La Septuaginta traduce el verbo 'reunir' (hebraico qàhal) insertando el término griego ekklêsiazõ, con el significado de "convocar una asamblea" "o asamblea o grupo llamado hacia afuera", verbo cognado del sustantivo del NT. ekklesia, "iglesia".
Al verificar las palabras de Jesucristo, cuando dice: "...edificaré mi Iglesia" (Mt 16.18)1 vemos que en este texto Cristo se refiere a la construcción o edificación de la iglesia que sería establecida sobre la Roca (Cristo). Y, efectiva esta afirmación en su ascensión al Monte de los Olivos, cuando en una frase en modo imperativo a los discípulos dice: "Id". Y en la unción del Espíritu Santo de Dios proclamaban las verdades de Dios con gran osadía que el evangelista Lucas menciona que; "...Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos." (Hch. 2.47).
Por lo tanto, la Iglesia tiene como fundador a quien la compró por un alto precio, Jesucristo.
Jesús también hizo una última recomendación a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén para recibir al Consolador, del que había hablado que enviaría. El revestimiento del Espíritu Santo para la proclamación del Evangelio.
Hay también otros conceptos sobre el inicio de la Iglesia: a) el que afirma que la fundación se dio en el día en que cristo anunció a Pedro que edificaría su iglesia sobre la Roca; b) La concepción que declara que el inicio de la iglesia ocurrid cuando Cristo escogió a los primeros apóstoles.
La Iglesia Primitiva estaba formada, exclusivamente, por judíos. Ellos jamás concebirían que los gentiles pudieran hacer parte del Cuerpo de Cristo.
En su ministerio terrenal, de aproximadamente 3 años y medio, Jesús elige y camina todo el tiempo con algunos hombres de diferentes clases socioculturales; quienes, en su mayoría, poseían sus buenos empleos, pero cuando escucharon el llamado del Maestro, obedecieron sin cuestionar. También se puede observar que, estos mismos discípulos al recibir las últimas instrucciones del Maestro Jesús en el Monte de los Olivos, traen consigo, indudablemente, muchas indagaciones. La impresión que se tiene es que no habían asimilado casi nada de lo que Jesús les había enseñado todo aquel tiempo. Observe el cuestionamiento: "Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?" (Hechos 1.6). En realidad. hay dos cuestionamientos incrustados en esta oración.
El teólogo Matthew Henry destaca bien estos dos temas cuando escribe:
a) "Ciertamente no lo restaurarás a los actuales gobernantes de Israel, a los principales sacerdotes y a los ancianos, que te mataron y, para cumplir este designio, entregaron mansamente el reino a César y se confesaron a sus súbditos. ¿Qué? ¿Los que te persiguieron a ti y a nosotros recibirán tal poder? Lejos de ti sea.
El cuestionamiento estaba directamente relacionado con el judaísmo; ya que la razón del rechazo de Jesús por parte de sus hermanos (judíos) fue por haber nacido pobre, y ellos esperaban un Rey poderoso que librara a Israel del gobierno romano.
Los discípulos, aun habiendo caminado, día a día con el Maestro, todavía no tenían discernimiento, que Jesús traía consigo algo mucho más grande que un reino humano, la salvación que El ofrecía estaba relacionada con la vida eterna, por lo tanto, era un reino espiritual, físico, moral, intelectual, social, entre otros. Por encima de cualquier reino o principado.
b) "La indagación de los discípulos acerca del tiempo de este evento: 'Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?' Ahora que nos has reunido para este propósito, ¿qué medidas apropiadas se pueden tomar para la restauración del reino de Israel? Por supuesto, no puede haber una situación más favorable que esta".
En esta asertiva los discípulos estaban tratando de determinar el tiempo en que Jesús establecería su reino en la tierra; buscando anticipar las deliberaciones divinas. Más aún por el hecho de que Jesús había prometido que reinarían con Él y se sentarían en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. ¡Cuánta pretensión!
Jesús los reprende con severidad: "No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;" (v. 7). La respuesta vino a la altura; y los discípulos, aún sin entender por qué; se convencieron de que la Soberanía Divina no puede ser examinada por la mente o la sabiduría humana.
Al darse cuenta de la ausencia del Maestro Jesús, cierta los discípulos y demás que estaban en el Monte de los vieron ascender al Cielo, quedaron atónitos por el hecho. q comprender del todo la situación, buscan respuestas a sus cuestionamientos en la forma más precisa y absoluta, la oración. el mejor camino a ser tomado, ya que la recomendación de fue esta; 'quedaos en Jerusalén.
Sin embargo, quedarse en Jerusalén implicaba en actitud; y esto lo aprendieron del Maestro; la oración da vencer, pues se dieron cuenta de las innumerables veces que se había retirado para orar.
La expresión. hasta que seáis investidos de poder dese alto. (Lc. 24:49); probablemente había quedado grabado en sus razones, estaban seguros de que el sentimiento de pérdida (Maestro) solo podría ser llenado por este Poder que Él había prometido enviar.
En el día de Pentecostés, Ja Sagrada Escritura nos dice que: "estaban todos unánimes juntos... y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas" (Hechos 2.1-4)
Parecía haber habido una metamorfosis, los discípulos y los demás miembros de la Iglesia de Cristo, ahora, ya no tímidos; pero, llenos de osadía, predicaban el evangelio con la autoridad del Espíritu Santo. La Promesa se había cumplido. ¡Gloria a Dios!
Para saber aún más sobre las características de los primeros cristianos, busca en el Libro de Historia de la Iglesia Cristiana, de esta colección en su primera Unidad.
