Mientras el libro de Levítico narra las leyes ceremoniales de Israel, el libro de Números nos cuenta cómo los líderes de Israel implementaron esas leyes.
Números describe cómo el pueblo de Israel aprende a funcionar como un campamento. Nos dice cómo Dios establece sus asuntos religiosos, civiles y militares como preparación para la adoración, conquista y viaje que esperan.
Como el resto de la Biblia, Números narra francamente los errores y los éxitos tanto de líderes como de seguidores. Principalmente entre sus lecciones de liderazgo: los líderes sin fe y visión sofocan el potencial del grupo que dirigen.
El pecado de incredulidad aparece repetidamente en el libro de Números. Las perspectivas temporales y de autoprotección se multiplican. El profeta Balaam, por ejemplo, desecha voluntariamente sus principios por ganancia personal. Coré pierde de vista la cadena de cuidado establecida por Dios y se rebela contra los líderes que Dios había dado a Israel. Diez de los espías enviados a Canaán regresan con miedo, desanimando así a la nación para que no avancen y logren su meta de poseer la Tierra Prometida.
Por otro lado, Números también nos pinta un cuadro de liderazgo saludable y eficaz. Eleazar, el hijo de Aarón, asume la posición de sumo sacerdote tras la muerte de su padre. Él cumple exitosamente su función, gracias a buenos mentores y modelos a imitar que le apoyan. Y a pesar de su impaciencia con los israelitas, Moisés, Aarón, Josué y Caleb demuestran todos ellos piadosas convicciones y un liderazgo centrados en sus principios. Su tipo de liderazgo proporciona las lecciones positivas del libro.
Los líderes de Israel implementan las leyes. Dios tuvo que ejecutar tanto la «vara» como el «cayado» mientras dirigía a su pueblo por el desierto. La primera generación nunca entró en la Tierra Prometida debido a su falta de visión, su incredulidad y su desobediencia.
Ellos sufrieron la vara del castigo. La segunda generación sí entró, guiada por claras instrucciones de lo alto y el divino cayado de lideres visionarios. El libro se divide de modo natural en estas dos historias.
El título del libro viene de dos censos que Dios indicó a sus líderes que hicieran, dividendo así el libro en dos partes lógicas. El primer censo tuvo lugar cerca de Sinaí al comienzo, justamente antes del viaje por el desierto. El segundo se produjo cerca del Jordán, casi cuarenta años después, como preparación para entrar en la Tierra Prometida.
Cerca del final, la desobediencia evitó que incluso Moisés entrara en la tierra, y Dios llamó a Josué, e aprendiz de Moisés, a sucederlo como líder de Israel.
Moisés
Aarón
Josué
Balaam
Eleazar
Los setenta ancianos
OTRAS PERSONAS DESTACADAS
Caleb
Coré
Datán
Abiram
Los diez espías
Gad
Rubén
Las hijas de Zelofejad
Los líderes confiables deben tener motivos puros.
El compromiso separa a los hacedores de los soñadores.
La visión es esencial: No puedes conseguir lo que no puedes ver.
Los líderes deben ser fieles en el tiempo y flexibles con sus horarios.
Liderazgo y responsabilidad deben ser compartidos según los dones.
Los líderes deben entender sus recursos antes de planear su viaje.
Los líderes deben ser lo bastante seguros para manejar el conflicto, crítica y confrontación.
EL NT SIGUE SIENDO UNA FUENTE que nos ayuda a entender la presencia de Cristo en el libro de Números. En el capítulo 21, versículos 4 a 9, el israelita que miraba la serpiente que levantó Moisés, sanaba. Juan lo describe como imagen de la crucifixión: «Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado» (Jn 3.14). El maná que era el sustento del pueblo también ilustra a Cristo como Pan de Vida (Jn 6.31–33). Y la roca que le brindaba agua al pueblo también era un tipo de Cristo. La carta de Pablo a los corintios hace referencia a esta roca como «la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo» (1 Co 10.4).
Rebelión contra Dios:
Como resultado de que Israel se asociaba con naciones paganas (14.26–38; Éx 34.6, 7; Jos 24.19; Sal 32.1–7; Os 10.9, 10; 2 Ts 2.3; Jud 1.14, 15).
