Aunque se pueden encontrar principios de liderazgo a lo largo y ancho de las Escrituras, no se enseñan sistemáticamente, así como no se enseña sistemáticamente una sola doctrina a lo largo de los sesenta y seis libros de la Biblia. En cambio, Dios escoge enseñar estos principios de forma experimental, a través de las vidas de personas comunes en la historia. Así es precisamente como aparece el liderazgo en el libro de Ester.
Si miras con atención, puedes ver un patrón divino. Dios siempre toma la iniciativa en ejecutar su plan. Después busca una persona que se someta a Él, hace que ese individuo vea una necesidad, y la necesidad enseguida se convierte en la carga personal de la persona que Dios ha escogido. Finalmente, el individuo abraza el plan de Dios y se siente moralmente obligado a actuar en base a él. La visión se convierte en su posesión. Por último, la persona llama a otros a unirse a la causa, a menudo corriendo un gran riesgo personal.
El libro de Ester cuenta la historia de una mujer que es bella por dentro y por fuera, Mardoqueo, un primo mayor; la toma bajo sus alas en sus primeros años; en un sentido, él se convierte en su mentor. Siendo una hermosa mujer judía, Ester es escogida para reemplazar a la reina Vasti como cónyuge del rey Asuero. Se casa y entra en la familia real, y durante los años su influencia se hace más profunda.
En algún momento de su reinado, un hombre llamado Amán se siente desdeñado por Mardoqueo y responde tramando un plan para exterminar al pueblo judío. Cuando Mardoqueo conoce la trama, regresa con su protegida, la reina Ester, e intenta convencerla para que detenga este plan genocida. Tras un momento de indecisión, ella accede a correr el enorme riesgo. Su valiente iniciativa, rápida inteligencia, encanto y aplomo en este momento de desesperación dan testimonio a los judíos de que Dios siempre levantará un liderazgo suficiente para cada crisis que surja.
Ester se unió a la compañía de libertadores tan ilustres como José, que mantuvo con vida a su pueblo durante la hambruna en Egipto; Moisés, que sacó a Israel de la esclavitud; Sansón y David, quienes libraron a los hebreos de los filisteos; y Gedeón, que libró al pueblo de la mano de los madianitas.
Ester cuenta la historia de una persona común y corriente que cumple un extraordinario desafío de liderazgo en un contexto improbable. Ella es una judía en una tierra extranjera y una mujer en un mundo dominado por los varones: una minoría dentro de una minoría. Pero Dios la levantó exactamente en el momento oportuno.
Ester es uno de solamente dos libros en la Escritura donde el nombre de Dios no aparece ni una sola vez (Cantar de los Cantares es el otro), ¿Por qué esta sorprendente omisión? Algunos han conjeturado que el escritor simplemente no podía arriesgarse a la adoración abierta de Dios, Cualquiera que sea la razón, realmente no importa. Aunque puede que no veamos el rostro de Dios en ningún lugar en el libro, vemos su mano por todas partes.
Podemos ver claramente la obra de Dios mediante sus impulsos interiores a tres líderes: Mardoqueo, el rey Artajerjes y Este. En este gran libro, la providencia de Dios y la preparación de Ester se encuentran. Vernos esto en la frase de Mardoqueo: «¿quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» (4:14).
La palabra «providencia» viene de dos raíces: pro, que significa «antes», y video, que significa «ver». Dios ve de antemano y orquesta los eventos para cumplir sus propósitos.
Primero, Dios derrocó del trono a reina Vasti. Luego dio el trono a Ester. Finalmente. situó a las personas correctas en los lugares correctos.
Ester: reemplazó a Vasti como reina de Persia; salvó a los judíos del maligno plan de Amán (2.7—9.32).
Mardoqueo: adoptó y crió a Ester; la aconsejó cuando era reina; luego reemplazó a Amán como segundo al mando bajo el rey Jerjes (2.5—10.3).
Rey Jerjes I: rey de Persia; se casó con Ester y la convirtió en reina (1.1— 10.3).
Amán: segundo al mando bajo el rey Jerjes; conspiró para matar a los judíos (3.1—9.25).
OTRAS PERSONAS DESTACADAS
Hatac
El primer paso que da un líder puede ser solitario y con un riesgo.
Dios obra tras bambalinas que actuamos según su Palabra.
Todo líder necesita mentores.
Los grandes líderes actúan en nombre de su pueblo y le sirven.
El momento lo es todo.
AUNQUE EL LIBRO DE ESTER no menciona a Dios específicamente, la soberana protección de su pueblo se percibe a lo largo de todo el libro. Dios puso a Ester en la posición clave que le permitía impedir los planes de Amán para destruir a los judíos. Ester tipifica a Cristo por su disposición a entregar su vida para salvar a su pueblo. Ester también representa la posición de Cristo como abogado de Israel. En todos esos hechos Dios declara su amor por Israel y su constante protección de los judíos: «He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel» (Sal 121.4).