Se puede comprender a la Iglesia en las diferentes metáforas las que se refiere; como, por ejemplo, Iglesia Universal o Local
Se trata de la identificación que el mismo Jesús hace de su Iglesia:
"Edificaré mi Iglesia" (Mt 16.18); y el apóstol Pablo que menciona
"Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella" (Ef. 5.25),
El término 'Iglesia Universal' se refiere a la Iglesia de Costo. ya que está compuesta por miembros de las más diversas situaciones, ya sean históricas. culturales. raciales o étnicas y socioeconómicas.
Esta Iglesia es compuesta por seres humanos que han aceptado. por la Fe, al Señor Jesucristo como Señor de su vida: e Ingresaron a las filas de los miles y miles de salvos.
Existe también dos términos que son usados comúnmente para identificar. en algunos casos, a la iglesia universal, que son: 'iglesia ecuménica' e 'iglesia católica'. Como ecumenismo se entiende, hoy, como la reunión de diferentes denominaciones en un lugar seleccionado para un determinado evento o reunión. El término católico' , aunque fuertemente relacionado con la Iglesia Católica Romana: tiene en su significado simplemente 'universal'. Por Io tanto, el término 'católico' y 'universal' son cognados entre sí y pueden ser representados con el mismo significado.
La Iglesia Local, por supuesto, no es más que una réplica de la Iglesia Universal.
La Iglesia Local puede ser vista en varias situaciones, como sigue; puede ser la Iglesia en casa (residencia), "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." (Mt. 18.20); la Iglesia que está en una ciudad (2 Cor. 1.1 la Iglesia que está en una determinada región geográfica (Hechos 9:31
Para evitar errores en la definición de lo que es o no es la Iglesia de Cristo; se puede tomar como ejemplo la excelente definición del teólogo Wayne Grudem:
Podemos concluir que un grupo del pueblo de Dios considerado desde el nivel de grupo local hasta el universal puede ser llamado correctamente 'la iglesia'. No debemos cometer el error de decir que solamente una iglesia que se reúne en casas expresa la verdadera naturaleza de la iglesia; ni que sólo una iglesia a nivel de una ciudad puede ser correctamente llamada iglesia, ni que sólo la iglesia universal pude ser llamada apropiadamente con el nombre de 'iglesia'. Por el contrario, la comunidad del pueblo de Dios vista en cualquier nivel puede ser correctamente llamada iglesia.
La Iglesia de Cristo es genuinamente invisible. Como el Apóstol Pablo, dentro de la Iglesia local o universal ni todos fieles; seguramente entre los salvos se hallará la cizaña según registra el evangelista Mateo 13.24-30. Ni todos tienen un recto y sincero ante Dios; al examinar el pasaje mencionado el trigo y la cizaña, se encontrará que la cizaña no se puede distinguir del trigo, observado por los ojos humanos; sólo Dios, que conoce las intenciones del corazón y escudriña a cada ser humano puede hacer esta distinción, hoy. Y pronto, en el arrebatamiento' habrá la gran separación entre los justos y los injustos. Como define Wayne Grudem; "la iglesia invisible es la iglesia como Dios la ve".
Veamos lo que dice el teólogo Stanley M. Horton sobre la iglesia invisible:
La expresión luterana simplemente indica que la Iglesia es invisible por ser de naturaleza es esencialmente espiritual: los creyentes están invisiblemente unidos a Cristo por el Espíritu Santo, las bendiciones de la salvación no se pueden discernir por el ojo natural, etc.
La Iglesia visible es toda aquella compuesta por personas que profesan el señorío de Jesucristo en sus vidas. Y, sin embargo, no es posible para ningún ser humano identificar quién pertenece a la iglesia visible y a la invisible. Pablo describe este tema al mencionar en su carta a Timoteo, cuando dice: "Conoce el Señor a los que son suyos..." (2 Tim. 2.19). Por lo tanto, solo Dios tiene el Poder y el Derecho de visualizar a los que son suyos.
Stanley Horton afirma; "La iglesia invisible, sin embargo, asume una forma visible en la organización externa, terrenal".
Al pensar en la iglesia como organismo Institucional; podemos tomar como ejemplo la época del emperador Teodosio, quien en el año 378 d.C., hace del cristianismo la religión oficial del Imperio. Lo que perjudica grandemente la autenticidad de los miembros de la Iglesia de Cristo. Algunos retomando la persecución deshumana de la Iglesia por parte de los mismos emperadores; buscan obedecer la orden de Teodosio sin dudar, imaginando que podrían sufrir represalias si procedieran de forma contraria. Y así, la iglesia se llena de 'fieles', sin que haya una conversión genuina de la mayoría.
Ciertamente, puede ser transmitida a sus especificidades, cuando idealizadas, diseñadas y ejecutadas por el Dios Trino.
Las principales cualidades inherentes a la Iglesia de Cristo, que se pretende describir en esta unidad de estudio, se refieren a su Unidad, Santidad y Propósito.
Al pensar en el término unidad, se puede identificar erróneamente con el término 'una' -cuantitativa- pero, al tratarse de la iglesia de Cristo, se deben tener en cuenta cuestiones de administración y gobierno, énfasis litúrgicos y teológicos, entre otros. Pero lo que se ve en realidad es una multiplicidad de denominaciones, cada una con su propia identidad. Es evidente que los apóstoles, y por consiguiente, los Padres de la Iglesia, no imaginaban una variedad de iglesias. Sin embargo, la unidad de la iglesia solo puede ser pensada como una actuación divina. No es necesario que haya una sola iglesia, que siga a una sola administración y Credo religioso o costumbres; sino una iglesia unida por el Espíritu Santo de Dios.
El teólogo Carios Caldas distingue bien esta mala moral que azota a la Iglesia de Cristo:
"El Espíritu Santo es responsable de la unidad.