Herencia de la tierra:
Dios había asegurado la Tierra Prometida para su pueblo (16.14; 26.52–56; Lv 14.34; 1 Cr 28.8; Esd 9.10–12; Sal 16.5, 6; Joel 3.2; Col 1.11, 12; 1 P 1.4).
Autoridad divina otorgada a Moisés:
Moisés hablaba las palabras de Dios y guiaba a Israel (1.1; 7.89; 12.6–8). Dios también les dio autoridad a otros profetas suyos (Jer 5.12, 13; 1 Co 1.10) y a Jesús (Mt 29; 9.6; Mr 6.12; Lc 10.22).
Pecado de Israel y juicio del Señor:
Dios no tiene favoritos; el pecado de Israel exigía un castigo (11.1, 10, 33; 12.9; 14.18; 25.3, 4; 32.10, 13, 14; Lv 10.2; Dt 9.22; 2 R 1.12; Sal 78.21; 106.15; Jon 4.2; Jn 3.18, 19; Ro 5.9; 1 Jn 4.17, 18; Ap 20.11–15).
Fidelidad de Dios a su pacto:
Dios permanece fiel aunque su pueblo sea infiel (15.2; 26.52–56; 27.12; 33.50–56; 34.1–29; Jos 11.23; 14.1).
Dios es paciente: 14.18
Dios es misericordioso: 14.18
Dios provee: 26.65
Dios es verdadero: 23.19
Dios se aíra: 11.1, 33; 12.9–10; 14.37, 40–45; 16.31, 35; 21.6; 25.9; 32.14
El título de este libro es definido de esta manera por causa de los dos censos que hicieron los israelitas cuando salieron de Egipto y cuarenta años más tarde cuando entraron a Canaán, Números 1 y 26.
Entre estos dos capítulos, es relatada la historia de la peregrinación del pueblo de Israel hasta Cades donde permanecieron por muchos años, yendo finalmente para la región montañosa al este del río Jordán.
La trayectoria del pueblo de Israel narrada en estos capítulos, nos muestra varias situaciones que pasó el pueblo, como ser: Vino el desanimo, tuvieron miedo, vinieron las dificultades, la falta de alimento, la falta de agua, y de esta manera, el pueblo se rebeló contra Moisés y contra Dios.
Fue escrito aproximadamente en el año 1405 a.C.
Según la tradición, fue escrito por Moisés.
La peregrinación en el desierto.
Este libro fue escrito para relatar la peregrinación del pueblo de Israel en el desierto y la razón por la cual Israel no entró inmediatamente en la tierra prometida. Este libro también habla de la fe que Dios requiere de su pueblo, de los castigos y juicios contra la rebelión y del cumplimiento progresivo de su propósito.
El mensaje principal es la confianza de Moisés en guiar un pueblo por el desierto de la peregrinación sin que nada le faltase, esto significa, la provisión de Dios y su cuidado para con su pueblo.
Es el único libro de la Biblia que habla de la peregrinación del pueblo de Dios en el desierto.
Es el único libro que revela a fondo las murmuraciones, el descontentamiento y las quejas del pueblo de Israel contra Moisés y contra Dios.
Es el libro que ilustra el principio fundamental "Sin fe es imposible agradar a Dios", pues, podemos ver en este libro que el pueblo de Dios solo triunfaba cuando colocaban su confianza de Dios en acción.
Este libro revela que si una generación fracasara, Dios levantaría otra para cumplir su propósito.
Este libro revela que no era el tamaño del ejército de Israel que lo llevaría a la victoria sino su fe.
Este es el libro de la disciplina divina mostrando que Dios disciplina y ejecuta juicio contra su pueblo.
1.- Preparativos para el viaje a Canaán: Números 1:1 a 10:10
El censo y la organización de Israel, Números 1 al 4
La Santificación del campamento y las leyes, Números 5 al 8.
La celebración de la Pascua y la fiesta de las trompetas, Números 9:1 a 10:10.
2.- El viaje desde Sinaí a Cades: Números 10:11 a 12:16.
La partida de Israel a Hobab, Números 10:11-36.
La murmuración del pueblo y el desanimo de Moisés, Números 12.
