Números 25:1-3.
Los moabitas recusaron ayudar a los israelitas cuando salieron de Egipto, Deuteronomio 23:4. Balac rey de Moab contrató a Balaam para maldecir a Israel, Números 22:5. Los moabitas subyugaron a Israel durante dieciocho años, Jueces 3:12.
Este pequeño libro de cuatro capítulos tiene su contenido diferente de los demás libros históricos, empezando con el relato de la historia de un hombre llamado Elimelec en la época que los jueces juzgaban sobre la tierra.
Elimelec era un varón de la ciudad de Belén de la tribu de Judá; su peregrinación a los campos de Moab fue debido al hambre que había en la tierra, Rut 1:1.
Elimelec salió de Belén a los campos de Moab con su mujer Noemí, y sus dos hijos Mahlón y Quelión, los cuales se casaron en los campos de Moab con mujeres moabitas Rut y Orfa, Rut 1:2-5.
Pasado diez años, Elimelec se murió con sus dos hijos y Noemí se quedó viviendo con sus dos nueras, escuchando Noemí que Dios había visitado a su pueblo dándoles pan, ella decidió regresar a su tierra, Rut 1:7. Noemí pidió a sus dos nueras que regresasen a sus casas, Orfa se fue, pero Rut se quedó con Noemí, Rut 1:14.
Noemí llegó a Belén a principio de la cosecha y Rut salió a cosechar espigas en los campos de un hombre rico llamado Booz que era pariente de Elimelec, Rut 2:2, 3.
Había una ley en Israel llamada "Ley de redimir la tierra", que se trataba que un pariente más próximo del fallecido tenia que comprar las tierras que pertenecían al fallecido para que la familia del fallecido no padezca necesidades. La ley de redimir la tierra también se trataba que la persona que compraba las tierras, tomaba para si la mujer del fallecido en este caso seria Rut porque los herederos de las tierras fueron los hijos de Elimelec para que el nombre del fallecido no se borre entre sus hermanos, Rut 4:10. Y tomó Booz a Rut por mujer y Rut dio a luz a Obed padre de Isaí, padre de David, Rut 4:17-22.
Este libro nos relata la historia de una familia que vivió por la fe.
Este libro no habla sobre la causa de la muerte de Elimelec y de sus hijos, sin embargo, los nombres de sus hijos nos recuerda una situación de debilidad y enfermedad, pues "Mahlón" significa "Enfermo" y Quelión significa "Finalizado", por eso, podemos entender que la razón de la muerte de los tres quizás seria a causa de una enfermedad hereditaria.
Tomando la fe como punto de referencia, podemos dividir este libro en tres partes las cuales son:
La elección hecha por la fe, Rut 1 y 2.
La osadía de la fe, Rut 3.
La recompensa de la fe, Rut 4.
Del matrimonio entre Rut y Booz, nació Obed que significa "Siervo". Fue a través de Obed que Dios trajo consuelo a Noemí.
El final feliz de esta historia era el inicio de otra historia que llevó al nacimiento de David rey de Israel y a Jesús rey de reyes y Señor de señores.
Esta recompensa es una lección de vida para todo aquel que entrega su destino en las manos de Dios como fue el caso de Noemí.
Es impresionante el testimonio de las mujeres de aquel lugar cuando Rut dio a luz. Así dice Rut 4:14,15. "Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; El cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez, pues tu nuera que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de mas valor para ti que siete hijos.".
Hemos aprendido una lección muy importante en este libro que se trata de una gran amistad entre dos mujeres que aun en las dificultades de la vida, no se dejaron ser vencidas por los problemas y por las adversidades que enfrentaron, pero fueron victoriosas por su fidelidad y confianza en el Dios de Israel, siendo de esta manera directa o indirectamente parte de la genealogía de Jesucristo, Mateo 1:5.
Rut se debe entender como un relato histórico verdadero. Los hechos confiables que rodean a Rut, además de su compatibilidad total con Jueces más 1 y 2 de Samuel, confirman la autenticidad de Rut. Sin embargo, algunas dificultades individuales requieren atención cuidadosa. En primer lugar, ¿cómo pudo Rut adorar en el tabernáculo que en ese entonces estaba en Silo (1 S. 4:4), cuando Deuteronomio 3:3 claramente prohíbe que los moabitas entren en la asamblea por diez generaciones? Debido a que los judíos entraron a la tierra alrededor del 1405 a.C. y Rut no nació sino hasta alrededor del 1150 a.C., ella entonces representaba por lo menos la 11a. generación (probablemente más que esta) si la limitación del tiempo terminó en las diez generaciones. Si “diez generaciones” era una expresión que quería decir “para siempre” como Nehemías 13:1 implica, entonces Rut sería como el extranjero de Isaías 56:1–8 que se unió a sí mismo al Señor (1:16) y así se ganó la entrada a la asamblea.
En segundo lugar, ¿no hay un aire de inmoralidad en el hecho de que Booz y Rut pasaran la noche juntos antes del matrimonio (3:3–18)? Rut se involucró en una costumbre del antiguo Oriente Medio al pedirle a Booz que la tomara como su mujer, simbólicamente ilustrado al extender una prenda de ropa sobre la mujer en cuestión (3:9), tal como Jehová extendió su manto sobre Israel (Ez. 16:8). El texto ni siquiera da lugar a la impropiedad moral más sutil, notando que Rut durmió a sus pies (3:14). De esta manera, Booz se convirtió en la respuesta a su propia oración la cual había hecho poco antes por Rut (2:12).
En tercer lugar, ¿acaso no llevaba el principio de levirato de Dt. 25:5, 6 a incesto y poligamia si el pariente más cercano ya estaba casado? Dios no hubiera diseñado un buen plan para que incluyera la peor de las inmoralidades que debían ser castigadas con la muerte. Debe suponerse que la implementación de Deuteronomio 25:5, 6 solo podía incluir al pariente más cercano que pudiera casarse conforme estaba descrito por otras estipulaciones de la ley.
En cuarto lugar, ¿acaso no estaba estrictamente prohibido por la ley el matrimonio con una moabita? Las naciones o pueblos con quienes el matrimonio estaba prohibido fueron aquellas que poseían la tierra a la cual Israel entraría (Éx. 34:16; Dt. 7:1–3; Jos. 23:12) las cuales no incluían a Moab (cp. Dt. 7:1). Además, Booz se casó con Rut, una prosélita devota a Jehová (1:16, 17), no una adoradora pagana de Quemos; la principal deidad de Moab (compare problemas que más tarde se suscitaron en Esd. 9:1, 2 y Neh. 13:23–25).
SETEADB. LIBROS HISTÓRICOS. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. El Manual Bíblico MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2016