Esta unidad 'externa' e 'invisible' de la Iglesia debe ser buscada, en la medida de fo posible, para hacerse visible. Esta afirmación no defiende a la unión de las iglesias en una sola, pero destaca el hecho de que, a menudo, grupos que comparten la Fe cristiana ortodoxa (a pesar de las diferencias litúrgicas o administrativas) son marcados más por la competencia que por la cooperación... El impresionante crecimiento numérico de la comunidad evangélica en Brasil tiene como "efecto colateral" fa pulverización de las iglesias, proveniente, en muchos casos, no de crecimiento saludable, sino divisivo...
No es que se defienda la iglesia única, como ya hemos dicho, sino que haya buen sentido común en las divisiones. Varias veces; se observa que ciertas separaciones causaron un crecimiento aún más grande para la iglesia.
Como atributo Comunicable, es uno de los más contundentes y de difícil asimilación dentro del contexto cristiano. Al pensar que un pobre ser humano puede ser llamado 'santo' , causa, inmediatamente aversión a todos los que escuchan. Pero, en resumen, esta expresión 'santo' no procede del hombre, sino de la Sagrada Escritura; el apóstol Pablo, lleno del Espíritu Santo, escribe: "...a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos..." (1 Co. 1. 2). Por tanto, todo el que está en Cristo Jesús es llamado santo; esta nomenclatura se vuelve inviable por el hecho de que la Iglesia está formada por seres humanos fallos y pecadores; son salvos mediante el perdón de los pecados por el poder de la sangre de Jesucristo; por lo tanto, llamados 'santos' o 'santificados'.
El escritor C. S. Lewis, hizo la siguiente declaración acerca de la falta de santidad del pueblo de Dios:
Si algún día fuere escrito el libro que no he de escribir, deberá ser la confesión de toda 'a cristiandad acerca de la contribución especifica de la cristiandad a la suma de la crueldad y traición de la humanidad Gritamos el nombre de Cristo y actuamos al servicio de Moloch.
Aunque algunos puedan definir la afirmación anterior como demasiado fuerte, al contemplar el contexto evangélico contemporáneo, fácilmente se pueden identificar personas que dicen ser miembros de la iglesia de Cristo, pero que en ningún momento dan testimonio o prueba de santidad: trayendo, indudablemente, escándalo al Cuerpo de Cristo. Y lo que la Sagrada Escritura afirma sobre estos individuos, deja claro el fin que los espera (Mt. 18.7,8; Ro. 16.17,18).
Es necesario en este punto mencionar el texto bíblico en la carta a Hebreos 12.14 que amonesta a todo cristiano convencido de su Fe en Cristo; "Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor...". Esta recomendación debe permanecer grabada en el corazón de aquellos que anhelan heredar el cielo y estar para siempre con Cristo.
La esencia del Propósito de la Iglesia está directamente relacionada con el Propósito de Dios en la Salvación de la humanidad. La Iglesia ya estaba proyectada desde la fundación del mundo. Después de Génesis 3; El propósito de Dios siempre apunta al 'Cordero de Dios que quita el pecado del mundo'. Al llamar a Abraham, Dios separa para sí un pueblo que debería proclamar su nombre a todos los pueblos; haciéndoles entender que fueron creados, exclusivamente, para adorar a Dios; pero en vez de eso lo que ves es una rebelión generalizada. El pueblo de Israel no logra entender el Propósito de Dios. Una y otra vez Dios llama a sus hijos al arrepentimiento; pero el único capaz de ejercer la función de intermediario entre Dios y el hombre; es Jesucristo - el Hijo de Dios, Sin duda alguna, era necesario que haya un sacrificio; pero no un sacrificio animal, sino un sacrificio vivo, puro y santo. Y si la Santa Biblia menciona que 'todos' pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios. Dios ve una sola alternativa, enviar a Su HIJO Unigénito, Su Primogénito. el Hijo de Su Amor Quien, Sin pecado, se hizo pecado para toda la humanidad.
Y la Iglesia entra en este contexto como agente directo de Dios en la tierra; como multiplicador de la enseñanza de la Palabra, todos los cristianos identificándose como verdaderos adoradores.
La evangelización es explicada por Jesús en su último discurso a sus discípulos, cuando dice: "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.' (Hch. 1.8). No hay duda de la incumbencia del Maestro Jesús. Todo creyente debe cumplir este 'Id'; este llamado a la evangelización está directamente direccionada a todos los que profesan la Fe cristiana.
El teólogo menciona la misión evangelizadora de la Iglesia de la siguiente manera:
"El evangelismo local, la extensión o la implantación de iglesias, así como las misiones mundiales, son una única cosa. La única diferencia está en la distancia radio de alcance".
Este tercer propósito de la Iglesia está directamente relacionado con la edificación mutua. La admonición de las Sagradas Escrituras apunta a una vida, tanto de edificación personal como conjunta. Pablo advierte que debemos edificarnos unos a otros (2 Tes. 5.11).
Y, para terminar este punto, se puede mencionar la afirmativa de Pablo a Efesios 5.26,27, cuando dice: para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha"
Por tanto, la meta de todo cristiano debe ser, no sólo llevar a
las personas a la experiencia del Nuevo Nacimiento, sino acompañarlas en su trayectoria hacia Dios, como cristianos "perfectos en Cristo" (Col 1.28),
La responsabilidad social del Pueblo de Dios se remonta a los tiempos del Pueblo de Israel. Al observar el primer capítulo del Libro del profeta Isaías, se puede ver claramente la indignación de Dios con su pueblo por no tomar en cuenta la causa de las viudas, los huérfanos y los pobres en general.