3.- El fracaso en Cades debido a la incredulidad del pueblo, Números 13 y 14.
Misión de los doce espías, Números 13:1-25.
El informe de los espías, Números 13:26-33.
La rebelión de Israel y el juicio de Dios, Números 14
4.- Algunas leyes. Números 15
La ley de las ofrendas, Números 15:1-31.
La muerte de un violador del día de reposo, Números 15:32-36.
Franjas en los vestido de los sacerdotes, Números 15:37-41.
5.- La controversia acerca de la autoridad. Números 16 y 17.
La rebelión de Coré, Números 16:1-35.
La prueba, Números 16:36-50.
La vara de Aarón florece, Números 17:
Sostenimientos de sacerdotes y levitas, Números 18.
La purificación del campamento, Números 19.
6.- las experiencias en el viaje hacia Moab. Números 20 al 25.
Agua de la roca, Números 20:1-13.
Edon rehúsa a dar paso a Israel, Números 20:14-21.
La muerte de Aarón, Números 20:22-29.
La serpiente de Bronze, Números 21:4-9.
Las victorias militares de Israel, Números 21:1-3; 21:10-35.
Balaam, Números 22 al 25
7.- Preparativos para entrar en Canaán.
El segundo censo, Números 26.
Las leyes sobre la heredad, Números 27:1-11.
Josué es designado como sucesor de Moisés, Números 27:12-23.
Las ofrendas diarias y las leyes de los votos, Números 28 al 30.
Guerra contra Madián, Números 31.
Ordenes referente a la ocupación de Canaán, Números 32 al 36.
PREPARATIVOS PARA EL VIAJE A CANAÁN. Números 1:1 a 10:10.
EL CENSO Y LA ORGANIZACIÓN DE ISRAEL. Números 1 al 4.
Este fue el primer paso para organizar la nación de Israel.
El censo de las doce tribus presentó una cifra de 603.550 hombres de guerra sin contar con los levitas por sus funciones sagradas en el santuario.
El censo de Israel consistía en contar solo a los varones desde un mes de nacido para arriba.
LA SANTIFICACIÓN DEL CAMPAMENTO Y LAS LEYES. Números 5 al 8.
Era necesario sacar a todos los impuros del campamento para mantener la santidad como un símbolo de la higiene espiritual del pueblo.
En cuanto a las leyes, Dios quería prevenir al pueblo de no cometer ciertas irregularidades, entre estas leyes está:
La ley del celo. Números 5:11-31. Esta ley servia tanto para una advertencia a la mujer propensa a cometer adulterio, como también para protegerla de las acusaciones.
La ley de los nazareos. Números 6:1-21 La palabra "Nazareo", significa, "Separado o consagrado a Dios", toda persona que hacia el voto de Nazareo, sea hombre o mujer, no se daba en matrimonio, ni tomaba bebida fuerte, tampoco se cortaba el cabello, etc.
La bendición sacerdotal. Números 6:22-27. Esta hermosa bendición constituía la más excelente de la poesía hebrea, tenía un mensaje oportuno para los que enfrentaban a los enemigos y los problemas de la vida en el desierto. Esta misma bendición sirve para nosotros.
Las ofrendas para la dedicación del altar, Números 7. Los doce príncipes que representaban a las doce tribus de Israel ofrecieron carros y bueyes para ayudar en el transporte del tabernáculo y sus utensilios.
La consagración de los levitas, Números 8:5-26. Los levitas eran separados para el servicio del Señor mediante una ceremonia especial. Los levitas ejercían su profesión a partir de los veinticinco años de edad, en condición de aprendiz, y aprendían de los levitas más ancianos la regla para el trabajo del santuario.
A los cincuenta años de edad los levitas eran dimitidos de sus trabajos pesados en el templo, pero, él podía seguir trabajando en los trabajos más fáciles del tabernáculo.
LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA Y LAS TROMPETAS. Números 9:1 a 10:10.
Probablemente los israelitas celebraron la Pascua en el desierto una sola vez, pues, los israelitas no observaban la circuncisión en el desierto, por ser este uno de los requisitos para participar de la Pascua.