La fiesta de Purim como celebración de la fidelidad de Dios (3.7; 9.21, 22, 26–28, 31; Dt 16.11, 14; Neh 8.10, 12).
La promesa divina de preservar a los judíos (4.14; 8.17; Gn 17.1–8; 2 S 7.8–16; 2 Cr 22.10–12; Sal 121.4; Is 65.8–9; Jer 50.20; Mt 2.16).
Dios provee: 8.5–17
"El dramático libramiento"
El personaje principal de este libro es la reina Ester que era una mujer judía.
Su nombre en el idioma persa se llamaba "Hadasa" que significa "Estrella", en hebreo "Ester" que tiene el mismo significado.
Este libro era leído anualmente por los judíos en la fiesta del Purin.
No sabemos seguramente quien escribió este libro, algunos estudiosos dicen que quizás haya sido Mardoqueo, Esdras o Nehemías, pues el que escribió este libro tuvo acceso a documentos y registros reales del imperio Persa.
Los hechos relatados acontecieron entre los años 486 a 465 a.C, por eso se dicen que en esta época se escribió este libro.
Este libro está dividido en tres partes:
La exaltación de Ester, Ester 1 y 2.
Los planes de Amán para destruir a los judíos, Ester 3 al 5.
El libramiento de los judíos, Ester 6 al 10.
Este libro narra hechos ocurridos entre los judíos que habían permanecido en Babilonia después que recibieron el permiso para
Regresar a Jerusalén, estos judíos tenían condiciones de vida relativamente buenas, pero enfrentaron muchas veces momentos difíciles.
Ester era una joven judía huérfana de padre y madre que había sido criada por su primo Mardoqueo.
En este libro encontramos a Ester siendo levantada como reina del imperio Persa. Encontramos también otros acontecimientos como la persecución de Amán en contra de Mardoqueo y el libramiento de los judíos que por poco fueron exterminados por una falsa trama de Amán.
El libro de Ester puede ser resumido en pocas palabras como "La providencia de Dios".
Muchas personas discuten el hecho de que el libro de Ester no se menciona el nombre de Dios, pero podemos dar una buena conclusión para este hecho es la declaración que Dios hace al rey Ciro a través del profeta Isaías en Is 45:4 cuando dijo: "Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aun que no me conociste".
Con esto entendemos que Dios proveyó el libramiento de los judíos a través del decreto del rey Ciro, principalmente a los judíos egoístas e indiferentes que rechazaron regresar a Jerusalén por no dejar las comodidades que ellos tenían en Babilonia, por esa razón Dios ocultó su rostro por causa del pecado, Deuteronomio 31:18.
Desde este momento Dios empezó a operar a favor de Ester y de los judíos de una forma oculta.
Este libro se inicia con un banquete organizado por el rey Asuero a sus nobles, príncipes y gobernadores de las provincias de su reino para estudiar planes contra Grecia, el cual había estado preparando a cuatro años; este banquete duró ciento ochenta días, Ester 1:4.
Ellos hicieron sus banquetes en los jardines del palacio, y las mujeres eran hospedadas por la famosa reina Vasti en sus aposentos particulares.
Susa era la capital del reino Persa, era allí donde residía Nehemías; era también considerada como la residencia de invierno de los reyes de Persia.
Cuando el rey Asuero estaba en medio de sus borracheras, mandó llamar a la reina Vasti para exhibir su belleza, pero la reina se negó, pues según las costumbres Persas, las mujeres no podían hacer esto, pero al rey no le importaba violar las normas sagradas de las mujeres orientales, y de esta manera el rey Asuero destituyó a Vasti de su reino.
Con la destitución de Vasti, los creados del rey aconseja a Asuero a convocar a todas las vírgenes del reino para comparecer delante del rey; la doncella que se agrade el rey, esa será su esposa y reina de Persia, Ester 2:1-4.
Cuando se divulgó el decreto del rey, muchas doncellas se presentaron en Susa residencia real para el concurso, y se presentó también Ester, una judía huérfana de padre y madre criada por su primo Mardoqueo, descendiente de Benjamín, Ester 2:5-7.
Dios estaba con Ester de una manera tan especial que Hegai, guardia de las mujeres halló gracia en ella, y la cuidó mejor que las otras doncellas, colocándola en el mejor lugar de la casa, Ester 2:8,9.
Según la ley, las doncellas tuvieron doce meses de preparo para presentarse delante del rey Asuero, Ester 2:12.