Se hace notorio, la preocupación de Dios en que, aquellos que profesaban su nombre tuvieran compasión y pudieran demostrar esta condición desarrollando el trabajo social.
En el siglo XXI, existe la preocupación de los miembros de la Iglesia de Cristo en relación al servicio social; se piensa en esta condición como asistencialista, o relativa a la Teología de la Liberación que predica el evangelio como expresamente a la práctica de la actividad social.
Al retomar el ministerio de Jesucristo en la tierra, se puede ver que su demostración de amor y compasión por los más pobres era constante, sin jamás dejar de ofrecerles el pan de vida, Su palabra, la Palabra de salvación. Esto requiere reflexión, dado que Jesús no sólo alimentaba espiritualmente a las multitudes; pero, se hace necesario resaltar su preocupación por su alimentación física. Veamos uno de los textos bíblicos que evidencia esta afirmación. Por ejemplo:
a) Marcos 6.30-44: menciona la gran compasión que Jesús sintió por la multitud hambrienta; cuando sus discípulos ya cansados de su trabajo, donde muchos fueron sanados y liberados por el poder del nombre de Jesús; casi desfallecidos, Jesús recomienda que se alejen a un lugar desierto para que se alimenten y descansen un poco; sin embargo, la multitud, reconociéndolos y verificando a dónde iban, llegaron primero a su destino y los esperó. Y Jesús, mirando a esa multitud, los ve como ovejas que no tienen pastor y se compadece de ellos. Entonces empieza a enseñarles muchas cosas, y van pasando las horas. Sus discípulos preocupados por la gente hambrienta piden a Jesús que despida a la multitud para que busquen alimento, y Jesús, el Hijo de Dios, les recomienda que ellos mismos les den de comer. Es un momento de gran expectativa para los discípulos, quienes le dicen a Jesús que no hay con qué comprar tanto alimento; el Maestro les pide que vean lo que hay por allí; y encuentran cinco panes y dos peces, y de esta pequeña porción Jesús provee para que todos coman y aún sobraron algunas canastas de panes y pescados.
En este aparte, Jesús está enseñando no solo a sus discípulos cómo deben actuar con relación a la sociedad, sino también a su Iglesia en un modo general, incluyendo la Iglesia del siglo XXI.
Si el Amor de Dios habita realmente en nosotros, pronto asumiremos como responsabilidad de la Iglesia el ejercicio de las obligaciones sociales, es decir, visualizar siempre el ministerio de Jesús e imitarlo, Como bien menciona el apóstol Pablo; "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." (1 Co. 11.1).
Se sabe que la Iglesia tiene su inicio en el Monte de los Olivos, sin embargo, Jesús al comisionar a sus discípulos no los abandona a su suerte; El los capacita en la fuerza de Su Poder y en la Unción del Espíritu Santo para que difundan el evangelio. (Mt. 28.18; Hch. 1.8)
Asimismo, la Iglesia como organización ya es constituida con los discípulos y, en seguida, por los Padres de la Iglesia. Éstos, en el periodo de la Persecución, tuvieron que luchar en dos frentes; en la propagación del evangelio y en la lucha contra las herejías que pretendían entrar en la Iglesia de Cristo. Para refutar estas últimas, los Padres de la Iglesia vieron la necesidad de elaborar el Credo Religioso, es decir, las reglas o dogmas disciplinarios para los miembros de la Iglesia. Basado en el Credo apostolico.
Aún así, el teólogo Earle E. Cairns; expresa bien la definición de Credo, como sigue:
Un credo es una declaración de fe para uso público; contiene artículos indispensables para el mantenimiento y el bienestar teológico de la iglesia. Los credos se han utilizado para poner a prueba la ortodoxia, identificar a
Los creyentes entre si y servir como un resumen claros de las doctrinas esenciales de la fe.
Jesús en su vida terrenal dejó a los discípulas algunas ordenanzas por cumplir: o que estén presentes en la Liturgita de la iglesias son ellas.
La Palabra no es más que las verdades de Dios. Desde el Antiguo Testamento Dios hablaba a su pueblo a través de los Profetas
El Nuevo Pacto trae a Jesucristo, la Palabra Viva. Él es el Verbo encarnado.
Cuando Jesús, a la edad de doce años, es encontrado por sus padres entre los doctores; Él estaba, simplemente, demostrando que vino a buscar. Además de ser la Palabra Viva de Dios, Jesús proclamaba el reino de su Padre aquí en la tierra. Con esto, enseñaba a los discípulos la necesidad de la explicación de la palabra: en la parábola del sembrador menciona que 'la semilla es la Palabra de Dios' (LC 8.11) o 'la Palabra es la semilla del evangelio'.
Es la palabra que purifica la vida del cristiano: "a vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado" (Jn. 15.3).
La práctica del bautismo en agua ha sido parte de la Igiesta incluso antes de su fundación. Ya había en la antigüedad, varias prácticas de bautismos; sin embargo, el precursor de Jesús, Juan Bautista, ha estado predicando un bautismo de arrepentimiento
2.2.1 - Definición Etimológica:
La palabra griega "baptizo" significa "sumergir, zambullir, hlhr' totalmente en agua. Esto quiere decir que el bautismo desde se hace por inmersión, es decir, la inmersión de todo el cuerpo una persona en agua.
2.2.2 — El Modelo para el Bautismo:
El propio Jesús da el ejemplo cuando se deja bautizar porJuan s importante observar las palabras de Jesús para persuadiraJuan que lo bautice; veamos:
"Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mi? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque asi conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó." (Mt 3.13-15).