La Pascua era la fiesta que se conmemoraba la liberación de los hijos de Israel de Egipto, Éxodo 12:1-20. Las trompetas servían para varios propósitos, entre ellos están:
Para convocar a la congregación de Israel para la reunión delante del tabernáculo.
Para indicar a las tribus acampadas al oriente del campamento en el momento de reunirse para partir.
Para reunir a los príncipes de las tribus delante de Moisés.
Para preparar a Israel para la guerra.
Para pedir a Dios las necesidades de su pueblo y conseguir la ayuda divina.
Para que el Señor se acordase de su pueblo durante las fiestas sagradas de Israel y durante el sacrificio de paz y el holocausto.
EL VIAJE DESDE SINAÍ A CADES. Números 10:11 a 12:16.
La partida de Israel a Hobab. Números 10:11-36. Lo más impresionante era ver marchando más de dos millones de personas en perfecta orden militar, cada tribu en su puesto con sus banderas siendo guiados por una nube a un lugar de manantiales de aguas.
La murmuración del pueblo y el desanimo de Moisés. Números 12. Las murmuraciones descritas en este libro se trata de quejas y lamentaciones en el campamento, críticas de los líderes más cercanos de Moisés como Aarón y Maria, y como también la falta de carne. La razón del desanimo de Moisés fue por el excesivo desgaste físico, por cansarse de las quejas del pueblo y por la frustración de no poder satisfacer las necesidades del pueblo.
EL FRACASO EN CADES DEBIDO A LA INCREDULIDAD DEL PUEBLO: Números 13 y 14.
Después de andar más de trescientos veinte kilómetros por las montañas y por el desierto, el pueblo de Israel llegó a Cades, frontera con la tierra de Canaán.
La misión de los doce espías. Números 13:1-25. La misión de los espías era una forma que Dios encontró para sacar la duda del pueblo que no tenían la certeza que Canaán era una tierra de abundancia, pues ellos temían ir a la guerra y querían saber si seria posible conquistar aquella tierra. Dios concedió el pedido del pueblo para que ellos se diesen cuenta del poder de la palabra y de la promesa de Dios. La misión de los doce espías era de ir a mirar a la tierra de Canaán y traer noticias de su grandeza territorial y de su fertilidad, pero, aun así, algunos de los espías tuvieron miedo de conquistarla por que sus habitantes eran muchos, pero Josué y Caleb creían que Dios podía dar esta tierra en manos de Israel.
El informe de los espías: Números 13:26-33. Diez de los espías que habían ido a mirar la tierra admitieron que verdaderamente la tierra fluía leche y miel, pero se apresuraron en hablar sobre los grandes obstáculos, sobre las ciudades fortificadas y sobre los gigantes de aquella tierra, haciendo de esta manera con que el pueblo tuviera más temor, pero Caleb, aclamó al pueblo con palabras de ánimo y fe, Números 13:30.
La rebelión de Israel y el juicio de Dios. Números 14. La rebelión del pueblo fue una vez más debido al reclamo de algunas cosas que no les satisfacían, pero, Josué y Caleb se levantaron , rasgaron sus vestidos y reprendieron al pueblo, por esta razón, el pueblo quería apedrearlos, pero la gloria de Dios cayó sobre el campamento, y él habló a Moisés y dijo que iba a castigar a toda la generación que salió de Egipto, no permitiendo su entrada a la tierra de Canaán, pues dejaría solamente a Josué y Caleb y todos los hijos de los israelitas que habían nacido en el desierto, Números 14:30,31.
ALGUNAS LEYES. Números 15.
La ley de las ofrendas. Números 15:1-31. En este texto Dios da algunas reglas importantes a ser seguidas por los hijos de Israel para cuando entrasen en la tierra de Canaán. Dios se refería sobre las ofrendas de vegetales, de holocausto o sacrificios de animales, de votos especiales, de vino, de pan, de las primicias.
La muerte de un violador del día de reposo. Números 15:32-36. Este hecho se trata de una violación de uno de los más sagrados mandamientos de los israelitas, pues, era prohibido trabajar en el día de reposo. La desobediencia y la falta de cumplimiento de este hombre ocasionaron su muerte.