Las doncellas se presentaban cada una delante del rey con diferentes trajes como si fuese un desfile de moda, Ester 2:13,14, pero cuando Ester se presentó delante del rey, dice el versículo 17 que el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él, más que todas las demás vírgenes y puso la corona real en su cabeza.
Comprendemos aquí que la primera parte del plan de Dios ya se había concluido, pues Ester ya estaba en el poder, de ahí para adelante Dios empieza a trabajar a favor de los judíos utilizando su segundo plan que empieza a través de Mardoqueo.
El nombre "Amán" significa "Destructor", Amán era hijo de Hamedata, fue consagrado por el rey Asuero, primero ministro del reino, Ester 3:1.
Amán era un hombre perverso y lleno de orgullo que tenía como plan destruir a los judíos, pues Mardoqueo no se arrodillaba delante de la presencia de Amán, Ester 3:3-6. La razón de su derrota fue su orgullo y perversidad.
Amán no sabía que Mardoqueo era primo de la reina Ester y que él la había criado.
Amán se presentó delante del rey Asuero para hacerle un pedido que no le podía ser negado según las leyes Persas, pues le tocó la "Pur", que en el idioma persa significa "La suerte", y Amán aprovechando para vengarse de Mardoqueo pide al rey que sean exterminados todos los judíos, pues sus leyes eran diferentes de las leyes del pueblo, y no obedecían las ordenes del rey, Ester 3:8.
Inmediatamente el rey mandó llamar a sus escribanos e hizo el decreto que fue enviado por todas las provincias del reino Persa, Ester 3:13,14.
En el versículo 15 dice que la ciudad quedó conmovida con este edicto, pero Amán y el rey se sentaron a beber no importando las consecuencias.
Cuando Mardoqueo supo la noticia, rasgó sus vestidos se vistió de cilicio y de ceniza y salió por toda la ciudad clamando a gran voz, Ester 4:1; los judíos hicieron lo mismo por todas las provincias del reino, con ayuno, lloro, luto y lamentaciones, Ester 4:3.
Entonces las doncellas que servían a Ester y sus eunucos vinieron a ella y le contaron lo que estaba ocurriendo, entonces, ella envió vestidos para que él se vista, pero él no aceptó, Ester 4:4.
Ester pide a sus siervos que vayan a Mardoqueo para saber lo que sucedía y Mardoqueo le contó todo y entregó una copia del edicto a Ester, Ester 4:8.
Ester invitó al rey y a Amán para un banquete, Ester 5:4.
Cuando estaban en el banquete, el rey dijo: ¿Cual es tu petición? Ester le respondió: Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si le place al rey conceder mi petición, quiero que mañana el rey y Amán venga a otro banquete que les prepararé, y les declararé mi petición.
Cuando Amán supo que Ester lo había invitado a otro banquete se lleno de orgullo. Al otro día Amán preparó una horca para matar a Mardoqueo después del banquete, Ester 5:14.
Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, de esta manera, se puso a leer el libro de las memorias y crónicas de su reino, y encontró escrito que Mardoqueo había denunciado a dos eunucos del rey que querían matar al rey Asuero, Ester 6:1,2, entonces el rey preguntó: ¿Qué honra le dieron a Mardoqueo por este hecho? Y sus oficiales respondieron: Ninguna.
El rey Asuero preguntó a sus oficiales quien había en el patio y ellos les respondieron: Amán, La intención de Amán cuando
vino al patio era de pedir al rey permiso para ahorca a Mardoqueo, pero el rey no sabía.
Cuando Amán entró a la presencia del rey, el rey le preguntó:
¿Que se puede hacer al hombre que el rey desea honrar? Amám pensaba que la honra era para él, y de esta manera le respondió: Que le vista con la ropa real, que le ponga la corona del rey y que monte el caballo real, y llévenlo por la plaza de la ciudad y pregonen delante de él: Así se hace al hombre que el rey desea honrarlo,
Ester 6:9, entonces el rey le dijo: Date prisa y hazlo todo esto con Mardoqueo y el semblante de Amán cayó, pero lo hizo, este fue el primer paso de la derrota de Amán.
Cuando Amán llegó a su casa contó todo lo que había sucedido a su mujer y a sus amigos, entonces sus sabios le dijeron: Si este Mardoqueo es de descendencia de los judíos de quien has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás delante de él. Aún estaban ellos hablando cuando llegaron los eunucos del rey para llevarlo para el banquete que la reina Ester había dispuesto. Ester 6:13,14.
Cuando estaban en el banquete el rey preguntó a la reina Ester cual era su pedido y Ester respondió: "Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Porque hemos sido vendidos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero nuestra muerte seria para el rey un daño irreparable." Ester 7:3,4.
Cuando el rey Asuero escuchó estas palabras, dijo: ¿Quién es y donde está el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?