Cuando Jesús parte del presupuesto de 'cumplir toda justicia' , se refiere a la Justicia de Dios y concordando con la predicación de Juan sobre el arrepentimiento para el perdón de los pecados y, por consiguiente, la garantía de entrar en el Reino de Dios.
Sin duda, El bautismo de Juan Bautista, como atestiguan muchos historiadores era bautismo por inmersión.
En la Iglesia Primitiva, el bautismo en agua era parte integral de la vida cristiana, como afirma el teólogo F.E Bruce, cuando dice:
"La idea de un cristiano no bautizado realmente ni siquiera es contemplada en el Nuevo Testamento.
El bautismo para el cristiano neotestamentario significaba mucho más que una membresía en una comunidad o sociedad, en si; representaba una única y totalmente intrinseca autenticidad de la fe cristiana, en Jesucristo; haciéndolo Señor absoluto de sus vidas.
El teólogo Wayne Gludem define muy bien este tema del bautismo, cuando dice:
…el acto del bautismo no es meramente simbólico. Es mejor decir que cuando hay fe genuina por parte de la persona bautizada, y cuando la fe de la iglesia que atestigua e/ bautismo es estimulada e incentivada por la ceremonia, entonces el Espíritu Santo ciertamente actúa a través del bautismo, que así se convierte en un 'medio de gracia' por el cual el Espíritu Santo derrama bendiciones sobre la persona bautizada y también sobre la iglesia.
Todo aquel que muestre arrepentimiento de los pecados y pr fese a Cristo Jesús como Señor y Salvador; si demuestra una f digna de ser aceptada por la iglesia, podrá ser bautizado después de pasar por un curso pre-bautismo.
Ejemplos bíblicos de bautismo: Felipe, en Samaria, predicaba la Palabra con osadía y muchos aceptaban el evangelio e iban siendo bautizados (Hch. 8.12); La salvación en la casa de Cornelio es uno de los hechos más interesantes de la salvación de gentiles, cuando Pedro predicaba, el Espíritu Santo descendía sobre ellos y hablaban en otras lenguas, no había razón para no ser bautizados en las aguas (Hch. 10.44-48).
Muerte. El descenso del candidato a las aguas lo identifica con la muerte de Jesucristo. Significa que el candidato está muerto al pecado y a su vida pasada. El viejo hombre está muerto para dar lugar a una nueva vida.
Sepultamiento. La inmersión (sumersión) del bautizado en agua apunta a su sepultura con Cristo. Es la manera de proclamar al mundo que allí sepulta para siempre a la vieja criatura que fue para resucitar como nueva criatura.
Resurrección. El tercer significado está relacionado con la nue- va forma de vida que el postulante llevará a partir de entonces como hijo de Dios.
Signo simbólico. El bautismo en agua es como la Cena del Señor, una señal simbólica. De ahí su importancia como elemento significativo esencial del lavamiento (literalmente 'baño-ducha') regenerador y renovador del Espíritu Santo (Tit. 3.5,60) que Él derramó sobre nosotros generosamente.
Bautismo de niños. Aunque algunos segmentos de la Iglesia (Luteranos, Episcopales) adopten el bautismo infantil, alegando que esta práctica reemplaza la circuncisión judía, no encontramos ninguna instrucción en la Biblia para este tipo de argumento. El bautismo es para el pecador adulto, arrepentido y convertido.
Jesús constituyo la Santa Cena al ordenar:
Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discipu/os, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tornando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel dia en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. (Mt. 2626-29)
Este hecho ocurrió en la Fiesta de la Pascua, Jesús participa de la Ultima Cena con sus discípulos; y así instituye este acto solemne, que representa la comunión o renovación de la Alianza - La Nueva Alianza - Jesucristo - El Cordero Pascual.
La cuestión del cuerpo y de la sangre son representativas, como el mismo Jesús describe 'en memoria de mí; el término traducido por el recuerdo griego "Anamnêsis"; esta memoria está relacionada con el pasado; al presente y al futuro; que es la esperanza ultima de todo cristiano, estar para siempre con el Señor Jesucristo y cenar con Él.
Los componentes de la Santa Cena son simbólicos; representando su muerte en la Cruz del Calvario. Esto no quiere decir que en el momento de la Santa Cena se participe de la carne y de la sangre, no; se trata apenas de una simbología; por lo tanto, no se debe considerar la transubstanciación; pero sólo la simbología del acto de comunión.
Todo cristiano debe participar de la Santa Cena, ya que esto también significa Comunión con el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Staley Horton tiene una definición contundente al respecto, cuando menciona:
El relacionamiento vertical entre los creyentes y el Señor se complementa con la comunión horizontal uno con los otros. Amar a Dios está vitalmente asociado con amar a nuestro prójimo (Mt. 22.37-39). Una comunión tan perfecta con nuestros hermanos y hermanas en Cristo exige rompimiento todas las barreras (sociales, económicas, culturales, etc.) y ajustamiento de cualquier detalle que tienda a destruir la verdadera unión. Sólo así la Iglesia podrá participar genuinamente (o tener Koinõnia) del cuerpo y de la sangre del Señor y ser verdaderamente un solo cuerpo (1 Cor 10.16-17)
Se entiende como Santa Cena como a la genuina Comunión del creyente con Cristo, pero también entre los hermanos. La lectura hí. blica habitual en la ceremonia se encuentra en I Corintios 11.17-34. donde el apóstol amonesta a la Iglesia de Cristo a tener mucho cui! dado al participar de la Cena; porque si hay alguna disensión, debe haber una reparación antes de que él tome el cuerpo y la sangre del Señor, 'porque el que bebiere indignamente será culpable del cuer. po y la sangre del Señor;' por lo tanto, cualquiera que asi proceda traerá a sí mismo condenación en lugar de bendición.