Franjas en los vestidos de los sacerdotes. Números 15:37-41. Esta fue una ordenanza de Dios por medio de Moisés para usar una franja en los bordes de los vestidos de los sacerdotes para que cuando los hijos de Israel la vean, se acuerden de los mandamientos de Jehová y ponerlos por obras.
LA CONTROVERSIA ACERCA DE LA AUTORIDAD. Números 16 y 17.
La rebelión de Coré. Números 16:1-35. El motivo de la rebelión de Coré fue la contestación a la autoridad religiosa de Aarón y el desafío de Datán y Abiram en cuanto a la administración de Moisés y se constituyó en una de las amenazas más serias que los líderes tuvieron que enfrentar por involucrar el aspecto religioso y político de Israel. Ellos desafiaron la autoridad de Moisés y rechazaron el hecho divino de ser Aarón el único sacerdote de Israel, rechazando de esta manera a Dios y a su palabra. Consecuentemente, ellos recibieron de Dios la justa condenación por sus rebeliones, Números 16:31-35.
La prueba. Números 16:36-50. Moisés no hizo ninguna mención de lo que había hecho por los israelitas, tan poco se justificó ni habló a favor de Aarón, pero, en el día siguiente presentó toda la situación directamente al Señor en oración. Moisés hizo una prueba con Dios para que él mostrase quienes eran los que estaban haciendo divisiones entre el pueblo, y en aquella tarde cayeron muertas catorce mil y seiscientas personas. La mortandad solo cesó después que Aarón hizo expiación por el pueblo.
La vara de Aarón florece. Números 17. En esta ocasión Dios quería probar al pueblo en la elección de Aarón para el sacerdocio y la elección de la tribu de Leví para el ministerio y servicio a Dios en el templo. Fueron traídas doce varas representando a las doce tribus, en cada vara fue puesto el nombre del varón que representaba a cada tribu y fueron puestas delante del arca de testimonio; Dios operó un milagro y la vara de Aarón floreció, quedando comprobado la elección de Aarón para el sacerdocio por la voluntad de Dios.
Sostenimiento de sacerdotes y levitas. Números 18. Dios muestra en este capítulo el cuidado que él tiene por sus ministros. Dios dijo a Aarón que todas las ofrendas traídas a Jehová seria de él, bien como las primicias, la carne del holocausto seria para el sostenimiento de Aarón y de los sirvientes del templo. Podemos aprender en este capítulo que todo aquel que trabaja para la obra de Dios, tiene derecho a sostenerse él y su familia con lo que es traído al altar de Dios, como ser: Los diezmos, las ofrendas, las primicias de la cosecha, las primicias de los animales, etc.
La purificación del campamento. Números 19. Este ritual fue necesario para la purificación de los israelitas, pues, debido a las catorce mil seiscientas personas que murieron en el campamento por la rebelión de Coré, por eso, Dios ordenó a Moisés que preparase el agua de la purificación con las cenizas de la vaca que fue sacrificada y de esta manera todos los que se bañaron con esta agua quedaron purificados.
LAS EXPERIENCIAS EN EL VIAJE HACIA MOAB. Números 20 al 25.
Agua de la roca. Números 20:1-13. Esta fue una experiencia para que los hijos de Israel no se olvidasen de la providencia de Dios, La razón por la cual Moisés hirió la roca para que saliera agua, fue la murmuración del pueblo en el desierto por falta de agua, creemos que en envés de murmurar, el pueblo debería clamar a Dios con toda suplica y seguramente Dios enviaría agua y no hubiera la necesidad de herir la roca para que salga agua, pero, el pueblo siempre murmuraba, y Dios siempre a dado prueba de su cuidado con su pueblo.
Edom rehúsa a dar paso a Israel. Números 20:14-21. Este era el camino más corto para que Israel llegara cerca de la tierra de Canaán, pero Dios endureció el corazón de Edom para que les sirva como merecido y ellos puedan caminar más tiempo por el desierto de la peregrinación. Esta fue una dura prueba, pues, ellos ya estaban cansados de tanto caminar por el desierto y querían llegar a Canaán. De esta manera Dios multiplicó su trayectoria transformando en sufrimiento, cansancio, fatiga del sol caliente, piernas doloridas de tanto caminar, etc.