Entonces la reina Ester respondió: "El enemigo y adversario es este malvado Amán", Ester 7:6.
Cuando el rey escuchó esta palabra se llenó de ira y mandó colgar a Amán en la horca que él había preparado para colgar a Mardoqueo y de esta manera Dios dio libramiento de muerte a los judíos por intermedio de la petición de la reina Ester.
En este mismo día el rey Asuero entregó la casa de Amán en manos de la reina Ester y Mardoqueo fue llevado delante del rey Asuero y recogió el rey el anillo que era de Amán y le dio a Mardoqueo, y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán, Ester 8:1,2.
Luego volvió Ester a la presencia del rey, echándose a sus pies y llorando pidiendo que se anulara el edicto que Amán había mandado a todas las provincias del reino, entonces el rey dice a Ester y a Mardoqueo que ellos mismo hiciesen las cartas y sellasen con el sello real y enviasen a las ciento veinte siete provincias del reino y así se hizo.
Y todos los judíos se alegraron en todos los lugares y en cada provincia y en cada ciudad que llegó el edicto, los judíos hicieron fiesta y se regocijaron y hubo banquete y día de placer.
Est 8:16 dice que los judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra.
En el decimosegundo mes en el día trece que correspondía el día que Amán había señalado para la muerte de los judíos, sucedió al contrario, pues los judíos se enseñorearon de todos los que les aborrecían, reuniéndose en todas las ciudades y en todas las provincias para matar a todos los que le habían procurado su mal.
Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los capitanes y oficiales del rey apoyaban a los judíos porque el temor de Mardoqueo habían caído sobre ellos, Est 9:3.
Y asolaron los judíos a todos sus enemigos en todo el reino,
Solo en Susa capital del reino, fueron muertos quinientos hombres.
Ester 9:6. Al otro día fueron colgados los diez hijos de Amán en la horca y mataron más trescientos varones, Ester 9:13,15.
Y así los judíos se vengaron de la casa de Amán de la maldad que el quería hacer al pueblo de Dios.
El nombre hebreo "Purim", que en persa es "Pur", significa "Suerte". Mardoqueo envió cartas a todos los judíos diciendo que en el día catorce y quince de este mismo mes que se llamaba "Adar" que era el decimosegundo mes, que celebrasen días de regocijo como el día que los judíos tuvieron paz de sus enemigos; y como el día en que de tristeza se cambió en alegría y de luto en día bueno.
En este día ellos tenían que hacer banquetes para enviar porciones a sus vecinos y dádivas a los pobres, y de esta manera, cada año en esta fecha los judíos conmemoraban la "fiesta de Purim".
Mardoqueo se tornó el segundo en el reino persa, y grande entre los judíos, y la multitud lo estimaba, porque procuró el bienestar de su pueblo.
La pregunta más obvia presentada por Ester viene del hecho de que Dios no se menciona en ningún lugar, al igual que en el Cantar de los cantares de Salomón. Tampoco el autor ni algún participante se refieren a la ley de Dios, los sacrificios levíticos, la adoración y la oración. El escéptico se pudiera preguntar: «¿Por qué Dios nunca se menciona cuando el rey persa recibe más de ciento setenta y cinco referencias? Debido a que la soberanía de Dios prevaleció para salvar a los judíos, ¿por qué entonces Él no recibe el reconocimiento apropiado?».
Parece satisfactorio responder que si Dios deseara ser mencionado, Él simplemente de la misma manera soberana habría impulsado al autor a que escribiera de Él conforme actuaba para salvar a Israel. Esta situación parece ser más problemática en el ámbito humano que en el ámbito divino, porque Ester es la ilustración clásica de la providencia de Dios conforme Él, el poder invisible, controla todo para cumplir su propósito. No hay milagros en Ester, pero la preservación de Israel a través del control providencial de todo acontecimiento y persona revela la omnisciencia y omnipotencia de Jehová. Sea que Él se mencione o no, ese no es el punto. Claramente Él es el personaje principal en el drama.
drama. En segundo lugar: «¿Por qué eran Mardoqueo y Ester tan seculares en sus estilos de vida?». Ester (2.6–20) no parece tener el celo de la santidad que Daniel tuvo (Dn 1.8–20). Mardoqueo mantuvo en secreto su linaje judío y el de Ester, a diferencia de Daniel (Dn 6.5). La ley de Dios estaba ausente en contraste a Esdras (Esd 7.10). Nehemías tenía un profundo anhelo por Jerusalén que parecía ser totalmente diferente a los deseos de Ester y Mardoqueo (Neh 1.1– 2.5). (Ver la sección de «Respuestas a preguntas difíciles» para más observaciones sobre este asunto.)
SETEADB. LIBROS HISTÓRICOS. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
MacArthur, John. El Manual Bíblico MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2016