La disciplina eclesiástica puede y debe ser considerada también una ordenanza bíblica para la Iglesia. Aunque no se ajuste en el mismo perfil que las ordenanzas mencionadas anteriormente por Jesús, tiene un papel fundamental como práctica religiosa en la vida de los miembros del Cuerpo de Cristo y en las iglesias locales.
El Término Disciplina. En la Biblia este término es usado en varios sentidos. Normalmente está vinculado al ejercicio del orden y la piedad cristiana, así como a las medidas correctivas que deben aplicarse dentro de la iglesia.
Tipos de Disciplinas. Se encuentran en la Santa Biblia algunos tipos de disciplinas que deben ser practicadas por la Iglesia, que son: la divina (Hch. 5.1-11); disciplina personal o propia (1 Cor. 11.31) y disciplina del hogar (Ef. 6.4).
Instrucción dada por Jesús. En Mateo 18.15-19, encontramos al Señor Jesús, enseñando, sobre cómo tratar a ta causa de una ofensa cometida por un hermano contra su prójimo en la vida de la iglesia naciente. Esta situación, en cierto modo, se ha convertido en un principio básico dado por el propio Jesús para la disciplina en la ida de la Iglesia en todos los tiempos.
Necesidades y Propósitos. La disciplina, cuando se aplica c0ectamente, tiene como objetivo restaurar al defraudador y v esterrarlo del convivio cristiano. Algunos de sus propósitos son,
Mantener la reputación del Nombre de Dios, proteger a la Iglesia de la influencia del pecado, imprimir temor y temblor en la comunidad, promover la restauración y salud espiritual y moral del pueblo de Dios, y salvar el alma del creyente defraudador, devolviéndole a la comunión.
Quién debe Aplicar la Disciplina. Es la propia iglesia la que debe ejercer el papel que el Señor le ha confiado, aplicando en la vida de sus miembros la disciplina necesaria. Pablo censuró a la iglesia de Corinto por no aplicar la corrección necesaria a un miembro que era defraudador y traía consecuencias graves para la vida diaria de aquella comunidad local.
La Misión de la Iglesia se remonta al Edén, pues desde Génesis 3, Dios ha ido trazando el camino de Salvación para la humanidad.
Al verificar la separación de Abraham e Israel como Pueblo elegido (la Congregación de Dios), se puede imaginar que Dios en este momento estuviera haciendo acepciones de las personas; pero en realidad la pregunta apuntaba a la acción salvadora de Dios, ¿cómo? Él separa a un hombre y, por lo tanto, a un Pueblo, para que este grupo de personas influenciara o enseñara a las demás naciones y pueblos a adorarlo. Dios los vuelve sus representantes en la tierra. Pero este intento fracasó porque el pueblo de Israel rechazó a Jehová como su Rey, prefiriendo el gobierno humano (1 Sam. 8.4-8).
Sin embargo, Dios no se dio por vencido con el humano. El pueblo lo rechaza, Dios se calla, por aproximadamente 400 años. Pero recuerda a su promesa y la renueva.
Con el nacimiento de Jesús tienes una nueva perspectiva espiritual: surge. la Nueva Alianza, a través de él la salvac16n se personificaría.
La esencia de la Misión de la Iglesia está directamente ligada al ministerio terrenal de Jesús.
En el Nuevo Testamento, la Iglesia se identifica como la expresión plena de la representatividad de Dios en la tierra.
Veamos lo que menciona el teólogo Stanley Horton:
Nuestro ministerio es legítimo sólo si representa de manera veraz el ministerio de Cristo. Cualquier esfuerzo dirigido hacia el ministerio de Cristo debe reflejar la solicitud del Salvador por la redención eterna de la humanidad. Cristo camina entre nosotros con la firme intención de ministrar a los perdidos, los quebrantados, los cautivos y los oprimidos de este mundo. Ser cristiano es preguntarse dónde Cristo está obrando y cómo podemos participar en su obra. Este propósito eterno es la única causa digna de nuestra filiación, y hacia la cual vale la pena llevar al pueblo de Dios.
El llamado de Cristo a su Iglesia está registrado en el evangelio de Mateo 28.18-20 (Biblia de Estudio Plenitud), que dice:
Acercándose, Jesús les dijo: 'Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo Io que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo. ¡Amen!
A partir de esta declaración, Jesús está confiando la continuación de su ministerio a la Iglesia. Corresponde a cada creyente desarrollar este ministerio de la mejor manera posible. El apóstol Pablo también en su segunda carta a los Corintios 5.20 menciona: '...somos embajadores (representantes) en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros'. No hay como medir esta confianza que el Padre y el Hijo depositan en los pequeños seres humanos, sujetos a las más variadas faltas y pecados, Sin embargo. este llamado es un privilegio que requiere mucha responsabilidad, vigilancia. temor y dedicación
Es de entera responsabilidad de la Iglesia proclamar el evangelio, pero es el Espíritu Santo de Dios el que produce el arrepentimiento en el corazón del pecador. Es Él quien "convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio" (Jn. 16.8),
Uno de los movimientos que reactivó la visión misionera a principios del siglo XX fue el Movimiento Pentecostal; especialmente el de la calle Azusa, protagonizado por William J. Seymour, quien menciona ei bautismo con el Espíritu Santo como uno de los motores propulsores de la propagación del evangelio a todas las tribus, lenguas y naciones. Fue a partir de este movimiento que surgieron varias agencias misioneras; algunos con el objetivo a misiones culturales, otras transculturales.
William J. Seymour hace la siguiente descripción:
Quien es bautizado con el Espíritu Santo tiene el poder de Dios en su alma y tiene poder con Dios y con los hombres, poder sobre los reinos de Satanás y sobre todos los emisarios de este.