La muerte de Aarón. Números 20:22-29. Este texto habla sobre la muerte de Aarón que para muchos de los hijos de Israel seria un motivo de alegría, pues, muchos no estaban conforme en la elección de Aarón para el sacerdocio, fue lo que sucedió con la rebelión de Coré, Abiran y Datán. La muerte de Aarón seria el principio de un nuevo ciclo para la vida religiosa de Israel, muchos tenían duda en cuanto el ministerio de Eleazar, por eso había una expectativa en la aceptación de Eleazar como sacerdote de Israel, sin embargo, todavía, Moisés estaba vivo para guiar a Eleazar en cuanto a las ordenanzas de Dios y el cumplimiento de sus leyes.
La serpiente de bronce. Números 21:4-9. Esta es una lección que los hijos de Israel tenían que aprender con la perdida de muchos de sus familiares probando una vez más el peso de las manos de Dios, esta fue una de las muchas experiencias que Israel enfrentó para aprender a obedecer a Dios y guardar su palabra. Esta serpiente tenia una tipología de Cristo, Juan 3:14,15.
Las victorias militares de Israel. Números 21:1-3; 21:10-35. Estos textos muestran el principio de las conquistas de Israel a través de Moisés que daría continuidad por intermedio de Josué, fue desde este punto de vista que Israel empezó a obtener experiencias con los enfrentamientos militares, y empezó a formar ejército para luchar contra el enemigo.
Balaam. Números 22 al 25. Balaam era un profeta de la ciudad de Petor en Mesopotámia. Era un sacerdote adivino conocido por las naciones de aquella época. Balaam al principio bendijo a Israel, pero poco tiempo después por interés personal, lo maldijo y lo hizo pecar a Israel por mandato de Balac, rey de Moab, Números 22:5,6. Según los estudiosos, Balaam antes era un siervo de Jehová, pero, se desvió de la fe, volviendo a las prácticas paganas. Números 22:8. Balaam persuadió al pueblo de Israel a pecar y a cometer inmoralidades, Números 25:1-6. Esta fue la causa de su muerte, Números 31:8. Balaam estaba ciego por las ofrendas financieras de Balac, por eso, Dios tuvo que usar a su asna para reprender a Balaam, Números 22:23-28.
PREPARATIVOS PARA ENTRAR EN CANAÁN
El segundo censo. Números 26. Este segundo censo fue una ordenanza de Dios para Moisés. El objetivo de este censo era sobre todo para preparar un gran ejército para las batallas contra los habitantes de la tierra que Dios había prometido a Israel. En Números 26:2, dice que tenían que ser censado los varones de veinte años arriba; comprendemos aquí que no fueron contadas las mujeres ni los niños. Dios había preparado al pueblo de Israel durante todos estos años en el desierto justamente para que ellos fueran capacitados y adaptados a los climas y diversidades de factores de aquella región, y así poder enfrentar al enemigo de igual a igual. En segundo lugar, Dios sabia que toda la generación que había salido de Egipto, había muerto en el desierto, quedando solamente una nueva generación nacida en el desierto. Los únicos dos varones que salieron de Egipto y entraron en la tierra prometida fueron Caleb y Josué.
Las leyes sobre la heredad. Números 27:1-11. Un caso aislado da ocasión de ser creado una ley sobre la herencia de un hombre sin descendientes masculino, esta fue una ocasión para que haga una legislación justa y con derecho para todos.
Josué es designado sucesor de Moisés. Números 27:12-23. Una de las razones que Dios escogió a Josué para ser el sucesor de Moisés fue principalmente por su sumisión y dedicación que él tenia hacia Moisés y a Dios. Josué era un varón de guerra, valiente y de confianza. El ministerio de Josué fue un tanto diferente al de Moisés, pues, Dios no hablaba cara a cara con Josué así como lo hacia con Moisés, sino que él tenia que consultar a los sacerdotes por medio del Urim y el Tumim, Éxodo 28:30. El ministerio de Josué fue también diferente por que él se dedicó a hacer guerra con las naciones que habitaban la tierra prometida para tomarla definitivamente y poseerla.
Las ofrendas diarias y las leyes de los votos. Números 28 al 30. En estos capítulos Moisés recibe de Dios los reglamentos de las ofrendas diarias y las leyes de los votos. Seria muy importante que el pueblo de Israel entendiese la forma correcta de ofrecer las ofrendas diarias y la forma correcta de cumplir los votos o sus promesas hechas a Dios, por eso, Moisés tuvo la preocupación de escribir en este libro para que se quede como memoria para las futuras generaciones de los hijos de Israel.
La guerra contra Madián. Números 31. Este capítulo vuelve al tema interrumpido en Números25:16, donde Moisés recibe orden de Dios de atacar a los madianitas por haber ellos persuadido a los hijos de Israel a caer en el pecado de idolatría.
Orden concerniente a la ocupación de Canaán. Números 32 al 36. En el capitulo 32, Moisés ratifica la ocupación de la región al este del Jordán por cuenta propia a las tribus de Gad, Rubén y parte de Manasés con la condición que ellos ayudasen a las demás tribus a conquistar la tierra de Canaán. En los capítulos a seguir, Moisés presenta los límites ideales de la tierra de Canaán a ser repartida entre las doce tribus.
Cuatro retos de interpretación principales enfrentan al lector de Números. En primer lugar: ¿Acaso el libro de Números es un libro separado, o es parte de un todo literario más grande: el Pentateuco? Los libros bíblicos de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio forman la Torá. El resto de las Escrituras siempre ven a estos cinco libros como una unidad. El significado definitivo de Números no puede ser separado de su contexto en el Pentateuco. El primer versículo del libro habla del Señor, Moisés, el tabernáculo y el éxodo de Egipto. Esto da por sentado que el lector está familiarizado con los tres libros que preceden a Números. Aún así, todo manuscrito hebreo disponible divide al Pentateuco exactamente de la misma manera como lo hace este texto. En ellos el libro de Números es una unidad bien definida, con una integridad estructural propia. El libro tiene su propio principio, mitad y fin, aunque operando como parte de un todo. De esta manera, el libro de Números también debe ser visto con una identidad singular.
La segunda pregunta de interpretación es la siguiente: ¿Hay un sentido de coherencia en el libro de Números? Es claramente evidente que Números contiene una amplia variedad de materiales y formas literarias. En este libro se encuentran listados de genealogías, leyes, narraciones históricas, poesía, profecía y de viaje. No obstante, todos están mezclados para contar la historia del viaje de Israel del Monte Sinaí a las llanuras de Moab. La coherencia de Números se refleja en el bosquejo que sigue.
Un tercer asunto tiene que ver con las grandes cifras para las tribus de Israel en el 1:46 y el 26:51. Estas dos listas de los hombres de guerra de Israel, tomadas a treinta y nueve años de tiempo, presentan una cifra de más de 600.000. Estas cifras demandan una población total para Israel en el desierto de alrededor de 2,5 millones de personas. Desde una perspectiva natural, este total parece demasiado elevado para el sustento de un número de personas tan grande en el desierto. No obstante, debe reconocerse que el Señor cuidó de Israel sobrenaturalmente durante cuarenta años (Dt. 8:1–5). Por lo tanto, las grandes cifras deben ser aceptadas literalmente.
El cuarto reto de interpretación principal tiene que ver con el profeta pagano Balaam, cuya historia está registrada en el 22:2–24:25. Aunque Balaam decía conocer al Señor (22:18), las Escrituras coherentemente se refieren a él como un falso profeta (2 P. 2:15, 16; Jud. 11). El Señor usó a Balaam como su vocero para hablar las verdaderas palabras que Él colocó en su boca (vea las notas en el 22:2– 24:25).
Cuestionario • Responder
SETEADB. PENTATEUCO. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
HOFF, Pablo. EL PENTATEUCO. Editorial VIDA. USA, 1978.
MacArthur, John. El Manual Bíblico MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2016
Análisis de temas y personas destacados en Números
Dios en Números
Doce Espías
Josué
Balaam
Autodisciplina
Aser
Estandarte
Número 30
Número 60
Levi
Las nubes
Las dos trompetas
Refuerzo espiritual
La perspectiva de los vencedores
Agua purificadora
La serpiente
Blindados por Dios
Aloe y Sándalo
El celo espiritual de Finees
Neftalí
Ministerio Pastoral
Número 9
Gad
Sombra y agua fresca