Se puede ver en este contexto que el Espíritu Santo de Dios está siempre en movimiento; por Io tanto, aquel que está lleno de él, no podrá quedarse estancado, porque este mismo Espíritu lo impulsará a hablar del Amor de Jesús a los perdidos; y ciertamente les presentará el mensaje de salvación, ofreciéndoos la vida eterna en Cristo Jesús. Siendo el Espíritu Santo movimiento, acción; ocasionó una verdadera revolución en los cristianos en la época del renacimiento del pentecostalismo.
Sin embargo, el teólogo e historiador pentecostal Stanley Frodsham insistía en que "la esencia del Movimiento Pentecostal, en sus inicios, no era hablar en lenguas, sino engrandecer la persona del Señor Jesucristo". Otra declaración que llama la atención es la del teólogo, J. Roswell Flower, en 1908 que dice;
el significado del bautismo con el Espíritu y su impacto en la Iglesia y su misión:
El bautismo con el Espíritu Santo no consiste simplemente en hablar en lenguas. Tiene un significado mucho más grandioso y profundo. Llena nuestras almas con el amor de Dios por la humanidad perdida.
Cuando el Espíritu Santo entra en nuestro corazón el espíritu misionero entra junto,' son inseparables entre sí... Llevar e/ evangelio a las almas hambrientas en este país y de fo demás es simplemente el resultado natural de ser bautizados en el Espíritu Santo.
Entonces, todo el esfuerzo de Dios, en reconciliar a la humanidad consigo mismo, está directamente relacionado con demostrar que es posible que el ser humano, transformado por el Espíritu Santo, refleje la Gloria de Dios, esta fue la razón por la cual el hombre ha sido creado. Jesucristo es la expresión máxima de la revelación de Dios a los hombres. A través de la muerte y resurrección de Jesús, se restaura la comunión entre Dios y los hombres. Y hoy, más de dos mil años después, el mensaje del evangelio tiene el mismo efecto; porque el dueño de las buenas nuevas, Jesucristo, 'el Señor de la Historia', continua vivo y derramando Poder desde lo Alto sobre todo aquel que se ponga ante su presencia en santidad y novedad de vida, a fin de anunciar el evangelio de la salvación.
El teólogo Melvin Hodges describe la misión evangelizadora d la Iglesia en tres aspectos distintos, pero correlacionados entre sí estos son:
a) Ministerio a Dios: llamados para adorar al Dios Vivo.
b) Ministerio para ministrar a los miembros de la propia iglesia todo cristiano ejerce los dones y la 'Koinónia' de alabanza, edificando a los demás miembros de la congregación.
c) Ministrar la Palabra de Salvación o la Proclamación del evangelio de Jesucristo a los perdidos.
En 1910, en un Congreso Misionero en Escocia, sus líderes pusieron; antes de que el siglo se termine, vamos a transformar mundo en un mundo Evangélico.
A partir de esta asertiva, lo que se ve a continuación es la pronta apertura de varias Agencias Misioneras para evangelizar, con urgencia el Mundo de la actualidad.
Finalizando, se puede decir que la misión de la Iglesia en la Tierra es Evangelizar el Mundo.
A pesar de la existencia de un catálogo más completo de dones espirituales y ministeriales, nos enfocaremos solamente en cuatro categorías: presbítero, diácono, pastor y evangelista. Aquel que se dedica al servicio cristiano se caracteriza por la palabra esclavo (del griego "doulos"), comúnmente "siervo". Los que sirven al Señor son esclavos de Dios y de Jesucristo (Tit. 1.1; Gal. 1.1; Stg. 1.1).
Con respecto a la palabra ministro, el hebraico usa la palabra "meshãrêth" (leitourgos) en la Septuaginta. El término se usa en el Nuevo Testamento en sentido cristiano, pero originalmente se aplicaba al servicio público, como aquel que podría ser ofrecido al estado por ciudadanos ricos. Entonces pasó a un sentido religioso. Cristo aparece como el "leitourgos" del templo celestial (Heb. 8.2) y los ángeles son espíritus "litúrgicos", ministradores (Heb. 1.14). Pablo se describe a sí mismo como el "leitourgos" de Jesucristo, ministro "hierourgõn" del Evangelio de Dios (Rom. 15.16). Para expresar la idea de ministerio profesional o sacerdotal, el Antiguo Testamento usa normalmente el verbo "sharath" y sus correlatos (ministrante).
Pastor es el siervo de Dios que tiene la responsabilidad de cuidar y servir al rebaño del Señor. Debe tener el "don" pastoral específico para tal fin. De lo contrario, la actividad pastoral no pasará de mero profesionalismo en el área del ministerio. El amor y el celo la vida de la colectividad (iglesia) deben ser vuestra motivación. El pastor tiene una alianza con el rebaño (su pueblo) el cual debe ser cuidado "no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey' (1 Pe. 5,2-3). En cuanto a las calificaciones del pastor, las podemos encontrar enumeradas en el libro de 1 Timoteo 3.1-7.
Los pastores deben ser hombres de niveles elevados, principalmente en la vida moral y espiritual, sirviendo de ejemplo al rebaño (1 Pe. 5.3). Debe ser irreprochable, monógamo (marido de una sola mujer), moderado, sensato, respetable, hospitalario y capaz de enseñar (don de maestro — lit., "pastores docentes"). No debe ser apegado al vino alcohólico, no ser amante del dinero (ganancia deshonesta o amor a las riquezas), y tampoco puede ser neófito (recién convertido, inexperto). Que gobierne bien a su familia con gran dignidad y respeto. Es fundamental que tenga buena reputación entre las personas no evangélicas (las de afuera) para que no caiga en descrédito, ni en lazo del diablo.
El pastor normalmente tiene su servicio ministerial contextualizado a su iglesia local. En algunas iglesias los pastores son llamados Obispos (Gr. "episkopos") o incluso Ancianos (Gr. "presbuterous'). Los pastores tienen la responsabilidad de cuidar y supervisar la obra de Dios, ocupando cargos de presidencia y están encargados de defender la sana doctrina.
El ministerio evangelizador ocupa un espacio de gran import& cia en el contexto ministerial de la Iglesia. Son los evangelistas se preocupan por la expansión del reino de Dios en la tierra a traves de la predicación de la Palabra. El evangelista tiene la tarea de puertas para la conquista de las almas, orientando y preparando equipos de evangelización y de expansión.
(1 Timoteo 3.1-7). Las calificaciones del evangelista son las mismas que las de los pastores. La reputación hacia los extraños (personas no creyentes) es un peso fundamental en el ejercicio y éxito de su ministerio. Debe ser fundamentalmente carismático; y, preferiblemente, poseer autoridad espiritual y dones espirituales (dones de sanidades, milagros, obrar maravillas). Contextualización:
El evangelista se convierte en un verdadero misionero cuando cumple su misión sin ningún sentimiento de prejuicio hacia su prójimo. Ya sean personales, sociales, religiosos o étnicos. Su preocupación es con el individuo (el alma). Sobre todo, se preocupa con la conquista de los perdidos, bautizándolos en agua y corrigiendo cualquier desviaciones espirituales y doctrinales.
Los presbíteros (del gr. "presbuterous") son los auxiliares más directos del ministerio constituido. En los días primitivos, los ancianos aparecen inmediatamente en la iglesia de Jerusalén como hombres de gran reputación y espiritualidad. Eran los ayudantes directos de los apóstoles. Eran constituidos para asegurar el buen andamiento de la obra de Dios como guardianes de la sana doctrina.
(Tito 1:5-9). Las calificaciones del presbítero son las mismas para los candidatos al diaconado con otras más relacionadas con su misión. Debe ser irreprensible, marido de una sola mujer, tener hijos en sujeción (obediencia), no soberbio, no peleador, no apegado al vino alcohólico, no violento, no apegado a las ganancias deshonestas; hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, consagrado, dotado de dominio propio, apegado a la doctrina fiel, capaz de animar a los demás y de refutara los que se oponen a la Palabra de Dios y a la doctrina.
Las actividades relativas a este cargo están relacionadas con el ámbito espiritual. Velan por la sana doctrina y ministran la Palabra a s fieles. Están autorizados a ungir a los enfermos con el aceite de la unción (Santiago 5:14-15)
Los presbíteros también tienen sus actividades y dades contextualizadas al ambiente de la iglesia a la que están vinculados. Generalmente son ayudantes directos de los pastores ya ellos les deben obediencia, estando subordinados en una voluntad respetuosa, amable y humilde. Forman parte del séquito ministerial
Esta categoría de oficio y servicio ministerial tiene el propósito bíblico de "servir mesas" (gr. "diakonein trapezais"). El diácono (Gr "diakonos") es un siervo de la iglesia. Los primeros diáconos fueron escogidos en número de siete por la iglesia en Jerusalén (Hch. 6:5). Su misión era auxiliar a los apóstoles y presbíteros de aquella igle sia en el cuidado de las viudas y de los pobres de Jerusalén, en la distribución de alimentos (Hch. 6.1).
(1 Timoteo 3.8-13). Los primeros diáconos fueron hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría (Hch. 6.3). La orientación paulina (1 Tim. 3.8-10,12) es que sean dignos; hombres de palabra; no apegado al vino alcohólico ni a ganancias deshonestas. Deben tener una conciencia limpia, apegados al misterio de la fe, experimentados, maridos de una sola mujer (monógamos) y que tengan absoluto control y autoridad sobre sus hijos y su propia casa, Algunos diáconos se destacaron como verdaderos evangelistas.
Hay iglesias que traen en su rol de ministros, mujeres, principal. mente como diaconisas. Las iglesias que así hacen, se basan en Rom. 16.1, porque creen que Febe era diaconisa.
Probablemente Febe fue la portadora de esta epistola. Era una servidora (o que hacía el trabajo de una diaconisa) en la iglesia de Cencrea, cerca de Corinto. La construcción lingüística del versicut en cuestión, en el original, indica que ella ejercía la función de diácono, quizás porque en ese momento faltaban elementos masculinos para el diaconado. Febe ministraba a los pobres, a los enfermos a los necesitados, además de ayudar a los misioneros Pablo. Los saludos de Pablo a no menos de ocho mujeres en capítulo indican que las mujeres prestaban servicios relevante iglesias.
Las responsabilidades diaconales, en la actualidad, están condicionadas a las iglesias locales a las que estén vinculadas. Generalmente actúan como auxiliares en la celebración de la Cena de los Señor (cuidado de los elementos: pan y vino), de los accesorios (bandejas y cálices) y distribución a los fieles, tanto en el templo como en la visitación a los enfermos y discapacitados físicamente. En algunas iglesias, los diáconos no están autorizados a ungir a los enfermos.
Es plenamente bíblico y aceptado que el Espíritu Santo produce sus propios órganos ministrantes, ya que el ministerio es dado a la Iglesia por el Señor Jesucristo. Y, El es la fuente de toda autoridad y el estándar de todo servicio y ministerio. La Iglesia es la receptora de esta comisión divina y debe ser agradecida a Dios por la vida de estos hombres (y mujeres).